Capítulo 277
Elección (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Sobre el asunto de Madeline, Su realmente no tenía forma de explicarse. Originalmente sólo quería echar un vistazo a la Ciudad de las Pruebas, pero después de descubrir las anormalidades, decidió sin dudarlo iniciar esta lucha sin esperanza de regresar con vida. En este asunto, realmente defraudó a Perséfone, especialmente después de que acababan de dar un paso más cerca, a pesar de que el proceso a partir del cual se formó esta relación más estrecha no siguió completamente como Su deseaba que lo hiciera. Después de permanecer en silencio por un rato, preguntó.
- ¿Cómo está Madeline?
Desde la perspectiva de Su, pudo ver un poco de burla en la sonrisa de Helen, pero no detectó nada en su voz.
- Hay información sobre ella, pero sólo te la diré cuando tus heridas se hayan recuperado hasta cierto punto.
Por la frialdad de Helen, Su supo que no podría obtener nada más de ella. Sólo podía esperar tranquilamente a que sus heridas se recuperaran. Todavía había demasiadas cosas que desconocía, hasta el punto de que ni siquiera sabía cómo había acabado en el laboratorio de Helen. Sin embargo, no era el momento de precipitarse. Todavía estaba muy débil. Después de decir todo esto, su conciencia se volvió borrosa de repente, y luego volvió a quedar inconsciente.
Sólo después de toda una semana de tratamiento, Su comprendió un poco mejor el estado de sus heridas. Helen parecía estar moviéndose a su alrededor sin parar para dormir o descansar, las cirugías de diversa importancia ocupaban varias horas por sí solas. En cuanto Su abría los ojos, veía a Helen totalmente concentrada en curarlo. Había cirugías grandes y pequeñas, la mayor de las cuales era la restauración de los órganos de su cavidad abdominal, que le llevó 5 días completos. Además, entre los huecos de la gran cirugía, Helen completó numerosas pequeñas cirugías que no podían ser evaluadas por él en absoluto. En pocos días, Helen perdió su resplandor original. Las gruesas ojeras eran una cosa, pero sus ojos cubiertos de venas sangrientas y sus labios increíblemente pálidos mostraban realmente su fatiga. Durante la recuperación gradual de sus habilidades de percepción, Su incluso detectó un rastro de estimulantes en el cuerpo de Helen. Parece que su resistencia hacía tiempo que no podía sostenerla, y sólo recurriendo a la inyección de drogas podía mantener un tratamiento de alta eficacia.
Su no expresó su gratitud. En su estado actual, donde tanto su cavidad torácica como abdominal estaban completamente abiertas, ni siquiera tenía la capacidad de hablar. Su gradualmente recuperada capacidad de percepción le devolvía las sensaciones de Helen cortando y cociéndole varias partes del cuerpo. Aparte de algunos leves sentimientos de dolor, todas las demás sensaciones eran normales. Su se sintió muy extraño y un poco aterrorizado.
8 días más tarde, los interminables tratamientos quirúrgicos finalmente terminaron. Después de terminar de vendar las heridas, a pesar de recibir inyecciones de estimulantes y nutrientes, Helen sintió un mareo momentáneo. Las máquinas de tratamiento en miniatura que se movían por el laboratorio le administraron una inyección de emergencia, y sólo entonces recuperó lentamente el sentido. Al día siguiente, Su sólo pudo permanecer tranquilamente tumbado con todo el cuerpo cubierto por una película protectora. Sólo al noveno día tuvo la capacidad de caminar. Entonces, se encontró con alguien que no esperaba, Perus.
- ¿Cómo está Madeline?
Después de sentarse en la única pequeña zona verde de todo el hospital subterráneo, la primera pregunta que hizo Su fue sobre la situación de Madeline. En comparación con Su, cuyo cuerpo estaba cubierto de una película protectora, Perus parecía estar mucho mejor. No quedaba ni la más mínima cicatriz en la superficie de su cuerpo. Llevaba ropa informal, y su intención asesina se desvaneció por completo. Parecía un joven ligeramente abatido. Era imposible asociarlo con el verdugo de la División de Juicios que había masacrado sin piedad a innumerables individuos.
Perus eligió cuidadosamente sus palabras, por lo que hablaba con extrema lentitud.
- Su Majestad ya ha... entrado en el descanso eterno. La razón por la que vine aquí fue para transmitir la orden de su distinguida Lanaxis. La intención de la emperatriz es que después de que recuperes completamente tus fuerzas, ella dispondrá que te reúnas con Su Majestad Madeline.
Su permaneció en silencio un momento y luego preguntó con calma.
- ¿Cómo ha acabado así?
Perus, en cambio, se levantó y dijo.
- Cuando conozcas a la emperatriz, comprenderás naturalmente la respuesta. Sin embargo, ahora mismo no puedo decirte nada. Cuando recuperes tus fuerzas, ponte en contacto conmigo y te llevaré a encontrarte con la emperatriz. Helen tiene mis datos de contacto.
Antes de marcharse, Perus se dio la vuelta de repente, y añadió rápidamente.
- Antes de encontrarte con la emperatriz, ¡cuanto mayores sean tus habilidades, mejor!
Su sólo se miró las manos, sus dedos largos y pálidos, como si no hubiera oído en absoluto esa última frase.
¡Crash! Cuando el chorro de agua helada y fuerte entró en contacto con la piel blanca y delicada, salpicaron gotas de agua pura. El agua fría, que apenas superaba el punto de congelación, endureció aún más su piel e hizo que su conciencia, que era extremadamente lenta, se agudizara de nuevo. Helen presionó la pared del baño y el agua que caía en todas direcciones se detuvo. Cuando salió del baño, la excesiva frialdad ya había hecho que sus labios adquirieran un color morado grisáceo. Había un espejo de cuerpo entero fuera del cuarto de baño. Cada vez que Perséfone salía del baño, siempre se quedaba aquí parada durante un buen rato, mientras que Helen pasaba directamente por delante sin echarle un vistazo.
La ropa de Helen era de estilo sencillo, sin adornos. Incluso su ropa interior era la más básica y de estilo antiguo. Sin embargo, cuando se estaba poniendo la ropa interior, se detuvo un momento y echó un vistazo a su ropa interior que claramente le quedaba un poco grande. Entonces la tiró a un lado y cogió un par de reserva. Su figura era un poco delgada, la parte superior de su brazo izquierdo y lados de sus muslos tenían cada uno varios agujeros rojos de inyección que eran especialmente notables. Helen cogió la jeringuilla de la estantería y se la clavó en el interior del muslo derecho, inyectándose la droga estimulante y nutritiva en el torrente sanguíneo. Antes de vaciar la jeringuilla, la poderosa fuerza medicinal ya daba color a la cara de Helen. Cuando se puso la ropa, Helen ya parecía completamente normal.
Después de atravesar el largo y profundo pasillo, bajó 2 pisos y atravesó una mampara de seguridad para entrar en un laboratorio repleto de todo tipo de instrumentos. En el centro del laboratorio flotaba una lanza corta doblada y rugosa. La imagen holográfica mostraba a 2 individuos que estaban luchando. Se podía ver que por un lado estaba Su, y por el otro Guile, que era mucho más fuerte. Dentro de la imagen, Su sostenía la lanza corta, atravesándola lentamente en el pecho de Guile, creando una herida que penetraba directamente en su cuerpo. 8 pantallas flotaban a su alrededor, actualizando los datos como si se hubiera vuelto loca.
Helen se paró frente a la lanza corta y frunció el ceño. Inspeccionó cuidadosamente esta lanza corta que ya había visto incontables veces. En realidad, era muy tosca y estaba hecha con 3 postes metálicos. En un extremo había una hoja militar corta que se utilizaba como punta de lanza. Aparte de ser robusto, no tenía ningún sentido de la mano de obra. Además, debido a la gran potencia que había recibido, la lanza estaba deformada de pies a cabeza. También había prominentes huellas de manos en ambos extremos de la lanza.
Helen frunció el ceño cada vez más. Evaluó en silencio la fuerza necesaria para producir estos resultados, pero después de producir más de 10 modelos, los resultados finales cada vez estaban muy por encima de lo que Su podía lograr. Esto era especialmente cierto si se tenía en cuenta cómo un instrumento afilado creaba una herida tan enorme. Algunas otras aplicaciones de fuerza de alto nivel debieron haber sido añadidas, pero esas eran todas habilidades que solo aquellos que se habían sometido a un fortalecimiento de poder hasta el séptimo nivel podían producir. Estaba claro que Su aún estaba lejos de alcanzar este nivel.
Después de permanecer de pie durante media hora, el rostro de Helen se volvió pálido. Una vez más, otro modelo había sido rechazado. Sin embargo, no se sintió abatida, porque cualquier investigación relacionada con el cuerpo humano suponía un reto, y los misterios ocultos en el cuerpo de Su eran mucho más numerosos que los de una persona corriente. Tras construir otro modelo, Helen entregó el mar de datos procesados al sistema informático. Ella misma regresó al laboratorio central y aceptó la llamada de Perséfone.
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