Capítulo 409
La Araña y la Víbora (VI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Daisy apretó su cigarro, ahora medio quemado, contra mi pecho. Tocó con la punta de su cigarro en la parte superior de mi pecho, precisamente sobre el lugar donde reside mi corazón. De izquierda a derecha, lo giró una y otra vez un total de 5 veces. Pude sentir una sensación de calor en el pecho cuando la brasa se apagó.
- Empalaré mi espada justo aquí. Quisiera elegir el método más doloroso de asesinato, pero, por desgracia, eres un Señor Demonio. Simplemente te recuperarías con tu curación innata si te apuñalara a medias. No se puede evitar. Acabaré con ti de un solo golpe.
- Es cierto que si un Señor Demonio patéticamente débil como yo perdiera mi corazón, no tendría forma de recuperarme.
La magia curativa y las pociones son cualquier cosa menos omnipotentes. Recuperarse de un solo golpe capaz de destruir el corazón sería todo un reto. Bueno, sería una historia diferente si fuera alguien como Barbatos. Se curó completamente después de que su corazón fuera destruido por Baal. Esa no es una habilidad que un insignificante como yo pueda replicar.
- Pero no importa cómo lo mires, estás demasiado confiada, hija mía. No eres más que una asesina marcada con la marca de una esclava. ¿Te tienes en tan alta estima porque mataste a Baal y capturaste a Agares? Barbatos tiene la influencia más grande en el Ejército de los Señores Demonio. Elizabeth es la gobernante de una nación. La diferencia entre basura como tú y ellos es tan vasta como el cielo y la tierra. Sin embargo, ¿con qué lógica puedes superarlas y amenazar mi vida?
- Ya es absurdo que un Señor Demonio de Rango 71 haya conseguido eliminar a Baal. Eso es algo que tú ya has logrado y no hay razón para que yo no pueda hacer algo que tú ya has hecho.
- Qué presuntuoso.
La risa escapó de mis labios. Daisy me miraba con expresión confiada. Quería desvirtuar esa mirada arrogante, aplastarla bajo mis pies y arruinarla por completo. Sin embargo, no era tan tonto como para dejarme llevar por el deseo y descorchar apresuradamente el vino más dulce del mundo.
- Ahora que has expuesto tus planes, me toca a mí compartir los míos. No seas tímida; mi hija me ha declarado con orgullo sus ambiciones. Como padre, me llena de un orgullo inconmensurable.
Elizabeth y Daisy estaban malinterpretando algo. Ciertamente deseaba la mejor muerte. Sin embargo, la secuencia era incorrecta. No era que deseara la mejor muerte porque deseara la muerte. Era lo contrario. Puesto que no podía morir fácilmente, si tenía que morir, sólo aceptaría y abrazaría la “mejor” muerte. Es una cuestión sencilla. Si alguien te dice que mueras sin motivo, nadie lo aceptaría de buen grado. Sin embargo, si sacrificarte pudiera salvar a 100.000 personas o a tu propia familia, muchos elegirían morir de buena gana. Eso es porque sería una buena muerte.
La cuestión es, ¿qué forma de muerte podría aceptar y abrazar? Naturalmente, no tengo intención de morir tranquilamente a menos que se me ofrezca la mejor muerte. Para mí, la mejor muerte es bastante magnífica.
- En el momento en que no consigas matarme, yo mismo te aplastaré y te violaré. Entonces, me aseguraré de que seas testigo de cómo Luke y tus padres mueren quemados ante tus ojos.
- ...
Acaricié la cara de Daisy. Moví mi mano suavemente mientras mezclaba afecto en mi toque.
- No, cometer el acto directamente yo mismo no es tan buena idea. ¿Qué tal esto? Después de matar a Luke, le pediré a Barbatos que lo convierta en un muñeco cadáver. Y luego, le ordenaré al muñeco cadáver que te viole. Qué lamentable por parte de Luke. Ya es bastante trágico que su amor de toda la vida resultara ser su hermana, pero reunirse incluso después de la muerte es algo... Hmm, me pregunto si un muñeco cadáver puede producir semen. Supongo que tendré que preguntarle a Barbatos.
‘Un vástago de 2 héroes. Sin duda mostrarán las mejores cualidades. Ya lo estoy deseando.’
- Aah. Sólo imaginarme a los nietos de mi hijo adoptivo y mi hija adoptiva me llena de gran emoción.
- Un futuro basura que sólo puede imaginar alguien como usted, padre.
Esto era sólo el comienzo. La verdadera diversión comienza ahora.
- Oh querida. Estaré triste si esto es suficiente para que me insultes. A continuación, iré bajo Marbas como su hijo adoptivo. Marbas es técnicamente parte de la familia imperial, así que naturalmente seré incluido en ese linaje. Por lo tanto, cuando yo herede el trono imperial, Daisy, ¡tú también te convertirás en la princesa imperial del Imperio de Habsburgo!
- ...
Mi mano recorrió la mandíbula de Daisy y se detuvo en su cuello. Su piel, tan blanca como la nieve recién caída, se sentía agradablemente fría al tacto.
- Ningún otro padre puede compararse a mí. Otorgar el estatus más noble a una hija nacida en la clase más baja, una clase inferior incluso a la de los plebeyos, ¿hay un ejemplo mejor que puedan seguir los padres de todo el mundo? La primera princesa imperial de Habsburgo, Daisy von Custos. Que te conviertas en la hermosa gloria del Imperio eterno e inmortal. Jajaja. Si el Emperador muere ahora, el trono será mío. Sin embargo, no tengo intención de aceptarlo. Es natural. Si un señor demonio intenta ascender al trono, los demás países se opondrán enérgicamente. Así que, lamentablemente, debo ceder el trono a otro. ¿Te importaría especular sobre a quién se lo cederé?
Agarré la barbilla de Daisy y la levanté ligeramente.
- Eres tú, Daisy... Te convertiré en vampiresa, concediéndote una existencia semipermanente. Ascenderás como emperatriz de esta nación que tu padre ha forjado, gobernándola en solitario durante los siglos venideros. Sin duda, albergas más deseos de destruir el Imperio que nadie, haciendo de este destino el castigo más atroz para ti...
Incliné lentamente la cabeza. Sentí una débil sensación en los labios. Un beso ligero que fue tan ligero como un golpe silencioso en la puerta. Los labios de Daisy estaban secos pero increíblemente suaves. Ni siquiera parpadeó mientras la besaba. Sus ojos simplemente me miraron intensamente.
Cuando me aparté, susurré.
- Así que, mi querida hija, ten cuidado de no fallar. Tu padre no es un hombre que se apiade de los que fracasan, porque es cruel y despiadado. Cuando estés más segura, en las circunstancias adecuadas y con un golpe certero, tendrás que atravesar aquí sin que un ápice de duda plague tu mente.
Mientras hablaba agarré la muñeca derecha de Daisy y la acerqué a mi pecho, colocando su palma sobre mi corazón.
- Entendido... Padre.
La mirada de Daisy no reveló ningún rastro de duda. Con una sonora carcajada, empujé a Daisy hacia atrás, haciéndola perder el equilibrio y caer sobre la cama. Dejándola en ese estado, salí del dormitorio.
La sensación de melancolía que tenía antes se desvaneció por completo. Elizabeth y Daisy parecían decididas a entretenerme últimamente. Mis pasos se convirtieron en una danza mientras caminaba con gracia por los pasillos vacíos de mi Castillo del Señor Demonio. Una melodía se escapó naturalmente de mis labios. Antes de darme cuenta, mi Castillo del Señor Demonio estaba terminado hasta la 7ma planta subterránea. La 8° planta también estaba casi terminada. La 10° planta ya había sido designada como residencia para mí y mis altos cargos, así que sólo quedaba por terminar la 9°, y la grandeza del Castillo del Señor Demonio estaba al alcance de la mano.
Un enorme Castillo del Señor Demonio con 10 plantas subterráneas. Incluso los ejércitos encontrarían mi castillo difícil de conquistar. De hecho, para ocupar mi castillo, primero habría que arrasar los territorios del exterior. Sin embargo, ya que mi ciudad está rodeada de Torres de Magos, es virtualmente imposible de capturar. Algún día, después de confiar el Imperio a Daisy, no sería tan mala idea refugiarme aquí y vivir para siempre. Recordando sin cesar a los que he matado. Estaría bien con eso.
‘En verdad, ¿no es incluso la muerte un lujo para alguien como yo?’
* * *
- Padrino, ¿podría quizás... dedicarme algo de su tiempo?
Al día siguiente, Luke vino a mi oficina. Yo estaba en medio de la gestión de mi papeleo atrasado con Lapis. Debido a todos los asuntos del Imperio que habían estado demandando mi atención, la gestión de mi propio territorio había sido dejada de lado todo este tiempo. Afortunadamente, Parsi se había ocupado eficazmente de las cosas en mi ausencia, pero aún quedaban asuntos que sólo el verdadero señor podía atender.
- Claro, adelante.
Esperaba que Luke apareciera, así que estaba bastante relajado. Era natural. Ahora mismo, por primera vez en su vida, Luke se enfrentaba a una crisis que superaba su capacidad de manejar. Los niños tienden a confiar en alguien en momentos así. ¿Pero a quién podía pedir consejo Luke? ¿A sus padres biológicos? En ese momento, los padres biológicos de Luke eran probablemente las últimas personas en las que quería confiar. Por lo tanto, yo era la única opción. La persona a la que más respetaba y su padrino.
- Pero... um...
Luke vaciló, lanzando una mirada cautelosa a Lapis. Su cara era notablemente oscura. Percibiendo la inquietud de Luke, Lapis le habló.
- ¿Quieres que despeje la habitación un momento?
- Ah, sí... Muchas gracias, Ministra.
- De nada.
Lapis se levantó de la silla. Se giró para hacerme una cortés reverencia antes de abandonar la sala.
- Ahora, ven aquí y toma asiento.
Mientras mantenía una amable sonrisa en mi rostro, hice un gesto a Luke para que tomara asiento. Dudó un momento, pero finalmente se acercó y se sentó.
- Nuestro Luke nunca había acudido a mí en busca de consejo, así que me complace enormemente ver que confías un poco en mí.
- Padrino...
El rostro de Luke mostraba gratitud, pero también estaba lleno de una tristeza y un dolor inconfundibles. Sin embargo, elegí permanecer ajeno hasta que Luke revelara él mismo sus emociones. Era por el bien del efecto dramático. Él frunció los labios varias veces. Daba la impresión de que se trataba de algo demasiado pesado para él. Me armé de paciencia mientras esperaba. Después de unos 5 minutos, finalmente habló.
- Yo... he cometido un grave pecado.
- Parece que es un asunto realmente serio.
Me apresuré a borrar cualquier rastro de sonrisa de mi rostro y puse ante Luke mi expresión más seria. Adopté una postura que transmitía “Tu tono y tu voz me han infundido una profunda sensación de gravedad”. Esta era la razón por la que había mantenido una suave sonrisa hasta hacía un momento.
- No tienes que revelar los detalles. Está bien mantenerlo abstracto. Te pido que al menos digas la verdad. Mientras seas honesto, tal vez pueda darte la respuesta que necesitas.
Luke habló con voz llorosa.
- Sí, Padrino... Gracias... El pecado que cometí es demasiado grave. Hasta el punto de que no puede ser borrado no importa lo que haga... La otra parte me dijo que nunca me perdonaría... Ni siquiera me dejarían quitarme la vida.
Los ojos de Luke ya estaban hinchados, y sus pupilas estaban surcadas de venas rojas. Debía de haber llorado toda la noche. Sólo podía imaginarme la agonía que este chico de corazón puro debía haber pasado anoche.
- No sé qué hacer. ¿Qué puedo hacer si no puedo ser perdonado o expiar mis pecados con mi muerte...? Padrino, ¿qué puede hacer alguien cuando se encuentra en una situación así...?
- ...
Miré cuidadosamente el rostro de Luke. No podía dar una respuesta inmediata. Tuve que fingir como si estuviera reflexionando profundamente sobre este asunto. Así que tomé las manos de Luke y permanecí en silencio durante unos minutos.
- En tales situaciones, sólo hay una manera.
- ¿Una manera...?
Anoche, Daisy me exigió que “quitara a Luke de mi lista de candidatos”.
- En esos momentos, tienes que renunciar a tu vida, a tus derechos, a tus creencias, a todo, y ofrecérselo a la otra parte.
Luke estaba a punto de convertirse en mi esclavo a partir de ahora.
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