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lunes, 24 de marzo de 2025

DH - Capítulo 278

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Capítulo 278
Elección (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
En la pantalla aparecía de nuevo una escena envuelta en las llamas de la guerra. Sin embargo, lo que era diferente era que los picos de las montañas estaban todos cubiertos de nieve blanca, y se podía ver que el campo de batalla actual ya había penetrado profundamente en el norte. Perséfone seguía siendo tan encantadora como siempre, pero en las comisuras de sus cejas se apreciaba un indisimulado cansancio. Parecía que la intensidad de esta batalla la había dejado bastante agobiada. Perséfone se río y dijo. - Querida, ¿hay buenas noticias? Si las hay, date prisa en decírmelo. Sin mí, esos subordinados no podrían aguantar mucho más. - Hay buenas y malas noticias. La buena noticia es que el tratamiento de Su tuvo éxito. Al menos, por lo que puedo ver actualmente, puede recuperarse completamente... Sin esperar a que Helen terminara de hablar, Perséfone gritó de repente. - ¿Su fuerza de combate no se verá afectada? ¡Qué maravilla! Querida, ¡eres increíble - ¡Primero deberías escuchar las malas noticias! Su ya sabe de la muerte de Madeline, y la Emperatriz Araña ha enviado gente para que se reúna con Madeline por última vez tras su recuperación. La expresión de Perséfone primero se congeló, y luego se convirtió en shock. No pudo evitar gritar. - ¡¿Qué acabas de decir?! ¿Madeline murió en la batalla? ¿Cómo murió? ¡¿En manos de quién murió?! Helen, ¿por qué nunca me hablaste de este asunto? Incluso a través de la pantalla, Helen seguía sintiendo como si los gritos de Perséfone le hubieran reventado los tímpanos. Frunció ligeramente el ceño, y luego, con expresión fría, dijo. - He oído que Madeline lanzó una noche un ataque sorpresa contra el Castillo del Atardecer y mató a todos los que estaban bajo el mando de Piccolo Atardecer Inquebrantable, y al final, ella también murió tras esa batalla. Sólo sé esto, y la fuente tampoco es fiable. Al principio pensé que ya lo sabías. Con la identidad de Perséfone como General Jinete de Dragón Negro, la inteligencia que poseía debía ser obviamente mucho mayor que la de Helen, que no tenía ningún cargo oficial. Perséfone miraba estupefacta la pantalla, pero no se sabía hacia dónde miraban sus ojos. 2 regueros de lágrimas brotaban apenados de sus ojos, pero ella parecía completamente ajena a ello. Sólo empezó a murmurar. - No lo sabía, hacía mucho tiempo que no miraba sus asuntos... De verdad que no lo sabía... Helen se ajustó las gafas. Con expresión algo preocupada, dijo en voz baja. - ¿Perséfone, Perséfone? Perséfone despertó de repente de su distracción y se dio cuenta de su propia anormalidad. Forzó una sonrisa y dijo. - Muy bien, querida, ahora tengo que luchar. Después de librar esta batalla, ¡volveré a Ciudad Dragón! Si no hay nada más, ¡dejemos las cosas así! - ¡Si sientes alguna molestia, no olvides tomar la medicina que te di! - Ya lo sé. Perséfone se apresuró a contestarle y luego cortó el canal. Helen se quedó mirando la pantalla completamente vacía, y sólo después de que pasara un largo rato suspiró suavemente.
* * *
Los abundantes y potentes medicamentos, junto a la magistral habilidad quirúrgica de Helen, y su poderosa capacidad de recuperación hicieron que las heridas de Su estuvieran prácticamente recuperadas al cabo de 7 días. Aunque todavía no había recuperado por completo su fuerza de combate, Su, que no estaba dispuesto a esperar más, siguió a Perus hasta el territorio de Lanaxis. La flota de vehículos formada por 3 todoterrenos salió de Ciudad Dragón por la costa y se dirigió a toda velocidad hacia el sur. Sólo cuando cayó la noche, los vehículos se detuvieron junto a un muelle oceánico. Mientras estaban de pie en el largo muelle, fuertes y violentas brisas marinas asaltaban sus rostros, haciendo volar por todas partes el fragmentado cabello rubio claro de Su. Grandes olas de varios metros de altura surgían del mar bajo sus pies, golpeando fuertemente el rompeolas. El rocío del océano que salpicaba hacia fuera viajaba a veces varios metros, salpicando las mejillas de Su. El agua del océano era amarga, salada, y también traía una sensación de picor y ardor, una representación de la alta radiación. En esta era, el gran océano era conocido desde hacía tiempo como un lugar peligroso. Sólo la radiación, varias veces superior a la de la tierra firme, ya era suficiente para hacer retroceder a la gente normal. Además, ya se habían detectado varias docenas de tipos de enormes y feroces bestias mutantes en las aguas poco profundas. En cuanto a los peces mutados, relativamente más pequeños, pero aún mortíferos, eran demasiados para contarlos. Mientras tanto, las profundidades marinas eran un mundo que los humanos no podían explorar. Tal vez había habido alguien que había explorado en el mar profundo sin límites, pero los registros de lo que descubrieron no era algo con lo que el nivel actual de autoridad de Su pudiera entrar en contacto. No había necesidad de explorar las profundidades del océano, porque sólo con estar de pie en la orilla, ya estaba muy intimidado por lo que había debajo de estas olas sin límites. En lo alto del muelle había una lancha a motor de unos 12 metros de eslora. Aunque estaba protegida por una pequeña barrera circular contra las olas, éstas la hacían subir y bajar continuamente más de 10 metros cada vez, como si el cable que la sujetaba a la orilla pudiera romperse en cualquier momento y dejar que las olas la engulleran. Parecía que en cualquier momento iba a ser despedazada en pedazos de metal por las salpicaduras del océano. Sin embargo, aunque los movimientos de la lancha eran espantosos, no llegó a zozobrar. La lancha ya había arrancado. 2 tipos corpulentos estaban de pie en ella, sus físicos de más de 2 metros de altura, músculos enroscados y brillantes cabezas de piel hicieron que Su los asociara involuntariamente con Guile. Sin embargo, su piel morena oscura, así como las cadenas de hierro oxidado enroscadas alrededor de sus brazos, les daban un aspecto muy diferente. Su se dio cuenta de que uno de los extremos de las cadenas atravesaba los huesos de las piernas de los gigantes y luego se sujetaba firmemente a la lancha. Parecía como si estos gigantes estuvieran siempre encerrados en esta lancha, permitiendo la corrosión de los grandes vientos y las olas del océano. Perus saltó y aterrizó dentro de la lancha, y luego le indicó a Su que hiciera lo mismo. Su no lo dudó y también saltó dentro de la lancha. Sin embargo, de repente la lancha se sacudió violentamente, ¡casi haciéndolo caer, Su que no había montado muchas veces en una lancha y nunca antes había cruzado el mar! Los 2 corpulentos hombres soltaron hábilmente los cables y subieron la potencia del motor al máximo, empujando la lancha rápida entre los vientos locos y las grandes olas hacia el océano sin límites. Cuando se hicieron a la mar, la noche ya había descendido por completo. El reflector de alta potencia que colgaba delante de la lancha era especialmente tenue dentro de este gran océano. La lancha se movía entre las olas del océano, de vez en cuando era zarandeada por encima de las olas y luego caía, como si incluso pudiera hundirse. No hacía mucho que habían zarpado, pero las grandes olas que se abatían sobre la lancha ya habían empapado por completo a las personas que iban a bordo. Mientras las olas del océano soplaban, Su, a pesar de su constitución, seguía sintiendo un frío que helaba los huesos y no podía evitar los escalofríos. A pesar de que estaban en la oscuridad, la sensación de largo alcance le dijo a Su que el cuerpo de Perus, que estaba lleno de flexibilidad, estaba en ese momento temblando ligera y rápidamente, produciendo calor de esta manera para resistir la radiación y el frío. Los únicos que no se vieron afectados fueron los gigantes. Casi no parecían entender el significado del frío. Los vientos eran fuertes y las olas grandes. El potente motor seguía empujando la lancha a través de las olas a gran velocidad. Unos 20 minutos después, una débil luz apareció gradualmente frente a ellos. Poco después, ¡ya se convertía en una luz brillante y espléndida! El contorno de una isla escarpada surgió gradualmente en la oscuridad, y lo más llamativo era el poderoso y grandioso castillo. Innumerables luces se filtraban por ventanas de diversos tamaños, y se podía contemplar la esplendorosa y majestuosa vista del complejo de edificios. La lancha rápida se detuvo en el embarcadero. Aunque la evaluación de Su sobre el terreno era un poco errónea, ya que aún estaba en el mar, dedujo que se trataba de una isla de aproximadamente una docena de kilómetros cuadrados, y que estaban a unos 30 kilómetros de la costa. Los guarda olas de varios kilómetros de largo protegían el muelle interior. No había faro alguno, pero cada 100 metros más o menos, había un poste de luz bajo que desprendía un tenue color rojo. Era difícil que esta débil iluminación recorriera siquiera 3 metros, por lo que no servían para iluminar. Por muy buena que fuera la vista de una persona normal, sólo podría ver varios destellos rojos. A menos que tuvieran muchas habilidades para fortalecer la vista, no podrían viajar en el mar en la oscuridad. El nivel del mar junto al puerto era inusualmente calmado, formando un claro contraste con los vientos locos y las grandes olas que se formaban en la superficie del océano. Su podía sentir vagamente que algún campo de fuerza intangible suprimía las olas del océano. Los gigantes anclaron hábilmente la lancha. Perus condujo a Su al embarcadero y atravesó la región hacia una serpenteante carretera de montaña que conducía directamente al antiguo castillo situado en el punto más alto de la isla. La región del embarcadero tenía otra carretera principal ancha, pero había que viajar mucho más lejos. Era una carretera especial para vehículos que transportan grandes cantidades de mercancías. No había rastro de nadie en el camino. Esta ubicación estratégica del Parlamento de Sangre no parecía tener ninguna defensa establecida, por lo que era muy diferente del lugar fuertemente custodiado que él había esperado. Sin embargo, su aguda percepción detectó que, aunque no podía distinguir ningún rastro de actividad humana, instintivamente sentía que aquí acechaban innumerables peligros. El camino de la montaña estaba formado por un material de piedra negra. Estaba pulido hasta alcanzar un estado extremadamente brillante. Con el tiempo frío y húmedo, se había formado en su superficie una fina capa de escarcha que la hacía tan resbaladiza que era casi imposible caminar. No se sabía de qué material estaba hecha la piedra negra, pero en la oscuridad, desprendía un tenue brillo. Este material no era muy diferente de los residuos nucleares. Sin embargo, Su sintió que la radiación de estas piedras negras era un poco diferente a la de los residuos nucleares. Su fuerza destructiva directa hacia las células y tejidos del cuerpo era menor, pero en cambio hacía que los genes se volvieran cada vez más inestables. A ambos lados del camino de la montaña había postes de luz de un metro de altura. También emitían una débil luz roja que no iluminaba mucho. Una figura pasó de repente, rápida y silenciosa. También se liberó una gélida intención asesina. Su se agachó inmediatamente, su mano izquierda tocó ligeramente el pavimento. Y su pelo rubio claro flotó hacia arriba. Inmediatamente entró en estado de combate.

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