Capítulo 316
El Rey del Invierno (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
El ataque del embajador de la República no era más que un juguetón acto de apertura. Pretendía ir un paso por delante de Paimon y llevar al Imperio de Habsburgo a la escena nacional. Esto llevaría al Imperio a la política internacional. Esto significaba que chocaríamos con la República de Habsburgo, que había estado afirmando que eran los “verdaderos herederos de Habsburgo”.
Por lo tanto, la guerra diplomática que iba a adornar el invierno de este año se desarrolló intensamente.
* * *
En primer lugar, el Imperio Franco.
- Su Excelencia la Emperatriz Viuda ha ofrecido su cooperación ilimitada.
Sin duda, el Imperio Franco nos apoyaba más que cualquier otra nación. Yo había anunciado oficialmente que la matanza ocurrida en la región sur del Imperio Franco había sido realizada por un grupo de traidores; sin embargo, envié un mensaje personal al Barón Bercy y le informé que en realidad se trataba de un engaño creado por la República de Habsburgo. La corte del Imperio quería asestar un golpe a la República de Habsburgo por esta “ofensa”.
A continuación, fue un poco sorprendente, pero se trataba del Reino de Bretaña.
- Nuestra Alteza la Reina ya ha reconocido a Su Excelencia el Emperador como el verdadero gobernante de Habsburgo.
El Tratado de Le Havre previamente establecido estaba detrás de esta cooperación. Si Bretaña no reconoce nuestra soberanía, entonces el tratado se rompería naturalmente. Esto llevaría inmediatamente a otra guerra. El Reino de Bretaña ya no tenía la mano de obra para manejar otra guerra. Aunque la Reina Henrietta cooperara personalmente con la Cónsul Elizabeth, el destino de su nación estaba en juego aquí, así que no se podía evitar.
Con esto, el Imperio Franco y el Reino de Bretaña eran nuestros aliados. Por supuesto, también había grupos que apoyaban a la República de los Habsburgo.
- Para ser honesto, me cuesta creer que Su Excelencia no tenga intención de entrar en guerra con nuestra nación.
- Incluso ahora, el Ejército de los Señores Demonio está ocupando ilegalmente una porción de nuestra tierra. ¡Por favor, den prioridad a este asunto! No podemos ofrecer nuestra buena voluntad incondicional así.
Se trataba del Reino de Cerdeña y la Mancomunidad Polaco-Lituana. Cerdeña se encuentra justo debajo de la República. Desde su perspectiva, la República de Habsburgo era un escudo formidable que impedía la invasión del Ejército de los Señores Demonio. Era comprensible que cooperaran con la República.
Por otro lado, la Mancomunidad Polaco-Lituana estaba en medio de un conflicto con la Facción Neutral. La cual bajo el mando del Señor Demonio Marbas, ya había estado invadiendo la Mancomunidad por su cuenta desde la Guerra de la Alianza Creciente. Habían conseguido un gran logro al ocupar una parte de su territorio. Gracias a ello, la Mancomunidad albergaba una gran hostilidad hacia nosotros.
Las demás naciones eran todas neutrales. Bernicia, Teutón, Kalmar, Anatolia, Castilla, Moscow e incluso Batavia. Estas 7 naciones miraban desde la barrera y pensaban a quién debían apoyar. Debe ser algo muy emocionante para reflexionar. Nosotros o la República. Estas 7 naciones podrían cambiar a quién deciden apoyar simplemente según cuál de nosotros ofrezca el trato más tentador.
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Una rivalidad entre hermanos entre el Imperio de los Habsburgo y la República de los Habsburgo. Pero la realidad era un poco diferente. Esta fue una batalla diplomática entre yo, Dantalian, y la Cónsul Elizabeth.
Si esto fuera una batalla real, entonces me habría retirado sin dudarlo. Elizabeth es una genio cuando se trata de asuntos militares. No podría vencerla aunque lo intentara. Sin embargo, esta no era una guerra entre metal y metal. Esta era una guerra de lenguas y no de espadas...
Además, Elizabeth tiene una debilidad fatal. Es el hecho de que está en una situación en la que no puede lanzarse ella misma a la guerra diplomática. Ser la gobernante de una nación pone tantas restricciones a tus acciones. Por otro lado, puedo moverme como me plazca. Puedo dejar la gestión de mi territorio en manos de Lapis y Parsi mientras me centro exclusivamente en la diplomacia. Esta diferencia fue suficiente para decidir el vencedor.
* * *
- Compra todo con dinero.
Empecé las cosas con sobornos. El soborno es una táctica clásica. Su eficacia se hace evidente cuando se considera cuánto tiempo ha existido. Ahora con Ivar Lodbrok bajo mi ala, básicamente tengo la mayor cantidad de recursos financieros tanto en el continente demoniaco como en el continente humano.
La riqueza de Ivar alcanza casi los 50 millones de monedas de Oro. ¿No era una suma exorbitante? Para poner este dinero en perspectiva, el presupuesto anual del palacio del Imperio de Habsburgo ronda el millón y medio de monedas de Oro. ¡Ivar podría dirigir el palacio durante 33 años! ¡Sola! Esto también era bajo el supuesto de que ella no trabajara en absoluto durante esos 33 años.
- ¿Cuánto necesitas?
Me preguntó la rubia más rica del mundo.
- Sobornaremos a los embajadores de todas las naciones. Unas 150.000 monedas de Oro deberían ser suficientes.
Es una época en la que el mercado aún no se ha desarrollado tanto. 150.000 monedas de Oro es una suma inmensa. La Vampira Inmortal de Sangre Pura soltó un pequeño bufido.
- Dinero de bolsillo.
Me prestó 300.000 monedas de Oro sin intereses en un instante. Totalmente en efectivo. En otras palabras, me había prestado esa suma en efectivo y joyas. Gracias a esto, mi riqueza se había duplicado desde las 150.000 monedas de Oro que tenía originalmente.
Se llevó a cabo una enorme ofensiva de sobornos. Ivar y yo éramos profesionales cuando se trataba de este tipo de problemas. Regalar únicamente dinero sólo perdería su atractivo después de un tiempo. Los humanos son como máquinas, así que siempre necesitan algo de engrase.
- Invitaré a las prostitutas de mayor calidad del continente demoníaco. Envía una solicitud al Gremio de Burdeles.
- La gente dice que acostarse con súcubos y elfos es el sueño de toda la vida de los humanos. Podemos satisfacer sus fantasías.
La flor y nata de las prostitutas se traía del continente demoníaco. La cantidad que uno necesitaría para pasar una sola noche con una de ellas podría dejar boquiabierto a cualquier persona.
- Contratemos una banda, artistas, y un alquimista también.
- Podemos contratarlos al mismo tiempo mientras las encargamos al Gremio de Burdeles.
Los demonios son mucho más avanzados que los humanos cuando se trata de actividades sexuales. Estos viven cientos de años, por lo que inventaron extraños tipos de placeres para disfrutar de sus largas vidas. Por ejemplo, mientras los artistas montan un espectáculo promiscuo en un escenario, una banda toca una agradable melodía y un alquimista elabora drogas con afrodisíacos, la gente disfruta de un acalorado sexo en medio de todo eso. Podría decirse que es un arte compuesto del sexo. Los embajadores estaban conmocionados por el éxtasis al que se enfrentaban por primera vez en sus vidas.
- E-Esto es...
- ¡He oído que las súcubos son hermosas, pero nunca pensé que lo fueran hasta este punto!
Los delegados estaban asombrados de la cultura superior del continente demoniaco.
- ¡Nunca había probado un alcohol tan dulce!
- Conde Palatino, ¿quién es el maestro cervecero detrás de esta obra maestra?
El alcohol también procedía del continente demoniaco. Esto fue eficaz para dar a la atmósfera un ambiente exótico. Probar alcohol exótico por primera vez fue un excelente rompehielos.
Una semana. Cociné a los embajadores durante una semana entera. Básicamente se fermentaban en una bañera de placer. También nos aseguramos de llenarles los bolsillos de monedas de Oro mientras disfrutaban de los placeres sexuales y del alcohol. Naturalmente, mi objetivo no podía lograrse sólo con sobornos. Como he dicho antes, el soborno es como engrasar una máquina. Los embajadores toman decisiones diplomáticas tras recibir órdenes de sus señores.
Sin embargo, sus señores no están aquí. Los gobernantes toman sus decisiones después de recibir los informes de sus embajadores. En otras palabras, los embajadores son como los ojos de los gobernantes. Dan informes periódicos a sus señores a través de orbes mágicos. Ahora bien, ¿cómo darán sus informes estos embajadores?
- No parece que el Imperio de Habsburgo tenga intención de iniciar otra guerra pronto.
- Los Señores Demonio respetan claramente la autoridad del Emperador. La Regente es algo audaz, pero el Conde Palatino parece tener más control en el palacio. Parece estar conteniendo a la Regente bastante decentemente. Deberíamos reconsiderar nuestra opinión sobre su palacio imperial.
- El Conde Palatino tiene un claro conocimiento del Imperio y de las tradiciones humanas. No parece tener ningún prejuicio hacia la familia imperial del Imperio ni hacia la familia real de nuestra nación. Por lo que este humilde servidor puede deducir, el Conde Palatino desea sinceramente un vínculo normal entre nuestras naciones.
Dar y recibir. Los embajadores pensaron que era natural devolver el banquete y la hospitalidad recibidos con “un poco de buena voluntad”. También influyó la interminable labor de persuasión que llevé a cabo.
El delegado de la República de Habsburgo quedó sorprendido por la magnitud de nuestros sobornos. La República trató urgentemente de establecer una línea diplomática, pero, por desgracia, no estaban a la altura de nosotros en términos de financiación. La Nueva República de Habsburgo no era en absoluto una nación rica. En todo caso, eran pobres.
La República también ofrecía sobornos, pero palidecían en comparación con los nuestros. No había forma de satisfacer a los embajadores, que ahora tenían al menos a una de las mejores súcubos como sirviente.
- El delegado de la República de Habsburgo menospreció en parte la autoridad del Emperador durante su conmemoración y habló en tono despectivo. Todo esto ocurrió durante una ocasión formal y sólo puedo describirlos como descorteses.
- El comportamiento mostrado por el Palacio Imperial es realmente digno de elogio. El Emperador nunca se enfureció personalmente cuando escuchó declaraciones descorteses, sino que respondió adecuadamente desviando la atención de todos hacia otro lugar.
- El Emperador alberga personalmente buena voluntad hacia la Cónsul de la República y así lo ha manifestado. Por otro lado, el embajador de la República fue grosero y faltó a la dignidad al hablar con nosotros.
Al final, el primer encuentro se saldó con nuestra completa victoria. Estaba claro que los informes de los embajadores habían conmovido los corazones de los gobernantes. Los embajadores empezaron a negociar con nosotros de forma más activa después de que pasara una semana desde el inicio del banquete. Hasta ese momento, sus palabras habían estado llenas de alabanzas y adulaciones vacías, pero ahora era diferente. Era hora de que comenzara el verdadero negocio.
El primer bateador fue el Reino Teutón.
- Conde Palatino, creo que nuestra relación se ha estrechado lo suficiente.
- Por supuesto, Embajador.
- Permítame ser completamente honesto. Nuestra nación está posicionada como la más cercana al Imperio. Requerimos algo que garantice que el Imperio no invadirá nuestras tierras algún día.
El Reino Teutón tiene el territorio de los Señores Demonio al este, la República de Batavia al oeste y el Imperio de Habsburgo al sur. Se podría decir que están rodeados de enemigos potenciales por todos lados. Por eso son más sensibles a la seguridad.
- Embajador, soy a la vez Conde Palatino y Señor Demonio. Gracias a ello, poseo una pequeña porción de tierra. Afortunadamente, este territorio resulta estar situado en el extremo oriental de su reino.
- Sí. He oído que vuestra tierra está formada por 7 colinas.
El embajador asintió. Me conmovió saber que las otras naciones no holgazaneaban a la hora de reunir información.
- Mi tierra está en un lugar bastante peculiar. Según la situación, se puede decir que está conectada con Habsburgo o que está conectada con Teutón. Originalmente era un pueblo de tala y quema, por lo que no tiene ninguna afiliación oficial.
- ...Conde Palatino, no me diga.
El embajador del Reino Teutón abrió mucho los ojos. Asentí con la cabeza.
- Embajador, envíe una petición a su señor para que permita que mi tierra se convierta en suelo Teutón. Si lo hacemos, entonces seré Conde Palatino de Habsburgo y Conde de Teutón al mismo tiempo.
- ¿De verdad?
El embajador se levantó de un salto. Extendió la mano para agarrarme con alegría.
- ¡Tu cooperación sería comparable a recibir el poder de miles!
- Jaja, me estás elogiando demasiado. ¿Estaría bien que confiara en nuestra amistad?
- No se preocupe, Conde Palatino. Juro por mi nombre que se hará este vínculo.
Inmediatamente después, la respuesta del Reino Teutón me sería entregada extraoficialmente. Los documentos establecían que mientras mi territorio perteneciera al Reino Teutón, reconocerían al Imperio de Habsburgo como soberano y a Barbatos como legítima regente.
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