Capítulo 1
Prologo
Traducción y edición por Sho Hazama
Corrección por Zura ja nai, Lord
Corrección por Zura ja nai, Lord
- ¡Deténganlo!
Llamativos hechizos mágicos golpearon la tierra como martillos. Los demonios se quedaron sin palabras. Era como una escena de las que sólo se leen en los mitos. Cañones bombardeaban el campo de batalla una y otra vez. El suelo temblaba.
Un comandante gritaba y ordenaba a sus hombres mientras les golpeaba las espaldas.
- ¡Deténganlo!
Pero, ¿cómo iban a hacerlo exactamente?
- G-General. Las fuerzas del enemigo son demasiado poderosas.
- Nuestra segunda línea de defensa ya ha sido superada... ¡La unidad de minotauros ha sido completamente aniquilada!
Todos los demonios que estaban presentes eran soldados de élite. Incluso si la batalla parecía perdida, marcharían hacia esta. Sin embargo, incluso estos soldados de élite se vieron sorprendidos por el espectáculo que se desarrollaba ante ellos.
Un solo humano corría por el centro de todos los hechizos. Blandía su espada, despreocupado por la lluvia de hechizos mágicos y flechas que le apuntaban. Cada vez que movía su arma, decenas de demonios se desplomaban y sus entrañas se derramaban en todas direcciones.
Si se les ordenaba que entregaran sus vidas, lo harían. Si sacrificarse significaba que su bando lograría la victoria, entonces renunciarían de buena gana a sus vidas. Sin embargo, detener a ese humano era absolutamente imposible.
- Cobardes. ¡¿Y se hacen llamar el Ejército del Gran Rey?!
El comandante degolló a su propio soldado. Era una persona que había matado a más aliados que enemigos a lo largo de toda su vida.
- ¡Luchen! Aunque mueran, ¡háganlo luego de atravesarle su arma al menos una vez!
Levantó su alabarda y gritó con fuerza. Una vez que lo hizo, la malicia pronto comenzó a llenar a los soldados demonio. Se pusieron en formación con sus compañeros a su alrededor y avanzaron con paso firme.
- ¡Ataquen! No es como si pudiéramos morir dos veces.
- ¡Todo acabará en cuanto decapitemos a ese monstruo! ¡Mostremos el orgullo de los demonios!
Los soldados demonio corrieron hacia adelante mientras lanzaban un gritó de guerra que era único para ellos.
Ellos también tienen familias, sus propias creencias. Pueden parecer diferentes a los humanos, pero eso no significaba que fueran diferentes a ellos. Incluso el coraje en los pasos que daban, a pesar de saber que iban a morir, era el mismo.
‘Pero era una oposición inútil. El único resultado era morir en mis manos. ¿Era porque yo era abrumadoramente poderoso? Para empezar, sí. Soy poderoso. No quería negarlo.’
Había una brecha entre nosotros que no podían superar. Por eso, por muy valientemente que marcharan, por muy trastornados que se volvieran tras ver cómo las cabezas de sus camaradas eran separadas de sus cuerpos como un manojo de paja, al final, todos encontraron una muerte violenta por el filo de mi espada.
- ¡Para que yo, Baal, muera a manos de un simple humano...!
La mazmorra del Gran Señor Demonio Baal había sido completamente destruida en un abrir y cerrar de ojos. Este era el mismo lugar que había estaba haciendo temblar de miedo a todo el continente.
Mi fría gran espada emitió un “shunk” al enterrarse en el corazón del Señor Demonio.
- Descansa en paz, Señor Demonio Baal.
Miré a Baal. El demonio que una vez fue conocido como la pesadilla del mundo, el Gran Señor Demonio sin parangón estaba muriendo. La gran mazmorra, de al menos 120 pisos, ahora se había convertido en un enorme cementerio.
- Sin duda fuiste mi mayor enemigo.
- ...
- Como guerrero, me gustaría expresar mi respeto.
- Ahh.
Baal sonrió amargamente.
- Ya veo. Así que aún quedan humanos que saben cómo portar el orgullo de los fuertes, ¿eh?
- No.
Negué con la cabeza.
- Tú eres quien nos ha impuesto esa ideología a los humanos. Tener orgullo. Eras lo bastante fuerte para hacerlo.
- ¡Ja! Así que mis 5.000 años de vida no fueron en vano. Mis creencias traspasaron las fronteras de las razas e incluso llegaron a los humanos. Como persona condenada a perecer, ¿qué otra cosa podría esperar? ¿Hay algún otro demonio que haya logrado algo tan grande como esto? No. Lo más probable es que nunca exista...
Baal cerró sus ojos.
- No fue una mala vida.
Aunque nacido como un simple demonio de clase baja, logró conquistar el mundo demoniaco. El rey que había extendido su alcance incluso al mundo humano había llegado al final de su vida.
Me incliné cortésmente ante el cadáver del rey.
Un grupo de individuos corrió hacia mí mientras le presentaba mis respetos. Un archimago, un capitán de caballería, un ladrón y una santa, eran mis compañeros que me habían acompañado en las buenas y en las malas durante más de 20 años.
- ¡Bastardo!
El caballero corrió hacia mí y me hizo una llave en la cabeza. A pesar de mis gritos, mis palabras cayeron en oídos sordos. Había pasado casi 10 horas en el campo de batalla hasta ahora.
‘Cómo aún le quedaban tantas fuerzas era un misterio para mí.’
- Felicidades, Lolita.
Mientras los dos hombres discutían, las tres mujeres restantes del grupo finalmente llegaron también.
- Ja. ¡No pensé que realmente conquistarías la mazmorra de Baal! Realmente eres impresionante.
- ¿De qué estás hablando? Sabía que Lolita podría lograrlo desde el principio. Las Bendiciones de los Doce Dioses están con él.
El caballero empezó a enfurruñarse y a quejarse.
- Lo dices como si hubiera conquistado el castillo del Señor Demonio Baal él solo. ¿Cómo puede este viudo disfrutar en una aventura cuando está así? Tsk.
Todos rieron, menos el caballero. ¿Cómo evitar reírse cuando un hombre que parecía haber vivido con una manada de osos en una remota zona montañosa se quejaba de forma tan infantil? Mientras observaba esta escena desde el otro lado del monitor, la realidad por fin empezó a llegar.
‘Ah, por fin se acabó. Realmente conquisté la mazmorra de Baal.’
La noticia de la muerte del Gran Señor Demonio golpeó el continente. Los humanos, independientemente de su nacionalidad y estatus, celebraron la victoria como un solo pueblo.
Hasta ese momento, todos habían estado simplemente esperando el día en que el mundo humano fuera destruido. Cientos de ejércitos fueron enviados con el pretexto de destruir el castillo del Gran Señor Demonio, pero todos fueron aniquilados. La mayoría de la gente había perdido la esperanza. Sin embargo, un valiente guerrero, al frente de un grupo de aventureros y mercenarios, consiguió someter al Gran Señor Demonio.
¡El nacimiento de un héroe!
Las festividades continuaron por todo el continente durante 10 días consecutivos. Desde el día en que los demonios propagaron una enfermedad infecciosa en la superficie, hace 20 años, todas las zonas ocupadas por humanos parecían cementerios. Fueron días agotadores. Ahora la pesadilla había terminado. La humanidad lo celebró como si por fin hubieran sido compensados por el sufrimiento de los últimos 20 años.
El sonido de la celebración y la risa fluía por toda la ciudad. También había un lado algo deprimente en estas festividades. Era natural. Había gente que no podía ser recompensada. Mucha gente había cruzado el río del que nadie podía volver. La humanidad rio, lloró y rio una vez más...
- Aventurero Lolita.
La Emperatriz agració el festival para alabar al héroe. No fue sólo la Emperatriz. Los soberanos que gobernaban las 12 naciones del mundo humano también estaban presentes. Todos ellos se dieron la vuelta y presentaron sus respetos al gran héroe.
- Pareciera que sólo has subyugado a un Señor de los Demonios, pero, en realidad, has salvado a toda la humanidad. ¿No están aquí todos los grandes soberanos de este continente mostrándote su respeto? Lolita. Serás respetado por muchos mientras vivas y tu nombre permanecerá en la historia para siempre, incluso después de que fallezcas.
La Emperatriz se arrodilló. Levantó una espada con ambas manos. Los demás soberanos también se arrodillaron al unísono. El público que rodeaba el salón de actos enmudeció. ¡Pensar que los individuos que estaban por encima de todas las personas se arrodillarían ante alguien! No sería una exageración decir que desde el principio de la historia, nunca ha habido una existencia a la que los soberanos del continente se arrodillasen a la vez. Las masas estaban presenciando el nacimiento de la historia ante ellos.
Recibí la espada de la Emperatriz.
- Le agradezco, Su Alteza.
Una gran ovación resonó en toda la ciudad imperial. Los magos rápidamente dispararon fuegos artificiales de varios colores hacia el cielo. “¡Lolita! ¡Lolita! ¡Lolita!” Las voces coreando el nombre del héroe continuaron.
Con esto, había conquistado todas y cada una de las mazmorras. Yo era el mejor aventurero y no había una mazmorra que no pudiera conquistar. En ese momento, una voz salió de mis altavoces.
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...Sólo era el mayor aventurero dentro del monitor de mi ordenador. Dejé escapar un suspiro.