DuHu - Capítulo 138

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Capítulo 138

Jinetes Fantasma (II)

Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord

99 veces. Ese fue el número de veces que Oswen fue noqueado repetidamente y luego despertado a la fuerza. La personalidad del herrero se había despertado varias veces, pero se había desmayado por la confusión. Afortunadamente, no superó las 100 veces. Finalmente comenzó a mostrar un poco de estabilidad. - Tú... ¿quién eres? - Ya te lo he dicho varias veces. Soy Randalph Brigsiel. No me gusta repetirme, así que por favor, recuérdalo en el futuro. - Mis recuerdos son un lío enredado. Los recuerdos de varias personas se mezclan. Pero yo soy el herrero Oswen. El comandante del sur y todos los demás eran personalidades falsas. La verdadera identidad de Oswen era la de herrero. - ¿Eras originalmente un Caballero de la Fatalidad? - Ah... ahora que lo pienso, mi cuerpo también ha cambiado. Dios mío... el Monarca del Infierno. Esa persona cruel ha jugado conmigo durante miles de años. Estaba enfadado porque tiré los 7 Pecados a la grieta. La grieta. Los espíritus oscuros sabían cómo manejar las grietas en el espacio. Podían recoger objetos gratis de la grieta. Luego vendían los objetos. Oswen giró la cabeza. - Recuerdo que este es el mundo de los muertos y que Randalph es un héroe en el sur. Pero ¿no sigues vivo? - Así es. Estoy vivo. - Increíble. Esas espadas me resultan familiares. ¡Ira y la Espada del Emperador! Esa capa... Pereza. Aparte de la Espada del Emperador, todos son objetos que vagaban por la grieta. ¿Dónde los encontraste? Era un problema. ¿Estaba bien decírselo? El herrero del crepúsculo Oswen. Esperaba mucho de él. Quería que me siguiera. Si le ocultaba el Corazón del Monarca del Infierno y él se enteraba más tarde, las cosas podrían ponerse feas. Sería mejor informarle ahora. Le expliqué cómo había obtenido el Corazón del Monarca del Infierno y la Espada del Emperador. La expresión de Oswen cambió mientras escuchaba la historia. - Ah, algo así... - ¿Lo crees? - No puedo dejar de creerlo. Ja, entonces supongo que el Monarca del Infierno ha sido destruido. Su corazón pertenece a Randalph... Maximum incluso te confundió con el Monarca del Infierno. Las cosas se están poniendo interesantes. Oswen se rio. Todavía sentía un poco de dolor. Él estaba feliz, ya que el Monarca del Infierno era su enemigo. - Oswen. No es momento para tener recuerdos confusos. Era suficiente explicación. Había pasado demasiado tiempo buscando a Oswen. Ahora teníamos que ponernos en marcha. - Yo también era el comandante del sur. Puede que hayamos perdido la batalla, pero no te preocupes. El verdadero poder del sur no está en la fortaleza. - ¿Entonces? - El comandante del sur escondió a 2.000 Jinetes Fantasmas en un lugar que nadie más conoce. Los Jinetes Fantasmas solo responden al Monarca del Infierno, pero tú deberías poder despertarlos si tienes su corazón. Lanzarás esa fuerza y reunirás el poder restante del sur. Makdalli ha perdido un ala, por lo que la victoria es posible. Jinetes Fantasma. Me resultaba familiar de alguna manera. - Los Jinetes Fantasmas son tropas que pertenecen al emperador. Leí la descripción. No sabía si 2.000 Jinetes Fantasma podrían resolver esta situación. Sin embargo, Oswen tenía una expresión de confianza. - Sígueme. Iremos a despertar a los Jinetes Fantasma. El cansado Oswen se levantó de su sitio. Tardamos 3 días y 3 noches en llegar. Una enorme montaña hecha de huesos. Era un lugar donde estaban enterrados Soldados Esqueletos. - El comandante del sur creó un lugar secreto bajo tierra. Los Jinetes Fantasma están escondios allí. ¿Por qué? Oswen ladeó la cabeza con confusión. Yo me reía. - ¿Es este tu trabajo? - No lo entiendes. Odio al Monarca del Infierno. Por otro lado, quería ser el Monarca del Infierno cuando era el comandante del sur. He estado protegiendo este lugar durante mucho tiempo en nombre del propietario. - Hay una diferencia en tus ojos. - Sí. La mayoría de los comandantes no serán como yo. Este estado ha durado tanto tiempo... que no admitirán que el verdadero Monarca del Infierno ha aparecido. Las palabras de Oswen no eran exageradas. Era natural, ya que aún conservaba los recuerdos del comandante del sur. - ¿Era Maximum inusual? Maximum. Se había dado cuenta desde la distancia de que mi corazón pertenecía al Monarca del Infierno. Se sacudió todo lo que había en el campo de batalla y corrió hacia mí. Por otro lado, los comandantes probablemente tendrían reacciones diferentes. Caballero del Emperador, llegué a la conclusión de que Maximum era inusual porque era el más cercano al emperador. - El tiempo es realmente único. Puede cambiarlo todo. Incluso aquellos con lealtad absoluta cambiarán con el tiempo. La falsa lealtad se desgastaría. Aun así, no hay cambios en este mundo. Es realmente un lugar triste. Oswen apreciaba cada vez más el tiempo. Por fin se había encontrado a sí mismo después de tanto tiempo. Todo había cambiado y esto distaba mucho de su aspecto original, así que... en general, había una sensación de tristeza. - ¿Qué quieren los comandantes? El Monarca del Infierno ha detenido este mundo. Como herrero, no sé por qué están tan obsesionados con Dios. - Quizás quieren escapar del destino de los guardianes. - Sin duda, protegen el Mundo Medio del Mundo Demoníaco. El emperador no es el emperador. Por eso se le llamaba el Emperador Sombra. En sus últimos años se volvió loco y pasó a ser conocido como el Monarca del Infierno. Pero su destino... Es realmente curioso. Su destino maldito se entremezcló con el de otra persona. Si los 7 Pecados hubieran caído en sus manos, los mundos habrían llegado a su fin. - ¿No fuiste tú quien creó los 7 Pecados? - Yo los creé. Utilicé el “Metal de Dios” que me trajo el Monarca del Infierno. Estaba absorto en el trabajo. Sin embargo, los productos terminados estaban más allá de mi comprensión. Recogí los 7 Pecados y los arrojé en una grieta, donde los espíritus oscuros terminaron recogiéndolos. Había una expresión agridulce en su rostro. Había pasado por todo ese trabajo y el resultado no fue el que esperaba. - ¿Qué pasará si recojo todos los 7 Pecados? Reunir 3 me había dado la habilidad “Corrupción”. No pude evitar preguntarme cuál sería el efecto de reunir los 7 Pecados. - No lo sé. Lo único que sé con certeza es que quien los lleve puede causar una destrucción sin precedentes. Por lo tanto... te ayudaré, pero no reúnas más de los 7 Pecados. - Lo pensaré. Quien los llevara causaría destrucción. Pero los 7 Pecados no se crearon por accidente. El Monarca del Infierno tenía la intención de llevarlos. - No pretendo convertirme en el Monarca del Infierno. Mi objetivo era ir más allá. El Monarca del Infierno estaba en una categoría inferior. Desde el principio, era imposible ser él. - Ven por aquí. Los Jinetes Fantasma está dentro. La tumba de huesos parecía no tener fin. Oswen se detuvo y despejó los huesos de una parte del suelo. Una vez limpiado el polvo, quedaron al descubierto unas piedras con extraños dibujos. ¡Jeeeok! Oswen dibujó el patrón en sus costillas. Era una imagen extraña. Hablé en broma mientras observaba a Oswen. - Supongo que no le duele a un no muerto. - Mis costillas están reaccionando al poder mágico del sello. - Ya lo has examinado una vez. Mmm... asegúrate de recordar todo. Los glifos de las costillas. ¡Pronto brillaron con luz propia! El suelo se abrió con un fuerte ruido. - ¡Ah! Esto parece un sueño. Este recuerdo es real. - ¿Es este el momento de hablar? - Hmm, hmm, lo siento. Vamos. Oswen dejó de preocuparse por sus recuerdos y comenzó a guiarme. Un espacioso subterráneo. Al final se podía ver un gigantesco templo. El interior del templo. Las calaveras de 2.000 Jinetes Fantasma estaban alineadas allí. Una luz ambiental provenía de los huesos. Se iluminaban por sí mismos. Incluso tenían expresiones. - La clave es la Espada del Emperador. Gotea sangre sobre la espada y dales la orden. No era un procedimiento difícil. Usé la Espada del Emperador para cortarme el dedo índice. Una vez que la sangre fluyó sobre la espada, abrí lentamente la boca. - Despierten. ¡Kururung! El suelo se convulsionó. ¡Hwiiiik! El viento emitió un gemido. La luz brilló y los Jinetes Fantasma comenzaron a aparecer. ¡Cheok! ¡Cheok! Se alinearon e hicieron una reverencia. No pude evitar levantar la cabeza ante aquella majestuosa visión. Había 2.000 Jinetes Fantasma. Todos ellos me seguirían. Después de que aparecieron, Oswen se acercó a mí. - No recuerdo haberlos visto moverse, pero realmente es un gran ejército. Son el mejor poder que ocultaba el Monarca del Infierno. Estaba lleno de admiración. Miré hacia delante y dije. - La fortaleza principal no es el único bastión del sur. Existen otros fuertes. Iremos allí. - Un buen plan. Makdalli ya debería haberse comido todo. Conozco las ubicaciones, así que desplazarnos allí no será difícil. Si capturamos otros fuertes, se anunciará nuestra supervivencia y el poder restante del sur se reunirá... - ¿Dónde está el fuerte más cercano? - A 2 días de carrera en dirección noroeste. - Entonces, vamos. Montamos a caballo. 2.000 Jinetes Fantasma me seguían. El tercer subordinado de Makdalli, Charung. Era un Lich que capturó uno de los fuertes del sur y levantó la moral de los soldados. Bebió de una rama de Jellim mientras trepaba por las murallas. - Makdalli se convertirá en el comandante supremo. Hacía cientos de años que ningún comandante había regresado a la tierra. Pero esta vez, el comandante del sur fue destituido. El viento comenzaba a soplar y era evidente que Makdalli se convertiría en el comandante supremo. - Aparte del cruel comandante Maximum, los demás comandantes no son rivales para Makdalli. Charung también se sentía bien siguiéndolo. Actualmente ocupaba el tercer puesto y soñaba con alcanzar una posición más alta. Abrir el tesoro del emperador... soñaba con recibir una parte significativa del tesoro y hacerse más fuerte. - ¿Eh? Se dio cuenta mientras paseaba por las murallas y recibía los saludos de los soldados. Se podían ver numerosas luces en la distancia. - ¿Hay algo ahí? Levantó la vista. Se concentró y pudo distinguir la identidad de las luces. - ¡Un ataque! ¡Reagrúpense! 2.000 soldados a caballo se abalanzaban hacia el fuerte. La fuerza de los Jinetes Fantasma era inimaginable. Los caballos fantasmas, especialmente enormes, se dirigían hacia las puertas. ¡Kwa ru ru rung! Las puertas de la entrada se partieron en 2. Los Jinetes Fantasma entraron. Comenzó la masacre. No hacía falta decir nada. - Me gusta. Era simple e ignorante, pero no me disgustaba esta forma de luchar. Miré a mi alrededor y vi al Lich en las murallas. Rápidamente me di cuenta de que era el capitán de este lugar. - ¿Quién eres? Preguntó el Lich. Y yo saqué Ira. - El héroe del sur. Miles de soldados fueron aniquilados por los Jinetes Fantasma. Me enfrenté en combate al tercer subordinado, Charung, y gané. Recibí ayuda de Orgullo, pero mi fuerza pura también estaba por encima de su nivel. Por supuesto, hubo algunos daños. 300 Jinetes Fantasma volvieron a la tierra. Sin embargo, fue una victoria clara. Después de disfrutar del resplandor de la victoria, Oswen dijo. - Difunde el rumor. El comandante del sur y el héroe del sur han llegado para revertir la situación. - No hay tiempo. Tan pronto como se estabilicen los fuertes, correremos hacia Makdalli. - No estoy seguro de si debemos correr imprudentemente hacia Makdalli. Enviaré tropas para comprobar su lugar de poder. - Procede lo más rápido posible. Oswen se apartó a un lado. Mi objetivo era Makdalli, pero esto era una guerra. Era difícil prever el futuro de una guerra. No quería ser tan estúpido como para actuar demasiado tarde. - Jeff, Torium. Me paré en las murallas y miré hacia el horizonte lejano. ‘Se difunden los rumores. Estoy vivo, así que vengan aquí.’ 1 mes. Mientras tanto, reuní guerreros. Se difundió por el sur y llegaron los seguidores de Oswen. Hubo numerosas ocasiones en las que me enfrenté a las fuerzas de Makdalli. Cada vez fueron derrotados brutalmente. Además... los rumores sobre los Jinetes Fantasma se extendieron por todo el Mundo Subterráneo. Por lo tanto, decidí revelar mi identidad. Dejé de ocultar el Corazón del Monarca del Infierno y la Espada del Emperador. El regreso del Monarca del Infierno. Esos rumores se extendieron, por lo que la moral del enemigo estaba por los suelos. - ¡Tú... no eres el Monarca del Infierno! Makdalli no lo reconoció ni siquiera al final. Tenía una gran autoestima como comandante. En su corazón, él ya era el Monarca del Infierno. No confiaba en mi repentina aparición. Por el contrario, sus ojos estaban llenos de miedo. No había otra opción. Yo tenía la Espada del Emperador, el Corazón del Monarca del Infierno y los Jinetes Fantasma. Makdalli corrió un largo camino solo para ser castigado. Por muy frustrante que fuera, no podía negarlo. - Así es. No soy el Monarca del Infierno. No tenía intención de negarlo. Yo era Randalph Brigsiel. No el Monarca del Infierno. Levanté Ira y la Espada del Emperador. Makdalli regresó a la tierra con un grito y... la guerra del sur finalmente llegó a su fin.

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