No había mucho escrito en el hilo. Solamente había un texto que decía “¿Cómo conquistaste el castillo del Gran Señor Demonio Baal? Explica cómo lo hiciste.”. Eso era todo lo que había escrito. Ni más ni menos. ¿Acaso VenusPanties no ha logrado conquistar el castillo del Gran Señor Demonio Baal? Estaba riendo por dentro.
TekilLatte: Para empezar, lo vencí con un grupo de 4 miembros. Yo, un caballero, un archimago y un sanador.
VenusPanties: Un grupo de solo 4 miembros es demasiado inestable. Lo normal es ir con un grupo de al menos 25 miembros.
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Arrugué la frente. “¿Normal? ¿Estás debatiendo conmigo sobre lo que es normal?”
No existe tal como un método estándar para este juego. Al menos, así era cuando llegabas a la parte final del juego. Los verdaderos jugadores profesionales eran los que creaban tales métodos. Era imposible que VenusPanties no lo supiera. Sin embargo, el mero hecho de que dijera tal cosa significaba que me estaban retando sobre qué método estaba más cerca de ser considerado el método estándar.
No me hubiera importado que me llamara “desperdicio de comida”. Al fin y al cabo, era verdad. Sin embargo, tratarme como un novato en lo referente a Dungeon Attack era un insulto que no estaba dispuesto a aceptar. Las cosas de este mundo que se evaporan inútilmente después de haber trabajado duramente por ellas, eran diferentes de todas las cosas que había amontonado ordenadamente en este otro mundo. Puede que sea un mundo que sólo yo conozco, ¡pero sigue siendo un mundo a fin de cuentas!
TekilLatte: La IA del castillo del Señor Demonio Baal es tan difícil que si aumentas el número de miembros de tu grupo, el número de monstruos aumenta como un montón de cucarachas. Si esto ocurre, la variedad de monstruos aumenta, por lo que enfrentarse a todos y cada uno de ellos se vuelve casi imposible. Por eso es mucho más fácil reducir el número de aliados y de esa forma minimizar los patrones y configuraciones de los enemigos.
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El hilo continuó durante un rato. Los dos intercambiamos teorías y contraargumentos. Aunque no soltamos palabrotas, esto no se diferenciaba en nada de una pelea en toda regla.
Antes de que me diera cuenta, el tema de discusión se había desplazado hacia el propio sistema del juego. El número de respuestas superó las 200 en un abrir y cerrar de ojos. “¡Idiotas, eso no está bien!”, colocaba de vez en cuando alguien más. Se produjo una gran discusión. Los miembros del foro se dividieron en dos grupos, y se pusieron de mi parte o de la de VenusPanties.
El tiempo pasaba y ya era de noche. El número de respuestas alcanzó las 750. Fue entonces cuando la discusión llegó a su fin. Los miembros que habían estado observando en silencio la discusión declararon al ganador.
PartenonPillar: Creo que TekilLatte ha ganado esta vez...
PlusBack: Incluso yo creo que TekilLatte tiene razón esta vez.
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La sangrienta batalla había llegado a su fin. Uno tras otro, los miembros del foro me declararon como ganador. A pesar de haber sobrevivido a esta discusión, no me sentía alegre por ello. Me sentía igual que antes. Sólo tenía una sensación de inutilidad. ‘Sabía que iba a ser una pérdida de tiempo.’, me dije a mí mismo.
Justo cuando estaba a punto de cerrar mi portátil, VenusPanties dejó otra respuesta. ¿Acaso intentaban oponerse al resultado? Me di cuenta de que no era así cuando leí su mensaje.
VenusPanties: Oye, ¿te has enterado de que va a salir una secuela de Dungeon Attack?
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“¿Una secuela?” Escribí por reflejo.
TekilLatte: ¿Hablas en serio?
VenusPanties: Hablo en serio. Fundamentalmente, es lo mismo que Dungeon Attack. Excepto que hay una diferencia.
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Abrí mucho los ojos. ¿Eran ciertos los rumores de que VenusPanties formaba parte del equipo de desarrollo? Me apresuré a preguntarle cuál era la única diferencia.
VenusPanties: Eso es un secreto.
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¿Está bromeando? Me puse nervioso y golpeé el teclado. Si hubiera golpeado las teclas más rápido, probablemente habría roto el teclado.
TekilLatte: Qué provocador. Casi me emocionas.
VenusPanties: En cualquier caso, si el objetivo de Dungeon Attack es detener a los Señores Demonio y proteger el mundo, entonces el mayor objetivo de la secuela es conquistar el mundo. Esto es lo importante. No lo olvides.
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VenusPanties siguió yéndose por las ramas. Sólo dieron pequeños trozos de información. Estaba agonizando, pero no me enfadé. Aunque fuera un desarrollador, sería difícil que diera toda la información sobre la secuela.
Se omitieron los puntos clave, pero pude crear un esbozo con los pequeños fragmentos de información que me habían dado. Lo más probable es que el próximo juego se desarrolle en la piel de un Señor Demonio. Por eso, el objetivo será conquistar el mundo.
Me sentí emocionado. Sólo habían pasado unas horas desde que me desanimé después de haber completado el Dungeon Attack. Ahora tenía un nuevo lugar en el que invertir mi tiempo. Un rincón de mi cabeza me reprendía por ser un jugador encerrado, pero no importaba en este momento. Mi mente me había abandonado ante la idea de poder jugar al juego que se avecinaba. Pero otra bomba fue lanzada aquí.
VenusPanties: Puede que ya te hayas dado cuenta, pero en realidad has sido seleccionado para ser uno de los beta tester.
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Mi cabeza empezó a dar vueltas. Mis dedos golpeaban automáticamente el teclado como un músico que ha tocado el piano ininterrumpidamente durante 20 años.
TekilLatte: Dios mío, ¡realmente eres un desarrollador!
VenusPanties: Te recomendé como uno de los beta tester.
TekilLatte: Te quiero VenusPanties
VenusPanties: Vete a la merda.
VenusPanties: Vete a la mierda.
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¿Hasta qué punto le asustó ese comentario para cometer un error de tecleo? Mi cara ya tenía una gran sonrisa. Aceptaría de buen grado más palabrotas como “me cago en la puta”.
TekilLatte: ¿Cuándo empieza la beta?
VenusPanties: Sinceramente, si quisieras, podrías empezar hoy mismo.
TekilLatte: Increíble. Hagámoslo.
VenusPanties: ¿Ahora mismo?
TekilLatte: Sí, ahora.
VenusPanties: Ya es de noche. ¿Y tu vida cotidiana?
TekilLatte: ¿Vida cotidiana? ¿Acaso es una habilidad?
VenusPanties: Realmente eres un encerrado.
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‘Mira quien fue a hablar.’
Viendo que me dijo que podía empezar hoy, probablemente tenían intención de enviarme la demo por correo electrónico. Cuanto más rápido, mejor. Probablemente empezaría a sentirme vacío de nuevo si volviera a mi casa. Preferiría olvidarme del mundo y hundirme en un juego.
VenusPanties: ¿Estás seguro de que quieres iniciar ahora?
VenusPanties: No te arrepentirás, ¿verdad?
VenusPanties: Podría consumir todo tu tiempo.
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Me pareció una pregunta tonta. Naturalmente no me arrepentiría. Yo también me arrepentí antes. Me arrepiento incluso ahora y seguiré haciéndolo. De esto estaba seguro por alguna razón. No lo pensé mucho antes de escribir mi respuesta.
TekilLatte: No me importa en absoluto.
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VenusPanties respondió diciendo que lo entendía. Después de eso, no hubo más respuestas en el hilo.
Estuve esperando que me enviara un archivo; sin embargo, no hubo respuesta ni siquiera después de 30 minutos. Pensé en apurarlo, pero supuse que me lo enviarían a su debido tiempo, así que cerré el portátil. Mientras salía de la cafetería, se me pasó por la cabeza la idea de que me habían engañado.
Los autos subían y bajaban por el amplio cruce de la calle. Probablemente, la mayoría estaban conducidos por oficinistas. Todas y cada una de las personas se paraban en el paso de peatones pensando en sus casas. Escuché una canción a través de mis auriculares. La calle brillaba con luces blancas, amarillas y rojas. Las luces entraron en mi línea de visión por un momento antes de desaparecer pronto.
‘¿Cuánto durará este estilo de vida? ¿Cambiará algo cuando acaben las vacaciones de verano y se reanude el semestre? ¿Cuándo se acabará todo de repente?’
Yo estaba mejor en comparación con otros. Había gente peor y más patética en todo el mundo. Así que, al menos, podía estar tranquilo por ahora. Por ahora, por ahora... después de repetirme esto una y otra vez, habrá un día en el que ya no podré seguir diciendo “por ahora”. Podré lamentarme cuando llegue ese día. Llegará un veredicto justo para que no pueda consolarme diciendo que estoy mejor o peor que otros...
El semáforo del paso de peatones cambió de rojo a verde. Dejé sobre mis talones todos los pensamientos que llenaban mi cabeza y caminé hacia delante.
Recordaba todo con claridad hasta ese momento. Fue increíblemente doloroso. Mi mente se puso blanca en un instante. Una vez que abrí los ojos, que no recordaba haber cerrado, el mundo estaba al revés.
- Ah.
Aunque había música en mis auriculares, el sonido parecía venir desde muy lejos. Me quedé pensando. Me había atropellado un camión. No fue tan sorprendente. Mis oídos estaban tapados por la música y mi cabeza estaba llena de otros pensamientos, después de todo. Caminé hacia delante sin ver que un vehículo que circulaba por la calle seguía avanzando a toda velocidad. Parece que incluso en mi momento final, estaba destinado a ser incapaz de dedicarme a este mundo.
- No quiero morir. Madre.
‘...Duele.’
Mi visión empezó a desvanecerse. No movía los párpados voluntariamente. Sentía como si alguien más estuviera abriendo y cerrando mis ojos por mí. Sin embargo. Así era...
Mi visión estaba completamente negra.
* * *
Me desperté con el sonido del techo derrumbándose.
En mi mente aún me sentía pesado, pero cuando una roca cayó justo delante de mi cara, mi conciencia se vio obligada a volver a mí. Me levanté apresuradamente. Mi entorno temblaba como si hubiera estallado una bomba o algo parecido a lo lejos. Una tras otra.
- ¿Qué, qué es esto?
Estaba en una habitación que no había visto en toda mi vida. No parecía correcto llamar a esto una habitación. Era una cueva enorme. El techo era el doble de alto que el de la cueva de estalactitas que visité por casualidad en la isla de Jeju. Mis ojos miraron hacia el extremo negro de la cueva que se prolongaba quién sabe cuánto tiempo.
‘¿Por qué estaba en un lugar así?’
Esta pregunta me vino a la mente, pero no tuve tiempo de pensar en ella. Un asqueroso olor a sangre. Un penetrante olor a sangre me envolvió como si pretendiera cubrir con su aroma el interior de mis fosas nasales y hasta mi cerebro.
- ¡Guh...!
Maldiciones surgieron de mi garganta. Había cadáveres esparcidos a mí alrededor. Una persona con el cuerpo hinchado, una persona decapitada, una persona con las extremidades torcidas en ángulos imposibles, un cuerpo humano con flechas clavadas y las tripas derramadas... todo tipo de cadáveres estaban esparcidos por la cueva como si alguien intentara exhibir las distintas formas en que se puede asesinar a alguien. También había cadáveres de seres monstruosos junto a los cadáveres humanos. Sin embargo, mi mente estaba demasiado difusa como para notarlos.
- ¡Ugh! ¡Kuh, uuuugh!
Vomité durante un tiempo antes de que instintivamente tuviera la sensación de que no era el momento de vomitar tan tranquilamente. Todavía podía oír un montón de explosiones en la distancia. Cada vez que resonaba una, el suelo y el techo de la cueva temblaban violentamente.
- ¡Maldita sea, guh, rayos!
Me limpié la boca y empecé a caminar hacia delante sin vacilar. En cualquier caso, quedarse aquí era peligroso. En cuanto moví el pie derecho, caí al suelo. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi pie estaba roto. No era un simple esguince. Con sólo echarle un vistazo, me di cuenta de que el propio hueso se había hecho añicos. Mi pie derecho colgaba de mi pierna.
- ¡Maldita sea! ¡Gah!
Después de caerme intentando levantarme de nuevo, empecé a arrastrarme con los brazos. Con el fin de alejarme lo máximo posible de las explosiones. Podía escuchar el sonido de gritos y chillidos entre cada explosión. Aunque nunca antes había estado en una guerra, hasta yo podía darme cuenta de que lo que ocurría a lo lejos era el sonido de la batalla. Esto era un campo de batalla.
‘¿Qué está pasando? ¿Acaso no había muerto? No, más importante ¿dónde estoy?’
En ese momento, oí la voz de alguien detrás de mí. La voz ronca de un hombre.
- ¡Ahí está! ¡Ahí está el Señor Demonio!
“Señor Demonio”. Era un título que no tenía absolutamente ninguna conexión conmigo. Sin embargo, me di cuenta de que se referían a mí.
Cuando logré girarme en el suelo, vi a una docena de personas que decían algo mientras se acercaban a mí. No pude entender lo que decían, pero desde luego no parecían amistosos. En ese momento, algo se clavó en el suelo a una velocidad aterradora justo delante de mí. Era una flecha. ¡Me estaban disparando flechas!
Me arrastré hacia delante desesperadamente.
- ¡No disparéis! Ghh, ¡no dispares! ¡No soy yo! ¡No soy yo!
Mi voz sonaba débil incluso para mí mismo. Mi voz se mezclaba con mis gemidos, así que salía casi como un gemido. Sin embargo, no podía soportar el dolor sin gritar un poco, así que continué hablando.
- ¡Hgh, no, no dispares! ¡Te has equivocado de persona!
No podía respirar. Mientras todo esto sucedía, las flechas seguían volando hacia mí. ‘Puedo esquivarlas. Puedo esquivarlas.’. Estas palabras se repetían en mi cabeza una y otra vez como una radio averiada. Sin embargo, pronto se me acabó la suerte. Una flecha me rozó el brazo. Mi carne sufrió un corte limpio.
‘¡Duele! De verdad... ¡duele!’
Mi visión se puso en blanco. Sentí lágrimas fluyendo de mis ojos. Las lágrimas estaban increíblemente calientes.
Moví mis extremidades y me arrastré como un insecto sin sentido de la orientación. Una roca afilada del suelo de la cueva se clavó en mi muslo. Como era de esperar, dolía. No tenía remedio. Me arrastré. Algo me presionaba la espalda. Me estaban pisando con fuerza. Me di cuenta de que era el pie de un humano.
- ¡Lo he atrapado! ¡He capturado al Señor Demonio! ¡Yo, el gran Riff, he capturado al Señor Demonio Dantalian!
- ¡Míralo! Es como un insecto.
- Riff, no estarás planeando llevarte todo el crédito, ¿verdad?
Sentía como si un ancla hubiera caído encima de mi cuerpo y me estuviera sujetando. Sin embargo, intenté escapar. Extendí los brazos y arañé el suelo. Moví las piernas como si estuviera remando en el agua. Un grupo de personas se rio alrededor mío.
- Realmente es como un insecto. No, literalmente es un insecto.
- Más parecido a un chucho que a un hijo de puta. Parece que incluso gente como nosotros puede capturar a un Señor Demonio.
- Esperen un segundo. Cálmense todos. No se emocionen demasiado. Todavía no hemos averiguado dónde se guarda todo el tesoro en esta mazmorra. Matar a este bastardo puede ser importante, pero si volvemos con las manos vacías, entonces sólo terminaremos siendo el hazmerreír del pueblo.
- Oh, mi querido amigo. Tienes razón.
Alguien me dio una patada en el costado. No fui capaz de soltar un gritó mientras me daba la vuelta. Toser era todo lo que podía hacer. La suciedad del suelo de la cueva se me pegaba a la cara empapada en lágrimas. Alguien me habló aunque aún no podía abrir los ojos.
- Muy bien, Su Alteza, Señor Demonio. Permítame hacerle una pregunta. ¿Dónde está la habitación donde se guarda todo el dinero de la mazmorra?
- Perdó... Perdónenme.
- Riff. Es molesto, así que destrúyele las rodillas. Probablemente cantará como un pájaro.
- No es necesario. Esto es suficiente, Cíclope.
Estaban teniendo una conversación muy escalofriante. Supliqué desesperadamente.
- Perdónenme... No soy a quien buscas... Realmente no soy yo...
- De acuerdo. De acuerdo. Cálmese, Su Alteza Señor Demonio. Tampoco queremos ponernos más violentos de lo necesario. No llores tanto, ¿de acuerdo? Deja de llorar.
- ¡Jajajaja!
Las risas estallaron a mí alrededor.
Contuve mis lágrimas. Independientemente de mi estado, tengo que alargar esta conversación el mayor tiempo posible. Ese era mi camino hacia la supervivencia, después de todo. Unas ganas de vomitar y de llorar se mezclaron e intentaban subir por mi garganta, pero hice todo lo posible por tragármelo todo. Sin embargo, no pude evitar hacer algo parecido a un hipo.
- Bien. Ya está. Ahora parece que estás listo para negociar. Sigue así.
- Uk...hk, kuh.
- Déjame preguntarte una vez más. ¿Dónde se guarda todo el dinero en esta mazmorra?
- Meongnyun-dong--hck, está en Meongnyun-dong.
Meongnyun-dong es el nombre del barrio en el que alquilaba una casa. Acababa de soltar el primer nombre que se me vino a la mente. ¿Qué más daba? Tenía que decir algo. Otra persona emitió un sonido de confusión y me preguntó.
- Maeirun, ¿qué?
- Meongnyun, Meongnyun-dong.
- Qué palabra más rara. ¿Alguno de ustedes entiende lo que ha dicho?
- Probablemente es el lenguaje de los demonios. Suena auténtico.
- Bien. Su Alteza Señor Demonio. Me gusta su inteligente estilo para negociar. Siento que podemos llegar a ser amigos, pero primero. Hola.
La otra parte palmeó mi mejilla bromeando.
- ¿Dónde está la habitación Maeirundou? Dinos dónde está exactamente.
- En la habitación en la que estaba... hay un pasadizo secreto.
- ¿En la habitación del Señor Demonio? ¿Hay un pasadizo secreto en esa habitación?
- Sí, en la sala del Señor Demonio... sólo se abre tras autentificar mis datos biométricos... así que hay un pasadizo que sólo se abre si coloco mi mano sobre él...
- Un dispositivo mágico, eh.
“Muy bien”, gruñó para sí el hombre antes de agarrarme del brazo y tirar de mí hacia arriba. Un dolor insoportable subió desde mi pie derecho.
- ¡Aah!
- Oh cielos. Parece que tienes la pierna quebrada.
Chasqueó la lengua.
- Oi, novato. Apoya a Su Alteza el Señor Demonio. Es un invitado importante, después de todo.
- ¡Entendido, Riff!
El joven, al que se referían como “novato”, me pasó el brazo por la nuca. Acabé caminando mientras me apoyaba en él.
Por fin pude obtener un momento para pensar, así que me froté la cara con el antebrazo. Una vez me limpie las lágrimas, mi visión se aclaró. Aún quedaban lágrimas mezcladas con suciedad en el rabillo de mis ojos, pero era suficiente para poder ver delante de mí.
Había un total de 15 personas a mí alrededor. Todos llevaban algún tipo de arma en sus manos, como un arco o una lanza. Todos tenían rasgos faciales intimidantes.
- ¡Vamos!
Gritó el hombre llamado Riff. Los hombres charlaban entre sí e intercambiaban odres de agua mientras avanzaban. El novato prácticamente me arrastraba. Afortunadamente, parece que sabían dónde estaba la habitación del Señor Demonio. Eso fue un alivio. Si me dijeran que les guiara hasta la sala del Señor Demonio, sabrían inmediatamente que estaba mintiendo.
- Hkk...kuh...
Sin embargo, no podía bajar la guardia. Todo lo que he hecho es retrasar mi muerte ligeramente.
La caverna abierta estaba en silencio, así que el sonido del grupo charlando resonaba silenciosamente por toda la caverna como un réquiem aterrador. Además, mis débiles gemidos se mezclaban allí también.