Capítulo 116
Los 15 Minutos más Largos (I)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
La tercera princesa imperial, Elizabeth von Habsburg, estaba aburrida. Ya había perdido su autoridad en la alianza humana. El número de soldados del Imperio de Habsburgo no era tan impresionante y los duques enviados desde las otras naciones la despreciaban de forma directa debido a su corta edad.
Sabía que la oportunidad de establecer un armisticio ya había pasado. Por eso, incluso en este momento en el que se habían reunido un total de 200.000 soldados, lo único que quería era que la batalla terminara lo antes posible. Las otras naciones seguían enviando refuerzos incluso ahora. Lo más probable es que esta vez los humanos también logren ahuyentar a la Alianza Creciente.
‘La guerra es importante, pero más importante es cómo se gestionan las secuelas. Quién sabe qué tipo de declaraciones ridículas harán las otras naciones cuando esto termine. Probablemente se jactarán de cómo habían rescatado al Imperio de Habsburgo. A pesar de que habían obligado a Habsburgo a convertirse en el campo de batalla porque no querían luchar en su propia tierra. ¡Maldito montón de bastardos!’
La Princesa Imperial Elizabeth se calmó. En ese momento, una enorme persona se mostró sobre las llanuras. Era un hombre de aspecto más bien delgado. Claramente había salido para dar el discurso ceremonial del lado del ejército del Señor Demonio. La Princesa Imperial Elizabeth dejó escapar un suspiro. Ella también había sido seleccionada como representante del ejército humano para dar el discurso ceremonial. A pesar de no tener ninguna autoridad, fue simplemente colocada como la figura para dar el discurso... Lo más probable es que a aquel hombre le ocurriera lo mismo. La princesa imperial no pudo evitar sentir lástima por él.
Era obvio lo que iba a decir. “El ejército del Señor Demonio es poderoso y los humanos débiles, así que ríndete pacíficamente.” Los discursos ceremoniales registrados a lo largo de la historia siempre han sido los mismos por parte de la Alianza Creciente. Los humanos son tontos, pero no son tan idiotas como para dejarse afectar por un discurso de ese nivel. Al final, esto no es más que una pérdida de tiempo...
- Oh, humanidad, escucha. Toda la historia hasta ahora ha sido la historia de la lucha de clases.
Por eso, cuando el hombre abrió la boca. La princesa imperial no pudo evitar ladear la cabeza. ¿Qué estaba diciendo? La voz del hombre resonó con fuerza por toda la llanura.
- Hay 2 guerras en el mundo. Una es la guerra entre humanos y demonios. Sin embargo, hay una guerra más tenaz que esa, una guerra que ha estado librándose durante los últimos 2.000 años sin un solo momento de descanso, en eso. ¿Saben ustedes, humanidad, cuál es esa guerra?
La voz del hombre era clara como el cristal. No había ansiedad en su tono, por lo que sonaba digno y no exageraba sus palabras, por lo que daba una impresión de confianza. Además, utilizaba hábilmente la modulación, por lo que sus palabras tenían el poder de atraer la atención de la gente.
- Qué cosa tan extraña está diciendo.
- No importa lo que diga, la humanidad es una fortaleza inexpugnable.
Los generales a su alrededor comenzaron a murmurar entre ellos. El contenido del discurso era muy diferente de lo que esperaban. Más bien, el discurso en sí era extraño. ¿Una guerra mucho mayor que su conflicto con la Alianza Creciente? No sólo nunca les habían enseñado algo así, sino que nunca habían presenciado nada parecido. La Princesa Imperial Elizabeth no pudo evitar interesarse.
- ¿Oh? ¿Qué está tratando de decir?
La vida volvió a sus ojos. La princesa imperial disfrutaba cuando las cosas se salían de sus expectativas y disfrutaba aún más cuando las cosas superaban con creces sus expectativas.
La voz del hombre atravesó los murmullos y resonó por toda la zona.
- Esto es, en otras palabras, una guerra devastadora que dura para siempre. Comparada con esto, ¡la guerra entre humanos y demonios es una tontería! Humanos y demonios sólo han entrado en conflicto un total de 8 veces; sin embargo, esta guerra masiva ha continuado cada año, cada mes, cada día y cada segundo...
Comenzó a nombrarlos uno por uno.
Ciudadanos libres y esclavos.
Aristócratas y plebeyos.
Barones y siervos.
Los represores y los oprimidos.
- Esta es la guerra eterna. Aunque nuestra Alianza Creciente desapareciera del continente, todos seguirían en guerra. Como ya han pasado 2.000 años, y aunque volvieran a pasar otros 2.000, la guerra de clases, la guerra de autoridad continuará sin cambios. A todos los oprimidos, escuchen.
Gritó el hombre como si pudiera ver a los soldados directamente frente a él.
- Hace 2.000 años, la Alianza Creciente avanzó sobre el continente por primera vez en la historia. Aquel día, los gobernantes de las antiguas repúblicas se preocupaban de la supervivencia de la humanidad. Sus antepasados fueron a la guerra arriesgando sus vidas para proteger a la humanidad. A pesar de ello, incluso después de terminada la guerra, los esclavos siguieron siendo esclavos y los siervos siguieron siendo siervos.
- Hace 1.800 años, la Alianza Creciente descendió sobre el continente por segunda vez. Aquel día, el emperador del antiguo imperio ordenó a la humanidad que se pusiera en pie y protegiera a la humanidad. Tus antepasados se jugaron la vida una vez más y salieron victoriosos. A pesar de ello, incluso después de terminada la guerra, los esclavos siguieron siendo esclavos y los siervos, siervos.
- Hace 1.500 años, la Alianza Creciente invadió el continente por tercera vez. Tus antepasados lucharon una vez más contra un enorme ejército de 300.000 monstruos y ganaron. ¡Qué sorprendente! ¡Qué impresionante! Todos ustedes son realmente el escudo que protege a la humanidad, y si no fuera por ustedes, el continente habría caído en manos de nosotros, los Señores Demonio, hace mucho tiempo. Han sido los guardianes de la humanidad durante miles de años. Son los verdaderos dueños del continente. Me siento honrado de estar en presencia de individuos tan prominentes que han ganado constantemente a lo largo de la historia.
El hombre aplaudió. El sonido de las palmas resonó por toda la llanura como el de los tambores. Los soldados estaban claramente desconcertados. No había ni un atisbo de burla en el rostro o la voz del hombre.
- Han pasado 1.500 años. Hemos llegado a esta tierra por octava vez. Pero, ¿qué es esto?
Las manos del hombre se detuvieron mientras su tono cambiaba bruscamente.
- Oh dueños del continente, hombres que han protegido a la humanidad. Todos ustedes siguen siendo esclavos, siervos, plebeyos y los más débiles entre los débiles que siguen muriendo de hambre y muerte a causa de una plaga. ¿Qué ha ocurrido? ¿Por qué han muerto todos hasta ahora?
Fue entonces cuando la princesa imperial Elizabeth se levantó. Inmediatamente comprendió las intenciones del hombre. La curiosidad y el interés que había en sus ojos habían desaparecido sin dejar rastro. Se quedó boquiabierta mientras observaba la proyección del hombre con ojos llenos de asombro. La princesa imperial no tardó en recobrar el sentido. Entonces gritó a los magos que estaban preparando el círculo mágico.
- ¡Activen el hechizo inmediatamente!
- ¿Su Alteza?
- ¿No me han oído? ¡Actívenlo inmediatamente!
El anciano que había estado recitando lentamente el hechizo frunció el ceño.
- Lo siento, pero los hechizos a gran escala requieren tiempo. Todavía necesitamos otros 15 minutos.
- 15 minutos...
La princesa imperial se agarró la cabeza. ¡No puede ser! 10 minutos son más que suficientes para que ese hombre termine su discurso y le sobre algo de tiempo. Si se permite que esto suceda, ¡entonces será realmente demasiado tarde! Su lado se había estado preparando lentamente porque es más ventajoso dar el discurso ceremonial en segundo lugar. Esto fue un error. El ejército humano comenzó lentamente a preparar su círculo mágico después de ver al ejército del Señor Demonio comenzar su discurso. Sin preocuparse por la angustiada princesa imperial, los magos continuaron cantando sus hechizos de forma delicada y estricta. La voz del hombre retumbó sobre ellos como un trueno.
- Sin duda, todos han defendido el continente. Ese continente es una tierra que sigue siendo la misma antes y después de las guerras. Ustedes siguen siendo pobres. Aunque sus padres contraigan la Peste Negra y giman de dolor mientras mueren lentamente, todos ustedes están empobrecidos hasta el punto de no poder comprar ni una hierba. ¿Por qué lucharon? ¿Para qué fueron esos sacrificios? ¿Pusieron sus vidas en juego durante 2.000 años sólo para proteger su pobreza? No es así.
- Humanidad, la verdad es así. No son parte de la humanidad de la que hablan los gobernantes de las repúblicas, los emperadores de los imperios y los aristócratas. No forman parte del continente que esos nobles claman defender. Esas figuras de autoridad han vivido hasta hoy sin querer proteger la vida del pueblo y la tierra del pueblo, sino con el único propósito de defender sus propias vidas y sus propias fortunas.
- Lo que sus antepasados protegieron derramando lágrimas y sangre no era algo que les perteneciera a ellos, sino a otra persona. En otras palabras, protegían las pertenencias de los nobles. Por eso, ¡es natural que todos sigan siendo pobres después de cada guerra! Los nobles siguen siendo nobles y los plebeyos siguen siendo plebeyos. ¡Ustedes son los que han ayudado a esos nobles!
El hombre apretó el puño derecho.
- ¡Qué lamentable! ¿Qué clase de tipos son esos nobles en general? Aunque los monstruos ataquen sus aldeas, no envían a sus caballeros para protegerlos. Los han arrojado lejos, humanos. A pesar de ello, en cuanto los Señores Demonio se acercan, esos nobles los obligan a sacrificarse. ¡Por el bien de la humanidad!
- A pesar de que la Peste Negra se ha extendido por sus pueblos, esa gente en el poder no les ha proporcionado la cura. Los han desechado a ustedes, humanos. A pesar de esto, en el instante en que los Señores Demonio se acercan, esos nobles los obligan a sacrificaros. ¡Por el bien de la humanidad!
- Incluso durante aquellos años de malas cosechas, aquellos nobles se negaron a bajar los impuestos. A pesar de que sus campos se habían secado y se morían lentamente de hambre, pues ni siquiera podían alimentar a sus hijos e hijas con migajas de pan. Los embalses estaban llenos de agua y, sin embargo, esos nobles no les dieron derechos de agua. Los han desechado, humanos. A pesar de esto, en el instante en que los Señores Demonio se acercan, esos nobles les obligan a sacrificaros. ¡Por el bien de la humanidad!
- Ahora la humanidad a la que se refieren esos nobles se ha aclarado. La humanidad a la que se refieren son los humanos llamados aristócratas. El continente al que se refieren es únicamente la tierra que poseen esos nobles. ¿Para qué era esta humanidad? Era una humanidad para los supresores. ¿Para qué eran estas guerras? Las guerras eran únicamente para preservar esta supresión. ¿Para qué fueron esos 2.000 años? Todos ustedes han muerto y continuado muriendo durante los últimos milenios, ¡únicamente por el bien de transmitir tontamente su eterna pobreza a sus hijos e hijas!
- Oh humanidad, no la humanidad que esos nobles dicen con palabras melosas, sino de ustedes siervos, campesinos, esclavos, y aquellos de ustedes que verdaderamente han derramado lágrimas y sangre. ¡Ustedes, los dueños de esta tierra! ¿No les pasa algo? ¿Son todos realmente esclavos? ¿No son todos ustedes los verdaderos gobernantes de esta tierra y, en todo caso, no son esos mismos aristócratas los esclavos, puesto que han vivido de su sangre como parásitos?
- ¡Qué tontería!
- ¡Este maldito Señor Demonio!
Los generales que rodeaban a la princesa imperial estallaron de rabia por esas palabras. Continuaron gritando maldiciones al cielo. En lugar de gritar al cielo, la princesa imperial Elizabeth miró con calma a su alrededor. Un escalofrío recorrió su espalda. ¡Los soldados... estaban mirando al hombre con la mirada perdida!
- ¿Por qué el grano y el maíz que cosechan se lo llevan los nobles y no ustedes? ¿Por qué los nobles no se procuran su propia comida? ¿Es porque son sus amos? Si es así, ¿por qué cuando atacan las aldeas, los nobles no dan un paso al frente en la batalla a pesar de que son los dueños de esas aldeas? La razón es sencilla. Porque sus aldeas no les pertenecen.
- Naturalmente, sus aldeas les pertenecen a ustedes, la gente que vive en ellas. Los nobles simplemente los extorsionan. En otras palabras, no hay diferencias entre los nobles y los monstruos que atacan sus aldeas. Ambos son ladrones que van tras sus bienes. No hay forma de que un ladrón actúe como propietario y proteja sus casas. Por lo tanto, los nobles no los protegen.
- Lo único que hacen los nobles es robaros. Se comen el grano que han cosechado, viven en las casas que han construido y visten las ropas que han cosido. ¿Cómo pueden existir en la humanidad criaturas tan parasitarias? ¿Cómo algo tan ridículo como esto ha seguido sucediendo durante los últimos 2.000 años?
- Humanidad, la razón es esta. Es porque tienen armas. No hay otra razón que esta. Si no pagan sus impuestos, entonces aparecerán los caballeros que desearían desesperadamente cada vez que los monstruos atacaran sus aldeas. Les parece bien que otros ladrones roben en sus casas, pero no les perdonarán que no les permitan robarlos. Si declaran con justicia que sus cosechas, casas y ropas son suyas, entonces esos parásitos y ladrones recurrirán sin piedad a la fuerza. Así es. La razón por la que los nobles han podido permanecer como parásitos se debe únicamente a su poder.
- Oh humanidad, escucha. ¿Qué deben hacer para proteger lo que es suyo? ¿Qué deben hacer para arrebatar a los ladrones lo que es suyo?
Los generales empezaron a gritar aún más fuerte. Contrariamente a ellos, un silencio aterrador se apoderó de los soldados. La princesa imperial reprendió a los magos por no estar preparados aún; sin embargo, un rincón de la mente de Elizabeth ya sabía que era demasiado tarde...
- Así es. ¡No tienen más remedio que combatir la fuerza con la fuerza! Levanten las lanzas, cojan sus arcos y tomen lo que es suyo. Hagan lo obvio, ¡No se dejen engañar creyendo que son esclavos! Son los gobernantes de esta tierra. Por lo tanto, ¡lo que crece en esta tierra es naturalmente suyo! ¡Luchen! Nadie recuperará lo que es suyo en su lugar. Por lo tanto, no tienen otra opción que levantaros ustedes mismos. ¡Luchen! Nadie vivirá sus vidas en su lugar. Por lo tanto, no tienen otra opción que reclamar sus vidas por ustedes mismos. ¡Luchen! Oh humanidad, ¿qué son las personas? ¡Ellos lo son todo! Sólo ustedes pueden llamarse humanidad con justicia. ¿Qué ha sido del pueblo en los últimos 2.000 años de historia? Nada. Por lo tanto, ¿en qué deben convertirse ustedes, como humanidad única?
- ¡En todo! Yo, Dantalian, declaro como Señor Demonio y representante de la Alianza Creciente, ¡que participaremos como sus eternos aliados en esa guerra! La gente de la región norte de Habsburgo ya se ha unido a nuestra causa. Están siendo engañados. Nuestro objetivo son los nobles, no el pueblo. Le hemos dado Hierbas Negras a toda la gente de la región norte de Habsburgo. A todos. Hemos subyugado a los monstruos que han escapado a nuestro control por el bien del pueblo y no hemos pedido nada a cambio. Los impuestos no existen en la región norte de Habsburgo.
- Una tierra donde los impuestos no existen. ¿No te parece el mundo ideal? Los humanos y los monstruos no son hostiles entre sí en nuestra Alianza Creciente. Coexisten. Ustedes forman aldeas mientras que los monstruos forman tribus y viven en paz sin invadir las tierras de los demás. ¿No les parece ideal?
Los magos informaron por fin de que habían terminado los preparativos. Sin embargo, la princesa imperial permanecía inmóvil con la mano cubriéndose la cara. Es demasiado tarde. A partir de este momento, como representante de la humanidad, ella tendrá que afirmar que todo lo que ese hombre había dicho era mentira; sin embargo, las semillas de la duda ya han sido plantadas en lo más profundo del ejército humano. ¿Para qué sirve esta humanidad? ¿Para qué es esta guerra...? Si durante esta guerra se encuentran en una situación de desventaja, lo más probable es que los soldados reclutados se desmoralicen y abandonen el ejército. Algunos incluso podrían rendirse al ejército del Señor Demonio...
- ¿Dantalian era? Veo que ha aparecido un hombre despreciable en el ejército del Señor Demonio.
La princesa imperial murmuró para sí misma. El hombre hablaba elocuentemente en la distancia.
- Este ideal no existe muy lejos. Es hora de que todos reclamen los títulos de propiedad que deberían haber sido suyos desde el principio. Es hora de que escapen del oscuro valle de la mentira y caminen por el luminoso sendero de la rectitud. Descendientes de Dios, la puerta de la oportunidad se ha abierto para ustedes y sus hijos.
- Canten a la justicia. Como el pueblo, tomen el lugar del pueblo e indígnense como el pueblo. Hagan que esos nobles se den cuenta de quiénes son los verdaderos señores. Su canto debe jurar que no volverán a ser esclavos. El día en que griten y levanten sus lanzas será el día en que llegue el brillante futuro conocido como el mañana.
- Despreciamos a los esclavos que van por ahí fingiendo ser amos. Respetamos a los verdaderos amos y anhelamos el día en que todos podamos vivir juntos como iguales. Haz que la clase dominante tiemble ante la presencia de tu revolución. No tienen nada que perder con esta revolución, salvo las cadenas de las mentiras. Sólo les espera el mundo y todo lo que naturalmente debería pertenecerles. ¡Lucha, humanidad!