Capítulo 99
Archiduque Okullos (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Me había llevado 1 año encontrarlo y desafiarlo. Ahora nunca lo volvería a hacer. Ese año no había sido en vano. Todavía tenía mala suerte. Fruncí el ceño al recordar aquella vez.
- Me pareciste interesante y por eso no te degollé.
Entonces me envió una mirada fría. Los 3 Duques estaban listos para saltar sobre mí en cualquier momento. Espada Oscura apuntaba a Okullos, así que no les era fácil saltar imprudentemente.
- Ciertamente pareces haber crecido... de alguna manera pareces tener algún conocimiento. Tengo curiosidad sobre el secreto detrás de tu fuerza y las criaturas de clase alta.
Okullos no perdió su aire pausado. En primer lugar, había 3 Duques a su alrededor. También tenía fe en sus habilidades. Tenía ventaja en la situación. No tenía por qué impacientarse. Además, estaba “seguro” de que podría atraparme en cualquier momento. Se giró y miró a Máximum.
- Castigaré a los no muertos que atacaron la Mazmorra de mis demonios. Puedes irte si el Comandante Cruel se queda atrás.
- Eso no es posible.
Dejarlo atrás no era gran cosa. Pero el Comandante Cruel sabía algo sobre el despertar del corazón. Además, no me gustaba dejar atrás a nadie de mi propiedad. Un oponente actuando libre y confiado hacia mí era inaceptable. Mi objetivo principal era crear tensión entre los Archiduques y ganar el trono. No podía mostrar debilidad en nuestro primer encuentro. Hable ligeramente.
- Ira.
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Fuerza 106, Agilidad 101, Resistencia 96. Incluyendo el efecto de Paranormal, 2 estadísticas habían subido a más de 100. Por supuesto, a la bendición de Paranormal sólo le quedaban 10 minutos, pero no me importó. Los vasos sanguíneos de mi cuerpo se redujeron y mi corazón latió más rápido. No fui tomado por el estado anormal. Sin embargo, la Inteligencia se redujo mucho debido a la habilidad Ira.
‘Puedo usarla en conjunto con Pereza pero...’
Recordé el terrible momento en que probé tanto Ira como Pereza. No había necesidad de arriesgarse a atacar a mis aliados. Ira era suficiente. Tenía mis razones, pero aún estaba excitado. Apreté los dientes automáticamente. Mi espada temblaba. La oscuridad en los alrededores aumentó.
Levanté la mirada y me enfrenté a Okullos. Este detectó el peligro y frunció el ceño. Inmediatamente surgieron de su cuerpo varias luces azules. Unas raíces penetraron en el suelo y se convirtió en un fuerte árbol que no se movía. Un movimiento instintivo. Este cambio no me resultó extraño. Habilidad de grado épico “Naturalización”. La desventaja era que no podía moverse, pero esta habilidad le daba defensa y ataque absolutos.
¡Suaack! Miles de largas hierbas comenzaron a brotar y me agarraron. La hierba que se extendía desde el suelo significaba que tenía un espacio limitado para moverme. No podía simplemente demostrar ataques fuertes. Pero... vi claramente pequeños huecos por donde mi espada podía entrar. Esto se debía a la Agilidad. Una vez que superó los 100, pude ver cosas que normalmente no podía. Tomé decisiones con fría razón. Mis ojos no se apartaban de Okullos.
‘Okullos. Te lo haré saber.’
Todavía era inmaduro cuando corría por el Mundo Demoníaco. ¡Yo era un “enemigo” que realmente podía amenazarle! Lento pero seguro, empecé a moverme por los huecos.
* * *
Máximum el Comandante Cruel. Vigilaba a su amo mientras causaba devastación en el campo de batalla. El poder mágico que se podía sentir incluso desde la distancia era obviamente el corazón del Emperador. La razón por la que entró en el cuerpo de un demonio no importaba. Máximum estaba emocionado por la abrumadora apariencia del demonio.
Electrizante. El poder de vencerlo todo. La espada se movió rápidamente y la imagen posterior golpeó a innumerables enemigos. Desataría un poder más fuerte mientras caía en una crisis más profunda.
- ¡Por el Gran Emperador!
Máximum blandió su espada dorada. La espada emitía ahora una luz brillante. El Gran Emperador. ¡Su maestro estaba luchando solo en territorio enemigo!
¡Dalgurak! ¡Dalgurak! Los soldados esqueletos se movieron. Los dirigió a ciertas posiciones. Cortaron los cuellos de los enemigos y avanzaron hacia adelante. Les cortaron las extremidades mientras se movían. Sus cuerpos siguieron avanzando incluso sin brazos ni piernas.
Un cambio de impulso. La batalla se tensó. Al mismo tiempo, el Grifo y las otras criaturas no podían ser ignorados. No estaban bajo el mando de Máximum, por lo que le desagradaban. Pero eran criaturas del Emperador.
- ¡Jajaja! ¡Miren! ¡Los demonios están siendo vencidos por el abrumador poder de Su Majestad!
Máximum rio mientras blandía su espada. Desde su punto de vista, los 4 demonios no tenían una asociación fuerte. En particular, 1 se sentía completamente diferente del resto. Pero esos demonios. No eran todos sus oponentes. Aunque no pudiera recuperar todo su poder, Máximum no dudaba de la victoria del Emperador. Fue un momento impresionante al sentir como el poder de su maestro aumentaba a pasos agigantados frente a ciertos demonios. El aire empezó a vibrar por un cambio anormal. Y comenzó la lucha.
- ¡Grandioso! ¡Su Majestad! ¡Cuidado!
¡Kung! ¡Kung! ¡Kung! Todos los esqueletos golpearon su escudo con la espada. El sonido resonó y se extendió por todo el lugar. Una ovación. Rugidos. Rezando por su victoria. No debía ser derrotado. Ganar era la única manera de probarse a sí mismo. Máximum mantuvo un ojo en la lucha del Emperador contra los demonios.
No le hacía gracia. El Emperador se veía obligado a luchar en un espacio reducido y rodeado de demonios. Fruncía el ceño cada vez que el demonio Okullos, parecido a un árbol, era cortado. No podía sentirse aliviado. Las ramas cortadas por Espada Oscura no podían recuperarse. Miles de ramas tuvieron que ser cortadas por la espada antes de finalmente revelar la parte inferior.
Los 3 Duques restantes... 2 de ellos ni siquiera entraron en la lucha. No pudieron encontrar ningún hueco. Máximum no podía ayudar aunque quisiera. No podía irrumpir en la pelea.
Sacudió la cabeza. La lucha era violenta y aguda. Sus manos empezaron a temblar inconscientemente, pero las calmó. Este era el campo de batalla que se le había dado. Podía dejar de preocuparse ocupándose de esta lucha.
¡Chwahak! En ese momento, la espada del Emperador cortó ferozmente el cuerpo de un demonio. No fue un golpe fatal, pero fue adecuado. Su cara cambió. No era completo, pero había una pequeña sonrisa. Su maestro no pudo evitar sonreír. Fue entonces cuando Máximum se dio cuenta... ¡Su maestro ganaría!
- ¡Nuestro Dios ha vuelto!
Su corazón ya se había detenido, pero estaba ardiendo.
* * *
Pasaron 10 minutos. La bendición de Paranormal terminó. Al mismo tiempo, logré dejar una larga puñalada en el costado de Okullos.
- Lo siguiente es el cuello.
¡Ssik! Sonreí, mostrando mis dientes. Okullos tenía una expresión confusa.
- ¿Tú... eres realmente Randalph Brigsiel?
- ¿Entonces a quién estás mirando?
- ¿Quién, quién eres tú?
La actitud no era fácil de reconocer. Era natural. Yo era completamente diferente en comparación con el Mundo Demoniaco. Décadas habían pasado para mí antes de volver en el tiempo. Pensó que sólo me había vuelto moderadamente más fuerte, pero rompí brutalmente sus defensas. Ya no hablaba de “interesante”. Toda esa confianza había desaparecido.
- ¡Okullos!
Los Duques se acercaron a ellos. Pero Okullos estiro su mano y los detuvo.
- Puedo ver con naturalidad. Conozco la esencia de toda vida. Tú no eres Randalph Brigsiel.
- No me hagas reír. ¿No estás intentando escapar?
Okullos abrió la boca. Parecía sospechar algo, pero no podía expresarlo. Okullos dudó durante 10 segundos antes de sacudir la cabeza.
- No es beneficioso para ambas partes estar luchando entre sí. Esa habilidad tuya ha desaparecido y no podré permanecer en este estado mucho más tiempo. ¿Qué tal si nos retiramos por ahora?
Fue acertado. No sabía cuánto tiempo más duraría Ira. Prolongar esta lucha haría más mal que bien.
- ¿Qué? ¡Ja, ja!
Solté una gran carcajada. Uno de los 4 Archiduques, Okullos, había pedido una tregua.
- Ciertamente tienes un crecimiento anormal. Si tienes suerte entonces podrías ser capaz de matarme aquí. Pero tampoco podrás evitar la muerte.
Eso también era cierto. Era probable que las palabras de Okullos fueran ciertas. Sabía que este campo de batalla era feroz. No sería fácil escapar de los 3 Duques cuando estuviera en un estado debilitado.
- ¿Es realmente así?
Pero no podía simplemente aceptarlo.
- ¿Quieres ir hasta el final?
Okullos preguntó como si yo fuera estúpido.
- Entrega un brazo. Entonces me lo pensaré.
Sugerí. No podía dejarlo ir tan fácilmente. Y de hecho... Okullos estaba mejor vivo que muerto.
Si Okullos desaparecía entonces el equilibrio de poder quedaría completamente destruido. Toda la situación podría llegar a los otros Archiduques. Si Okullos moría entonces el resto de los demonios escalarían rápidamente. Además, aparecerían variables. Si quería deshacerme de las variables, necesitaría deshacerme del resto de demonios de la facción de Okullos. Archiduque Upa también era mi enemigo en este momento. Todavía era demasiado temprano.
- Un brazo... es más barato de lo que pensaba.
Okullos sabía que nunca se recuperaría si le cortaba el brazo con la Espada Oscura. Aun así, aceptó con gracia. Obviamente algo había ocurrido para hacerle cambiar de opinión.
- ¡Jefe Okullos!
Los Duques estaban llenos de resentimiento. Sin embargo, la expresión de Okullos no cambió.
- No tienen que preocuparse. Hoy he conseguido información muy importante. El valor de mi brazo ni siquiera se puede comparar.
En ese momento, los Duques se quedaron callados. Sólo dijeron algunas palabras de queja.
‘¿Es una prueba?’
Okullos era bastante desconocido. Así que no era fácil para mí determinar qué era verdad o mentira. Personalmente, pensé que sólo era una prueba. Tenía que haber una razón para que los Duques tuvieran ese aspecto.
- Córtalo.
Okullos deshizo Naturalización y extendió su brazo derecho. Extendió directamente su brazo hacia mí. No era fácil recordar que era un Archiduque.
Agarré a Ira. Y... ¡Suuk! ¡Duk!
La guerra había terminado. Okullos y sus demonios comenzaron a retroceder. Retrocedí después de cortarle el brazo derecho.
Miré la situación a mi alrededor. En menos de una hora, las tropas se habían reducido a más de la mitad. Me di cuenta de cuánto tiempo y con qué violencia habían estado luchando.
- ¡Su Majestad!
Máximum el Comandante Cruel vino corriendo. Le impedí arrodillarse. Cogí su hombro y lo miré directamente a los ojos.
- La forma de despertar el corazón. ¿Cuál es?
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