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viernes, 20 de septiembre de 2024

DD - Capítulo 380

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Capítulo 380
El Encuentro de 2 Heroínas (VIII)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Una flota zarpó inmediatamente de Génova en cuanto se formó. - Sería perfecto si pudiéramos atraer al ejército imperial al océano... El Gran Duque se paró en la cubierta y se burló de sí mismo por tener un pensamiento tan inútil. El Reino de Cerdeña podía haber sufrido continuas pérdidas en tierra, pero seguía siendo el dueño indiscutible del océano. Por otra parte, el Imperio carecía de una armada formidable. ¿Cómo iban a atraer al ejército imperial al océano si ni siquiera tenían forma de luchar en él? Génova y Spezia sólo estaban separadas por un pelo. El ejército del reino navegó sin preocupaciones. Sin embargo, a mitad de camino, se produjo una conmoción en una galera que iba en cabeza. El Gran Duque llamó a un oficial y le preguntó por la situación. - ¿Qué está pasando? - Los monstruos están atacando, Su Alteza. - Ya veo. Cooperen con las otras naves para repelerlos. No era raro que los monstruos atacaran en el mar. Básicamente se podría llamar un evento de rutina. Cada una de las galeras de 5 niveles, que eran los buques insignia del Reino de Cerdeña, llevaba más de un centenar de combatientes a bordo. A menos que se enfrentaran a un monstruo inusualmente grande, no había motivo de preocupación. La conmoción que se esperaba que amainara se extendió poco a poco a los demás barcos. El capitán del barco parecía perplejo mientras gritaba. - ¡Alteza! Es la Ira de Poseidón. - ¿¡Qué...!? ¡Todavía estamos en el octavo mes! La Ira de Poseidón era como la gente de Cerdeña llamaba a un fenómeno en el que un gran número de monstruos atacaban la superficie del mar. Se sabía que los monstruos emigraban en grandes cantidades durante el invierno, lo que hacía que la navegación en esta época fuera increíblemente peligrosa. Sin embargo, estaban en el octavo mes. El invierno aún estaba lejos. - ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! ¡Ding! El sonido de las campanas sonaba con fuerza por todas partes. Estas campanas emitían un sonido específico que repelía a los monstruos. Los marineros las hicieron sonar desesperadamente, pero los monstruos no daban muestras de retroceder. En su lugar, numerosas sirenas y lagartos subieron a la cubierta. - ¡Empújalos hacia atrás! ¡Háganlos retroceder al océano! - ¡Recojan las velas! - Maldita sea, ¿por qué está pasando esto ahora? Los soldados maldijeron en voz alta mientras recogían sus lanzas. Se dirigieron a las barandillas laterales del barco para apuñalar a los monstruos que intentaban trepar. El barco se había sumido instantáneamente en el caos. - ¡Nos encontraron desprevenidos...! Este ataque a gran escala fue sin duda planeado por el Imperio. El momento era demasiado perfecto para llamarlo coincidencia. El Gran Duque descubrió inmediatamente el plan de la otra parte. Aunque fueran criticados por movilizar al Ejército de los Señores Demonio, el Imperio ni siquiera pestañearía ante esa acusación. Los monstruos que estaban atacando los barcos no tenían equipo alguno... Por lo tanto, eran obviamente monstruos salvajes. “El Imperio no tiene lazos con estas criaturas, y el enfrentamiento con las fuerzas del reino fue simplemente un encuentro con monstruos salvajes.” Obviamente, así iba a responder el ejército imperial. El Gran Duque gimió. - Spezia era un cebo. - ¿Un cebo, Alteza? - Fue un cebo deliberado para atraernos. El Imperio no capturó completamente Spezia, sino que la empujó al borde del colapso. También anticiparon nuestra aproximación por mar, así que colocaron estratégicamente a estos monstruos aquí con antelación... Las tácticas elaboradas no pueden emplearse en batallas navales. Aunque pueden ser útiles cuando 2 barcos de guerra se enfrentan en combate, enfrentarse a un ataque implacable de monstruos no deja a cada barco otra opción que valerse por sí mismo. Una galera situada al frente se vio impotente ante el ataque. Con su tripulación y timonel incapacitados, la nave derivó impotente hacia una colisión con un navío vecino que navegaba a su lado. Aunque el impacto no provocó el hundimiento del otro barco, sus remos podían resultar dañados si tenían mala suerte, lo que reducía considerablemente su capacidad de maniobra. El ayudante del Gran Duque habló en tono preocupado. - Hay muchos mercenarios que no están acostumbrados a luchar en el mar... Su Alteza, por favor, permítame utilizar a nuestros magos. Los daños están siendo graves. - Todavía no. Si esto fue planeado por el ejército imperial, estoy seguro de que todavía hay uno más... - ¡Kraken! Gritos de terror llenaron el cielo. Un enorme tentáculo de pulpo cubierto de ventosas surgió del agua. Los afilados dientes de cada ventosa y el tamaño de la pata, comparable al de un viejo árbol, era lo que lo diferenciaba de los pulpos normales. - ¡Abandonen el barco! ¡Abandonen el barco! - ¡Aaaahh! El kraken envolvió con sus patas una galera y la partió como una ramita. La galera de 5 niveles se vio impotente ante la fuerza de la criatura y se partió por la mitad. Los marineros supervivientes se zambulleron en el océano, pero era obvio el destino que les esperaba teniendo en cuenta el enjambre de monstruos que había en el océano. - ¡Su Alteza! - ¡Ahora! ¡Ordena a los magos que usen todo su poder para derrotar a la gran criatura! 20 magos bombardearon al kraken con sus hechizos al mismo tiempo. Algunos fallaron, pero la mayoría de los hechizos impactaron en el tentáculo del kraken. Su carne estalló cuando la pierna del monstruo fue cercenada. Cuando los soldados del reino vieron caer el tentáculo del kraken, estallaron en gritos de celebración. Los marineros temían a los krakens como tiranos marinos, por lo que ver cómo derrotaban a uno con facilidad les subió la moral. Sin embargo, su celebración duró poco, ya que aparecieron más tentáculos en la retaguardia de la flota. No sólo apareció uno. Varios krakens aparecieron por todos lados como si pretendieran rodear a la flota. 5 galeras fueron hundidas en un abrir y cerrar de ojos. - ¿5, no, son 6? - E-Es imposible... ¿Cómo podrían aparecer 6 krakens al mismo tiempo...?. - ¡Que no cunda el pánico! Los magos pueden derrotar a los krakens de uno en uno. En ese momento, un estruendoso rugido sacudió toda la flota. El Gran Duque de Florencia sintió que un miedo primitivo le recorría la espalda y se extendía por todo su cuerpo. A pesar de estar enfrascados en un feroz combate, el Gran Duque y el resto de las fuerzas del reino no pudieron evitar girar la cabeza hacia la fuente del sonido. No podían ver gran cosa. Cubierto de escamas iridiscentes, algo parecido a una colosal serpiente se deslizaba entre las olas, desapareciendo rápidamente bajo la superficie del mar. Todo lo que quedó a su paso fueron barcos destrozados y fragmentados. - ¿Has visto eso? - Oh, Poseidón... Un débil sonido resonó desde algún lugar en las profundidades del mar -un tono inquietante parecido a la aguda melodía de un violín- resonando desagradablemente en los oídos de todos los que podían oírlo. Los soldados se enfrentaban a las criaturas que se alzaban ante ellos, pero sus brazos temblaban incontrolablemente debido al escalofriante terror que se apoderaba de ellos. - Dios mío. El último avistamiento de esto fue hace más de medio siglo... Las olas volvieron a surgir. El Gran Duque lo vio claramente esta vez. Era una criatura monstruosa con el cuerpo de una serpiente, sus fauces llenas de dientes tan grandes que los ogros parecerían insignificantes en comparación. La criatura rozó ligeramente las galeras como si las pusiera a prueba antes de desaparecer rápidamente bajo el mar una vez más. La mera acción de sumergirse bajo el agua bastaba para volcar una galera sin esfuerzo. Los soldados, fuertemente blindados, luchaban por nadar mientras eran arrastrados al remolino, mientras los marineros eran desgarrados sin piedad por los monstruos que se precipitaban. En un abrir y cerrar de ojos, una galera que antes transportaba a un centenar de guerreros se hundió bajo las olas. - ¡Leviatán! - ¡Dios mío, es el Leviatán! En un momento, toda la flota fue consumida por el terror. La aparición de un kraken era una rareza de la que apenas se tenía noticia más que unas pocas veces al año, por lo que la aparición de 6 al mismo tiempo ya era aterradora. Pero presenciar también a un monstruo del que se decía que sólo aparecía una vez cada 100 años era algo incomprensible. No, ni siquiera podía considerarse un monstruo. ¡El Leviatán era una criatura que una vez fue adorada como un dios! - ¡Dispérsense! ¡Esa es la única manera de sobrevivir! Algunos capitanes de barco rápidamente dieron órdenes a sus timoneles. Era la primera vez que se enfrentaban al Leviatán, pero sabían que nada bueno saldría de mantener un montón de barcos juntos. Varias galeras empezaron a romper la formación. Esto sacó al Gran Duque de su aturdimiento. - ¡Idiotas! ¡No rompan la formación! Moriremos si nos separamos. Si su objetivo fuera sólo la supervivencia, retirarse de esta situación habría sido la elección correcta. Sin embargo, el objetivo del Reino no era la mera supervivencia; tenían que rescatar a Spezia. Una vez que un barco huyera, el resto de la flota se vería envuelta en el miedo, y toda la formación se desmoronaría rápidamente. El ayudante sostuvo la bola de cristal y le gritó, pero pronto se le frunció el ceño cuando se giró para informar al Gran Duque. - Varios de los capitanes de barco se niegan a escuchar órdenes. - Maldita sea... ¡Dividan a los magos en 2 grupos! ¡Un grupo atacará a los krakens mientras que el resto apuntará para cuando aparezca el Leviatán! ¡No pierdan la compostura! ¡El mar no pertenece a los monstruos! ¡Pertenece a Cerdeña! El Gran Duque de Florencia consiguió mantener unido al resto de la flota con su carisma. Esto pudo deberse en parte a que los monstruos dieron prioridad a perseguir y hundir los barcos que huían. Aunque esto horrorizó a los soldados, también solidificó la afirmación del Gran Duque de que morirían si se separaban. Una lucha desesperada se desarrolló en mar abierto. A medida que avanzaba la batalla, los magos lucharon hasta agotar su maná, dejando a algunos de ellos varados en barcos que se hundían al no poder teletransportarse a un lugar seguro. Los mercenarios, poco acostumbrados al combate cuerpo a cuerpo en el mar, lucharon con todas sus fuerzas, mientras que incluso los remeros civiles cogieron valientemente lanzas para unirse a la lucha. 3 horas más tarde. Contra todo pronóstico, el ejército del reino logró milagrosamente repeler el ataque de los monstruos. Desde el capitán hasta el más humilde marinero de cubierta, todos a bordo estaban jadeando y en el suelo. 4 de los 6 krakens habían muerto, y aunque no confirmaron si el Leviatán estaba muerto o no, estaban seguros de que al menos le habían asestado un gran golpe. - ¡Lo conseguimos! ¡Ganamos! - ¡Gloria a Cerdeña! Cuando el último kraken huyó, los soldados del reino reunieron sus últimas fuerzas para lanzar un grito de triunfo. La anteriormente imponente flota de 130 navíos que había zarpado de Génova se había reducido a tan sólo 60. Más de la mitad de su flota había sido engullida por el mar. Probablemente no sería exagerado decir que habían sido aniquilados... - Aahh. El Gran Duque se sentó en el suelo, completamente agotado de energía. Incluso en una batalla terrestre, luchar durante 3 horas seguidas sería agotador, pero soportar una batalla tan agotadora en el mar era aún más agotador. Se sentía completamente agotado, cada fibra de su ser drenada. Salieron victoriosos, pero fue una victoria llena sólo de heridas... - Su Alteza, felicitaciones por su victoria. Contrariamente al semblante sombrío del Gran Duque, su ayudante estaba emocionado. - Una flota que logró salir victoriosa contra el Leviatán... No, una flota que logró sobrevivir contra el Leviatán es algo inaudito. Su Alteza logró un milagro. - Ayudante, informa a Spezia de que no habrá refuerzos. Si una trampa como esta estaba preparada, entonces la decisión del Imperio de no capturar Spezia inmediatamente no era más que otra estrategia. Dirigirnos ahora hacia Spezia sería como caer directamente en sus manos. Regresaremos a Génova inmediatamente... - Como ordene, Su Alteza. Con el ayudante transmitiendo la orden a cada buque, los marineros reunieron las fuerzas que les quedaban para desplegar las velas. La intensa batalla había dejado a muchos barcos con los remos dañados, no dejándoles otra opción que confiar en los vientos para llevarlos de vuelta a Génova. - ¿...? Mientras cada barco se afanaba en poner en marcha sus velas, un marinero miró al mar lejano y entrecerró los ojos. Presintiendo algo, dio un codazo a su colega. - ¿Qué? No me molestes. Ya me siento muerto de cansancio. - Si estás muerto de cansancio, entonces yo ya estoy en una tumba a 3 metros bajo tierra. Oye, ¿ves eso de ahí? El otro marinero miró cuidadosamente en la dirección que le señalaban. - ¿Eh? No parece un monstruo. - Eso es porque un monstruo blanco no existe. ¿Eso no es un barco? Mientras conversaciones como esta ocurrían en otros barcos, la información se extendió rápidamente de marinero a oficial, y luego a los capitanes de los barcos, antes de llegar finalmente al Gran Duque en persona. El cual cogió su telescopio y miró hacia el lejano horizonte. El cuerpo del Gran Duque se congeló, lo que despertó la curiosidad de su ayudante. - ¿Ocurre algo, Alteza? - Tienen la bandera del reino. Es una flota de Spezia. La repentina buena noticia hizo que el ayudante se alegrara. - Esto es bueno. Su armada debe haber escapado ya que Spezia parecía desesperada. Deberíamos poder volver a Génova con más facilidad si recibimos su ayuda. - Hombres, prepárense para la batalla. - ¿Perdón? El Gran Duque bajó su telescopio. - Recibimos noticias sobre la caída de los muros exteriores de Spezia hace ya bastante tiempo. No hay forma de que los barcos del puerto estén perfectamente cuando sus muros exteriores han caído. Por lo tanto, esto significa que han estado escondidos en algún lugar, o sus paredes exteriores no han caído. En cualquier caso, significa que nos han engañado. Los labios del Gran Duque temblaron de ira. El borde de la boca del Gran Duque se crispó. - Informe inmediatamente a los otros barcos, ayudante. A partir de este momento, Spezia es nuestro enemigo...

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DD - Capítulo 379

A+
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Capítulo 379
El Encuentro de 2 Heroínas (VII)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
El ejército imperial tardó 6 días en llegar a la región cercana. Hasta ahora, siempre había marchado con rapidez, pero esta vez, su ritmo era notablemente lento. Según la unidad de reconocimiento, el enemigo estaba desplegando un número considerable de exploradores, lo que dificultaba significativamente la velocidad de su avance. - Se mueven con bastante cautela. - ¿No será porque temen ser emboscados? El camino aquí consiste en valles estrechos rodeados de montañas escarpadas. - Hm. ¿Es eso? Tras escuchar la conjetura del capitán mercenario, el Gran Duque creyó que era una respuesta razonable. - Además, parece que han estado saqueando todas y cada una de las aldeas con las que se han cruzado en su camino hacia aquí. Están confiscando todo el grano almacenado y descuartizando las vacas necesarias para la agricultura. - Tsk tsk. Los capitanes chasquearon la lengua en señal de desaprobación. El ejército imperial se había vuelto implacable en sus saqueos, precisamente tras el fracaso de las negociaciones, o más exactamente, desde que la República de Habsburgo decidió unirse a la guerra. - Alteza, aún no es demasiado tarde. Deberíamos desplegar una fuerza de emboscada considerable en una cordillera para interceptar al ejército imperial. Piense en la devastación que infligirían a vidas inocentes si simplemente les dejamos pasar. El Gran Duque frunció las cejas como si tuviera un mal sabor de boca. - No lo permitiré. ¿No has oído el informe de hace un momento? El enemigo se acerca tomando todas las precauciones posibles. Tenemos 10.000 soldados y ellos el doble. Es imposible que ganemos en una batalla frontal. Seremos completamente derrotados... No podemos enfrentarnos a ellos todavía. - Pero Su Alteza, la gente... - ¡Te dije que esperaras! El Gran Duque de Florencia suprimió la mayor parte de su ira mientras emitía su orden. Entre todos los presentes, el propio Gran Duque era el más ansioso por aventurarse. Los capitanes mercenarios no discutieron más. En realidad, aparte de los nativos de Cerdeña, la mayoría de los capitanes preferían la seguridad de las murallas de la ciudad. Por si acaso, unos 200 hombres se situaron en el punto de emboscada más ventajoso que pudieron encontrar. Sin embargo, estos mercenarios demostraron lo insensato que era intentar emboscar a mercenarios helvéticos nacidos y criados en los Alpes. Terminaron siendo emboscados en su lugar y fueron completamente aniquilados. - ¿Lo entienden ahora? Intentar enfrentarse al ejército imperial imprudentemente está prohibido. Tengan paciencia. Surgirá una oportunidad si somos pacientes. Las 13.000 tropas bajo el mando del Gran Duque esperaron. Aparte de aumentar el número de exploradores, apenas realizaron actividades militares. Se centraron en mantener las murallas, inspeccionar el equipo de asedio y persuadir a los mercaderes genoveses para que suministraran más provisiones... El Gran Duque de Florencia se ocupó de tareas administrativas mientras vigilaba con cautela los movimientos del ejército imperial. ‘¿Se dirigían a Génova? ¿O se dirigían a Spezia, antiguo territorio del marqués Rody?’ Finalmente, un mensajero trajo la información que el Gran Duque había estado esperando. - Su Alteza, hemos recibido un informe de los exploradores. El ejército imperial ha alterado su curso en Berceto. - ¿Van al oeste o al este? - Este, Su Alteza. El ejército imperial va hacia el sureste. ‘¡Así que era al este!’ El Gran Duque de Florencia se llevó la mano a la frente. El ejército imperial se dirigía a Spezia, no a Génova. Esto significaba, como le habían advertido antes, que había una alta probabilidad de que la gente de Spezia se hubiera estado comunicando en secreto con el Imperio... - Alteza. Los capitanes mercenarios lanzaron miradas incómodas al Gran Duque. Aunque no pronunciaron palabras, su intención tácita pesaba en el aire de la sala. El Gran Duque tragó saliva. ‘¿Tenemos que arrasar La Spezia?’ El Gran Duque sintió el leve palpitar de las venas de su frente contra la palma de su mano. - ¿Me estás diciendo que tengo que quemarlos con mis propias manos antes de que el Imperio pueda poner sus manos sobre ellos? Spezia era una región próspera gracias al buen gobierno del marqués. Durante la peste negra que asoló todo el continente, Spezia fue uno de los casos ejemplares gracias a la rápida respuesta de su señor que consiguió minimizar los daños. Si el ejército imperial ocupara este lugar sin derramar una gota de sangre... Sería espantoso. Sin duda, el ejército imperial estará bien abastecido, lo que le permitirá sostener su guerra con abundantes provisiones y armamento. Las consecuencias de esto se extenderán mucho más allá de las cercanías de Spezia. Como una epidemia imparable, engullirá no sólo Génova, Florencia y Teberina, sino que se extenderá por todo el reino. - Su Alteza. Uno de los capitanes mercenarios llamó al Gran Duque con cuidado, pero fue en vano. En ese momento, las palabras que la cónsul Elizabeth había dicho hacía unos días en tono divertido le rondaban por la cabeza.

- ¿Protegerás al pueblo de Spezia, o protegerás a tu pueblo en Florencia? Indudablemente tendrás que elegir entre los 2. Lo más probable es que sea en ese momento cuando revele qué clase de persona es...
El silencio del Gran Duque se hizo más largo, la inquietud de los capitanes mercenarios creció con el. El silencio prolongado indicaba que la orden que se iba a dar habría sido contemplada a fondo y no podría ser revertida fácilmente. - Spezia será...dejada en paz... - ¡Alteza! El Gran Duque de Florencia mantenía un rostro inexpresivo, pero su voz parecía incapaz de ocultar por completo la angustia que sentía. - ¡Toda la nación caerá en una grave confusión si permitimos que el enemigo tenga Spezia! ¡Su Alteza, debemos hacer algo! - Su Alteza puede quedarse aquí y observar. ¡Sólo denos permiso para actuar libremente! ¡Manejaremos esto nosotros mismos! Los capitanes mercenarios instaron a una decisión con una voz unificada. Estaban decididos a no dejar que su comandante se manchara las manos de sangre. El Gran Duque levantó la voz como si intentara quitarse de encima a los capitanes. - Repito mi orden. ¡No tocaremos Spezia! Esta decisión es definitiva. - Pero, Alteza, por favor, permítanos al menos requisar la armería de la ciudad. Podemos citar la amenaza de una rebelión para justificar nuestras acciones. - ¿Hay alguna prueba de que Spezia haya traicionado al reino? Los capitanes cerraron la boca. No había ninguna prueba. Se trataba simplemente de un fuerte sentimiento intuitivo que tenían debido a la situación. - No hay pruebas de traición, ni indicios de que vayan a traicionarnos. ¿Bajo qué argumentos reclamamos el derecho a requisar su arsenal cuando aún no han hecho nada malo? Si exigimos sus armas por la fuerza, puede que sólo alimentemos el resentimiento. Repito mi orden una vez más. No tocaremos Spezia... El rostro del Gran Duque se contorsionó de dolor. Creía, sin un ápice de duda, que el marqués Rody no era un traidor. Convertir al marqués en cordero de sacrificio era ya un error irreparable que nunca podrían lavar. ¿Cómo podía ahora acusar también de traición a la gente del marqués? No se atrevía a hacerlo. Eso no era algo que pudiera hacer como humano... El ejército del Gran Duque permaneció en Génova. Pocos días después, llegaron noticias de que el ejército imperial, que contaba con 30.000 soldados, había lanzado un asalto implacable contra Spezia. La información llegó acompañada de informes de la débil guarnición de la ciudad, de apenas 1.000 soldados, librando una inútil batalla de asedio. - ¡Los daños son graves! ¡No podemos resistir a la unidad de magos del enemigo! - Parte de la muralla oriental se ha derrumbado. ¿Cuándo llegarán los refuerzos? Cada hora, Spezia pedía urgentemente refuerzos. Las voces que fluían por la esfera de cristal estaban empapadas de desesperación. Los civiles normales se vieron obligados a participar también en la defensa, pero la situación seguía siendo calamitosa. Pasó un día. Seguido de un segundo. Y luego un tercero. Los comandantes se reunieron en la sala de reuniones. El rostro del Gran Duque se había vuelto notablemente pálido. - ¿Sigue resistiendo Spezia? - Sí. Según el informe que recibimos antes del amanecer, el ejército imperial inició un ataque sorpresa en mitad de la noche y logró romper sus defensas. Sin embargo, los habitantes de Spezia pudieron repelerlos gracias a las tropas de reserva que habían posicionado de antemano. El Gran Duque y los capitanes mercenarios parecían frustrados. - ¿De verdad Spezia se confabuló con el Imperio? - No debemos tomar decisiones precipitadas. Esto podría ser una estrategia para atraernos. - No podemos permitirnos dudar ahora. Sus defensas exteriores están a punto de caer. Necesitamos enviar refuerzos inmediatamente. Los comandantes estaban muy divididos en sus opiniones opuestas. Un bando argumentaba que Spezia no estaba en connivencia con el enemigo, mientras que el otro creía que se trataba de una mera táctica de señuelo. Ambos bandos presentaron argumentos sólidos, dejando que el debate continuara sin una resolución clara a la vista. - ... Como era de esperar, el Gran Duque no podía entenderlo. Si el ejército imperial estaba realmente llevando a cabo un asedio en Spezia, entonces ¿por qué no bloquearon la magia de comunicación? Gracias a ello, las peticiones urgentes de refuerzos seguían llegando sin cesar. ¿Podría ser que estuvieran tratando de atraerlos fuera de la seguridad de Génova? Sin embargo, el Gran Duque era consciente de la astucia de las fuerzas del Imperio. Podrían haber dejado intencionadamente abiertos los canales de comunicación porque sabían cómo reaccionaría el reino. ‘¿Cuántos pasos les llevaba de ventaja el ejército imperial...?’ El Gran Duque tenía la sensación de estar dándole vueltas a una pregunta sin respuesta. Un capitán mercenario sardo se enfadó y gritó. - ¡No lo entiendo! Permitir que Spezia caiga en manos enemigas... ¿¡En qué nos diferenciamos del Duque de Milán cuando abandonó Pavia!? ¿Cuál es el propósito de un ejército que no protege a sus aliados? El Gran Duque de Florencia volvió rápidamente en sí. ‘¿Qué he estado pensando todo este tiempo?’ Aquel capitán mercenario tenía razón. ¿Qué pasaría si abandonaran a Spezia aquí? ¿En qué se diferenciaría del duque de Milán que no hizo nada mientras Pavia era destruida y asolada? Estaría cometiendo el mismo error. El Gran Duque sintió que le invadía una oleada de vergüenza. Había sido el más indignado por la decisión del duque de Milán, pero ahora se encontraba allí sentado, aparentemente a punto de repetir las mismas acciones que había condenado... El Gran Duque volvió a cuestionarse. ‘¿En qué estaba pensando?’ - ¡Alteza! ¡Hemos recibido un informe urgente! En ese momento, un mensajero entró urgentemente en la sala. El mensajero rápidamente saludó. - ¡La muralla exterior de Spezia se ha derrumbado! ¡Sus caballeros han sido aniquilados! - ¡...! - Actualmente, el señor en funciones se ha retirado al castillo interior y está haciendo una última resistencia. Están preguntando si llegan refuerzos y, en caso afirmativo, ¡hasta dónde han avanzado! Los capitanes se volvieron para mirar al Gran Duque. En los próximos 4 días se decidirá el destino de Spezia. Esta decisión descansaba sobre los hombros del Gran Duque. El Gran Duque de Florencia y cabeza de la familia Medici, Cosimo de Medici, abrió la boca. - Salvaremos Spezia. Una mezcla de alegría y tristeza surgió de los comandantes una vez que el Gran Duque finalmente tomó su decisión. - ¡Alteza! El Gran Duque dio una orden en tono firme, dejando claro que no iba a aceptar objeciones. - Sin embargo, nos acercaremos a Spezia por agua, no por tierra. El Imperio no tiene armada de ningún tipo. No podrán detener nuestro avance. Informa al alcalde de Génova de mi orden. Vamos a requisar todas las naves de Génova. Este plan se lleva a cabo en nombre de Su Alteza el Rey. ¡Todos aquellos que muestren la más mínima duda en ayudar serán inmediatamente castigados por amotinamiento! - ¡Sí, Alteza! El ayudante del Gran Duque saludó antes de abandonar rápidamente la sala. - Enviaremos primero la unidad de magos a Spezia. - Alteza, mis disculpas, pero... el enemigo ha establecido una barrera antimagia contra la magia de teletransporte. - ¿Así que sólo dejan pasar la red de comunicaciones? El Gran Duque apretó el puño. No estaba seguro, pero podía decir que el ejército imperial probablemente estaba atacando realmente Spezia. La prueba era que habían bloqueado la magia de teletransporte. Sin embargo, no tenía forma de calibrar con cuánta antelación planeaba el enemigo... - Les será difícil resistir mucho tiempo ya que sus caballeros han sido aniquilados. Prepárense para partir inmediatamente. Iremos a Spezia tan pronto como sea posible. - ¡Como ordene, Su Alteza! La suerte estaba echada. Sin embargo, el Gran Duque no tenía forma de saber dónde caería el dado. Sólo podía esperar que no fuera una vergüenza para sí mismo...

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DD - Capítulo 378

A+
A-
Capítulo 378
El Encuentro de 2 Heroínas (VI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Elizabeth rompió el silencio. - Entiendo tu necesidad de un momento de simpatía. Por lo tanto, tomaré el papel de mala. El marqués ya está muerto. Debemos ocuparnos del enemigo que sigue vivo en lugar de ese individuo muerto. Ya sea Génova o La Spezia, debemos saber con precisión hacia dónde se dirige el ejército imperial. - Hmm. La simpatía era la simpatía, pero este era el momento para una reunión. No podían dejarse llevar por la pena. Además, al referirse al hombre por su cargo de “marqués” antes de su muerte, Elizabeth había expresado su simpatía indirectamente... - La Cónsul tiene razón. Sin embargo, yo soy de otra opinión. El Imperio puede elegir ir a Génova o a La Spezia cuando lo desee. Por lo tanto, no tendría sentido establecer un plan según la ruta del ejército imperial. - ... - Ante todo, deberíamos establecer una estrategia en torno al punto que más tenemos que proteger. Era una afirmación extremadamente lógica y correcta. El duque de Milán también asintió con la cabeza. Por otro lado, Elizabeth sonrió. Aunque era más como una mueca. Parecía que se sonreía más a sí misma que a ellos. El Gran Duque no tenía ni idea de qué había en la conversación que acababan de mantener para que se sonriera a sí misma. La sonrisa duró sólo un momento. Elizabeth continuó la conversación con naturalidad. - Es una buena pregunta. ¿Qué lugar le parece más importante, Gran Duque? El Gran Duque continuó con una voz llena de confianza. - Génova es un punto estratégico que hay que proteger a toda costa. Es una gran ciudad, la base naval de nuestra nación y, sobre todo, es próspera. La Spezia no se le puede comparar. La situación general no cambiará aunque Spezia cayera. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Génova. Es una de las principales ciudades de nuestra nación. Si Génova les es entregada junto con Parma, entonces el pueblo temblará de miedo. El Duque de Milán objetó. - Este viejo piensa diferente. Génova posee espléndidas y robustas murallas. La ciudad podría resistir fácilmente durante 1 año si el enemigo atacara. Pero no ocurre lo mismo con Spezia. Creo que hay una gran posibilidad de que el pueblo se rebele. Si no asignamos suficientes hombres aquí, entonces estaríamos presentando toda la ciudad al Imperio en bandeja de plata. El Gran Duque dejó escapar un pequeño suspiro. - Duque, la parte de “suficientes hombres” es el problema aquí. Con el número de tropas bajo mi mando, me sería difícil proteger 2 ciudades al mismo tiempo. - Mmm. Los 2 nobles parecían preocupados. ¿Iban a proteger una ciudad con seguridad, o iban a arriesgarse a proteger 2 ciudades a la vez...? Las posiciones de los nobles habían cambiado completamente desde la última batalla. Ahora el Gran Duque proponía un camino seguro mientras que el Duque señalaba un camino arriesgado. Esto se debía a la derrota total que el Gran Duque había experimentado a manos del Imperio. Se dio cuenta de lo formidable que era su oponente. Quería evitar correr el más mínimo riesgo si era posible. Esa era la sincera opinión del Gran Duque. - ¿No es un problema sencillo? - ¿Ha pensado en una buena solución, Cónsul? Elizabeth asintió. - Simplemente tenemos que arrasar La Spezia nosotros mismos antes de que el Imperio pueda alcanzarla. - ¿Qué...? ‘¿Arrasar? ¿Qué acababa de decir esta mujer?’ Elizabeth repitió con más firmeza justo cuando el Gran Duque de Florencia empezaba a dudar de sus oídos. - Envía rápidamente tropas a Spezia y arrasa tanto su muralla como sus gentes. Den ejemplo purgando a los que tomen represalias. Sería mejor deshacerse de la ciudad que entregarla al Imperio. - ¿Estás... estás loca? El Gran Duque miró atónito a Elizabeth, pero la mirada de ésta permaneció inquebrantable. La ira hirvió en el pecho del Gran Duque casi al instante. - ¡No tenemos derecho a destruir La Spezia! - El señor de ese territorio, el marqués Rody, fue tachado de traidor. ¿La eliminación de tales territorios, no es un procedimiento totalmente natural? - Sólo es capaz de sugerir tal idea alguien que no es ciudadano de Cerdeña, Cónsul. El duque de Milán tampoco intentó ocultar su disgusto. - En este momento crítico en el que debemos unirnos para luchar contra el Imperio, estás proponiendo que sacrifiquemos aún más vidas. Me cuesta creer que sugieras algo así con una mentalidad racional. Elizabeth respondió con calma. - Es simplemente una medida estratégica necesaria. Tanto Génova como Spezia no pueden ser defendidas al mismo tiempo. Entregar Spezia al ejército imperial sólo les daría poder innecesariamente. En ese caso, nuestra elección está clara. Debemos destruirla. - ... La boca del Gran Duque temblaba. Hizo todo lo posible para contener su ira mientras hablaba lenta y claramente. - La República de Habsburgo debe ser bendecida por tener una cónsul como usted. - ... - ¿Qué se siente al estar sentado en esta pequeña habitación, ejerciendo el poder de juzgar libremente la necesidad de decenas de miles de vidas? ¿Sabe dulce esta autoridad, Excelencia? El Gran Duque golpeó la mesa con la mano derecha. Al final, no pudo contener toda su ira. - ¡Yo, como General del Reino de Cerdeña, por la presente ordeno! ¡Ya no se justificará bajo ningún pretexto ningún acto de daño deliberado o abandono de nuestros compatriotas! - ... - Cónsul, debe tener esto especialmente en cuenta. En caso de que se produzca una situación en la que percibas las vidas de nuestra gente como intrascendentes por el mero hecho de no ser las tuyas, te hago esta advertencia con mi familia y mi honor en juego: “Esta es nuestra tierra”. Una cortina de acalorada tensión cayó sobre la sala. Dentro de este clima que parecía que podía estallar en cualquier momento, Elizabeth murmuró. - Ya veo. Qué bonito. Era una reacción que no se correspondía con la situación. El Gran Duque frunció las cejas. - ¿Qué quiere decir con eso, cónsul? - Es lo que he dicho. No sabía que ver a alguien adherirse inquebrantablemente a sus principios fuera un espectáculo tan hermoso. Ya veo, así es como se siente... - ¿...? El Gran Duque se quedó perplejo ante la respuesta, ya que no abordaba directamente su pregunta. Cuando miró al Duque en busca de claridad, éste se limitó a encogerse de hombros. Extrañamente, no hubo ningún atisbo de altanería por la otra parte, lo que aumentó la creciente sensación de confusión. Elizabeth sonrió débilmente. - Mi suposición es la siguiente: El ejército imperial se dirigirá a Spezia. El ejército imperial salió de Parma con 2 días de retraso. Durante esos días, ya deben haber establecido contacto con los ciudadanos de Spezia y preparado una rebelión. - ¿2 días? - Salí de Venecia hace 2 días. A pesar de ello, el ejército imperial no se movió inmediatamente. Por lo tanto, se puede concluir que su partida se retrasó porque están tramando algo. El Gran Duque de Florencia frunció las cejas. - ¿No podría ser posible que simplemente se retrasaran debido a que estaban haciendo preparativos para partir? - Eso es extremadamente improbable. El ejército imperial sabía de antemano que nos moveríamos. Lo más probable es que hicieran los preparativos para partir hace mucho tiempo. - ... El Gran Duque volvió a mirar al Duque. Los 2 nobles estaban confusos. ¿Qué evidencia o prueba poseía la Cónsul Elizabeth para tener tal confianza? La Cónsul les pareció a los 2 nobles una persona considerablemente impaciente. - La cuestión es qué ocurrirá tras la captura de Spezia. El ejército imperial no viajará a Génova. - ¿Entonces a dónde irán? - Florencia. La ciudad bajo su dominio, Gran Duque. El Gran Duque abrió mucho los ojos. - ¡...! No hay manera de que lo hagan. Si se dirigen al sur de Florencia, entonces me estarán mostrando las espaldas. ¿Por qué correrían semejante riesgo...? - Florencia es su base principal. No importa la situación, tendrán que dejar Génova y perseguir al ejército imperial. - ... - Te aventurarás fuera de la seguridad de los muros de tu castillo y te adentrarás en un campo abierto y peligroso. Ese es el objetivo del ejército imperial. Elizabeth rio entre dientes. El Gran Duque y el Duque se sintieron involuntariamente cautivados por su presencia. La cónsul, de quien se rumoreaba que era la mujer más bella del continente desde su infancia, tenía un aura encantadora. Ambos nobles quedaron momentáneamente aturdidos, como soldados emboscados durante una marcha. - ¿No es divertido, Gran Duque? El Imperio le obliga a elegir entre una u otra opción. - ¿Entre qué opciones? - ¿Protegerás al pueblo de Spezia, o protegerás a tu pueblo en Florencia? Indudablemente tendrás que elegir entre los 2. Lo más probable es que sea en ese momento cuando revele qué clase de persona es... Juju. Tiene una afición bastante perversa. Elizabeth sonrió. Su sonrisa era impecablemente radiante, pero el Gran Duque sintió un inexplicable malestar. Ni la mueca de antes ni la sonrisa que mostraba ahora iban dirigidas a las personas sentadas en esta sala de conferencias. - Qué especulación tan divertida. Para que tal escenario se desarrolle, el ejército imperial debe seguir con precisión el camino descrito por Su Alteza. ¿Exactamente qué base tienes para estar tan segura del movimiento del enemigo? Continuó Elizabeth con la sonrisa aún en los labios. - Gran Duque, conozco muy bien el Imperio. Esta es una táctica típica empleada por ellos. Utilizan los principios de su oponente como cebo para atraerlos a un escenario en el que sólo hay 2 opciones. - Eso es demasiado abstracto. No podemos aceptarlo como prueba. Sería escandaloso operar un ejército confiando en tal información. Elizabeth se llevó una mano a la barbilla. Estaba claro que se divertía. - Oh, ya veo. Así que esto es abstracto. Como bien han dicho, Gran Duque, no soy más que una mera mercenaria de una tierra extranjera. Incluso los mercenarios que he contratado reciben su paga directamente de las arcas reales de Cerdeña. Si usted, como general designado, diera la orden, no tendría más remedio que seguirla obedientemente. - ... Elizabeth continuó sonriendo mientras miraba fijamente al Gran Duque. - ¿Qué tal si hacemos una apuesta? - ¿Una apuesta? - Como usted ha considerado, puede seguir residiendo en Génova. Sin embargo, como medida de precaución, me dirigiré al sur, a Florencia. En caso de que el Imperio lance un ataque contra Génova, cambiaré mi rumbo rápidamente. Una vez que eso ocurra, apoyaré de todo corazón sus planes sin más objeciones. El Gran Duque no aparto la mirada de Elizabeth. - ¿Y si el Imperio se dirige hacia el sur como usted ha sugerido? - Será mi victoria. Entonces tendrás que tener muy en cuenta mis opiniones a la hora de planificar futuras operaciones. - ¿No hay nada más que quieras? - Eso es todo. El Gran Duque y la Cónsul se miraron fijamente durante un rato. - Muy bien, entonces. Aceptaré la apuesta. El Duque reprendió al Gran Duque en un tono bajo. - ¡Gran Duque! ¡No debemos involucrar apuestas fortuitas en la determinación del destino de la nación! - Está bien, Duque. Esta apuesta beneficiará al reino, independientemente de quién salga victorioso. El Gran Duque de Florencia seguía con la mirada fija en el rostro de Elizabeth. - Si yo gano, entonces el ejército de la Cónsul podrá avanzar desde el sur, permitiéndonos rodear al ejército imperial por ambos lados. Del mismo modo, la misma estrategia puede seguir aplicándose si yo perdiera esta apuesta. ¿No es así, Cónsul? Elizabeth se limitó a sonreír en lugar de dar una respuesta. El duque de Milán se mantuvo cauto mientras lanzaba una advertencia. - Aún existe el riesgo de ser divididos y conquistados si das el paso equivocado. - Tomaré todas las precauciones necesarias. Si es necesario, movilizaré mi flota para aprovechar las vías marítimas. - Comprendo. Si estás tan decidido en tu decisión, entonces no te detendré... Elizabeth golpeó ligeramente la mesa con los nudillos. - Hemos llegado a una decisión, entonces. Me despido ya que debo partir hacia el sur lo antes posible. - Adiós. La imagen de Elizabeth que se proyectaba en el orbe mágico se desvaneció hasta desaparecer por completo. La imagen del Duque de Milán pronto desapareció también. Ya solo en la sala de reuniones, el Gran Duque de Florencia apretó los puños con fuerza. Verse obligado a elegir sólo entre 2 opciones era un razonamiento típico de los políticos. No era más que retórica para racionalizar sus decisiones. En el fondo, el Gran Duque de Florencia estaba seguro. Tener sólo 2 opciones no era más que un engaño, y estaba decidido a demostrar que así era...

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DD - Capítulo 377

A+
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Capítulo 377
El Encuentro de 2 Heroínas (V)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
La noticia de la muerte del Marqués me fue entregada con urgencia. Alta traición, codiciar el trono real, blasfemia contra lo divino... Entre todos los crímenes de los que un humano podía acusar a otro, sólo los más atroces se aplicaban aquí. ‘¿Es este el destino de la lealtad? Qué broma tan terrible.’ Además, la familia real de Cerdeña no debió contentarse con una ejecución convencional, ya que en su lugar optó por la pena capital. Probablemente se podría decir mirando a Jeremi y Daisy, pero los sistemas de pena capital y tortura de este mundo se desarrollaron hasta un grado enfermizo. El marqués fue desollado y sus venas y músculos fueron mutilados. Sus huesos fueron destrozados en pequeños pedazos y dados a los perros como forraje. Según su declaración, el marqués se había estado comunicando en secreto con nuestro ejército imperial. Él fue quien nos filtró los planes del duque de Milán y del gran duque de Florencia, y también fue el culpable de engañar a la familia real para que nos diera dinero. Fue una historia bien construida, y también un cordero de sacrificio bien construido. Yo sé quién es el culpable. El marqués me había enviado urgentemente una carta antes de caminar hacia su desaparición. En la carta estaba escrito lo siguiente:

“Estimado Conde Palatino, le envío mis más sinceros saludos. Me llena de alegría saber que tendré la oportunidad de satisfacer su petición. Como bien sabe, nuestro viaje implica atravesar 2 formidables montañas. Notablemente, crucé con éxito la cordillera inicial en Venecia con relativa facilidad. Ahora, estoy listo para conquistar la segunda montaña.

Te envío esta carta con la esperanza de que reconozcas mi esfuerzo. Soy consciente de que usted es un hombre estricto a la hora de cumplir sus promesas. Sin embargo, hay momentos en que la frontera entre el rigor y la crueldad se vuelve borrosa. Cruzar esa línea determina si otros serán sacrificados...

Adjuntaré mi anillo a esta carta. Este anillo representa a mi familia y mi posición.

Esta reliquia me fue otorgada personalmente por Su Alteza el Rey, encarnando el orgullo y la herencia de mi linaje. Por supuesto, estoy seguro de que no le interesan nociones abstractas como ésta, así que incluiré que este anillo sirve como la única llave para abrir la cámara fuerte de mi casa. En realidad, constituye toda mi fortuna. Ahora, ¿quieres depositar tu confianza en mí? Estoy bromeando, por supuesto.

Conde Palatino, le ruego que tenga paciencia por sólo 3 días. Sólo 3 días. Es imperativo que no permitamos que otras almas inocentes sean sacrificadas por nuestra promesa. Una vez que haya atravesado con éxito esta segunda montaña, vendré personalmente a reclamar mi anillo... Ascanio Junio de Rody.”
En la carta había, sin lugar a dudas, un anillo de oro. El cual era simple y viejo. El color estaba tan desgastado que no sabría decir si era de oro o de óxido. Probablemente no había ni un solo objeto caro en la bóveda del marqués. Sonreí al sentir el anillo en mi mano. - Se equivocaba, marqués. En realidad adoro mucho las cosas abstractas... Lo repito, pero ya sé quién es el culpable. Soy yo. Elizabeth no quería quedarse encerrada en Venecia. Sin embargo, el ejército republicano no era más que mercenarios extranjeros. Si querían moverse, necesitaban una causa decente. El Marqués era ideal para esto. Sabía que él acudiría a Elizabeth y que ella reconocería el valor del marqués... En otras palabras, Elizabeth no fue quien empujó al marqués a su perdición, fui yo. - Señor, hemos recibido noticias de que el ejército republicano se ha desplazado desde Venecia. Laura entró en mis aposentos. Debía de estar practicando esgrima, pues su cuerpo estaba cubierto de sudor. - Tienen aproximadamente entre 12.000 y 15.000 soldados. Con el reciente reclutamiento de mercenarios adicionales por parte del Gran Duque de Florencia, que ha reforzado su ejército hasta los 15.000, su fuerza combinada ascendería a unos 30.000 soldados. Es necesario que actuemos con rapidez antes de que puedan unir sus fuerzas... - ¿Cuánto margen de maniobra tenemos? - Hmm. Laura tiró a un lado su capa y su coraza. Las sirvientas corrieron rápidamente hacia ella. Las 3 sirvientas usaron las toallas que habían empapado en agua caliente de antemano para limpiar todo el cuerpo de Laura. Estas criadas eran todas sordomudas, así que no había de qué preocuparse. - Sería mejor movernos con rapidez. Pero si apresuramos las cosas, tendremos un margen de unos 4 días. - ¿Estaría bien esperar 2 días? Laura me miró a la cara. - Dado que no utilizas un tono de mando, debe tratarse de una razón personal. - Efectivamente. Un asunto muy, muy personal. - Muy bien, entonces. Partiremos dentro de 2 días. Laura acepto con la cabeza. Ni siquiera preguntó por qué. Mientras esperábamos esos 2 días, el Imperio de Habsburgo criticó la participación de la República de Habsburgo. Las naciones circundantes tampoco podían mantener la boca cerrada desde que las cosas habían llegado tan lejos. Habían permanecido intencionadamente calladas hasta ahora; sin embargo, la República decidió involucrarse en la guerra de otra nación. Para empeorar las cosas, también era una guerra increíblemente personal que implicaba la “restauración de una familia de duques”. La extralimitación de la República era evidente para cualquiera. Las naciones vecinas, como el Imperio Franco, Teutón, Polonia-Lituania y Kalmar, expresaron sus críticas una a una. Exigieron a la República el cese inmediato de su implicación en los asuntos de una nación extranjera. El emperador Rodolfo dio la última advertencia. - Esta es nuestra última advertencia al Reino de Cerdeña y al grupo traidor que se hace llamar “República”. Hemos dado numerosas oportunidades para una resolución pacífica, instándoles a abrazar la diplomacia en lugar de recurrir a la violencia. A partir de ahora, no aceptaré más compromisos ni concesiones. Ahora expresaré mi posición sin vacilar. El Ducado de Milán y el Ducado de Piacenza-Parma serán incluidos en el territorio de la Casa Farnese. Además, el Reino de Cerdeña y el grupo traidor deben cesar todo intercambio de recursos humanos y materiales. Si estas condiciones no se cumplen, entonces aprenderán que los humanos no pueden actuar con arrogancia ante la muerte. Los 2 días pasaron rápidamente mientras tenían lugar estas batallas diplomáticas. Como el tiempo prometido había pasado, Laura movió nuestro ejército. Dejando las tropas mínimas para defender Piacenza-Parma, nuestro ejército imperial marchó hacia el sur, al centro de Cerdeña. Nuestro destino era la ciudad del Gran Duque de Florencia. - Definitivamente esperamos 3 días. Nuestro ejército de 25.000 soldados marchaba en amplia formación. Yo los observaba desde lo alto de una colina. El anillo dejado por el marqués adornaba mi mano izquierda. - Cumplí mi promesa. No hubo tregua. La guerra, que había permanecido en silencio durante casi un mes, se reanudaba ahora.
* * *
El ejército de Cerdeña tenía un total de 3 comandantes supremos. El Gran Duque de Florencia, el Duque de Milán, y la Cónsul Elizabeth. Sobre el papel, se esperaba que el Gran Duque de Florencia, en calidad de general en funciones del Rey, asumiera la autoridad militar. Sin embargo, el Duque de Milán no era alguien que siguiera las órdenes del Gran Duque y la Cónsul Elizabeth era la gobernante de otra nación completamente distinta. Ninguno de ellos demostró ser individuos que obedecerían mansamente las órdenes. - ... El Gran Duque se presionó la frente con la mano derecha. Debido a la reciente cantidad de estrés excesivo, había estado sufriendo de gastritis casi a diario. ¿3 generales con rango de comandantes supremos para un solo ejército? Sería risible si se tratara de una broma, pero en realidad, ni siquiera podía forzar una sonrisa. Los individuos estaban actualmente en una reunión a través de esferas mágicas, participando en lo que difícilmente podría llamarse una reunión. “Saludos”, “Encantado de conocerle” y “Su reputación le precede”, sólo 3 líneas habían sido pronunciadas desde que comenzó la reunión. Las entrañas del Gran Duque hervían de frustración. En ese momento, un ayudante entró en la sala. - Su Alteza, el Imperio se ha movido. - Finalmente... El Gran Duque se lamentó inconscientemente. Esto pareció atraer la atención tanto del Duque como de la Cónsul, que se giraron para mirar al ayudante. - ¿Hacia dónde se dirigen? - Van hacia el sur por el río Tarus. - Tarus, es... ya veo. Así que vienen a Génova. El Gran Duque frunció las cejas. Si querían llegar a Génova desde Parma, entonces tendrían que marchar a lo largo del río Tarus. Además, en Génova residía actualmente el Gran Duque. El próximo objetivo del ejército imperial era el propio Gran Duque... - Existe la posibilidad de que se dirijan a La Spezia. El Duque de Milán, que había permanecido indiferente todo este tiempo, movió lentamente la boca. Su bigote blanco rebotaba cada vez que sus labios se movían. - Si siguen el río Tarus y van hacia el oeste, entonces su destino sería Génova. Sin embargo, si giran hacia el este, entonces se dirigirían a La Spezia. No hay garantía de que su objetivo sea Génova. - ¿La Spezia? ¿Qué podría ganar el Imperio yendo allí? El Gran Duque se sintió contrariado por la refutación del Duque, pero no lo dejó traslucir. En realidad, estaba agradecido de que el Duque abriera la boca. Gracias a esto, se convirtió naturalmente en el presidente de esta reunión. - Marqués Rody... Perdóneme. ¿No era La Spezia el territorio del traidor Ascanio? - Ya veo. Ascanio tenía fama de ser un gobernante ejemplar. Estoy seguro de que era querido por su pueblo. El Gran Duque asintió lentamente con la cabeza. - Es muy probable que el pueblo de La Spezia esté actualmente lleno de ira después de saber que Ascanio fue ejecutado por traición. - En efecto. Existe la posibilidad de que el ejército imperial forme una alianza con ellos e incite una rebelión. De hecho, es posible que el Imperio y La Spezia ya estén entablando negociaciones secretas. - Una victoria incruenta, ¿verdad? Esta vez le tocó asentir al duque de Milán. Aunque las 2 partes desconfiaban y se disgustaban mutuamente, reconocían el ingenio de la otra. Ese era el humor que desprendían. - ¿Entonces sería prudente defender la dirección hacia La Spezia? - Eso es lo que yo creo. Sin embargo, si desalojáis Génova, el ejército imperial podría cambiar de opinión en cualquier momento y avanzar sobre su ciudad. No negaré que es una apuesta. - Hmm. ¿Será Génova o La Spezia? También estaba la opción de luchar contra ellos a campo abierto antes de que puedan elegir cualquier dirección. La cuestión era el hecho de que el Gran Duque sólo tenía un ejército de 13.000 hombres. Por otro lado, el ejército imperial tenía aproximadamente 30.000. Había perdido en la batalla de Trebia contra el Imperio a pesar de tener más tropas. Ahora no sólo tenía menos tropas, sino que era sólo la mitad de las que tenía el enemigo. No confiaba en poder ganar enfrentándose a ellos en una batalla abierta... El duque de Milán dejó escapar un suspiro. - No deberíamos haber matado a Ascanio tan precipitadamente. - ¡Duque! Gritó sorprendido el Gran Duque de Florencia. El Marqués se había convertido oficialmente en un criminal de alta traición. El mismo cargo de traición se aplicaba a cualquiera que se pusiera del lado del Marqués. Era peligroso pronunciar tales palabras. - Gran Duque, no intente acallarme. Los ancianos sabios tienden a volverse audaces cuando están ante la muerte. - ... - Busqué un compromiso político, no que el Marqués asumiera toda la responsabilidad y fuera sacrificado. Él era leal a esta nación y al trono. Usted también debería ser consciente de ello. El Gran Duque contuvo sus palabras. Tanto el Gran Duque como el Duque eran conscientes de que el marqués Rody no era un hombre inclinado a tramar traiciones. Los 3 se enzarzaban en una guerra política constante, oscilando entre la hostilidad y la reconciliación. Sin embargo, a pesar de sus conflictos, todos permanecían leales a Cerdeña a su manera. El duque dejó escapar otro suspiro. - Ascanio se puso en contacto conmigo antes de ser ejecutado. - ¿Se puso en contacto contigo? - Fue una súplica para renunciar al Ducado de Milán. Ofreció sus propias tierras a cambio de que yo renunciara a mi ducado, todo en nombre de asegurar la paz para Cerdeña. Era la primera vez que el Gran Duque oía hablar de esto. El Gran Duque abrió la boca con cuidado. - ¿Aceptaste? - Naturalmente decliné. Milán no me pertenece sólo a mí. Contiene la historia de mi familia. Me pareció una petición totalmente insolente y rápidamente le grité que se largara. Al día siguiente, Ascanio fue capturado por traición... - ... - No sé dónde se torcieron las cosas... Dónde se habían torcido las cosas. Eso era algo que el Gran Duque tampoco sabía responder. ¿Fue desde el momento en que comenzó la discordia entre él y el duque de Milán? ¿Fue desde el momento en que fueron engañados por el Imperio y marcharon al río Trebbia? ¿O, tal vez, desde el momento en que derribaron la Casa Farnese y vendieron a una niña como esclava? Sentían como si un fantasma del pasado les persiguiera. Su cuerpo se sentía pesado y a cada paso se sentía como caminar en un lodazal. Un pesado silencio cayó sobre la habitación...

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jueves, 19 de septiembre de 2024

DH - Capítulo 183

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Capítulo 183
Operación Relámpago (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
El joven de la familia William reconoció claramente a Ricardo, e inmediatamente rugió de rabia. - ¡Ricardo! ¡Estás insultando a toda la familia William! Ricardo empezó a reírse entre dientes. Su cara estaba llena de claro ridículo y desdén. - ¿Es así? Conozco a todos los herederos de rango de la familia William, pero no hay nadie como tú entre ellos. ¡¿Incluso una basura como tú de quién sabe qué rama familiar se atreve a representar a la familia William?! Sólo puedes alardear delante de gente que nunca ha entrado en Ciudad Dragón, ¿pero un pedazo de mierda como tú se atreve a intentar esto contra mí? No olvides que este viejo vino del campo de batalla, mientras que tú eres una pequeña flor que creció dentro de un invernadero. ¿Será que quieres probarme? Una oleada de enrojecimiento cubrió inmediatamente el rostro del joven de la familia William. Nunca pensó que el heredero de primer rango de la familia Fabregas sería tan vulgar, duro y despiadado. Se quedó estupefacto durante varios segundos. Luego, dijo furioso. - ¡Ricardo, no olvides las palabras que has dicho hoy! Pagarás el precio de esas palabras. Ricardo tiró al suelo la colilla que ya había llegado a su fin. Tomó aire y dijo. - ¿Es así? De verdad que no puedo esperar. ¿Quieres que pague el precio ahora mismo? Por favor, no me trates con demasiada cortesía. En ese momento, el originalmente silencioso Su frunció el ceño. Duro, valiente, y no retractarse de sus palabras eran todas cualidades que apreciaba, pero cuando aparecían en un enemigo, ya no era un evento tan alegre. Su interrumpió con calma. - Parece que haberte hecho pedazos la última vez no fue suficiente para hacerte un poco más inteligente. Tal vez tu memoria sea un poco mejor cuando ya no seas un hombre. La cara del joven de la familia William cambió varias veces, pero finalmente ya no se atrevió a decir nada más. Dio media vuelta y se marchó, sin siquiera tener tiempo de preocuparse por el capitán inconsciente. Tal vez a sus ojos, este primo mayor Capitán ya no tenía ningún valor. Cuando miró a los jóvenes inconscientes que yacían en ángulos extraños, Ricardo escupió y maldijo también. - ¡Un montón de basura! Cuando Su miró a Ricardo, éste tenía una expresión extremadamente rara en el rostro. Era asunto de Su, pero aunque sus acciones eran extremadamente feroces, su expresión seguía siendo indiferente sin demasiados cambios. Si sólo juzgara por las expresiones faciales, entonces Ricardo parecía cargar con mucho más resentimiento, como si las insultadas fueran sus mujeres. Cuando Ricardo vio la expresión de Su, se rio entre dientes y dijo. - No me mires así. Aunque no seamos amigos, tampoco somos enemigos. En el futuro, ¡podríamos incluso ser compañeros de batalla! Como mínimo, desprecio a este grupo de basura, ¡a este grupo que nunca ha estado en el campo de batalla, nunca ha masacrado a enemigos poderosos y sólo saben decir estupideces! Su miró con cuidado a Ricardo y luego se dirigió hacia las tiendas de armas que había junto a la carretera. Era imposible que el rencor entre la familia Fábregas y él se resolviera tan fácilmente. Ricardo no era más que un miembro de la generación más joven de la familia y no tenía mucha autoridad, aunque fuera el sucesor de bajo rango de una familia. Además, si pensaba un poco más, Su no sabía nada de Ricardo. Mantenerse alerta ante personas o cosas desconocidas era el requisito más básico para sobrevivir. La calle principal del distrito militar estaba en completo silencio. Cuando los dependientes y clientes de las tiendas situadas a ambos lados de la calle miraron en silencio a los 6 individuos que yacían en el suelo sin levantarse, así como la sangre esparcida por todo el suelo, sus rostros dejaron de mostrar su desprecio y deleite hacia este desastre y en su lugar contenían conmoción y miedo. Los dispositivos de vídeo situados junto a las calles llevaban tiempo grabando todo lo ocurrido. Poco después, naturalmente, vendría gente a llevarse a estos desafortunados y a limpiar las calles. Las peleas en Ciudad Dragón no eran tan raras, sobre todo porque estaban en esta época de agitación sin ningún sistema estandarizado de leyes, por lo que todo el mundo ya estaba acostumbrado a ver peleas que utilizaban el poder para decidir el resultado. Sin embargo, todavía existía un orden básico y equidad en la Ciudad Dragón, así como un cierto grado de protección para la parte más débil, por lo que este tipo de batalla pública sangrienta era todavía bastante rara. Cuando Su pisoteó la zona entre las piernas de aquel joven, casi todo el mundo sintió un leve dolor punzante en su zona correspondiente. Además, la batalla que se relacionó con Su la última vez también ocurrió aquí, con el tiempo y la distancia del evento original no tan distantes. Ricardo siguió a Su hasta una tienda de armas, como si no le importara en absoluto su actitud claramente fría. Mientras Su ojeaba las armas, Ricardo se puso a su lado, se apoyó en el mostrador y dijo. - Teniente Su... no, ¡ahora deberías ser Capitán! Maldita sea, ¡estás subiendo muy rápido! Si subes un rango más, serás igual que yo. Sabes, yo tuve que luchar 2 años enteros de guerra antes de embarullarme hasta llegar a Capitán... ¡Los cielos son realmente injustos, joder! Su no le prestó atención. Bajó la cabeza y comparó cuidadosamente las funciones, el acabado y el precio de las 3 marcas de balas. Ricardo sacó otro cigarrillo y lo encendió. Fumar en una tienda de armas era más o menos una acción suicida, pero a Ricardo eso no le importaba en absoluto. Su también lo ignoró, así que sólo la cara del encargado de la tienda de armas se puso un poco verde. Las armas de fuego de la nueva era ya no eran tan peligrosas como las de la era antigua, pero había una pólvora especial dentro de una munición que era aún más peligrosa cuando se exponía a una llama. Sin embargo, el encargado mantuvo la boca bien cerrada sin decir nada. Por supuesto que reconocía a Ricardo, y en cuanto a Su, su reputación en esta calle ahora mismo era incluso un poco mayor que la de Ricardo, el cual soltó una bocana de humo y habló. - Sabes, aunque subiste extremadamente rápido, realmente no hay tanta injusticia en ello. Si fuera yo el que aceptara las misiones que aceptaste, hasta podría estar mandando mi vida a paseo. Creo que esos viejos del cuartel general aún conservan esa pizca de vista. Su siguió fingiendo como si no hubiera oído nada. Terminó rápidamente de seleccionar sus artículos y, tras decidir la hora y el lugar de entrega, pagó y se dispuso a marcharse. Ricardo lo siguió fuera de la tienda de armas. Cuando salieron al distrito militar y llegaron a un lugar relativamente remoto y tranquilo, Su dejó de moverse y lo miró. - Si tienes algo que decir, deberías decirlo. Ricardo le tendió primero un cigarrillo a Su y le dijo. - Esto no está mal, ¿quieres probarlo? Su ni se inmutó, cogió el cigarrillo y lo encendió. Respiró hondo. No encontró ningún componente nocivo en el humo. Este truco anticuado de desarrollar la amistad era extremadamente cliché, pero era bastante efectivo la mayoría de las veces. A Su le gustaba mucho fumar, sobre todo el buen tabaco. Su cuerpo era extremadamente sensible, por lo que los efectos del buen humo eran mucho más estimulantes. Ricardo miró la expresión de Su. Se rio y dijo. - Si no me hubiera encontrado contigo aquí por casualidad, habría tenido que hacer un viaje extra. En realidad, quería discutir contigo asuntos relacionados con los Escorpiones del Desastre. - ¿Escorpiones del Desastre? ¿De qué quieres hablar? La expresión de Su seguía completamente tranquila. Ricardo tiró la colilla al suelo y sacó una nueva. Sin embargo, no tenía prisa por encenderlo. En lugar de eso, miró a Su y le dijo. - He mirado tus últimos informes de batalla, así como el cadáver de Malim que acabas de entregar. No me preguntes cómo lo vi. Creo que alguien tan inteligente como tú no mencionaría una cuestión tan estúpida como esa. En mi opinión, los Escorpiones del Desastre son un enemigo extremadamente rentable, pero al mismo tiempo extremadamente peligroso. Aquellos que están celosos de ti podrían pensar que los Escorpiones del Desastre son sólo oponentes ordinarios y que tuviste suerte de tropezar con esta oportunidad barata, pero eso no es lo que pienso. - ¿Entonces qué es lo que piensas? Su preguntó de una manera bastante interesada, ya que también estaba bastante interesado en escuchar a los demás hablar. Era la forma más básica y directa de entender mejor a los demás. - Por las experiencias que he adquirido en el campo de batalla, todas las acciones de los Escorpiones del Desastre eran sólo pruebas para comprender nuestra situación real. Una vez que termine el tanteo, el ataque que siga será excepcionalmente feroz. Sin embargo, antes de esto, todavía tenemos una oportunidad, una oportunidad extremadamente buena. Su estaba sumamente interesado en este tema de discusión. Estaba bastante dispuesto a escuchar la forma de pensar de otras personas, incluso si esa persona era un enemigo de otra familia. - ¿Qué tipo de oportunidad? - ¡Aliémonos y recuperemos Ciudad Péndulo! Ricardo encendió una cerilla con un sonido sa y prendió el cigarro que había estado sujetando todo este tiempo. - ¿Sólo nosotros 2? - Si sólo se trata de recuperar Ciudad Péndulo, nosotros 2 somos suficientes. La fuerza de los Jinetes de Dragón Negro no se decide por el número de jinetes, ya que cada uno de ellos es básicamente un ejército. Por ejemplo, ¿no tienes ya 3 subordinados oficiales, varias docenas de soldados y aproximadamente el mismo número de investigadores y personal de ingeniería? Además, están esos viejos compañeros del cuartel general, cuyas fuerzas equivalen individualmente a las de varias docenas de Jinetes como tú y yo. Ricardo dio una explicación bastante detallada. A pesar de que las sospechas de Su parecían un poco escasas para un oficial Jinete normal, Ricardo no mostró el menor desprecio y respondió con seriedad. Su guardó silencio durante un rato. Al final, decidió divulgar un poco de información. - Hay un oponente extremadamente poderoso en Ciudad Péndulo, al que no tengo ninguna certeza de derrotar. Es extremadamente fuerte, y no es alguien a quien podamos derrotar sólo confiando en subordinados y soldados. - ¿Un usuario de habilidades de alto nivel? ¿Alguien a quien ni siquiera tú puedes derrotar? Déjame encargarme de él entonces. Por supuesto, si tienes a alguien de su lado que pueda encargarse de ese tipo, ustedes tienen prioridad. Lo único que Su tenía a su lado que podía tratar con Martham era probablemente Perséfone, y no había manera de que ella viniera. Por eso Su negó con la cabeza, expresando que no tenía a nadie adecuado de su lado. - Este asunto no es tan difícil de tratar. Tengo un camarada en el lado norte, con el que he luchado más de 2 años. No deberías verlo como alguien cuyo nivel más alto de habilidad en el dominio del combate es de sólo el sexto nivel, sino más bien como un bicho raro que tiene numerosos tipos diferentes de habilidades, además todas las habilidades entrenadas dentro de luchas a vida o muerte. Sus habilidades son completamente diferentes a las obtenidas mediante inyecciones. Si le llevamos con nosotros, deberíamos ser capaces de hacer frente al tipo del que hablas. - ¿No recuerdo que haya una razón para que trabajemos juntos? La relación entre tu familia y yo no es algo que pueda arreglarse tan fácilmente. Su frunció el ceño. Él realmente no podía entender lo que este Ricardo estaba pensando. - Beneficios. Cuando hay suficientes beneficios, esa es razón suficiente para trabajar juntos. Sin mí, no puedes recuperar Ciudad Péndulo. La familia es la familia, mientras que yo soy yo mismo. Un Jinete es ante todo un Jinete de Dragón Negro, y sólo después es un Jinete de la familia. Tal vez el odio entre mi familia y tú sólo pueda resolverse con sangre, pero ¿y qué? Quién sabe cuándo llegará el día en que nos encontremos en el campo de batalla, y en ese momento, lucharemos a muerte como hombres. En cuanto a ahora, ¡primero unamos nuestras manos y hagamos algo de pasta! Creo que las posibilidades de éxito del ataque sorpresa a Ciudad Péndulo son bastante altas, así que esto es una oveja gorda esperando a ser sacrificada. Ahora mismo, las otras tropas de Jinetes están en su mayoría dispersas más lejos y temporalmente no pueden ser transferidas de vuelta. Mientras iniciemos el ataque dentro de 3 días, no lograrán defenderse. Después de capturar Ciudad Péndulo, el siguiente objetivo es la base de operaciones avanzada. Sin embargo, no quiero tocar esa roca, ¡así que esos codiciosos de ojos rojos pueden irse, jaja! Al llegar a este punto, Ricardo empezó a rugir arrogantemente entre risas. Su pensó un poco y finalmente dijo. - ¿Podemos iniciar el ataque dentro de 2 días? A Ricardo se le iluminaron los ojos e inmediatamente dijo. - ¡No hay problema! Mis tropas estarán en posición mañana. En mi opinión, deberíamos llamarla Operación Relámpago.

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DH - Capítulo 182

A+
A-
Capítulo 182
Operación Relámpago (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Un sonido claro y fuerte sonó desde su codo, y entonces esa articulación empezó a doblarse hacia arriba en un ángulo anormal. El puño de Su era extremadamente rápido, y su fuerza superaba con creces las expectativas del capitán de mediana edad. ‘¿Cómo podía ser esto solo el primer nivel de Destreza y segundo nivel de Fuerza? ¡Ese puño tenía al menos cuarto nivel de Fortalecimiento del Poder!’ Por supuesto, había otra posibilidad, y era que el poder fundamental del cuerpo de Su era extremadamente tiránico, y por eso era capaz de alcanzar este tipo de poder con sólo segundo nivel de Fortalecimiento de Poder. De repente, el capitán de mediana edad soltó un fuerte rugido. Su cuerpo se expandió de repente, y a pesar del intenso dolor de su brazo derecho, ¡su brazo izquierdo, rodillas e incluso frente se convirtieron en armas mientras chocaban locamente contra Su! La sensación de peligro que experimentó en ese instante le hizo usar todo su poder. Todo lo que quería hacer ahora era golpear a su objetivo para evitar que ocurriera algo inesperado. El cuerpo de Su parecía estar casi presionado contra el del capitán de mediana edad mientras se oponían con la misma dureza en esta batalla cuerpo a cuerpo. Bajo este tipo de distancia, incluso los puños eran inútiles. Los 2 hombres utilizaron la cabeza, los hombros, las rodillas, los codos y todas las zonas de su cuerpo que podían atacar para llevar a cabo una lucha a vida o muerte. ¡Fue una lucha increíblemente intensa y espléndida! Acababan de empezar a luchar, ¡pero el codo de Su golpeó ferozmente las costillas del capitán! A pesar de que su cuerpo tenía quinto nivel de Fortalecimiento de Defensa, todavía no podía defenderse contra el poder y la velocidad de este feroz ataque, por lo que todavía aterrizó en su cartílago costal. A pesar de que sólo sintió un dolor agudo y ni siquiera sus huesos fueron heridos, los movimientos del capitán todavía se volvieron un poco lentos debido a este ataque abrupto y feroz. El breve momento de lentitud permitió que la loca cadena de ataques de Su cayera sobre el cuerpo del capitán. Además, sus golpes eran feroces y mortales, y la mayoría de ellos cayeron sobre el codo ya roto del capitán. Además, una rodilla golpeó ferozmente el coxis del capitán. Este ataque hizo que oyera otro crujido de huesos. La intensa batalla sólo duró unos segundos, pero el capitán ya se había estrellado contra el suelo. No era el tipo de batalla al que estaba acostumbrado. Los 2 estaban demasiado cerca, casi pegados el uno al otro, lo que le impedía mostrar su fuerza. Sin embargo, los ataques de Su eran feroces y precisos, sintiendo cada golpe extremadamente pesado. Era como si no le afectaran en absoluto, y sus feroces ataques parecían casi un poco bajos. A pesar de que el capitán tenía quinto nivel de Fortalecimiento de Defensa, los puntos débiles de su cuerpo todavía no podían soportar ataques que eran tan numerosos y pesados. Por supuesto, no era como si Su no hubiera sufrido ningún daño. Grandes manchas de color púrpura se podían ver en su cara y cuello, y las comisuras de su boca también se habían hinchado. Una línea de sangre goteaba de ella. Sin embargo, estaba de pie. Cuando el capitán cayó, aún quiso ponerse en pie, pero Su le golpeó la cara con sus botas militares de los Jinetes de Dragón Negro. El claro sonido del hueso nasal del capitán rompiéndose se escuchó. El capitán volvió a caer al suelo. Había bastantes jóvenes en los alrededores que sintieron que les hervía la sangre. Sin pensarlo demasiado, se acercaron y enviaron puños y piernas volando para alejar a Su del capitán. Sin embargo, se olvidaron de la enorme diferencia de fuerza entre el capitán y ellos, por lo que sobrestimaron enormemente su propia fuerza. Su se movió a través de ellos como un demonio, ¡y la conciencia de estos jóvenes se apagó inmediatamente por el intenso dolor! El poder de Su era grande, simple y aparentemente perfecto, pero no parecía estar a la altura de su cuerpo que no era para nada robusto. En sólo 4 segundos, 5 individuos fueron derribados por Su. Cada individuo no le quitó ni un solo segundo. La visión de Su era excelente, y su memoria también, así que hacía tiempo que había notado al joven que había hablado locamente sobre disparar a la cara de Perséfone entre los 5 individuos en el suelo. Por supuesto, durante la batalla, ya le había dado toda una lección. Cuando pasó junto a este joven, le destrozó los huesos de las manos y luego le pisoteó convenientemente una de las piernas hasta hacerla pedazos. El capitán se puso en pie con gran dificultad, pero lo que le recibió fue otra patada en la cara. Cuando su cara entró en contacto con la robusta bota, se oyó un sonido sordo. Su cuerpo salió volando horizontalmente y se estrelló fuertemente contra la pared de una tienda. Después de que el cuerpo del capitán saliera volando, vio varios dientes cubiertos de sangre tirados en el suelo. Todavía estaban rodando. Su miró a los jóvenes que seguían de pie. Sin siquiera añadir ninguna intimidación deliberada, esta mirada por sí sola ya era suficiente para que sus cuerpos retrocedieran continuamente. Cuando vio a Su caminar hacia el Capitán, la respuesta del joven de la familia William no se hizo esperar. Inmediatamente gritó con voz temblorosa. - ¡Su! La batalla entre ustedes 2 ya ha terminado. Es un capitán, y en la ley del reglamento de Jinetes de Dragón Negro, ¡golpear a un capitán tiene graves consecuencias! Su no detuvo sus pasos y en su lugar reveló una hermosa y diabólica sonrisa. - ¡Yo también soy Capitán ahora, así que está humillando a un colega! Ahora mismo, la autoridad para terminar esta batalla me pertenece. Terminará cuando yo decida que termine. Frente a estos jóvenes estupefactos, Su se puso en cuclillas junto al cuerpo del Capitán y le propinó un puñetazo en la cara. La parte superior de su cuerpo, que a duras penas había conseguido levantarse, cayó al suelo. Entonces, Su golpeó con su puño de una manera simple y directa una y otra vez en la cara. El retardo entre cada puñetazo era exactamente el mismo. Aquellos jóvenes sólo podían oír el sonido del cuero al ser golpeado. Sólo podían ver la sangre volar continuamente entre el cuerpo crispado del capitán y Su. Los golpes de Su eran precisos y efectivos. En sólo medio minuto, no se veía ni un trozo de carne perfecta en la cara del capitán. Se levantó y se dirigió hacia los jóvenes que estaban desplomados en el suelo. Aparte del joven que habló groseramente de Perséfone, ninguno de los huesos de los otros jóvenes recibió heridas, sin embargo, ninguno de ellos podía levantarse. Los que seguían en pie ya habían perdido todo su valor. Ni una sola persona se atrevió a acercarse para apoyar a estos individuos, y mucho menos a caminar para detener a Su. Este sonrió y miró a los jóvenes que aún podían mantenerse en pie. Sólo entonces rompió las manos y los pies de los 5 jóvenes que estaban en el suelo, uno tras otro. El sonido de los huesos rompiéndose resonó en el aire una y otra vez, haciendo que a los presentes les dolieran los dientes. Uno de los jóvenes gritó en voz alta mientras temblaba. - ¡Soy el sucesor de quinto rango de la familia Erzi! Su, te lo advierto, no me toques... ¡¡¡Ah!! El precio de amenazar a Su, fue que después de romperle los miembros, la mitad de su boca llena de dientes salió volando por la bota militar. Sólo cuando terminó esto se acercó al joven que ya se había desmayado con una sonrisa. - Perdona, ¿qué has dicho? No te he oído bien. El joven de la familia William señaló a Su y parecía que ni siquiera podía terminar una frase completa. - Tú... tú... ¡Estás haciendo de nuestras familias tu enemigo! Ser capaz de decir estas palabras delante de Su, que era como un demonio, demostraba que aún era bastante valiente. Después de todo, todavía había 5 ejemplos vivos tirados en el suelo. Sin embargo, no pareció escuchar sus palabras y estampó fuertemente su pie en los genitales del joven maleducado. Prácticamente todos los presentes pudieron escuchar un sonido similar al de un saco de agua rompiéndose, y como resultado, los músculos de las comisuras de sus ojos comenzaron a crisparse. Todos comprendieron que este joven tal vez nunca sería capaz de poner en práctica las audaces palabras que había dicho antes. Con un sonido de pah, Su soltó un puñado de saliva sobre la cara de aquel joven que hacía tiempo que había perdido el conocimiento. Luego levantó la cabeza para mirar a los jóvenes de alrededor. Con voz indiferente, dijo. - ¿Incluso ustedes se atreven a tener ideas sobre Perséfone? Los rostros de todos los que se encontraron con la mirada de Su palidecieron por completo. Inconscientemente giraron la cara por miedo a que un movimiento descuidado pudiera provocar a este demonio. Aunque tenían algo de fuerza que los respaldaba debido a sus familias, en esta era donde sólo los poderosos tenían derecho a hablar, no era fácil usar el poder de su familia. Además, este asunto no era particularmente justo. Un Capitán de Jinetes de Dragón Negro, incluso si es uno sin respaldo como Su, no era definitivamente un pez pequeño con el que cualquiera pudiera tratar. Incluso el Capitán de la familia William fue golpeado sin sentido, así que con las pequeñas familias detrás de ellos, definitivamente no podían hacer que Su sintiera ninguna aprensión mientras se ocupaban de ellos. - ¡Será mejor que todos ustedes se larguen! La voz de Su era plana e igual de implacable. Sin embargo, todos esos jóvenes soltaron un suspiro de alivio antes de dispersarse en desorden. No tuvieron tiempo de preocuparse en absoluto por sus compañeros gravemente heridos. Sólo el joven de la familia William tuvo el valor de quedarse atrás. Miró al capitán en el suelo con profunda preocupación, pero sólo vio un rostro ensangrentado que seguía inconsciente. En realidad, por el ángulo y la técnica con la que el puño de Su golpeó hacia abajo, las heridas del capitán sólo deberían ser aterradoras en la superficie y no deberían haber afectado a sus huesos. Junto con su robusto cuerpo que tenía quinto nivel de habilidad defensiva, no había razón para que estuviera inconsciente tanto tiempo. Parece que la feroz paliza de Su no sólo atacó la cara del Capitán, sino que también destrozó su dignidad, su confianza en sí mismo y sus perspectivas de futuro. ¡Pa pa pa! Una oleada de claras y agudas palmadas sonó de repente desde la esquina de la calle. Para aquel joven de la familia William, estas palmadas sonaron igual que repetidas bofetadas en su propia cara. Sus ojos rojos como la sangre se desviaron con odio hacia el origen de aquellas palmadas, pero lo que vio fue la desaliñada figura de Ricardo que se acercaba mientras fumaba un cigarrillo.

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DH - Capítulo 181

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Capítulo 181
Operación Relámpago (I)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Cuando Su salió del cuartel general de Jinetes de Dragón Negro, aún no se creía que él mismo se hubiera convertido en Capitán. La recompensa por el cadáver de Malim ascendía a 650 mil yenes. Esto no sólo superaba con creces lo que esperaba, sino que también situaba sus contribuciones cerca del rango de Teniente Comandante. Después de recibir la generosa ganancia, Su estaba ligeramente aturdido. Mientras rondaba entre la vida y la muerte, no esperaba que la recompensa fuera tan abundante. Cuando salió del cuartel general de Jinetes de Dragón Negro, su aspecto exterior no era muy diferente del que tenía al entrar, porque el nuevo uniforme de Capitán hecho a medida necesitaba al menos 1 día antes de estar completamente terminado. Sin embargo, la autoridad que poseía la tableta táctica de Su aumentó enormemente. No sólo tenía acceso a más información clasificada, sino que aparecían muchas más opciones en la lista de habilidades formuladas. Por ejemplo, las formulaciones evolutivas autónomas de quinto rango eran algo que antes no podía ver. Las nuevas fórmulas permitían al cuerpo ajustarse en función de su situación actual y, a partir de ahí, producir la habilidad más adecuada para sí mismo. Lo bueno era que, a través de ellas, uno descubría a menudo el talento en habilidades de las que antes no era consciente, y las habilidades que se producían eran similares a las habilidades que uno producía por sí mismo. Lo malo era que esto se parecía bastante a la propia situación de Su, y todo el proceso estaba fuera del control del usuario de la formulación, siendo la habilidad que se produciría completamente desconocida. Su utilizó 50 mil yenes para comprar un vial de fórmula para Li. En cuanto a Li Gaolei y Kane, ahora mismo no tenían suficientes puntos de evolución para habilidades de mayor nivel, por lo que era mejor aumentar los niveles de las habilidades que tenían ahora mismo. Además, Su encargó 2 pistolas de disparo rápido de mayor potencia hechas a medida para Li Gaolei, así como un rifle de arcilla multiusos. En términos de precio los Jinetes de Dragón Negro, el rifle de arcilla era uno de gama media relativamente bueno. Los que eran mejores que él serían esas armas de fuego a medida ridículamente caras. Lo que Kane recibió fue un dispositivo de inteligencia personal que contenía información sobre muchas armas de fuego populares dentro de los Jinetes de Dragón Negro, así como un conjunto de armadura ligera y portátil. Tras mejorar el equipo de los 60 soldados restantes, 350 mil yenes de la recompensa de Su se habían esfumado en un abrir y cerrar de ojos. En cuanto a los 300 mil yenes restantes, como de costumbre, los transfirió a la cuenta de Perséfone. Por eso, el Su que salió del cuartel general de los Jinetes de Dragón Negro volvía a estar sin un centavo. Era como un cajero de banco; aunque grandes cantidades de dinero pasaran por sus manos, nada de ello era realmente suyo. Sin embargo, ahora mismo, todavía se sentía relajado y alegre. Saldar su deuda era un tipo de sentimiento alegre. Incluso si tuviera que pagar todo lo que tenía, aun así se sentiría así. Sin embargo, en ese momento, Su volvió a pensar en Malim. Su gran recompensa realmente diluyó su culpa hacia Malim y Martham. Cuando de repente se dio cuenta de este punto, una pizca de melancolía volvió a revolotear por su mente alegre. Su siguió la larga calle hacia el distrito militar. Todavía no estaba acostumbrado a conducir. El cual no estaba lejos. Después de caminar unos 10 minutos, ya estaba allí. Aparte del arsenal de los Jinetes de Dragón Negro, había un gran número de tiendas de armas. Diferentes compañías exhibían aquí sus últimos modelos de productos. Todos estos astutos comerciantes sabían que cada Jinete equivalía a un pequeño ejército. En cuanto al tipo de armas y equipo que normalmente necesitaban, los pedidos solían ser más de 10 o incluso más de 100. Su había tenido algunos problemas aquí la última vez, y más tarde, incluso luchó contra un Capitán de Jinete de Dragón Negro fuera de la ciudad. Esta vez, esperaba tener un poco de suerte, con la esperanza de conseguir algunos objetos interesantes y no encontrarse con ningún problema. Sin embargo, su suerte hoy claramente no era tan buena. Casi desde el momento en que entró en el distrito militar, Su vio al joven de la familia William y al capitán de mediana edad que le habían perseguido anteriormente. Ellos también lo vieron. Su inmediatamente sintió que le venía un dolor de cabeza. Él sabía que la vida estaba llena de coincidencias, pero cuando las coincidencias llegaban a este nivel, realmente era un poco ridículo. La familia William era una familia antigua que tenía una gran red de conexiones. Este joven tenía un grupo de amigos a su alrededor las 2 veces que se encontraron. Además, esta vez, aparte del capitán, todavía había otros 7 u 8 individuos al lado del joven, y por la forma en que estaban vestidos, no parecían subordinados. - ¡Eh! Amigos, ¿adivinen a quién acabo de ver? El joven gritó inmediatamente. Lentamente caminó hacia Su, y en su cara había una sonrisa llena de intenciones maliciosas. El rostro del Capitán de mediana edad también se abatió. Caminó hacia Su con una expresión un poco siniestra. La última batalla acabó con todos sus subordinados masacrados, lo que hizo que su fuerza disminuyera enormemente. A pesar de que hizo todo lo posible por ocultar lo sucedido, la noticia salió a la luz, convirtiéndole en el hazmerreír de todos. Un Capitán con todos sus subordinados persiguió a un Subteniente recién ascendido, pero al final, fueron casi completamente aniquilados. Incluso si sufrieron una emboscada, este tipo de resultado era un poco inexcusable. Un Capitán, especialmente uno de edad avanzada, debería ser mucho más fuerte que un Subteniente. Lo que hizo que el Capitán se enojara aún más fue que por el bien de pagar el apoyo financiero a los familiares de los subordinados que murieron, terminó asumiendo una gran deuda que no podría ser pagada en sólo 2 o 3 años. Su se quedó dónde estaba. Sólo llevaba consigo la pistola Glock, pero esta situación no era adecuada para un arma de fuego de gran potencia como ésta. Recordó que le había reventado el trasero a este joven, por lo que no debería haberse recuperado completamente tan rápido. Como tal, Su miró hacia la mitad inferior de ese joven, y efectivamente, vio que su movimiento era un poco anormal, probando que sus heridas no se habían recuperado completamente aún. Sólo ahora la confianza de Su en su propia puntería fue restaurada. - ¡Hey! ¿Dónde estás mirando? ¡Chico guapo que confías en una mujer! El joven notó inmediatamente la línea de visión de Su, y una capa de enrojecimiento cubrió inmediatamente su cara. Su continuó sonriendo, sin tomarse en serio su insulto. Al parecer, aunque ya había enseñado muchas lecciones a los que acudían a él en busca de problemas, no era suficiente para que las recordaran. Uno de los jóvenes sopló un silbato hacia él y dijo con voz fuerte. - Su, ¿cuánto tiempo puedes seguir en la cama? ¿Puedes seguir 1 hora? ¡Puedo seguir 3 horas! Si ya no puedes satisfacer a Perséfone, ¡yo puedo ayudarte! Estoy deseando que me dé placer y que se lo eche todo por la cara. Ya había unos cuantos que se habían reunido alrededor para ver esta escena. La mayoría eran jóvenes de varias familias. Al oír estas palabras, todos rugieron de risa. Aunque Perséfone era una General, después de perder el apoyo de su familia, era burlada constantemente por el viento y la lluvia, por lo que la aprensión de estos hombres había disminuido gradualmente. Todos se volvieron cada vez más atrevidos y desenfrenados. Casi todos los hombres estaban celosos de la buena suerte de Su. Aunque sabían que él era guapo hasta el punto de que casi no parecía un hombre, que sus éxitos militares recientes podían considerarse espléndidos, e incluso que nada bueno provenía de ser su enemigo, los celos eran suficientes para volver locas a las mujeres y ciegos a los hombres. Lo que les rondaba constantemente por la cabeza era precisamente que, ya que Perséfone podía incluso irse a la cama con un hombre del desierto, ¿por qué no podían ellos mismos irse a la cama con ella? La sonrisa de Su se congeló en su rostro. Levantó la cabeza y recorrió con la mirada aquel grupo de gente. Luego, caminó directamente hacia el joven de la familia William. El Capitán de mediana edad detuvo inmediatamente a Su. Mientras blandía sus brazos, se rio maliciosamente mientras decía. - Subteniente Su... Oh, no, Teniente Su, ¿qué es lo que quieres hacer? ¡Maldita mierda, realmente avanzas rápido! Teniente, no olvide las normas militares. Soy Capitán, y tengo un rango superior al suyo, así que tengo derecho a juzgar que está mostrando malicia hacia mí. Como tal, necesito educarte. Por supuesto, puedes resistirte, pero no puedo imaginar cómo un ratón que depende del Dominio de la Percepción puede resistirse. Ahora mismo, voy a golpearte la cara hasta que se te hinche. Su pudo deducir por la hinchazón de sus músculos que se trataba de un usuario de la habilidad Dominio del Combate. Además, debía tener al menos quinto nivel de habilidad. Parece que tanto su fuerza como su defensa alcanzaron el quinto nivel. El capitán de mediana edad no quiso darle tiempo a Su para replicar, ¡dirigió un puñetazo hacia delante! Este puño era tan rápido que era casi imposible verlo con claridad. Como usuario de la habilidad Dominio del Combate, el capitán ya estaba acostumbrado a dejar inconscientes a los especialistas del Dominio de la Percepción con un solo golpe. Lo que seguiría sería un lento y dramático espectáculo de golpes. ¡Iba a destrozar la cara de Su que todos odiaban enormemente! El puño del capitán no aterrizó en la cara de Su cómo había previsto. Su puño sólo consiguió llegar a 10 centímetros de su cara, pero no fue capaz de acercarse más. De repente, Su retrocedió y su velocidad de retirada fue incluso mayor que la del puño del capitán. Cuando se apartó del puño, la mano izquierda de Su golpeó la muñeca del capitán y su mano derecha cerró el puño. A la velocidad del rayo, golpeó el codo del capitán. En cuanto vio a Su entrar en acción, el capitán sintió inmediatamente una oleada de frialdad recorriendo su mente. En ese instante, un pensamiento cruzó por su mente. ‘¡No está bien! Me he descuidado...’

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