DH - Capítulo 440

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Capítulo 440

Desconocido (IV)

Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord

Cuando salieron de la Ciudad Kelan, todavía era de noche. Su y Madeline caminaban hombro con hombro por las llanuras silenciosas y desoladas. Las nubes bajas llenas de radiación aún se extendían hasta donde alcanzaba la vista y, aparte de las ruinas que se encontraban por todas partes en el desierto, no había ninguna otra persona a la vista, ni siquiera una sola criatura errante. En los límites del mundo, la silenciosa y majestuosa cordillera parecía mirar fijamente a Su, esperando su llegada. Su entrecerró los ojos mientras observaba el mundo que lo rodeaba. Casi parecía tener la percepción errónea de que Madeline y él eran los únicos seres vivos en este mundo. Este gran silencio lo atacó como una marea, ahogando instantáneamente su conciencia. En su mundo de percepción, aparte del frío glacial, el silencio y la soledad, no había nada más. Podía ver a Madeline justo a su lado, pero no podía sentir ninguna fuerza vital en su cuerpo, como si fuera a morir en cualquier momento. Es más, ni siquiera quedaría un cadáver, su cuerpo se convertiría en cenizas antes de que su conciencia pudiera registrarlo, fundiéndose con el mundo. Este era un mundo que ya había muerto. No había agua, ni vida, solo rocas desnudas, un huracán silbante, energía desenfrenada y una diferencia de temperatura de varios cientos de grados entre el día y la noche. Dentro de este mundo, todavía estaba él. El cuerpo de Su tembló de repente. Era como si hubiera despertado de una pesadilla, volviendo inmediatamente a la realidad. La Madeline que estaba a su lado era real, y su cuerpo poseía una aterradora aura de vida. Aunque la noche era tranquila, todavía había muchos pequeños sonidos entrelazándose. Innumerables pequeñas formas de vida bajo la tierra se retorcían, luchaban, se reproducían, haciendo todo lo posible por sobrevivir en este entorno hostil para cualquier ser vivo. Ni siquiera los pequeños insectos de menos de 1 centímetro de tamaño, aunque estuvieran escondidos a más de 10 metros bajo la superficie de la tierra, podían escapar de su percepción. Cuando Su desplegó plenamente sus habilidades de percepción, la verdadera apariencia del mundo finalmente apareció ante él. Era un mundo ruidoso y próspero, lleno de agitación. Innumerables criaturas cambiaban y evolucionaban a velocidades impactantes, y la radiación siempre presente se convertía incluso en fuente de energía para algunas especies extrañas y desconocidas. Si no se miraba este mundo desde la perspectiva humana, se descubría que tal vez no era muy inferior al de la era antigua, igualmente lleno de vitalidad e incluso más exuberante. Todas y cada una de las criaturas se encendían, buscando una oportunidad para evolucionar. Era un mundo en llamas. A pesar de que estaba contemplando un mundo tan rico en vitalidad, el corazón de Su seguía detenido en el mundo que acababa de presenciar, aquel que era frío como el hielo y silencioso, un lugar de muerte. En ese momento, Madeline tomó silenciosamente su mano. Aunque su mano estaba fría como el hielo, era mucho más cálida que el mundo que habitaba en la mente de Su, lo que arrastró su conciencia de vuelta a este mundo. - ¿Te sientes un poco mejor? Le preguntó ella. - Siento un poco de incomodidad, pero ya estoy bien. Después de reunirse con los subordinados estacionados en Puerta de Acero y dedicar varios días a los preparativos, Su y Madeline partieron hacia Trono Helado. Los 3 subordinados se quedaron atrás para defender la base al oeste de los grandes lagos. El camino que conducía a Trono Helado consistía en cruzar primero una cordillera de varios miles de metros de altura y varios cientos de kilómetros de longitud; solo entonces llegarían a la costa. Muchos de estos picos montañosos estaban incluso sumergidos durante todo el año en nubes llenas de radiación. El entorno era extremadamente desagradable, algo que los 3 subordinados no podían soportar en absoluto. * * * La mayor parte del laboratorio central de bioquímica del que se encargaba el Dr. Connor estaba situado a las afueras de la Cuidad Dragón. El continuo y majestuoso complejo de edificios era comparable a una pequeña ciudad normal. Independientemente de si se trataba de la escala, la mano de obra o los fondos proporcionados, no tenían rival dentro del Parlamento de Sangre. En ese momento, un edificio dentro de la región A del laboratorio estaba rodeado por soldados armados. Además, detrás de estos soldados vagaban más de 10 Jinetes de bajo rango. En la última planta de este edificio de 5 pisos, varias personas con rasgos completamente distintivos estaban sentadas en una amplia sala, observando con cierto aburrimiento el paisaje inmutable a través de la ventana que ocupaba toda la pared. Había hombres y mujeres en este grupo, todos ellos desprendiendo un leve aura de energía. Era evidente que todos eran individuos poderosos dotados de una fuerza considerable. Cuando sus ojos se posaban ocasionalmente en los Jinetes de Dragón Negro que deambulaban, se podía ver en su mirada un desdén completamente expuesto. Había varios sofás dispuestos en la sala, el más grande y bonito solo tenía una persona sentada en él. Para ser más precisos, un chico estaba sentado en él. Era extremadamente guapo, y sus ojos incluso transmitían un toque de melancolía. En ese momento, tenía un libro bastante antiguo en las manos y lo leía con gran atención. Sin embargo, por sus cejas fruncidas, estaba claro que no era un proceso agradable, sino que más bien estaba lleno de sufrimiento. El chico parecía no tener ni siquiera 10 años, pero ocupaba el mejor lugar de la habitación. Solo se podía intuir vagamente que era el líder de este grupo de individuos feroces. Además, cuando las miradas de esas personas se posaban ocasionalmente en él, también estaban llenas de reverencia. El miedo y la reverencia que mostraban eran puramente hacia ese niño, no porque hubiera alguna gran figura en su linaje. - ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar? El robusto hombre de mediana edad que estaba junto a la ventana se quejó, pero su voz estaba muy reprimida, casi como para no molestar al niño que estaba leyendo. - No debería tardar mucho. ¿No dijo el Dr. Connor que el proyecto estaría terminado en unos días? Dijo una mujer de unos 30 años que estaba a su lado. Tenía ojeras muy marcadas, como si no hubiera dormido en toda la semana. - ¿Connor? ¿Crees que estos tipos que solo saben investigar tienen sentido del tiempo? Hace ya medio mes que dijo que los resultados podrían estar listos en unos días, pero ¿dónde están esos resultados? Sigue diciendo que el proyecto concluirá en unos días, ¿así que se supone que todos debemos acompañarlo en esta pérdida de tiempo? - ¡Solo perderemos el tiempo con él! Si esa araña envía a gente a causar problemas durante este periodo de tiempo y tú desapareces, ¡piensa en las graves consecuencias que eso tendría! El rostro del hombre se volvió inmediatamente un poco desagradable. La gran sombra de Bevulas revoloteó por su corazón, dejándolo completamente sin palabras.

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