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viernes, 27 de septiembre de 2024

DD - Capítulo 384

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Capítulo 384
El Encuentro de 2 Heroínas (XII)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
- La llave de la ciudad de Génova ha sido entregada a la Santa. - Ciertamente he recibido la llave de la ciudad. Año 1512 y 9º mes del calendario continental. La Santa Jacqueline Longwy visita Génova para participar en la ceremonia de traspaso de propiedad. Génova pasaba oficialmente del Imperio de Habsburgo al Templo de Atenea. Al presenciar este espectáculo, los ciudadanos de Génova prorrumpieron en entusiastas gritos de celebración. - ¡Hurra! ¡Alabada sea la Santa! - ¡Gloria a la Diosa Atenea! Habían escapado por poco de su destino de convertirse en esclavos gracias a la Santa. A estas alturas, si la Santa fuese a declarar que iba a hacer zumo de melón triturando una mesa, esta gente probablemente la aclamaría y le diría que sí podía. La Santa sonrió radiante mientras saludaba a la multitud, lo que hizo que los gritos se volvieran aún más fervientes. Parece que entienden de política. Una vez finalizada la ceremonia de entrega de la ciudad, nos trasladamos a un despacho. Sólo la Santa, Daisy y yo entramos en la habitación. - ¿Qué fue esa ceremonia tan poco divertida? Deberían haberme informado de antemano si habían preparado algo así. En cuanto entramos en el despacho, la expresión de la Santa dio un giro de 180 grados, ya que la sonrisa que tenía en la cara desapareció sin dejar rastro. Más que zumo de melón, parecía que había masticado una cucaracha. Dicen que cuando una mujer cambia, no es culpa suya, pero ¿no estaría bien considerar esto una excepción y dar a la Santa un veredicto de culpabilidad? Honorable juez, esta mujer es una bruja. - ¿Esperabas que simplemente selláramos un contrato en algún lugar privado donde nadie pudiera ver? El objetivo de esto es hacer una exhibición pública. Bueno, lo hiciste bien para alguien que no hizo preparativos de antemano. - ¡Pensé que por fin podría descansar después de correr hasta aquí durante medio mes, pero de repente me dieron un guion! Conde Palatino, ¡usted es terrible manejando a la gente! No entiendo por qué está enfadada. ¿No escribí yo personalmente el discurso para ella? Gracias a ese conmovedor discurso, los corazones de los ciudadanos de Génova acabaron en manos de la Santa. En todo caso, debería escuchar palabras de gratitud. - Sí, sí. - ¡No respondas sólo con un seco “sí” cuando hables con alguien! ¡No te encojas de hombros! No hagas muecas. ¿Te das cuenta de cuánto puede irritar a alguien tu lenguaje corporal? - Yo sí actúo adecuadamente delante de los demás. Sólo actúo así delante de ti. Es como una forma de trato especial, así que puedes alegrarte por ello. - ¡Si al menos cayeras muerto en este instante...! La santa Jacqueline Longwy, de 28 años, que en ese momento me miraba mientras rechinaba los dientes, se erigió en la autoproclamada defensora que lucha incansablemente por la paz del continente y sus razas. Giré la mirada hacia Daisy. Ella estaba, como de costumbre, vestida pulcramente con su atuendo de doncella. - Daisy. - Sí, padre. - Supe por la Santa que fuiste de gran ayuda al reclutar mercenarios. Parece que has crecido lo suficiente para al menos manejar la tarea de una sola persona. Puse mi mano sobre la cabeza de Daisy y le di un ligero golpecito. - Buen trabajo. - ... - Por ahora, continúa atendiendo a la Santa. En este momento estoy operando con el Ministro de Asuntos Militares. No sería beneficioso para usted ser vista en este momento. - Sí. Entiendo... Padre. Laura y Daisy tienen una relación compleja. Sorprendentemente, Daisy, que era la víctima en todo esto, parecía bastante poco afectada por Laura. Sin embargo, ella es incapaz de ocultar su malestar cada vez que ve a Daisy. No quería dejarlas a las 2 en el mismo sitio si era posible. Me di la vuelta. - Ahora bien. ¿Hablamos de nuestros planes de futuro? - ¿Eh? Oh. Claro. Por alguna razón, la Santa me miraba sin comprender. Arrugué las cejas. Estaba cuestionando su expresión idiota. En respuesta, la santa entrecerró los ojos y habló. - Eres sorprendentemente... amable con tu hija, ¿eh? - ¡Pfff! La inesperada afirmación hizo que una carcajada brotara de mis labios. - ¿Amable? ¿Lo soy con Daisy? Debe de estar de broma, Santa Longwy. - Hace un momento, no importa cómo lo mires, fuiste como un padre severo siendo estricto con su hija. No necesitas avergonzarte por esto. Parecía que la Santa estaba malinterpretando algo mientras sonreía y soltaba una risita. Su expresión casi recordaba a la de un gatito. Era como si dijera “Sé qué clase de persona eres” con su cara. Al igual que todos los animales bebés, el intelecto de la Santa Longwy también era considerablemente escaso. - Me preguntaba por qué Daisy trabajaba tan duro a pesar de ser tan joven, pero parece que hay una razón para todo. Señorita Daisy, ¿es el Conde Palatino un padre bondadoso? La Santa sonrió mientras se agachaba para estar a la altura de Daisy. La trataba completamente como a una niña. Como la mayoría de la gente ya sabe, la segunda cosa que Daisy más odia en el mundo es que la traten como a una niña. - Sí, Padre siempre es increíblemente amable. - Oh cielos. Cielos. Es bastante inesperado ver al Conde Palatino, que es comparable a la encarnación viviente de la diablura, esparciendo plagas y maldiciones por todo el mundo, ser tan gentil con su familia... - Me tortura toda la noche si hago algo mal, pero es suficientemente amable. La Santa Longwy hizo una pausa en medio de una carcajada. - ¿Perdón? - Ya han pasado 4 meses desde la última vez que me torturaron. Acabé despreciando los derechos e intereses de una sola aldea mientras intentaba detener el conflicto entre las aldeas de Custos. Cometí un error con el papeleo. Ese día, desde primera hora de la tarde hasta la mañana, tuve que sentarme en un caballo triangular y lavarme todo el cuerpo con agua de cera. Ah, ni siquiera yo puedo detener a Daisy cuando se pone así. Honestamente, yo tampoco quería detenerla. Lo pretendiera o no, la Santa había insultado a Daisy, así que naturalmente tiene que pagar el precio. - ¿Eh...? ¿Perdón...? La Santa se giró para mirarme. “¿Esto es verdad? Es una broma, ¿verdad?” La Santa parecía claramente perpleja mientras sus ojos me hacían estas preguntas. Respondí encogiéndome de hombros. - Debido a que Daisy anotó erróneamente 3 cosas, 750 habitantes de la aldea casi se vieron afectados negativamente. Los errores no se toleran para quienes acaban siendo responsables de innumerables vidas. No es sólo un castigo apropiado, es uno relativamente indulgente. Daisy continuó su explicación mientras la Santa parecía desconcertada. - Hace medio año, el día 16 del tercer mes, cometí un error al interrogar a un sospechoso. Debía cortarle el hígado, pero acabé cortándole el pulmón. El sospechoso sólo pudo resollar hasta que su pulmón se regeneró, lo que casi interrumpió el proceso de interrogatorio. - ¿Tortura? - Sí. Aquel día, padre me administró una droga que centuplicaba mis sentidos. Luego me colgó contra una muralla poco poblada y conocida por sus fuertes vientos. Cada vez que el viento tocaba mi piel, sentía un dolor parecido a la muerte. Arrugué las cejas. Había un grave error en lo que Daisy acababa de decir. Sentí la necesidad de corregirlo. - Tonta, eso fue el día 17 del tercer mes. - No, estoy segura de que era el 16. Nos fulminamos con la mirada. - ¿No te refieres al día en que torturaron a Valefor? Entonces es el 17. - El 15 fue el día en que te atacaron, padre. Como la tortura comenzó ese día, ocurrió el día después. Ninguna información fue revelada el día 15, mientras que todo fue revelado el día 17. Eres capaz de recordar al menos esto, ¿no? Me acaricié la barbilla. - Hmm. Supongo que fue el 16. - ¿Ves? Tu memoria es increíblemente pobre, padre. Daisy soltó un pequeño bufido burlón. - A veces sospecho que sufres demencia senil. ¿Estás seguro de que no debería atenderte ni siquiera en el baño? - Cállate. Es que tu memoria es excesivamente buena. Mi memoria no está a un nivel que me haga sentir avergonzado por ello. Mientras los 2 nos mordíamos la garganta, la Santa Longwy nos observaba con una expresión que parecía como si su alma hubiera abandonado su cuerpo. Finalmente abrió la boca con cuidado. - Uhm. Ustedes 2... son una pareja de padre adoptivo e hija adoptiva, ¿verdad? - Sí. - Ese es el caso, Santa Longwy. La Santa se apretó la mano contra la frente. - ¿Ustedes 2 se aprecian... o se odian...? - Nos despreciamos. - Nos despreciamos. La Santa tenía una expresión de perplejidad en el rostro, muy parecida a la de un matemático del siglo XVIII ante el Último Teorema de Fermat. - Entonces, ¿estás diciendo que no se aprecian ni nada por el estilo? - Correcto. - Eso es un poco diferente. Si alguien se atreve a tocar a Daisy imprudentemente, le arrancaré la mandíbula y se la meteré por el culo. Luego los partiré en 4 pedazos y los pondré en exhibición para que todos los vean. No bromeo. La última vez sólo terminó con latigazos, ya que fue Laura quien lo hizo. - Santa Longwy, ¿crees acaso que una persona debe gustarle otra para poder apreciarla? - ¿No es eso un hecho...? Qué respuesta tan desesperada. Negué con la cabeza, decepcionado. Oí a Daisy soltar una carcajada a mi lado. - Por eso las jovencitas ignorantes del mundo y criadas en un templo toda su vida no sirven. ¿Te das cuenta de lo bruscamente que pueden cambiar las relaciones y la psicología de la gente? Hay un dicho que dice: “La enemistad abierta es mejor que la falsa amistad”, pero dudo que la Santa Longwy sea capaz de comprender el significado de estas palabras. Me cuesta entender por qué se esfuerza en cargar con el peso de su cabeza sobre el cuello. - Ciertamente. Puede que tenga una cara bonita, pero me cuestiono que haya pasado 30 años de su vida aprendiendo para haber acabado así. Parecía que la Santa Longwy había renunciado a pensar una vez que Daisy y yo la golpeamos con golpes consecutivos. Al cabo de un rato, la Santa volvió a expresarse. Sentí en ella una resolución increíblemente firme. - Mis disculpas, Conde Palatino. - ¿Qué ocurre? - ¿Podría cambiar a mi criada exclusiva? Esa noche, estuve increíblemente ocupado tratando de crear un horario que impidiera que los caminos de Laura y Daisy se cruzaran.
* * *
Tras la brutal muerte del Gran Duque de Florencia, el Reino de Cerdeña se comportó de forma extremadamente pasiva. El ejército del reino nunca intentó una confrontación directa con nosotros. En su lugar, se centraron meticulosamente en atacar nuestras líneas de suministro cada vez que mostrábamos una abertura. Fue una típica guerra de desgaste. Según los rumores, esta guerra de desgaste fue fuertemente defendida por la cónsul Elizabeth. Al parecer, argumentó que una confrontación directa con nuestro ejército imperial sería suicida. Junto con el duque de Milán, que siempre había abogado por este tipo de guerra de trincheras, las fuerzas del reino de Cerdeña se agruparon como erizos. Gracias a esto, pudimos saquear el reino tanto como quisimos. - Quémenlo todo. Independientemente de que la milicia civil se atrincherara en una fortaleza y la defendiera, no podían arrastrar sus casas y posesiones hasta ella. Siempre que encontrábamos algo de valor que pudiera generar ingresos, nos apoderábamos de ello sin dudarlo. Todo lo que era demasiado grande para llevárnoslo simplemente lo incendiábamos. Las zonas que no estaban fortificadas, tenían poca importancia estratégica y estaban sin desarrollar, fueron totalmente devastadas. Una inevitable tormenta de sangre y fuego arrasó esos lugares. La “Estrategia de Elizabeth” exigía sacrificios a todas las regiones, excepto a ciudades como Altoran. Aunque la estrategia de Elizabeth era eficiente, tenía un coste aterrador. Al verse al final sacrificados, los campesinos y sus representantes criticaron con vehemencia al ejército real. Al final, no tuvo más remedio que conducir a sus tropas a la batalla. Aquí surgió un problema. Con un ejército de unos 20.000 soldados, Elizabeth nos mantuvo a raya. Sólo nos mantuvo a raya y no nos atacó. Sus tropas nos disparaban flechas de vez en cuando para impedir que saqueáramos como quisiéramos. Durante esto, una de nuestras fuerzas destacadas cayó desafortunadamente en el cerco de Elizabeth. Esta fue probablemente una oportunidad perfecta para ella. Sin embargo. - ¡Sin bajas, Su Alteza! Por alguna razón, Elizabeth dejó escapar a nuestra fuerza destacada. Elizabeth afirmó que los dejó ir por “error”. El pueblo de Cerdeña se enfureció por esta lamentable conducta.

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DD - Capítulo 383

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Capítulo 383
El Encuentro de 2 Heroínas (XI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Sólo unos pocos días después, el Imperio de Anatolia decidió enviar un ejército a gran escala. Para ser exactos, no era un envío de su ejército. Se había contratado a un gran número de mercenarios bajo el nombre de Elizabeth. El problema era la escala. 15.000 mercenarios estaban siendo enviados a Cerdeña desde el Imperio de Anatolia. Había rumores de que esto también era sólo el primer lote. Según el ministro de asuntos exteriores de Anatolia, eran más que capaces de enviar un segundo y tercer lote de tropas. - ... Golpeé con el dedo la mesa de mi despacho. Algo era extraño. Hasta ahora, creía que Elizabeth se unía a la contienda para ayudar a Cerdeña. Sin embargo, ¿ahora dependía de una potencia exterior en esta situación? En este escenario, incluso si el Reino de Cerdeña saliera victorioso, se encontraría profundamente endeudado con el Imperio de Anatolia, tanto directa como indirectamente. Esto les colocaría en una posición políticamente limitada, que posiblemente les obligaría incluso a ceder una ciudad o algo de valor similar. En la actualidad, la confianza en el Reino de Cerdeña se ha perdido por completo en términos de diplomacia internacional. La participación de la República de Habsburgo podía justificarse en cierto modo como la acción de una nación aliada; sin embargo, la innegable participación de un tercero como Anatolia significaba que la opinión de la comunidad internacional daría la espalda a Cerdeña. ‘Fue Elizabeth. Seguro que ella les convenció.’ La familia real de Cerdeña debió quedar muy conmocionada por la muerte del Gran Duque de Florencia. En medio de su desesperación, pensando que serían derrotados sin posibilidad de luchar, Elizabeth debió tentar a la familia real. Ella los convenció de que podrían cambiar las tornas si involucraban al Imperio de Anatolia... El acuerdo entre Cerdeña y Anatolia ya estaba cerrado. Anatolia les proporcionó tropas mientras que Cerdeña debió ofrecer algo con menos valor que las regiones de Piacenza, Parma y Milán... En otras palabras, algo que consideraron mejor que perder contra nosotros. ¿Qué era ese algo? Si no podemos averiguarlo, las intenciones de Elizabeth y los objetivos de Anatolia seguirán sin estar claros. Desprecio enormemente ir a la guerra en condiciones tan inciertas. - ... No fue otra que Elizabeth quien medió en su trato. En otras palabras, este acuerdo fue algo que benefició enormemente a Elizabeth. Si no fuera así, no se habría esforzado en persuadir a Cerdeña para que involucrara al Imperio de Anatolia. ¿Qué podía beneficiar a Elizabeth? Este era el punto clave. Después de un tiempo considerable, murmuré para mí mismo. - Ya veo. Van a ceder Venecia. Cerdeña prestará o cederá Venecia a Anatolia. Esta era la condición de su contrato. Estaba seguro de ello. En primer lugar, desde la perspectiva de Cerdeña, la entrega de Venecia podría parecer un acuerdo más barato que perder Milán-Piacenza-Parma por completo. Podrían verlo como el precio de la victoria en la guerra. En segundo lugar, desde la perspectiva de Anatolia, ganar una ciudad importante y un centro de comercio sería sin duda ventajoso. En tercer lugar, Elizabeth... Si Venecia se convierte en parte de Anatolia, la República saldría del aislamiento. Podrían relacionarse libremente con otros a través de Venecia. Significaría tener un puerto amigo a su alcance. Había otra cuestión aquí. ¿Por qué eran 15.000 mercenarios? Si de verdad querían ganar la guerra de forma decisiva, desplegar unos 50.000 soldados habría sido lo correcto. Poder obtener Venecia prestando 50.000 soldados no era un trato desfavorable. 15.000 es un número demasiado vago. No es suficiente para abrumarnos de ninguna manera. ‘¿Podría ser que Elizabeth crea que puede derrotarnos fácilmente si combina sus 15.000 con los 15.000 de Anatolia para hacer un total de 30.000 soldados? No puede ser. Elizabeth era conocida como la legendaria líder mercenaria. Ya debe haber reconocido la destreza de Laura. Superar a Laura en una guerra no es en absoluto una tarea fácil. En ese caso, sólo había una conclusión.’ - No tienes intención de ganar, Elizabeth. Las comisuras de mis labios se levantaron. Sabía lo que estaba pensando. No pensé que nos atacaría así. ¿Debería decir que esto estaba más allá de mis expectativas? ¿O debería decir que fue inesperado? ‘Está bien, Elizabeth. Voy a ir junto con su intención de una vez. Veamos hasta dónde puedes seguirme la corriente.’ Activé el orbe mágico de mi escritorio. Poco después, una niebla blanca fluyó junto con la imagen de un individuo. Era la Santa Longwy. - Ha pasado mucho tiempo. ¿Has tenido éxito reclutando tropas? Espero que mi hija adoptiva haya sido de ayuda. - En efecto, ha pasado tiempo. Daisy es muy capaz. Pudimos reclutar a los mercenarios con facilidad gracias a ella. Es tan bondadosa que no puedo creer que sea tu hija. Sin querer, solté una carcajada. ‘¿De buen corazón? ¿Quién lo era? ¿Daisy? Debe estar bromeando. Nunca he conocido a un ser humano tan malvado como Daisy en toda mi vida.’ - Si no hay asuntos urgentes, no deseo particularmente hablar con usted. - ¿De veras? La verdad es que me gusta mucho hablar contigo aunque no haya asuntos urgentes. ¿Ha cenado? El cielo aquí en Cerdeña está despejado, así que es bastante agradable. - Cuelgo. Parecía que iba a colgar, así que levanté la mano para detenerla. - Comprendo. Iré directamente al grano. Santa Longwy, es hora de moverse. - ¿Estás seguro? ¿No es un mes antes de lo previsto? La expresión de la santa de pelo naranja se volvió seria. - El plan ha cambiado. ¿Quién habría esperado que el Imperio de Anatolia se involucrara tan activamente? Gracias a eso, nuestro calendario se ha adelantado. En este momento, ningún país puede criticarnos aunque hagamos nuestro movimiento. - Pero aún no he contactado con Su Alteza la Reina... - Puedo asegurarle que Su Alteza, la Reina de Bretaña, estará muy complacida de entrar en acción, aunque sea por un día. Se rumorea que hay malestar entre los nobles de su país. Debe estar preocupada ya que parece que podrían intentar iniciar una revuelta. - ... - La ambiciosa campaña para capturar el Imperio Franco terminó en un fracaso, y ahora su camino hacia la expansión continental ha quedado completamente bloqueado debido al humillante tratado que tuvieron que firmar. Estoy seguro de que el descontento entre los nobles no se detendrá aquí. Aaah, es lamentable. - ¿Qué estás tratando de decir? - Estoy sugiriendo que ella debería estar tratando de reunir el favor de los nobles en este momento, ¿no? Deben ser seducidos con regalos. Santa Longwy, su amada reina está ahora en un estado de urgencia. Por favor, póngase en contacto con ella de inmediato. La Santa se quedó en silencio. No se negará después de tanto tiempo, ¿verdad? La Santa también tiene que decidirse. Esto fue como un derrumbe. Una vez que empieza a desmoronarse, hay que empujarlo hasta el final. Al cabo de un minuto, la Santa me miró con renovada determinación. - No, no hace falta pedir permiso a Su Alteza la Reina. Yo haré el informe. - ¿Oh? ¿Estás diciendo que tú asumirás toda la responsabilidad? La Santa habló claro y alto. - Sí. Sería cobarde entregar toda la responsabilidad a otra persona. Seré yo quien empiece. A partir de hoy, nuestro Reino de Bretaña participará en la guerra de su nación.
* * *
- ¡Su Excelencia! ¡Tengo un asunto importante que informar! Kurtz Schleiermacher irrumpió en el despacho habilitado en Florencia. Contrariamente a su urgencia, la expresión de Elizabeth era sombría. Tenía los pies sobre la mesa y los ojos pegados a unos documentos. - Estás armando un escándalo. ¿Hay algo en el mundo que no sea importante para ti? - No, no es momento para bromas. El Imperio ha entregado Génova a otra nación. - ... Elizabeth bajó las piernas y se sentó derecha. - Eso sí que es “significativo”. Continúa. - ¡Era Bretaña! ¡Maldita sea! Su Excelencia, se lo dieron a Bretaña. ¡Esto ni siquiera es gracioso! Kurtz se había apresurado todo lo que pudo para entregar este informe, así que estaba recuperando el aliento al tiempo que rechinaba los dientes. Elizabeth se sorprendió un poco. Era raro ver a Kurtz tan alterado. - Bretaña debería carecer de causa para implicarse directamente en la guerra. ¿Qué ha pasado? Kurtz consiguió calmar su respiración mientras daba su informe. - Para ser precisos, no fue Bretaña. Fue la Santa Jacqueline Longwy. La primera Santa oficial del Templo de Atenea. El Imperio cedió Génova a la santa a título humanitario. Como sabes, el Imperio no necesita prisioneros. Al parecer, iban a vender a los habitantes de Génova como esclavos, como en su día ocurrió con Pavia. Las ciudades del sur del Imperio Franco habían expresado su deseo de comprarlos... - Pero la Santa intervino. Elizabeth pudo imaginar inmediatamente cómo se desarrollaba la situación. Los ciudadanos eran vendidos como esclavos en masa y las ciudades francas se adelantaron para comprarlos. En un momento desesperado, cuando todo parecía perdido, la figura pacifista y conciliadora de la Santa Jacqueline Longwy intervino y dijo “¡No!” Qué escenario tan brillante. - ¿No piensas lo mismo, Kurtz? - Bastante. Las ciudades del sur del Imperio Franco están en deuda con la Santa, así que se echaron atrás discretamente. Entonces el Imperio se quejó de cómo una Santa estaba interviniendo en una guerra entre naciones... - Y el Templo de Atenea debió de pagar por los esclavos. Elizabeth sonrió y Kurtz dejó escapar un suspiro. - ¿Ya lo sabías? - No. Lo considero un drama excelentemente orquestado. Una historia digna de la astuta pluma de Dantalian. Me preguntaba a qué bando iba a traer, pero ha sido a Bretaña, ¿eh? Entonces, ¿qué pasó con Génova? Kurtz ni siquiera trató de ocultar su disgusto al hablar. - ¿Tienes siquiera que preguntarlo? Nos salvó la Santa. Sin ella, nos habrían vendido como esclavos. Después de todas estas obras hidráulicas... el Imperio sugirió que si el Templo de Atenea iba a ir tan lejos, entonces deberían comprar la ciudad entera en su lugar. El Templo aceptó la oferta. Como resultado, sólo la propiedad de Génova pasó del reino a la iglesia. Todos los derechos y propiedades de los ciudadanos permanecieron intactos. Kurtz Schleiermacher añadió que la reputación de la Santa Longwy se había disparado hasta cotas inimaginables gracias a este logro. Últimamente, las acciones de la Santa han sido implacables. Gritando a favor de la paz continental y la armonía racial, la Santa había concluido varias negociaciones. Incluso escapó por poco de un atentado suicida durante la anterior reunión de representantes republicanos. Una Santa dedicada a la paz y dispuesta a sacrificarse por ella... esa es la impresión que la gente tiene de ella. Su verdadera identidad era la informadora del Reino de Bretaña. Era una imagen distorsionada que había sido manipulada de principio a fin por Dantalian, que buscaba explotar la religión. La Santa se dejó utilizar voluntariamente por él a cambio de ciertos beneficios para el Reino de Bretaña. - La cuestión es el hecho de que tanto el Templo como la Santa no tienen fuerza militar. Su Excelencia, ¿sabe a quién pidió refuerzos la Santa Longwy? Elizabeth pudo responder fácilmente a la pregunta de Kurtz. - Henrietta. La Reina de Bretaña, Henrietta de Bretaña. Una gobernante conocida por haber designado a la Diosa Atenea como su religión oficial y también por su profunda amistad personal con la Santa. La única persona a la que la Santa Longwy había jurado sinceramente su lealtad. Una risita se escapó de entre los labios de Elizabeth. - Así que este era el objetivo de Dantalian. Al igual que yo sabía que iba a iniciar una guerra, él también sabía que yo participaría. Como sabía que nuestra República se involucraría, sabía que el Imperio obtendría una razón justificable para atraer a otra tercera parte. Kurtz colocó una pila de papeles sobre el escritorio con un ruido sordo audible. - Odio admitirlo, pero parece que su predicción era correcta, Su Excelencia. Aquí está la lista de las tropas que la santa Longwy había reunido personalmente. Las negociaciones concluyeron ayer, pero de alguna manera, ya ha reclutado a más de 4.000 mercenarios. Todos ellos son soldados de caballería. - Qué increíble sincronización. - Según su declaración oficial, originalmente iban a ser enviados a la Mancomunidad Polaco-Lituana para mantener el orden público. Eso es obviamente una mentira. ¡Su Excelencia, el Imperio tenía la intención de involucrar a Bretaña desde el principio! Con esto, las fuerzas militares de todo el continente convergieron en Cerdeña. Los ejércitos del Imperio de Habsburgo, el Reino de Cerdeña, el Imperio de Anatolia y el Reino de Bretaña... Elizabeth cerró los ojos en silencio. ‘Muy bien, Dantalian. Te perseguiré hasta el final.’ Elizabeth y Henrietta terminaron de pie en campos opuestos. Una sonrisa creció en el rostro de Elizabeth mientras sólo podía sentirse profundamente impresionada por el hombre que logró elaborar un guion tan elaborado. Y así, la segunda Guerra del Crisantemo tomó un giro rápido hacia una ruta inesperada, cogiendo a todas las naciones con la guardia baja.

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DD - Capítulo 382

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Capítulo 382
El Encuentro de 2 Heroínas (X)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Nuestras fuerzas, la alianza Spezia-Habsburgo pronto se dirigió a Génova. Nadie sabía aún que Spezia había traicionado al reino. Cuando llegó una flota con las banderas de Cerdeña y de la familia Medici, el pueblo de Génova ni siquiera consideró la flota como una amenaza. Entramos rápidamente en el puerto con un sinfín de preguntas bombardeándonos a través del orbe de comunicación. - ¿Qué ocurre? ¿Por qué han regresado ya? ¿Ha pasado algo con nuestros aliados? - Dense prisa y abran las compuertas. Es una orden de Su Alteza el Gran Duque. Nuestras fuerzas quedaron atrapadas en la Ira de Poseidón. ¡Infórmale al alcalde de Génova que el plan para ayudar a Spezia ha fracasado! - Imposible... No, entiendo. Pero necesito una orden directa de Su Alteza el Gran Duque para abrir las compuertas. Le pido disculpas, pero... - ¿Me llamaste? Di un paso adelante. Utilizamos los magos de antemano para lanzar un hechizo de ilusión sobre mí. Como también era necesario imitar su voz, abrimos la garganta del Gran Duque para comprobar sus cuerdas vocales. Esto estaba bien. Probablemente no habría diferencia si manipulábamos su garganta después de haberlo decapitado. - Es como el oficial informó, portero. Date prisa y abre las puertas para que pueda dejar descansar a mis agotados hombres. - Entendido, Su Alteza. Gracias por seguir el procedimiento. ¡Por la gloria eterna de Medici! “Gloria eterna”. Ese era el lema de la familia Medici que se había transmitido por generaciones. Levanté las comisuras de los labios. - En efecto. Por la gloria eterna de los Medici. Se abrieron las compuertas que protegían el puerto de Génova. En esta época, los puertos se gestionaban de forma estricta, ya que estaban rodeados de murallas. En el caso de Génova, había un total de 5 entradas y salidas. Con los remos, se formaron 5 líneas. La flota de 30 navíos entró por las compuertas sin ningún problema. - Le damos nuestra más sincera bienvenida a Génova, Alteza. ¡El pueblo de Génova promete servirle en todo momento! El alcalde se dirige en estos momentos a saludar a Su Alteza. - Parece que sería mejor que me tomara mi tiempo para bajar del barco. - Estamos realmente agradecidos. El alcalde no olvidará la amabilidad y consideración de Su Alteza. El portero habló con cara de asombro. Era un perro bastante bien adiestrado. Esto probablemente indicaba que el alcalde también era bastante capaz. En contraste con los ineptos nobles del Imperio, el personal de Cerdeña parecía bastante impresionante. - Los nobles de Cerdeña parecen ser competentes. Laura susurró a mi lado. ‘Y tenía razón. Sus nobles son competentes, los plebeyos están entrando poco a poco en las filas de los burócratas y, en general, es una nación favorable al republicanismo...’ Una sonrisa se formó sola en mis labios. ¿No tienen literalmente un país ideal? Cerdeña. Si has cometido un error crucial, fue sacrificar a cierta chica. Ofreciste como cordero al tipo de humano que nunca debería haber sido sacrificado. Probablemente quieras justificarlo diciendo que no lo sabías y que fue un mero descuido. En ese caso, debes aceptar en qué se ha convertido ese error. - Disculpe la espera, Alteza. El alcalde ha llegado al muelle. - Ya lo veo. Por curiosidad, ¿desde dónde gestionan los barcos? - Estoy en lo alto de la torre a la derecha del barco de Su Alteza. ‘¿Creía que el Gran Duque estaba mostrando interés por él? Su voz desbordaba alegría.’ Me reí suavemente. - Gracias por su duro trabajo. Me ha conmovido profundamente tu amabilidad. Te haré un pequeño regalo. - ¡Oh, gloria eterna! ¡Su Alteza, su excelencia no tiene límites! - Ruego que sea de su agrado. Levanté mi mano derecha. En ese momento, un oficial gritó en voz alta. - ¡Fuego! Nuestros magos desataron simultáneamente sus hechizos. Algunos apuntaron hacia el muelle donde el alcalde había salido con sus vasallos, mientras que otros apuntaron a los barcos atracados uno al lado del otro en el puerto. Otra parte de los hechizos se dirigió velozmente hacia la torre donde residía el guardián de la puerta. Ni siquiera tuvieron la oportunidad de gritar. El alcalde y sus vasallos estaban completamente envueltos en llamas. El puerto se convirtió rápidamente en un infierno mientras las llamas envolvían los barcos. Con el derrumbe de la torre, desapareció el último mando central para controlar esta situación. Laura dio una orden adicional. - Erradíquenlos. El destino de los 70.000 civiles que residían en Génova se decidió por esa única línea. Nuestros mercenarios estaban curtidos en matanzas y saqueos. No se apresuraron a atacar la zona residencial imprudentemente. Primero tomaron estratégicamente las torres del castillo de Génova y las bóvedas de armas. Se aseguraron de masacrar a los pocos guardias que les quedaban. Ante el terror, los seres humanos tienen 2 opciones. Una es sumirse en la desesperación y rezar a los dioses, mientras que la otra es llenarse de determinación desesperada y resistir hasta el final. Por ello, entre las cosas que infunden una determinación notable en los humanos se encuentran las formaciones defensivas bien organizadas, las murallas y torres que pueden protegerse temporalmente, y las armas empuñadas con firmeza. Si los mercenarios se distraen intentando asaltar las casas que pertenecen a los ricos, las fuerzas rebeldes se verán enardecidas por 1 de los 3 elementos mencionados para contraatacar. Esto no es en absoluto una buena noticia para los mercenarios. Los mercenarios verdaderamente bien entrenados saben posponer el “festín” por un tiempo. Los mercenarios de Helvética bajo el mando de Laura claramente sabían hacer esto último. 40 minutos después. Todas las torres y bóvedas de armas de la ciudad de Génova fueron tomadas. La muerte del alcalde y sus vasallos al principio fue lo que asestó el mayor golpe a la ciudad. La mayoría de los capitanes de la guardia se rindieron una vez que perdieron a su líder. - ¡Cierren y aseguren las puertas! Con esto, los ciudadanos no tenían forma de escapar. Actualmente teníamos alrededor de 3.200 soldados. Esto no era suficiente para manejar toda la gente de Génova. Por lo tanto, Laura y yo decidimos usar nuestra carta fuerte. Ordenamos a los magos bombardear la ciudad indiscriminadamente. La magia es algo que la gente normal tanto teme como se maravilla. Es un método de violencia contra el que no pueden hacer nada. Los edificios se derrumbaron y las zonas residenciales ardieron. Los civiles gritaban mientras intentaban huir a algún lugar al que las llamas no pudieran llegar. Era como si les diéramos caza. Nuestro ejército empujó gradualmente a los civiles desde el este hacia el oeste. Aunque había muchos ciudadanos armados con espadas y escudos personales, les resultaba imposible hacer retroceder a nuestros mercenarios, que iban armados con lanzas largas. Nuestros mercenarios prácticamente no sufrieron bajas. Hubo un soldado que sufrió una quemadura en el brazo derecho debido a un leve fallo de magia, pero ese fue el alcance de los daños que recibimos. Finalmente, los ciudadanos se vieron obligados a reunirse en la puerta occidental de Génova. - ¡Muévanse! ¡Quítense del medio! - ¡Maldición, abran la puerta! ¿Por qué no se abre la puerta? Unas 70.000 personas se habían reunido en un solo lugar. Los de fuera empujaban a los de delante para acercarse a las puertas de la ciudad, y los ciudadanos que eran empujados al suelo morían pisoteados por cientos de pies. Se estaba recreando una escena de pandemonio. ¿Notaron algunos de ellos que algo no iba bien? Algunos de los ciudadanos intentaron darse la vuelta y huir, pero una hilera de lanzas les apuntaba desde atrás como un muro. Los civiles no tenían a dónde ir. - ¿Qué le parece, Duquesa? ¿Deberíamos decirles que se rindan ahora? Laura negó con la cabeza. - Se puede decir fácilmente que su número supera los 50.000. Eso es demasiado. Sería demasiado difícil para nuestras tropas manejar ese número ahora mismo. - Hmm. Se convertirá en un problema diplomático si masacramos a civiles desarmados. Nos criticarán por ir demasiado lejos. Pavia fue una excepción. Teníamos nuestros caballos uno al lado del otro mientras intercambiábamos una conversación informal. Si nos miraras de reojo, probablemente no pensaras que estábamos discutiendo el destino de 70.000 vidas. - ¿Qué te parece esto? Sólo capturaremos a los ciudadanos que nos juren lealtad completa. - Incluso si juran lealtad con sus lenguas, ¿cómo podemos saber que no albergan puñales en sus corazones? Laura sonrió. - Aunque sus corazones estén llenos de veneno, si sus cuerpos están desarmados, no podrán hacer nada. Haz que todos los ciudadanos se desnuden. La orden se cumplió de inmediato. A los que deseaban rendirse se les ordenó desnudarse. Al principio, los civiles se quejaron con vehemencia. Por supuesto, fue una lucha inútil. Se callaron solos en cuanto les obsequiamos con un par de bolas de fuego. Un individuo se quitó la ropa con vacilación. Una vez que lo hizo, otros pronto siguieron su ejemplo. - No desnuden a los nobles. - ¿Es necesario que seamos tan considerados? - No estamos siendo considerados. Cuando se acorrala a un grupo, siempre hay que dividirlo en 2 bandos. Lo mejor sería alborotarlos haciéndoles creer que sólo los nobles reciben un trato especial. Así, todos fueron despojados excluyendo al pequeño número de nobles y sacerdotes. La visión de decenas de miles de hombres y mujeres caminando en fila india en ropa interior era realmente espectacular. Era algo que había que presenciar con alcohol. Laura y yo nos maravillamos ante esta obra maestra de la historia mientras intercambiamos copas de vino. - ¿Cómo piensa manejar Génova ahora, Conde Palatino? - Bueno, creo que ya es hora. Me relamí los labios empapados de vino. - ¿Oh? ¿No es el momento un poco prematuro? La República de Habsburgo se ha unido a la refriega. Ellos fueron los primeros en romper la etiqueta internacional, así que nosotros no tenemos ninguna obligación de mantener la etiqueta. Estoy deseando ver qué expresión pondrá Elizabeth. Ah, sólo imaginarlo es bastante agradable. - ... Laura no respondió. Me volví hacia ella por curiosidad y la vi mirándome sin comprender. - ¿Duquesa? - ¿Eh? Ah, ya veo. A mí también me hace ilusión. Laura volvió rápidamente en sí y sonrió. - Por cierto, Conde Palatino... siento como si... no hubiera estado tan activo últimamente... Incliné la cabeza. Después de verla dudar y mirar a su alrededor, comprendí lo que intentaba decir. Se refería a la disminución de nuestras relaciones sexuales. - ¿No lo hicimos el otro día? - Sí, pero lo que estoy diciendo es... no lo hicimos ayer. Probablemente mi mirada parecía la de un pervertido. - Antes te quejabas de que siempre me comportaba como un perro en celo, pero ¿ahora te quejas de que no pudimos hacerlo en un día? Había oído que el deseo carnal de las mujeres aumenta a medida que envejecen, pero no sabía que usted ya había llegado a esa edad, duquesa. - Uuug, eso no es... ¡Como quieras! ¡No importa, entonces! Laura giró la cabeza molesta. Yo sonreí con picardía. Y, con un gesto fingido, derramé “accidentalmente” vino sobre el atuendo militar de Laura. - ¡¿Q-Qué estás haciendo?! Hablé en voz alta para que los capitanes mercenarios que nos rodeaban pudieran oírme. - Oh, vaya. Mis disculpas, Duquesa. Parece que accidentalmente le he hecho algo grosero a su uniforme. Lo siento mucho. ¿Cómo hemos podido dejar que la comandante suprema de nuestras fuerzas se quede así? Venga, vamos a cambiarte. Te escoltaré personalmente ya que este fue mi error. No, no, por favor, no te niegues. Si se niega, no podré dormir esta noche debido a mi culpa. Baronesa de Blanc. - ¡Ah, sí! Excelencia. La baronesa de Blanc, que había estado escuchando casualmente nuestra conversación, se tensó de repente y saludó. Como nota al margen, la Baronesa de Blanc se había convertido en la más leal sirvienta de Laura y mía. - Me marcho un momento con la Comandante Suprema. Asegúrate de vigilar estrictamente a los prisioneros. ¿Entendido? - ¡Entendido! - Bien. Asentí satisfecho. Laura parecía desconcertada, pero la arrastré a la fuerza. La ciudad parecía un pueblo fantasma por lo silenciosa que estaba desde que habíamos obligado a los civiles a marcharse. Ordené a nuestros guardias imperiales que estuvieran alerta mientras me dirigía a la plaza con Laura. No había nadie en la ella. Lo único que se movía en esta plaza desolada era la fuente que seguía escupiendo agua. - ¿Señor? ¿Por qué estamos aquí...? - ¿Lo sabías, Laura? Esto es algo que he querido hacer desde hace tiempo. Despreocupadamente acerqué a Laura a la fuente. - He querido violarte en medio de una ciudad. - ¿Qué estás diciendo...? - Y parece que se nos ha presentado el momento y el lugar perfectos. Laura pareció darse cuenta de la gravedad de la situación y empezó a luchar. Sin embargo, sujeté con fuerza los hombros de Laura y no la solté. Entonces le susurré al oído. - Duquesa, los soldados podrían vernos si no somos rápidos. - ¡Realmente eres un pervertido, Señor! ¿¡Cómo se te ocurre hacer algo así el mismo día que mataste a decenas de miles de personas!? ¡Y en el centro de la ciudad que capturó, además...! Antes le disgustaba porque lo hacíamos demasiado, antes le disgustaba porque no lo hacíamos lo suficiente, y ahora que me ofrezco a hacerlo, no quiere volver a hacerlo. Puede que sea un hombre amable y generoso, pero hasta yo puedo enfadarme un poco. Estaba molesto, así que no acepté ninguna pregunta y le robé los labios. Fue simple después de eso. Los 2 aniquilamos al ejército de 13.000 soldados del Reino de Cerdeña, masacramos civiles y arrasamos una ciudad. Luego, después de todo eso, nos sentamos en una plaza vacía. Incluso yo debo admitir que somos una pareja ridículamente bien emparejada. ¿No estás de acuerdo?

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DD - Capítulo 381

A+
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Capítulo 381
El Encuentro de 2 Heroínas (IX)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Una batalla naval se desarrolló en las aguas cercanas a Spezia. El oponente era el ejército real de Cerdeña, que estaba hecho jirones tras luchar contra monstruos. Nuestro bando consistía en una flota unida entre Spezia y el Imperio comparable a un arenque recién pescado. Spezia nos notificó su deseo de traicionar a Cerdeña al día siguiente de la muerte del marqués Rudy. Todos menos uno de los vasallos del Marqués eligieron traicionar a Cerdeña. El caballero capitán fue el único que mantuvo su lealtad a la familia real, pero por desgracia, sus compañeros lo mataron. El marqués era sin duda un buen señor. Tras su muerte, sus vasallos, la asamblea de ciudadanos y los campesinos se enfurecieron. Un pequeño empujón en la espalda fue todo lo que necesitaron para hacerles cooperar. - ¡Ueeegh, uuegh! Y actualmente, estaba experimentando el más alto grado de mareo. - Parece que la dignidad del Conde Palatino se derrama por toda la cubierta. ¿Es tan difícil para ti? - Uf. Ahora que lo pienso, es la primera vez que salgo al mar... ¡Ark! - No sólo las olas son tranquilas, sino que ésta es una galera de 5 niveles. No hay mucha gente cuyas piernas marinas sean tan débiles como las tuyas. Laura chasqueó la lengua como si estuviera mirando a alguien patético. Era algo que yo también estaba aprendiendo hoy por primera vez. Era la primera vez que montaba en un barco oceánico desde que llegué a este mundo. En otras palabras, mi cuerpo no había tenido ninguna experiencia previa con el mar. Mis entrañas se sentían como revueltas. - Si es necesario, podrías pedirle a un mago que lance un hechizo que pueda ayudar... - No. ¡No podemos desperdiciar su maná en algo tan innecesario! Actualmente, los magos eran básicamente la totalidad de nuestro poder militar. Los avezados mercenarios de Helvética no tienen rival en tierra, pero son relativamente inexpertos cuando se trata de batallas navales. Aunque no todos estaban tan afectados como yo, era evidente que varios de ellos también lidiaban con la incomodidad del mareo. El número de nuestros barcos también era inferior al del enemigo. A pesar de haber librado ya una batalla, aún conservaban unos 60 navíos. En cambio, nosotros sólo contábamos con 35 navíos desde el principio. Esta discrepancia se debía al hecho de que, en comparación con Spezia, Génova era un bastión marítimo mucho mayor. Además, nuestra flota estaba compuesta en su mayor parte por galeras de 2 a 3 niveles. ...Obviamente, es preocupante, ya que la flota enemiga cuenta en su mayor parte con galeras de 5 niveles. En un escenario típico, entrar en una batalla como ésta sería como hacer una apuesta arriesgada. Sin embargo había 2 variables. En primer lugar, las fuerzas enemigas estaban agotadas. El ejército del reino acababa de luchar desesperadamente durante las últimas 3 horas. Debían de estar completamente fatigados, apenas les quedaban fuerzas para blandir una espada. En segundo lugar, las reservas de maná del enemigo debían de estar ya completamente agotadas. Por eso utilicé krakens y el Leviatán. Les incité a gastar su maná en estas criaturas. Confirmamos que el enemigo no tenía fuerzas para lanzar más hechizos. Los restos de los subordinados de Valefor hicieron un excelente trabajo. Con esto, aquellos que solían ser subordinados del traidor serán reconocidos como inocentes bajo mi garantía. - En vez de usar un hechizo trivial como ese, deberían concentrarse en atacar al enemi... ¡Ueegh! - Sólo ver su tenacidad por la victoria me cansa, Señor. Laura sacudió la cabeza. Mientras estábamos enfrascados en esta discusión trivial, la distancia entre las 2 fuerzas disminuía gradualmente. La armada del Reino estaba exponiendo sus flancos ante nosotros. Esto se debía a que la mayoría de sus barcos habían perdido los remos. Excluyendo sus velas, no tenían ningún otro medio para controlar su dirección y velocidad. Laura casualmente levantó su mano derecha. - Esta es una orden para nuestros magos. Húndanlos. 36 magos comenzaron a cantar sus hechizos al mismo tiempo. Bolas de fuego se elevaron a través del aire salado. La escena parecía fluir lentamente. Aparecieron muros azules para detener las bolas de fuego, pero como mucho, sólo se detuvieron 10. Las 25 bolas de fuego restantes golpearon los barcos sin problemas. El resultado era obvio. Un capitán ordenó sin pensar a sus hombres que abandonaran el barco. El barco se partió perfectamente por la mitad, así que incluso los marineros que se negaron a abandonar el barco no tuvieron más remedio que hacerlo. Hubo soldados que por mala suerte fueron alcanzados por una bola de fuego directamente y fueron pasto de las llamas. Los mares de Spezia se convirtieron en un infierno. - Es unilateral. Laura murmuró en tono plano. Tal y como había señalado, la batalla avanzaba de forma unilateral. Durante la primera ronda, se lanzaron unas 10 barreras, pero su número se redujo rápidamente a sólo 2 después de la tercera ronda. Incluso estas 2 barreras desaparecieron en la sexta ronda. Los soldados del reino sardo quedaron indefensos ante nuestra magia. - ¡Nos rendimos! ¡Nos rendimos! ¿Eran incapaces de soportar el bombardeo? Un trozo de tela blanca se levantó de las vasijas. Laura se giró para mirarme. - ¿Qué haremos, Señor? - Los monstruos trabajaron muy duro esta vez. Creo que sería educado ofrecerles una comida. Sería problemático si el Reino se enterara de que utilizamos monstruos. Evitar que la información se filtrara podría no ser posible, pero al menos quería matar hasta el último testigo. Laura asintió. - Sin piedad. Tras escuchar la orden de Laura, los magos reanudaron sus ataques. Sin importar si se rendían o no, las bolas de fuego llovían sobre los barcos sardos sin piedad. El sonido de horrendos gritos resonó en el océano. - ¡P-Pero nos rendimos! ¿Por qué seguís atacando? - ¡Uahh! ¡Hijos de puta! ¡Nos rendimos! Nuestras tropas no reaccionaron mucho ante la situación. Nuestros mercenarios que eran conocidos por ser los segundos en crueldad, ya estaban acostumbrados a la falta de piedad de su comandante suprema. En cuanto a los remeros civiles de Spezia, parecían estar de buen humor mientras se reían del enemigo. La familia real de Cerdeña cometió un error. Mataron al marqués con demasiada brutalidad. Le arrancaron toda la carne, separaron las venas de los músculos y dieron sus huesos a los perros. Ese castigo fue demasiado brutal para alguien que era el señor de una región y el embajador plenipotenciario. Es obvio que el pueblo de Spezia se enfureciera. Una vez que se hizo evidente que no podían rendirse, la armada del Reino hizo un intento desesperado de un asalto final. Sin embargo, su lado sólo podía utilizar sus velas, mientras que nosotros teníamos remeros civiles en los que podíamos confiar. Esto hizo su asalto más inútil. Tanto si se lanzaban a un ataque suicida como si sucumbían a la desesperación y se quedaban quietos o intentaban escapar, el destino de las 60 galeras sardas estaba inevitablemente sellado. Se hundirían. - Mm. El sonido de los gritos me está calmando las entrañas. - ¿Qué clase de estómago tiene, Conde Palatino? Laura me dirigió una mirada agria. ‘¿Qué? No puedo evitarlo si es verdad.’ Después de una hora, sólo quedaba un barco a flote de la armada sarda. Era el barco comandado por el Gran Duque de Florencia. Era la única galera de 5 pisos que estaba decorada elaboradamente. Una bandera con un águila negra que representaba a la familia Medici ondeaba al viento. - Conde Palatino, ¿cómo debemos lidiar con eso? Me acaricié la barbilla. - Capturarlos como prisioneros sería realmente problemático, así que hundámoslos igualmente... es lo que me gustaría decir. Pero el estandarte de la familia Medici es un tesoro bastante atractivo. Tiene más valor histórico que monetario. Sería un desperdicio ofrecerle tal tesoro a Poseidón. - Mm. Estoy de acuerdo, pero no sería prudente enfrentarse a ellos en combate cuerpo a cuerpo. Estoy seguro de que ese navío lleva al menos 10 guerreros. Incliné la cabeza. - Pero eso tiene más valor que 1.000 vidas. Duquesa Farnese, ¿sabes que la actual emperatriz del Imperio Franco procede de la familia Medici, verdad? - Por supuesto, pero he oído que ella es de una línea lateral. - Me pregunto sobre eso. Si la línea directa muere, ¿no convertiría eso a la línea lateral en la directa? Los ojos de Laura se abrieron de par en par. Una leve sonrisa no tardó en dibujarse en sus labios. - Ya veo. ¿Planeas convertir el Ducado de Florencia en un régimen títere del Imperio Franco? - Si nuestro Imperio se hace con el control incluso del Ducado de Florencia, eso no sentaría bien a los países circundantes. Sin embargo, también sería un desperdicio ignorar una cocina perfectamente buena que se nos ha puesto delante. Estoy seguro de que podremos negociar algo bueno con esto. Laura rio entre dientes. - Realmente eres el diablo, Conde Palatino. Parece que debemos capturar esa bandera como sea. - Capturarla si es posible es mi honesto deseo. - Mi deber es cumplir fielmente los deseos del Conde Palatino. Sin embargo, no hay necesidad de entrar en combate cuerpo a cuerpo. Tropas, avancen hasta que el enemigo esté al alcance de nuestras flechas. ‘Oh Dios. Ella me llamó el diablo, pero el verdadero diablo está aquí.’ Nuestra flota de 35 naves avanzó lentamente. Una vez que alcanzamos cierta distancia, disparamos flechas a la nave enemiga. Miles flechas llovieron sobre ellos. - ¡Aahh! Ahhh! - ¡P-Perdónanos! ¡Por favor, perdonadnos la vida! Los soldados enemigos no pudieron resistir mientras caían uno a uno. Esto no era una batalla, era una masacre. Algunas de las tropas enemigas debieron darse cuenta de que no tenían ninguna posibilidad de ganar y optaron por saltar al océano. Puede haber una pequeña posibilidad de que alrededor de 15 de ellos afortunadamente sobrevivan y lleguen a la orilla. - Si no hay monstruos bajo el agua. Como mencioné antes, sería un problema para nosotros si alguna de las tropas enemigas sobreviviera a esta batalla. Era crucial eliminar a cada uno de ellos. Incluyendo al propio Gran Duque de Florencia, las 15.000 tropas del reino se hundirán hoy aquí. Poco después, no hubo señales de movimiento en el barco. Casualmente acercamos nuestra nave a la suya y abordamos su barco mientras estábamos rodeados de guardias. Señalé el estandarte y ordené. - Este es el tesoro más importante. Trátenlo con cuidado. - Sí, Excelencia. Nuestros soldados se acercaron rápidamente al estandarte y lo bajaron. También ordené que registraran el barco por si había algo más de valor. Quería al menos ganar lo suficiente para compensar las flechas gastadas. - Su Excelencia, el cadáver del Gran Duque Medici ha sido encontrado. Un oficial llegó con buenas noticias. - Espléndido. ¡Vamos a echarle un vistazo a su cara! - ¿Seguro que antes estaba mareado? Qué tontería. Mi cosa favorita en el mundo es observar la expresión de alguien justo antes de morir, y mi segunda cosa favorita es observar la expresión de alguien después de morir. Hay tanto contenido en esos momentos. - ... El Gran Duque estaba desplomado apoyado en el mástil. Tenía flechas en el cuello, el pecho, la cadera y el muslo. Sus ojos permanecían abiertos incluso en su último momento. Todavía tenía su bastón de mando agarrado con fuerza en su mano derecha. La cara que ponía... ¿era de arrepentimiento? Parecía una mezcla entre realización y arrepentimiento. Me encogí de hombros. - No es una cara especialmente interesante. Llévate su cabeza y guárdala en algún sitio. Estoy seguro de que podremos usarla en algún sitio. - Como ordene. El oficial sacó su hacha y se acercó al cadáver del Gran Duque. Soltó un gruñido mientras la blandía. 2 golpes fueron suficientes para hacer caer la cabeza del Gran Duque.
* * *
- ¡Su Alteza, por favor, escape! - ¡Malditos bastardos... ni siquiera están dispuestos a aceptar nuestra rendición! Era el pandemónium. Los guardias reales hicieron lo que pudieron para proteger al Gran Duque de las flechas. Sin embargo, el cuerpo humano tenía un límite. No había nadie capaz de desviar miles de flechas lloviendo por minuto. Una a una, las personas se desplomaron en la cubierta en rápida sucesión. En ese momento, el Gran Duque recordó la conversación que había tenido con cierta mujer.

- ¿Qué tal si hacemos una apuesta?

- ¿Una apuesta?

- Como usted ha considerado, puede seguir residiendo en Génova. Sin embargo, como medida de precaución, me dirigiré al sur, a Florencia. En caso de que el Imperio lance un ataque contra Génova, cambiaré mi rumbo rápidamente. Una vez que eso ocurra, apoyaré de todo corazón sus planes sin más objeciones.
Una flecha se coló entre los guardias reales y atravesó el hombro del Gran Duque. El cual frunció el ceño, pero no lanzó un grito de dolor.

- ¿Y si el Imperio se dirige hacia el sur como usted ha sugerido?

- Será mi victoria. Entonces tendrás que tener muy en cuenta mis opiniones a la hora de planificar futuras operaciones.

- ¿No hay nada más que quieras?

- Eso es todo.
‘Ya veo.’ El Gran Duque se lamentó profundamente en su mente. ‘¿Cómo no me di cuenta?’

- Está bien, Duque. Esta apuesta beneficiará al reino, independientemente de quién salga victorioso.

- Si yo gano, entonces el ejército de la Cónsul podrá avanzar desde el sur, permitiéndonos rodear al ejército imperial por ambos lados. Del mismo modo, la misma estrategia puede seguir aplicándose si yo perdiera esta apuesta. ¿No es así, Cónsul?
El Gran Duque comprendió por qué la Cónsul Elizabeth no se esforzó en responder. Sólo había una razón por la que no pedía nada más. Era porque sabía que el Gran Duque moriría. - Si el Gran Duque muere, todo el control sobre el ejército del Reino de Cerdeña recaería en la Cónsul. ‘Esta no es una guerra entre el Reino y el Imperio. Esta fue una batalla entre el Imperio y la Cónsul Elizabeth.’ Una flecha pronto se clavó en el muslo del Gran Duque. Su visión se hizo cada vez más borrosa. Ahora ni siquiera podía oír las voces de sus subordinados. Todo se sentía vacío, y todo se desvanecía rápidamente en el olvido. ‘Lo siento, Marqués. Por favor, acepte mi muerte como disculpa...’ Con un ruido sordo, una flecha penetró en su cuello. El sonido de algo inmenso derrumbándose resonó. Las llamas del corazón del Gran Duque, que habían estado brillando intensamente, ardían ahora con más intensidad que nunca. En ese momento, reveló todo lo que se había estado cuestionando, las cosas que odiaba y las que le gustaban, y las cosas de las que él mismo aún no se había dado cuenta. Sin embargo, fue sólo por un breve instante. Las llamas crecieron en un instante, sólo para desvanecerse con la misma rapidez, dejando al Gran Duque una vez más solo. Cuando las llamas desaparecieron, la oscuridad lo envolvió. Se sintió cómo el crepúsculo envolvía poco a poco su carne; antes de darse cuenta, todo su cuerpo estaba cubierto de sombras. Y entonces, todo quedó en silencio.

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jueves, 26 de septiembre de 2024

DH - Capítulo 187

A+
A-
Capítulo 187
Enojo (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Unos cuantos veteranos experimentados al lado de Ricardo ya se dieron cuenta de que algo no iba bien, así que inmediatamente se apresuraron a subir unos metros y apuntaron a Martham con sus rifles automáticos. Otro individuo le apuntó directamente con un misil penetrante de tanque de infantería. Aunque Martham no era un tanque, el tamaño de su cuerpo era lo bastante grande, la distancia lo bastante cercana y era bastante probable que acabara directamente con su vida. La sonrisa de ridículo en el rostro de Martham se hizo aún más nítida. Las balas del rifle automático cayeron sobre su cuerpo, pero fueron completamente inútiles. El blindaje se deformaba continuamente, pero seguía sin ser penetrado. De repente, su pie izquierdo dio un fuerte pisotón, y los soldados que estaban delante de Ricardo salieron despedidos por los aires debido a la fuerza que se transmitió repentinamente desde el suelo. Sólo Ricardo, debido a que su traje blindado era bastante pesado, consiguió elevarse sólo un metro antes de volver a caer. Durante todo este proceso, el cañón de la ametralladora de tiro rápido no dejó de disparar ni un solo instante, y el chorro de balas nunca se desvió de su objetivo. Se veía que Ricardo había conseguido llegar a Capitán no sólo gracias a su familia y a la suerte. Su calma y su habilidad para disparar parecían muy inferiores a las cualidades heroicas que debería tener un usuario de las habilidades de la Magia o del Dominio del Combate, pero junto con el equipo adecuado, la practicidad y el poder eran mucho mayores. Martham soltó un rugido grave. Una onda sonora informe proliferó inmediatamente hacia el exterior, haciendo que todos los soldados que estaban en el aire volaran hacia atrás. Incluso hubo algunos que expulsaron sangre mientras estaban en el aire. Ricardo también sintió como si su visión se oscureciera de repente y como si tuviera una enorme roca apretada contra el pecho. Un sabor a pescado le llegaba continuamente a la garganta y, en cuanto abría la boca, lo escupía. El mundo entero giraba de un lado a otro, lo que le impedía determinar su dirección y posición actual. Sólo podía confiar en sus propios instintos para disparar hacia una posición determinada. La corriente de balas continuó disparando con precisión hacia Martham. Justo cuando estaba a menos de 50 metros de Ricardo, 3 disparos desgarradores parecieron sonar al mismo tiempo, hasta el punto de que ni siquiera el cañón de tiro rápido de Ricardo pudo suprimirlo. Los disparos tenían sonidos diferentes, pero se notaba que procedían de un rifle de francotirador o de un rifle ajustado al modo de francotirador, así como el hecho de que eran balas especiales disparadas por rifles de la nueva era. En el momento en que sonaron, Martham ajustó ligeramente la parte inferior de su cuerpo y también bajó la cabeza. 2 llamas brotaron de su cintura, pero aun así no pudieron atravesar el chaleco blindado, y estaba claro que tampoco recibió muchos daños. Entonces, su cabeza se inclinó de repente hacia un lado y apareció una depresión en su casco. Parecía que si no se hubiera movido como lo hizo, esta bala habría disparado directamente a la oreja de Martham. Aunque su fuerza defensiva era poderosa hasta un nivel monstruoso, la cavidad de su oreja seguía siendo una debilidad vital. Este disparo era feroz y frío, y la precisión era tan espeluznante como la fuerza defensiva de Martham. El cual sólo había experimentado este tipo de francotirador una vez, y esa fue la última vez que fue alcanzado por el rifle de francotirador de Su. Además, Su era sanguinario e insensible. Martham podía sentir un anhelo de matanza en su cuerpo, un tipo de hostilidad hacia todas las formas de vida que hacía que los demás no pudieran evitar estremecerse. Martham dejó de moverse. Se dio la vuelta para mirar hacia el lugar desde donde se disparó la bala del francotirador. No prestó demasiada atención a los disparos que cayeron sobre su cuerpo. Ricardo cayó de espaldas. De la nariz y la boca le salían finos hilillos de sangre, y por un momento no pudo ponerse en pie. Muchas partes del traje móvil ya estaban dañadas, y los proyectiles del cañón ametrallador se habían disparado por completo. Se podía decir que el Ricardo actual no tenía fuerza de combate alguna. Los veteranos que tenía debajo le rodearon, y 2 de ellos le sacaron del traje. Los 6 restantes formaron una nueva línea de defensa. Sin embargo, todos tenían muy claro que frente al gigante Martham, que no parecía estar hecho de carne, esta línea de defensa era tan débil como una hoja de papel. Él sólo necesitaba soltar un rugido, y entonces todos ellos morirían en el acto. - Martham. Su apareció en el tejado de un edificio a 100 metros de distancia. En su mano izquierda había una tableta táctica, y su derecha se aferró a su rifle. - Su. Martham estiró el cuello. Sus ojos que estaban enfocados en Su parpadeaban con llamas. - ¿Quieres saber información sobre Malim? Su preguntó con calma. Poseía una frialdad e indiferencia demoníacas. - Dímelo. La respuesta de Martham fue simple y directa. Sabía que irse por las ramas era inútil contra Su. No le gustaba perder el tiempo, y a él le ocurría lo mismo. La mano izquierda de Su dio unos golpecitos en la tableta táctica, y entonces el reverso de la tableta liberó varios rayos láser, produciendo un holograma en el aire. Aunque Martham estaba lejos de él, y la salida de la tableta táctica era extremadamente limitada y tenue, Su creía que Martham podía verlo todo claramente. ¡Tong! Sonó otro disparo amortiguado y, a continuación, una ráfaga de chispas brotó del centro de la espalda de Martham. Sin embargo, el cuerpo de este gigante no pareció tambalearse ni una sola vez. Este disparo se originó desde varios miles de metros, y por el sonido del disparo, debería ser una Barrett modificada. Para Li, que sólo tenía habilidades elementales de francotirador sin ningún fortalecimiento de experiencia, lograr esto ya era toda una hazaña. Su dijo una simple frase. - Li, no dispares más. Luego no dijo nada más. Cuando vio que Su no mostraba ninguna preocupación, como si estuviera hablando con un extraño, Martham se sintió un poco decepcionado. Frente a este hombre que exudaba una frialdad glacial, no creía que pudiera utilizar a nadie para amenazarlo. Si Su no prestaba ninguna atención a la vida o muerte de los rehenes, entonces la acción de apoderarse de rehenes sólo se convertiría en una tarea extremadamente tonta. Martham sólo se estaría convirtiendo en un blanco excelente para ese rifle inconcebiblemente poderoso. En este momento, el holograma en el cielo ya comenzó a tomar forma. En la pantalla podía verse claramente una estación experimental en el centro de un laboratorio de la nueva era. Varios investigadores que vestían trajes sellados se movían rápidamente. Encima de la plataforma yacía el desnudo Malim, que parecía más un mono que una persona. Además, su cuerpo ya había sido desmembrado en más de 10 partes. Los investigadores tomaban continuamente pequeños trozos de tejido de su cuerpo, los colocaban cuidadosamente dentro de placas de Petri y los clasificaban con números antes de cargarlos en un carro. Desde este ángulo, se podían ver varios carros, y los carros estaban todos llenos de placas de Petri de diversos tamaños. Se podía imaginar que lo más probable era que todas las placas de Petri contuvieran tejidos de Malim. No era una escena inusual. Cuando cualquier criatura mutada valiosa acababa en manos de los humanos, siempre tenía este final. Sin embargo, bajo este tipo de atmósfera, era una visión especialmente horrible. - Malim... Martham inesperadamente no reveló ira, pena o cualquier otra emoción. Sólo murmuró el nombre unas cuantas veces en voz baja. Aparte de Su, nadie más conocía la relación entre Malim y Martham. Después de todo, la diferencia entre sus apariencias era demasiado grande. Sin importar qué tipo de reacción tuviera Martham, Su permaneció completamente indiferente mientras miraba fríamente a este gigante. Podía sentir una pena difícil de detectar en los ojos de Martham. Comprendía el significado de Malim para este gigante, de lo contrario no habría sido capaz de utilizarlo para herirlo gravemente. Cuando Martham se precipitó hacia Ricardo, Su sacó inmediatamente las imágenes de Malim. En ese momento, ni siquiera el propio Su sabía por qué había tomado ese tipo de decisión. Sin embargo, parecía que la eficacia de esta imagen era bastante obvia. Su no era tan frío y tranquilo como parecía por fuera. En realidad, su cuerpo estaba lleno de ansias, por Martham. Era un deseo instintivo que se originaba en cada célula de su cuerpo. En medio del cuerpo blanco como la nieve de Martham había un trozo de carne ensangrentada que aún emitía calor. Mientras tanto, ahora mismo, Su se sentía como un lobo que había pasado hambre durante todo el invierno. “¡Cómetelo! ¡Cómetelo!” Su casi podía oír cada célula dentro de su cuerpo gritando. Al final, formaron una corriente aterradora que golpeó contra la fría apariencia de Su. Era como si sintiera un tipo intangible de intimidación. La expresión de Martham se volvió extremadamente aguda y fría. Dijo fríamente. - Te haré pedazos. - ¿Es así? Su se rio. Su sonrisa parecía contener una expresión bastante extraña. Se dio la vuelta y desapareció entre las ruinas. Martham soltó un rugido que hizo temblar al mundo, provocando que los soldados de alrededor se desplomaran de nuevo en el suelo. Entonces saltó bruscamente hacia fuera, cubriendo varias docenas de metros de distancia y persiguiendo a Su con una velocidad que no tenía nada que envidiar a la suya.

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DH - Capítulo 186

A+
A-
Capítulo 186
Enojo (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Cuando el cañón de la ametralladora en las manos de Ricardo se detuvo, los soldados detrás de él se precipitaron inmediatamente hacia adelante y ocuparon las posiciones ventajosas. Entonces, los Escorpiones del Desastre quedaron cubiertos de balas. Su se estremeció interiormente cuando vio esto. La coordinación de Ricardo con sus subordinados era extremadamente alta, claramente no era algo que pudiera lograrse en sólo 1 o 2 días. El traje blindado móvil de Ricardo era extremadamente poderoso. Si estaba equipado con armas adecuadas, por ejemplo misiles de potencia comparable o incluso superior a la de los dragones de bronce, no tendría nada que envidiar a una Segadora. La superficie de la armadura del traje móvil parpadeaba con un resplandor verde ceniza. Las esquinas eran lisas y brillantes, y en la zona del pecho había un dibujo de un águila negra. Su recordó que no era el símbolo de la familia Fábregas, así que parecía que se trataba del escudo del propio Ricardo. De vez en cuando, las balas perdidas de los soldados de los Escorpiones del Desastre caían sobre la armadura móvil, pero todas sacaban grandes cantidades de chispas antes de rebotar hacia fuera. Hasta el punto de que 2 balas de francotirador de alta potencia impactaron contra el traje móvil, pero sólo dejaron tras de sí 2 rastros insignificantes. No pudieron atravesar la armadura en absoluto. Su se puso a pensar. Aunque la potencia de su propio rifle era mucho mayor que la de un rifle de francotirador normal, no se sentía seguro de poder atravesar este traje blindado móvil hecho de materiales desconocidos. Sin embargo, la armadura de Ricardo no cubría todo su cuerpo, y su cabeza seguía expuesta con sólo un casco que actuaba como una simple defensa. A menos de 1.500 metros de distancia, Su tenía un 80% de certeza en poder golpear la cabeza de Ricardo. Incluso si sólo golpeaba ese casco, el poder ofensivo de la bala debería ser capaz de romper el hueso de su cuello, así que por eso Su no temía a este tipo de armadura móvil. Sin embargo, si este traje móvil le cubría todo el cuerpo, ¿cómo iba a enfrentarse a él? Su frunció el ceño. No entendía por qué de repente había desarrollado este tipo de pensamiento. Al fin y al cabo, Ricardo era su camarada de batalla en ese momento, y planear contra un compañero de armas no era su estilo de hacer las cosas. Con Ricardo actuando como primera línea de asalto, el avance de las tropas se hizo extremadamente rápido. Se infiltró directamente en la plaza central y destrozó a los Escorpiones del Desastre restantes. Según la tabla táctica, el bando de los Jinetes ya ocupaba una ventaja absoluta. En cuanto entraron en el campo de batalla, Ricardo se precipitó al frente. Este tipo de frenética y gélida intención asesina era completamente diferente de su aspecto exterior, típicamente indisciplinado. Justo cuando Ricardo y sus soldados irrumpían enloquecidos, ¡un rugido sombrío y enorme sonó desde lo alto de Ciudad Péndulo! Cuando el silbido rasgó el aire, toda la ciudad pareció temblar ligeramente. ¡Era como si un antiguo coloso herido rugiera y desplegara su poderío! De repente, el cielo se oscureció. Un trozo de hormigón de varios metros de ancho voló inclinado. Recorrió casi 100 metros de distancia, ¡llevando consigo poderosos vientos mientras se estrellaba contra la cara de Ricardo! Su no fue el único; la cara de Ricardo también cambió mucho. Lanzó un extraño grito, y entonces los engranajes de las articulaciones del traje blindado empezaron a girar enloquecidamente. Agachándose y saltando, el traje blindado saltó más de 10 metros y apenas pudo esquivar el enorme trozo de hormigón que había aparecido inesperadamente. La agilidad de Ricardo en su paso lateral era casi la misma que la de un usuario de habilidad de nivel medio del Dominio del Combate, por lo que se podía apreciar lo superior que era la movilidad del traje blindado. Aunque hacía tiempo que se había acostumbrado a los campos de batalla, Ricardo seguía teniendo la cara un poco pálida. Si aquel trozo de hormigón de varias decenas de toneladas hubiera caído sobre él, ni siquiera el traje blindado sería capaz de detener aquella fuerza, y sin duda quedaría aplastado hasta convertirse en una plancha de metal. En cuanto a Ricardo, que estaba dentro, naturalmente había aún menos necesidad de hablar de su conclusión. Este miró hacia la dirección de donde salió volando la enorme roca, justo a tiempo para ver una figura alta e imponente de pie dentro de las ruinas. Al ver aquel aspecto que no era de enfado sino de seguridad en sí mismo, pensó inmediatamente en el gigante del que hablaba Su: Martham. Martham se acercó con grandes pasos. Su velocidad no era tan rápida, pero ya había una presión que hacía difícil respirar a los demás. Justo en ese momento, otra figura alta apareció en las ruinas desde otra dirección que se enfrentaba a Martham. Se trataba de Hanlon. Su aspecto era diferente al de antes. Hoy, Martham llevaba un chaleco blindado delgado que tenía finas escamas de armadura como de papel cosidas bajo el cuero. Parecía más que lo llevaba por decoración que por sus capacidades defensivas. Además, también llevaba un casco de estilo antiguo que no parecía combinar en absoluto con el chaleco que llevaba en el cuerpo. Martham empezó a dar grandes pasos hacia adelante, precipitándose directamente hacia Ricardo como si Hanlon, que se interponía en su camino, no fuera más que una insignificante hormiga. Sus movimientos parecían bastante torpes, pero en realidad un solo paso atravesaba 10 metros. Su carga era rápida y poderosa, y cada vez que aterrizaba en el suelo, ¡Su podía sentir incluso el gran temblor de la gran tierra! Ricardo controló el traje móvil y rodó por el suelo. Luego adoptó una posición de media sentadilla, pero no activó el cañón de la máquina. Hanlon ya había detenido por completo el avance de Martham. Si Ricardo abría fuego, Hanlon podría resultar herido accidentalmente. Cuando vio que la hormiga que se interponía en su camino no estaba dispuesta a apartarse y parecía obstinarse en desafiarle, Martham estalló de ira y soltó de pronto un rugido furioso. Su cuerpo se hinchó inmediatamente en respuesta. Hanlon, que medía 2 metros, apenas llegaba a la altura del pecho de Martham, por lo que su cuerpo, incomparablemente robusto en un principio, parecía ahora más bien frágil en comparación. Martham rugió de nuevo. Un codo salió volando y se estrelló contra la cabeza de Hanlon. Él cual lanzó un grito explosivo, y todos los músculos de su cuerpo se hincharon. Aunque su altura no cambió, se hizo mucho más robusto. Con ambos pies plantados en el suelo, utilizó los codos para golpear el codo que el imponente Martham le estaba clavando desde arriba. En el momento en que los brazos de ambos individuos chocaron, lo que llegó a los oídos de todos fue un estruendoso sonido sordo, así como sonidos pi pi pa pa como si la madera se estuviera fracturando. Los edificios, el suelo e incluso el cielo parecían haberse balanceado de un lado a otro. Muchos soldados incluso empezaron a dudar de si habían desarrollado algún tipo de percepción errónea, porque aunque tanto Hanlon como Martham estaban en su posición original sin moverse, era como si se alejaran cada vez más de todos los demás. Sólo Su, con una percepción excepcional, supo inmediatamente que sus pies hacía tiempo que habían abandonado el suelo y que su cuerpo era empujado flotando hacia atrás por una fuerza extremadamente brusca y ambigua. Su extendió la mano izquierda y se agarró a la pared de la habitación, haciendo que su cuerpo flotara en el aire. Su mano derecha sostenía el rifle, y la boca apuntaba hacia Martham, que estaba fuera de la ventana. Sin embargo, no apretó el gatillo. El poder que estalló entre Martham y Hanlon superaba con creces las expectativas de Su, por lo que aún necesitaba observar durante más tiempo. El suelo alrededor de los pies de Hanlon y Martham se hundió repentinamente, derrumbándose al menos medio metro. Al instante se produjo un pozo poco profundo de más de 10 metros de ancho, provocando que los edificios cercanos se inclinaran inmediatamente, se derrumbaran y luego se desmoronaran. Sin embargo, cuando los ladrillos esparcidos cayeron sobre sus cabezas, los trozos más pequeños se rompieron directamente en pedazos, mientras que los más grandes salieron volando hacia atrás. Era como si hubiera un campo de fuerza invisible alrededor de estos individuos. El rostro de Martham se volvió cada vez más imponente. Las comisuras de sus labios caían continuamente, y las arrugas que se extendían desde las esquinas de sus ojos eran tan afiladas como cuchillas. ¡El empate entre él y Hanlon había durado un segundo entero! Durante este segundo exacto, el pelo de Hanlon se erizaba, y las venas surgían en su frente. ¡Las ropas de cuero de su cuerpo ya estaban completamente destrozadas por los músculos hinchados de su cuerpo! En la comisura de los labios de Martham se dibujó una sonrisa burlona. De repente lanzó un fuerte grito, y entonces su mano libre se cerró en un puño antes de golpear el pecho de Hanlon. Cuando golpeó hacia fuera con su puño, Su oyó el ruido pi pi pa pa sonar a través del aire otra vez. Los ojos de Hanlon estaban completamente inyectados en sangre. Con un rugido de locura, los vasos sanguíneos de todo su cuerpo estallaron y más de 10 finas vetas de sangre salieron disparadas. Aprovechando esta repentina fuerza, liberó su mano derecha y detuvo el puño de Martham. Entonces, Su oyó un sonido sordo de fractura ósea. Hanlon ya no podía mantenerse firme, y su enorme cuerpo fue lanzado hacia atrás por el puño de Martham. Por la forma en que fue enviado volando, iba a salir disparado varias docenas de metros antes de detenerse. Hanlon, con al menos sexto nivel de poder y capacidad defensiva, sólo consiguió persistir 3 segundos frente al gigante Martham. Tras lanzar por los aires a Hanlon, Martham soltó un profundo suspiro y se dio la vuelta para precipitarse hacia Ricardo. Con lo grandes que eran sus zancadas, sólo necesitaba 3 o 4 pasos antes de alcanzar a Ricardo. Sólo cuando Martham se fijó directamente en él, Ricardo sintió esa presión montañosa. Sin embargo, como alguien que se había sumergido en el campo de batalla durante muchos años, reveló cómo destacaba entre las masas en ese momento. Ricardo no actuó de forma precipitada o descuidada, ni intentó esquivar o huir. Siguió en su posición original, y la ametralladora que llevaba en las manos rugió, cubriendo a Martham con el chorro de balas más rápido de que era capaz. Cuando las balas del cañón alcanzaron varios metros de distancia del cuerpo de Martham, su velocidad disminuyó rápidamente. Además, los materiales de aquel chaleco blindado eran claramente especiales. Cuando el cañón ametrallador cayó sobre la fina armadura de escamas, no la penetró, sólo la deformó un poco. Bajo la armadura, los músculos de Martham también se movían arriba y abajo para absorber el impacto de las balas. El nivel de flexibilidad e independencia de su cuerpo parecía estar al mismo nivel que el de Su. Incontables balas cayeron sobre el cuerpo de Martham y luego fueron a parar continuamente al suelo. Era como si una alfombra de metal hubiera aparecido frente de su cuerpo. Bajo los ataques del cañón de la máquina, la velocidad de avance de Martham volvió a disminuir, pero seguía siendo asombrosamente rápida. El rostro de Ricardo estaba pálido, y grandes gotas de sudor rodaban continuamente por su frente y sus mejillas. Sin embargo, sus manos seguían estables mientras presionaba el mecanismo de disparo rápido para enviar un torrente interminable de balas sobre el cuerpo de Martham.

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miércoles, 25 de septiembre de 2024

CCG - Capítulo 343


Capítulo 343
La Entrega Urgente Masiva Del Venerable Blanco.
Traducción y corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
De repente, Chu Chu pensó en ese apuesto superior. ¿Quizás pueda buscar ayuda de ese superior? Ese superior parecía muy fuerte. Quizás sea un cultivador de la Cuarta Etapa o incluso un Emperador Espiritual del Núcleo Dorado de la Quinta Etapa. Pero pronto, suspiró. ¿Qué tenía que ofrecer para conseguir la ayuda de ese superior para salvar a su familia? Ya fue por extrema benevolencia que el superior la salvó personalmente. Si lo daba por sentado y le pedía más pidiéndole que ayudara a la Familia Chu, parecería que era una ingrata. Después de todo, él no era ni pariente ni amigo de la Familia Chu, ¿por qué debería ayudarlos? Por supuesto, si pudiera encontrar alguna forma de remuneración que pudiera despertar el interés de ese superior... Pero sabía que incluso con la ayuda de cada miembro de la Familia Chu, es posible que aún no puedan pensar en algo que sería de interés para ese superior. Incluso si ella le diera la “técnica de espada” por la que estaban peleando la Familia Chu y la Escuela de la Espada Ilusoria, podría ser solo una “técnica de espada” ordinaria a los ojos de ese superior. Chu Chu se obligó a reír; su brazo se movió levemente y su dedo meñique tomó la pequeña daga a su lado. El Venerable Blanco tomó la daga de Ballena Ocho y la colocó junto a la Señorita Chu Chu. Mientras sostenía la daga ligeramente, Chu Chu estuvo sumida en sus pensamientos durante mucho, mucho tiempo. De repente, se rio de sí misma. Si era ingrata, que así fuera. En este momento, la Familia Chu necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener, si la batalla en la Plataforma de Resolución de Quejas terminaba en derrota, dada la conducta despreciable de la Escuela de la Espada Ilusoria, como intentar asesinarla cuando la batalla ni siquiera había comenzado, ellos definitivamente destruirían a toda la Familia Chu después de la pelea. Su familia se enfrentaba al peligro de exterminio. En este momento, realmente necesitaban un cultivador fuerte para que les echara una mano. Si le pedía al superior que los ayudara... Tal vez el superior podría rechazarla sin dudarlo. Pero había una pequeña posibilidad de que, si ese superior estaba de buen humor, pudiera elegir ayudarlos, ¿cierto? Si pido ayuda, todavía hay una pequeña posibilidad; pero si no pudo nada, no hay ninguna. Intentémoslo. Por el bien de la Familia Chu, por una vez iba a ser ingrata. Quizás podría hacer que la detestara, o quizás podría ser el punto de inflexión para la Familia Chu. No necesitaba hacer demasiado, todo lo que tenía que hacer era aparecer en la Familia Chu y expresar su intención de protegerlos. Eso bastaría. La pequeña mano de Chu Chu agarró con fuerza la empuñadura de la daga, y respiró hondo mientras pensaba en cómo le iba a pedir ayuda a ese superior. En este momento, la entrada de la tienda se abrió y una silueta alta entró. —¡Superior, si Chu Chu puede ser tan atrevida como para pedirle un favor! —Chu Chu inconscientemente abrió la boca y soltó el comienzo del discurso que había estado elaborando en su cabeza durante un tiempo. A la entrada de la tienda, Song Shuhang se tocó la cabeza calva. Cuando los rayos del sol brillaron sobre su cabeza, reflejó una luz cegadora. —Uhm, no soy un superior —dijo Song Shuhang, sintiéndose bastante avergonzado. Solo quería echarles un vistazo a las heridas de la Señorita Chu Chu. No esperaba que la Señorita Chu Chu levantara la voz de repente, tomándolo con la guardia baja y dándole un susto. Chu Chu inclinó la cabeza y vio la silueta que entraba claramente. Entonces fue el joven que cayó del cielo junto con la enorme ballena en ese momento... Chu Chu suspiró suavemente. Su espíritu de lucha era fuerte al principio; luego disminuyó y finalmente desapareció por completo. Había reunido todo su coraje para buscar ayuda del superior, pero poco esperaba que la persona que ingresó fuera Song Shuhang. Su entusiasmo disminuyó enormemente de inmediato. —Señorita Chu Chu, ¿qué tipo de solicitud tiene? ¿Por qué no me lo cuenta? —Song Shuhang caminó junto a Chu Chu y la cubrió con una manta para que no exponga su piel... Aunque dada su condición actual, no había mucho que exponer de todos modos. El pequeño rostro de Chu Chu estaba lleno de dudas, pero aun así le contó a Shuhang sobre su solicitud. —Me gustaría que ese fuerte superior ayudara a mi Familia Chu… Originalmente, nuestra familia no tenía muchas oportunidades de ganar la batalla en la Plataforma de Resolución de Quejas. Y ahora, incluso antes de que comenzara la batalla, la Escuela de la Espada Ilusoria usó trucos clandestinos para dañarme. Mis heridas son bastante graves, y de los nueve encuentros en las tres categorías, es probable que perdamos los encuentros de la categoría de la generación más joven ahora que estoy herida. En cuanto a nuestras posibilidades de ganar las dos categorías restantes, son bastante pequeñas. Por lo tanto, pensé en pedirle ayuda a ese superior. Song Shuhang se pellizcó la barbilla y sonrió. —¿Entonces estás pensando en pedirle al Venerable Blanco que ayude y asista al evento en la Plataforma de Resolución de Quejas? —Ven... Ven... ¿Venerable? —Chu Chu tartamudeó. ¿Ese apuesto superior es en realidad un Venerable de la Séptima Etapa? Una Venerable de la Séptima Etapa era una existencia aterradora. Inicialmente pensó que el Superior Blanco era un cultivador de la Cuarta o Quinta Etapa como mucho... Si ese fuera el caso, aún podría ser efectivo para ella pedir su ayuda. Pero si fuera un Venerable de la Séptima Etapa... ¿Por qué un Venerable de la Séptima Etapa estaría lo suficientemente aburrido como para interferir en una disputa entre una escuela mediocre y una pequeña familia aristocrática? Casi sonaba como una broma. Song Shuhang se rio. Las preocupaciones de la Señorita Chu Chu eran infundadas ya que Pluma Suave ya estaba supervisando los asuntos de la Familia Chu... Y la persona que apoyaba a Pluma Suave también era un Venerable Espiritual de la Séptima Etapa con experiencia. Con Pluma Suave alrededor, no se aprovecharían de la Familia Chu. —Señorita Chu Chu, ¿cómo se compite en la Plataforma de Resolución de Quejas? —Preguntó Song Shuhang por curiosidad. Chu Chu le mencionó una vez que las peleas en la Plataforma de Resolución de Quejas ocurrían cuando las escuelas o familias de cultivadores estaban en conflicto, pero no eran hostiles entre sí hasta el punto de luchar hasta la muerte. Por lo tanto, ambas partes participarían en la batalla en la Plataforma de Resolución de Quejas para resolver su disputa, pero se impondrían un conjunto de restricciones y limitaciones, y la Alianza de Cultivadores supervisaría el evento. Pero Song Shuhang tenía curiosidad por saber cómo funcionaba la competencia. ¿Era una gran batalla real en la que un par de personas de cada lado subían y peleaban? ¿O era una pelea uno a uno en la plataforma? O bien, ¿era una competencia en la que los participantes tenían que ingresar a algún territorio secreto y apoderarse de un tesoro? —La Plataforma de Resolución de Quejas… —La Srta. Chu Chu se rio amargamente, pero aun así continuó explicándole a Song Shuhang—. La Plataforma de Resolución de Quejas también está separada en diferentes niveles de acuerdo con la fuerza y el poder de los participantes. En cuanto a los de nivel superior, yo misma no estoy muy segura. La batalla en la Plataforma de Resolución de Quejas entre la Familia Chu y la Escuela de la Espada Ilusoria se lleva a cabo en forma de torneo abierto, con tres categorías y tres encuentros por categoría. Para la primera categoría, los miembros de ambos lados que pertenecen a la generación joven, de sesenta años o menos, lucharán en un torneo abierto uno a uno para determinar el ganador. Después de eso, para la siguiente categoría, ambas sectas enviarán miembros que tengan 150 años o menos para luchar en una competencia uno a uno. Si hay un empate después de las dos primeras etapas, entonces para la última categoría, ambas partes enviarán a su miembro más fuerte a la arena, y el ganador se determinará al ganar dos de las tres rondas. —En pocas palabras, es un torneo abierto entre los cultivadores —dijo Song Shuhang. —Sí —dijo la Señorita Chu Chu en voz baja. —Interesante. —Song Shuhang preguntó una vez más—. Entonces, ¿puede invitar a ayuda externa para participar en la competencia? Por ejemplo, ¿cómo quería invitar al Venerable Blanco a participar? La Señorita Chu Chu negó con la cabeza. —En la Plataforma de Resolución de Quejas, no se puede culpar a nadie por las muertes. Además, las personas que pueden ingresar a la arena están restringidas a los miembros de la Familia Chu y a los miembros de la Escuela de la Espada Ilusoria. No se permite ningún tipo de ayuda externa. Si en el último momento, uno buscara una ayuda externa para representar a su propia secta para unirse a la Plataforma de Resolución de Quejas y los guardias lo descubrieran, serían descalificados directamente. —Entonces, ¿qué tipo de ayuda quieres del Venerable Blanco? —Song Shuhang estaba desconcertado. ¿Podría ser posible que ella quisiera que el Superior Blanco matara a todos los miembros de la Escuela de la Espada Ilusoria? —No se puede culpar a nadie por las muertes en la Plataforma de Resolución de Quejas; los miembros de la Escuela de la Espada Ilusoria definitivamente aprovecharán la oportunidad para matar al miembro más fuerte de nuestra familia. Después de que termine la batalla en la Plataforma de Resolución de Quejas, según la forma en que la Escuela de la Espada Ilusoria maneja las cosas, definitivamente no van a dejar ir a la Familia Chu tan fácilmente. —Chu Chu forzó una sonrisa y dijo—. Por lo tanto, si es posible, me gustaría pedirle a ese superior que sea un invitado en la Familia Chu. Con la presencia de ese superior, la Escuela de la Espada Ilusoria posiblemente retroceda. —También hay tantos problemas entre las escuelas. —Song Shuhang tocó su gran cabeza calva, aparte de que estaba fría, se sentía bastante bien. Después de hacer una pausa, Song Shuhang preguntó una vez más: —¿Cuándo comienza tu batalla en la Plataforma de Resolución de Quejas? Si podemos hacerlo, ¿quizás podamos ir a echar un vistazo? Song Shuhang estaba muy interesado en el “torneo abierto entre cultivadores”. Quería ver cómo era un duelo adecuado entre cultivadores. Cuando Chu Chu escuchó eso, sus ojos se iluminaron. Ella respondió: —Debería ser muy pronto; en cuanto a la hora concreta, depende de cuándo llegue el supervisor de la plataforma. —Señorita Chu Chu, recupérese de sus heridas en paz. Si el tiempo nos lo permite, por lo que sabe, es posible que podamos correr allí y ver el torneo abierto. —Song Shuhang consoló. Después de decirle algunas cosas más a Chu Chu, Song Shuhang se dio la vuelta y salió de la tienda...
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Era casi mediodía. Para compensar su error anterior, Doudou tomó la iniciativa de ir a las profundidades de la pequeña isla para cazar animales. El pequeño monje salió con Doudou; su principal objetivo era buscar algunas verduras y frutas silvestres comestibles. Él era vegetariano. El Venerable Blanco estaba muy ocupado; ¡el número de espadas meteoro desechables edición 001 había superado las cuarenta ahora! Después, Song Shuhang vio que el Venerable Blanco ya había talado una gran cantidad de árboles, después de lo cual los cortó en trozos planos de madera antes de ensamblarlos en una caja larga y estrecha. Después de eso, el Venerable Blanco colocó cada espada meteoro desechable edición 001 (versión mejorada con una función de grabación de video adicional) en cada caja larga. Una caja tras otra, hasta que se acumularon en una enorme pila. —Superior Blanco, ¿qué está haciendo? —Song Shuhang estaba muy desconcertado, no entendía lo que el Venerable Blanco estaba tratando de hacer. —Sí, la cantidad parece ser la correcta. —El Venerable Blanco no respondió, pero estiró su cuerpo. Después de eso, sacó su teléfono y deslizó la pantalla. Después de pasar un par de veces, el Venerable Blanco sacó un marcador permanente y comenzó a escribir en las cajas de madera. La vista de Song Shuhang era muy buena; por lo tanto, pudo leer las palabras que el Venerable Blanco había escrito allí a pesar de que estaba parado a distancia. [Para el Hada Lichi] [Para el Monarca Verdadero Templo del Lago Antiguo] [Para el Sable Furioso Tres Veces Temerario] [Para el Rey del Dharma de la Creación] [Para el Hada Dongfang Seis] [Para el Monarca Verdadero Desastre] Song Shuhang inmediatamente comenzó a sudar frío. ¿El Superior Blanco está enviando entregas urgentes? ¿Dándole a cada superior una caja de regalo que contiene la espada meteoro desechable edición 001? Mientras pensaba, el Superior Blanco escribió otro nombre en una caja, [Para Pluma Suave de la Isla Mariposa Espiritual]...

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