Capítulo 97
El Cuerpo del Comandante Cruel (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
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La ventana de mensaje apareció ahora que el contrato se había completado. Al mismo tiempo, una intensa luz emergió de la Mazmorra de Japón. El círculo mágico para el movimiento entre las 3 Mazmorras se había completado.
‘Ahora iré a verlos.’
Mis ojos se entrecerraron.
¡El Cuerpo del Comandante Cruel! Obtuve la Mazmorra de Saman, así que ahora era el momento de castigar al chucho descarriado. Quería buscar a la criatura del altar, pero me llevaría un tiempo. El Cuerpo del Comandante Cruel estaba ocupado corriendo de un lado a otro. Hacía que la sangre fluyera dondequiera que sus pies tocaran. Si acababan con los humanos entonces contribuiría a la destrucción.
Una locura. Sólo podía pensar en esas palabras. Gracias a eso... no sólo en China sino demonios en otras áreas notaron las anormalidades.
‘Es problemático.’
Había pasado algún tiempo desde que los ángeles atacaron. El poder de un Duque o Archiduque era suficiente para ser amenazador. No conocía los límites del Cuerpo del Comandante Cruel. Para prepararlos, necesitaba inyectarle algo de conciencia. También intentaría equilibrar sus matanzas de humanos con las de demonios.
De todos modos, eran mercenarios que desaparecerían al cabo de 90 días. Sería un beneficio que muriera algún demonio. Aunque fuera un poco desalentador, los 6.000 puntos de logro valían la pena si morían otros demonios. Por supuesto, esto también incluía la Mazmorra de Saman. Pude ocuparla rápidamente gracias al Cuerpo del Comandante Cruel.
Miré al suelo desde el Grifo. Cientos de humanos empuñaban armas e intentaban bloquearme. Intentaban enfrentarse a mí.
- Grifo. Elimínalos a todos.
- ¡Kkiii!
“Mero Relámpago” emergió de la boca del grifo. La habilidad única del grifo que barría con todo. ¡Kwa ru ru rung! Fuego y relámpagos golpearon el suelo y lo derritieron todo. Los humanos sólo llevaban armas rudimentarias y recibieron heridas graves. El puñado de humanos supervivientes huyó despavorido.
La contribución de destrucción subía lentamente matando a miles de humanos. No presté atención a los cientos. En lugar de eso, la mejor manera de que la contribución no subiera más era detener al Cuerpo del Comandante Cruel. Los Tigres de Sable se abalanzaron sobre los humanos que huían. Finalmente, giré la cabeza hacia la estructura que podía ver.
* * *
- ¡Por el Emperador!
Al igual que su nombre, el Comandante Cruel no tenía piedad. Sus 50.000 tropas ya habían masacrado a miles de humanos, pero su sed de sangre no se detenía. Las 50.000 tropas se deshicieron de todos los seres vivos. La espada dorada brillaba con cada estocada. Estaba ocupado comandando al ejército principal para atacar la Mazmorra del demonio. Ya había atravesado miles de criaturas de bajo grado hasta el piso 20.
Por ahora, todo iba bien. Todos sus hombres eran guerreros experimentados. Su ejército sólo empezaría a morir frente a criaturas más fuertes.
‘¡El poder mágico yin está subiendo!’
El Comandante Cruel apretó los dientes. No podía perdonar a los demonios por intentar robar el tesoro. Invadieron el Mundo Medio y amenazaron al Emperador. El Emperador habría unido todo el continente si no fuera por esos tipos.
‘Debido a la maldición de Dios, es el destino de Su Majestad detener a los demonios.’
Y odiaba más al llamado “Dios” que a los demonios. Una persona trascendente demasiado fuerte para el ejército del Emperador. El Dios maldijo al Emperador para restablecer el equilibrio. Impedir que los demonios invadieran el Mundo Medio... el destino de un guardián. El Emperador se jugó la vida para librarse de los confines del destino. Caminó firmemente por un sendero de estigma. Esta era la razón por la que el Comandante Cruel y su ejército vigilaban los almacenes tan desesperadamente. Si el Emperador moría, se reía y seguía matando.
¡El destino de los guardianes y lo que eso significaba!
- ¡Esta maldita escoria! ¿Cómo se atreven a hacerme usar mis puntos? ¡Ni se les ocurra que saldrán vivos!
En ese momento, había un gran número de criaturas. La calidad era completamente diferente a la de antes. Y había un demonio en el centro.
‘No será fácil.’
Pensó el Comandante Cruel. El ejército se había dividido en 10 grupos por lo que había llegado aquí con 5.000 soldados. Se redujo a 4.000 mientras atacaba la Mazmorra. El demonio no tenía muy buen aspecto. Su horrible aspecto se debía a que había usado demasiados “puntos”. El Comandante Cruel no sabía lo que significaba así que simplemente sacó un hacha gigante.
- ¡Me enfrentaré al Comandante Cruel! Te haré papilla...
- ¡Retrocede!
No importa cuán cruel, él seguía siendo un comandante. No había necesidad de luchar en medio del territorio enemigo.
- ¿Qué? ¿Retirada? ¡Estos tontos! ¡Se los haré saber!
El demonio guio a las criaturas e inició la persecución. Fue una persecución tensa. Pero el experimentado Comandante Cruel dio excelentes órdenes para que los esqueletos no recibieran ningún daño mientras se movían. Y tal como conocía la situación, los poderosos “Caballeros Esqueleto” se colocaron en la entrada.
El Comandante Cruel rápidamente se unió a los soldados fuera de la Mazmorra. El demonio y las criaturas le siguieron. Los soldados que no estaban atacando otras Mazmorras se unieron y aumentaron el numero a 13,000. Pero no mostró el número al demonio. Los envió a diferentes lugares y les ordenó que esperaran. Y entonces se revelaron cuando el demonio y las criaturas entraron en el estrecho terreno.
- ¡Por el Emperador!
¡Kung! ¡Kung! Una manera ordenada. El fuerte sonido de los pasos simultáneos fueron suficientes para dar una presencia intimidante.
- ¡Estos...! ¡Estos bastardos no muertos! ¡No seas tan engreído!
Marqués Dellat. Había regresado directamente a su Mazmorra tras recibir el mensaje del asedio. Envió la noticia al Archiduque Okullos al mismo tiempo, pero el Comandante Cruel y su cuerpo eran sorprendentemente poderosos. El Marqués ya había perdido un número significativo de criaturas mientras atacaba a los Ángeles. Tuvo que usar sus puntos con manos temblorosas. Había querido guardarlo para la Subasta del Mundo Demoníaco, así que era natural sentirse furioso. Sin embargo... la resistencia disminuyó al caer en una trampa.
¡Kwaduduk! No había escapatoria por ningún lado. Estaba bien planeado. Lenta pero seguramente se apretaron alrededor de las criaturas.
- ¡Mátenlos!
Dellat gritó con ira. La lucha se estaba calentando, y Dellat no era alguien con quien se pudiera jugar. Usó casi todo el millón y medio de puntos ganados en la cacería de los Ángeles. Tenía sentido que tal poder pudiera igualar a los soldados esqueleto.
- Aguanten.
Sin embargo, Dellat comenzó a sentir la amenaza a su vida. El número de criaturas se estaba reduciendo gradualmente. Si seguía así, moriría. Pero tenía una oportunidad de ganar si ganaba más tiempo. El Archiduque no se quedaría quieto si un demonio de su facción corría el riesgo de morir. Había pedido ayuda a Okullos que se desplazaba hasta aquí. A los no muertos les resultaría imposible enfrentarse a él.
Inmediatamente cambió de ataque a defensa. Era para ganar algo de tiempo. Y... ¡Shyaaah! Un enorme tallo verde salió disparado del suelo. Su circunferencia era de 5 metros, pero desprendía una presencia formidable que podía alcanzar fácilmente decenas de metros.
¡Kwang! ¡Kwang! El tallo se alzaba sobre los soldados esqueleto. Una habilidad familiar. Dellat sonrió.
- ¡Mi Maestro, Okullos!
Okullos y 3 duques. La situación se invirtió de nuevo.
* * *
Cuando llegué tras los pasos del Cruel Comandante, había cadáveres esparcidos por todas partes. Parecía que la batalla no había terminado. El Comandante Cruel dirigía su ejército contra decenas de miles de criaturas.
‘¿He llegado demasiado tarde?’
Fruncí el ceño. 5 demonios me llamaron la atención. El Comandante Cruel dio la orden de empujarlos, pero resistieron. El Comandante Cruel y sus tropas se enfrentaban a un pequeño número de demonios.
‘Okullos. Y los duques.’
Esto era un impedimento. Uno bastante grande. El jefe final había aparecido en la Mazmorra.
‘Fueron atraídos.’
Ahora mismo, quería centrarme en el Archiduque Upa. Que Okullos estuviera aquí no era algo bueno. Era famoso, pero nunca supe lo que estaba pensando.
Ariel, Upa y Pandemónium tenían características que yo podía usar para hacer planes. Sin embargo, Okullos era diferente. En mi vida anterior, no parecía codiciar la posición de diablo a pesar de tener muchas ventajas. Además, tenía muchas excentricidades que no podía entender. Pero no era estúpido. Ganaba ventajas más rápido que nadie. Okullos tenía muchos logros y ventajas de eventos especiales.
Alguien que no era fácil de medir. El oponente más difícil entre los Archiduques. Además, trajo un pequeño número de criaturas. El Comandante Cruel estaba allí, pero tomé la sabia decisión de no enfrentarlo directamente. Estaban en medio de una pelea, así que no llamaría la atención. Era el momento perfecto para retirarme. En ese momento, una de las criaturas cayó.
- ¡Ah...!
Los ojos del Comandante Cruel se volvieron hacia mí. Estaba a bastante distancia, pero me miraba exactamente a mí.
¡Chaeeng!
Un breve silencio. Parecía que no podía creer lo que estaba viendo mientras su espada caía. Y su cuerpo tembló.
- ¡Este poder mágico! ¡Esta presencia abrumadora! ¡Su Majestad!
Dirigió su caballo y comenzó a moverse hacia mí. Entré en pánico por un momento.
‘¿Su Majestad? ¿Qué significaba eso?’
Numerosos soldados venían junto con el Comandante Cruel. Era un caos. La apariencia ordenada que habían mostrado hasta ahora no podía verse. No prestaban atención a las criaturas que les rodeaban. Caídas, lanzamiento de escudos... un pandemónium. Incluso pisaban los cuerpos de los aliados.
La expresión de Okullos preguntaba “¿qué están haciendo?”.
El Comandante Cruel corrió. ¿Los soldados? No mostraba signos de preocuparse por ellos. Gracias a eso, fue el primero en alcanzarme.
Desmontó del caballo y se quitó el casco. Y se arrodilló.
- Busco una audiencia con el Nuevo Emperador.
- ...
Un rostro cubierto de cicatrices. Daba un aspecto varonil, pero eso no me importaba. No me esperaba algo así. Viniendo hacia mí y arrodillándose de la nada. El Comandante Cruel tenía una expresión llorosa. Las lágrimas no podían salir debido a su cuerpo muerto, pero estaría derramando lágrimas ahora mismo.
- Por fin... por fin te has quitado las restricciones. ¡Jaja! Ahora puedes presidir el continente y burlarte de Dios. ¡Jajajaja!
- No sé lo que quieres decir.
- ¡Ahh! ¿Todavía no lo recuerdas completamente? Ciertamente, parece que no todo el poder mágico del corazón está abierto. No te preocupes. Sé que despertarás. ¡Ayudaremos a Su Majestad a derrotar a Dios!
Los soldados se alinearon detrás de él. Sólo quedaban huesos, así que sus cuerpos repiqueteaban.
‘¿Corazón? Escuché claramente la palabra “corazón”. El Corazón del Monarca Infiernal. El cual obtuve accidentalmente del Easter Egg. ¿Estaba asociado con el Comandante Cruel?’
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