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jueves, 31 de julio de 2025

DH - Capítulo 359

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Capítulo 359
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Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
El rostro de O’Brien se descompuso. Sin embargo, poco después volvió a animarse. Con una sonrisa, dijo. - Qué lástima que no tenga forma de salvar a más gente. En cualquier caso, ¡qué bien que hayas podido volver! Alan giró el cuerpo y se puso de rodillas. - ¡Estoy dispuesto a jurar eternamente mi lealtad y devoción a tu distinguida persona! El director de investigación miró a Alan con asombro. Este hombre había sido reclutado en el Tridente de Poseidón, por lo que sólo tenía una simple relación de empleado con O’Brien. ¿Por qué fue que después del proceso de reconstrucción, de repente juró su lealtad como el antiguo sistema de caballería? Esto no era algo común ni siquiera entre los miembros más antiguos del Tridente de Poseidón. Sin embargo, O’Brien se limitó a reírse como si fuera apropiado y de esperar. Extendió la mano y sostuvo la cabeza de Alan. - A partir de hoy, luchemos juntos. - ¡Sí, señor! Le respondió Alan con voz grave. Lo que siguió fue un simple almuerzo. En la mesa del comedor, el director de investigación se sorprendió una vez más al comprobar que O’Brien y Alan comían con extrema meticulosidad, hasta el punto de que ni siquiera dejaban un poco de desperdicio. Esto ya no entraba en la categoría de no querer desperdiciar comida, sino que ya afectaba a su antigua etiqueta. Utilizando una frase bastante desagradable, O’Brien estaba comiendo igual que alguien del desierto. Al ver el asombro del director de investigación, O’Brien se echó a reír. A continuación, hizo una sencilla narración de la experiencia de reconstrucción. Hace 3 días, el director de investigación, mediante un sencillo equipo, confirmó finalmente que los comederos de cría del árbol madre contenían abundantes nutrientes y unas cuantas hormonas milagrosas que podían estimular sustancialmente y liberar el potencial del cuerpo humano. La estimulación genética conllevaba naturalmente cierto riesgo, pero si uno se limitaba a absorber los nutrientes y controlar los efectos de las hormonas, podía obtener enormes beneficios. Desde el punto de vista de la eficacia, el fluido de cultivo del árbol madre era 100 veces más eficaz que los fluidos de cultivo normales. Además, estaba conectado a todo el árbol madre. Cada pocos días, habría suficiente líquido nutritivo para 8 comederos de cultivo. Por eso, después de que se produjera el nuevo lote de fluido nutritivo, O’Brien condujo a los 7 soldados más destacados del Tridente de Poseidón a los abrevaderos de cultivo para que absorbieran los nutrientes. Nunca esperaron que en el momento en que se cerraron las tapas de los comederos de cultivo, todos los que estaban allí fueron inmediatamente arrastrados a otro mundo, ¡un mundo espiritual! En ese mundo, los árboles, las flores, las plantas y todo tipo de extrañas bestias viciosas, ¡casi todas las criaturas se convirtieron en sus enemigos! Durante los primeros días, O’Brien llegó a sentir que luchaba contra el mundo entero. Afortunadamente, la destreza en combate de las criaturas de aquel mundo no era demasiado grande, y por eso apenas consiguieron escapar de la región boscosa repleta de criaturas al entorno desértico con comparativamente menos seres vivos, logrando así sobrevivir a duras penas. Sin embargo, este primer cambio de circunstancias ya hizo que O’Brien perdiera a un soldado destacado. En los años siguientes, lo que ocupó la mayor parte del tiempo de O’Brien fueron batallas, ¡continuas e interminables batallas! Cada vez que luchaban, sólo una persona podía descansar, y la cantidad de descanso que recibía no superaba los 10 minutos. ¡Sólo ahora O’Brien comprendió por fin que realmente se enfrentaba al mundo entero! Este mundo no podía considerarse demasiado grande, y había límites. O’Brien empleó 5 años enteros, dirigiendo a los supervivientes en la matanza a lo largo del borde del mundo antes de regresar finalmente al origen. Durante este proceso, otro soldado entró en el descanso eterno. Tras investigar los límites de este mundo, O’Brien llegó a la conclusión de que el punto crítico para desentrañar este mundo estaba justo en el centro del bosque de la cordillera. Por eso su grupo se dividió, buscando individualmente la forma de llegar al corazón de este mundo. Lo que le esperaba después era una intensa batalla varias veces más difícil que a la que se había enfrentado anteriormente. Un año después, O’Brien se encontraba por fin en lo alto de la torre divina central. Detrás de él había un camino espacioso e interminable. No había ningún camino en absoluto. Cuando atravesó todo lo que se abalanzaba sobre él, por fin se formó un camino. Sentados en el centro del altar divino frente a O’Brien había 2 Hebilu, uno masculino y otro femenino. - Los 2 primeros Hebilu de este mundo. Tras someterlos, ese mundo también se deshizo. O’Brien habló con calma. El director de investigación estaba completamente estupefacto. Sólo habían pasado 3 días en la reconstrucción del mundo exterior, ¡pero ya habían pasado 6 años de guerra en el mundo espiritual! No era de extrañar que el temperamento de O’Brien experimentara tal transformación, ni tampoco que Alan y O’Brien, que eran los únicos supervivientes, desarrollaran una amistad tan especial. El director de investigación echó un vistazo a Alan, encontrándolo no muy diferente del pasado, sólo que su arrogancia antes indomable ahora había desaparecido sin dejar rastro. Sin embargo, sabía que Alan se había convertido en una persona completamente distinta. 6 años de batalla ininterrumpida podían hacer que una persona cobarde se convirtiera en el más valiente de los luchadores, ¡por no hablar del hecho de que Alan ya tenía séptimo nivel de habilidad cuando se unió por primera vez al Tridente de Poseidón! - Ponme al corriente de lo ocurrido recientemente. O’Brien ordenó mientras se afanaba en su comida. El director de investigación organizó rápidamente las piezas más recientes de inteligencia por prioridad, y luego habló cuidadosamente sobre lo que él pensaba que era el asunto más importante. Mientras escuchaba, su velocidad al comer disminuía gradualmente. Al final, sus dientes se detuvieron a mitad de camino en un trozo de filete, y su cuerpo se puso tan rígido como una estatua. Sólo cuando el director de investigación terminó de hablar, O’Brien se tragó todo el trozo de carne. - Preparen 10 soldados y 3 vehículos equipados con artillería pesada. Partiremos hacia la mansión Lehai. Alan, ¿cómo te encuentras? Si puedes, ven conmigo. Alan siguió terminándose el filete a un ritmo de 3 bocados por trozo, y luego contestó con voz llana. - ¡Por supuesto! 30 minutos de descanso ya son más que suficientes. 7 horas y 30 minutos más tarde, O’Brien se encontraba frente a la entrada principal de la mansión Lehai. Calibró con calma esta mansión llena de un estilo campestre. Mientras tanto, Alan, con ojos como si estuviera mirando cadáveres, escudriñaba a los guardias completamente vigilantes situados alrededor de la entrada principal y del muro perimetral. 10 minutos después, toda la mansión Lehai se había convertido ya en un mar de llamas. Todos los sirvientes y guardias habían sido ejecutados y los cadáveres se amontonaban a un lado del edificio principal. Las llamas salían por todas las ventanas del antiguo edificio. Bajo la luz abrasadora, una docena de personas temblaban de frío, la mayoría mujeres y niños. O’Brien se puso en cuclillas. Llevó en brazos a un niño de 5 o 6 años e hizo que un soldado abriera un canal de comunicaciones. Medio minuto después, apareció en la pantalla óptica un aspecto digno, un anciano que parecía un poco delgado y pálido. - ¿O’Brien? Realmente ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, y tú también pareces haber cambiado un poco. Espera, ¡llevas al pequeño Peter! ¿Por qué estás en la mansión Lehai? ¡Tú... tú quemaste mi mansión! Cuando vio la escena que se transmitía a través de la pantalla óptica, ¡Kaplan cambió su actitud inicial de etiqueta por un rugido! - He oído que hace varios días llevaste a cabo una operación en la base norte, una dirigida contra Perséfone. O’Brien habló algo distraído, como si la rabia de Kaplan fuera completamente inútil contra él, hasta el punto de que incluso tuvo tiempo de pellizcar las mejillas del pequeño Peter. Kaplan reprimió enérgicamente su rabia y su miedo. - Fue una orden de Bevulas. Yo sólo cumplía órdenes. - ¿Cumpliendo una orden? Eres un General Jinete de Dragón Negro, Bevulas no tiene forma de darte directamente una orden. De hecho, incluso si el General Morgan te diera una orden, puedes elegir no escucharla. Si me permites la pregunta, ¿qué clase de beneficios te dio Bevulas exactamente para que pagaras voluntariamente un precio tan alto? Mientras O’Brien hablaba, seguía jugando con la cara del pequeño Peter. Sabía que era el único hijo de Kaplan. Lo había descubierto hacía 5 minutos. Kaplan vio cómo la cara del pequeño Peter se enrojecía y se hinchaba, incapaz de llorar, aunque quisiera debido al fuerte apretón alrededor de su cuello, y entonces no pudo evitar expulsar por completo toda la rabia que había en su voz. Con voz suplicante, dijo. - Podemos hablar de esto como es debido, deja en paz al pequeño Peter. ¡Creo que todo se puede discutir! Además, ¿no había anunciado ya la Familia Arthur que había cortado toda relación con Perséfone? - Correcto. Perséfone fue expulsada de la familia, y el que dio la orden de destierro fui yo personalmente. Sin embargo, el hecho de que fuera expulsada no tiene nada que ver con el asunto actual. Simplemente me pareció que usted, así como toda esta mansión, eran un poco desagradables. Después de hablar, O’Brien soltó su mano. ¡El pequeño Peter cayó inmediatamente de sus manos! - ¡No! ¡El rugido de rabia de Kaplan fue tan fuerte que incluso hizo que la imagen de la pantalla óptica empezara a temblar! Su rostro ya estaba completamente distorsionado. Maldijo enloquecido a la figura de O’Brien que se retiraba, rugiendo. - Estás convirtiendo a Lord Bevulas en tu enemigo, ¡te matará! Matará a todos los que estén relacionados contigo. O’Brien caminó hacia la mansión. Mientras escuchaba las maldiciones de Kaplan, ni siquiera se giró, limitándose a responder con voz tranquila y pausada. - No eres más que uno de los perros de Bevulas. ¿Qué precio crees que está dispuesto a pagar por un perro? En cuanto a convertir a Bevulas en mi enemigo... durante la reunión de mañana, ¡le echaré en cara mi voto en su contra! Entonces, O’Brien dio con indiferencia la orden a Alan, a su lado, de “matar a todo el mundo” antes de salir de la mansión a una velocidad constante. Las llamas devoraron toda la mansión Lehai... Lo que Kaplan no sabía era que, en aquel otro mundo, durante el año de matanza en el corazón de aquel mundo, O’Brien se había enfrentado a todo tipo de ataques. En ese mundo condensado espiritualmente, todas sus debilidades mentales desaparecieron sin dejar rastro, y como resultado, los que más le atacaron fueron sus parientes de sangre más cercanos. En ese año, el número de veces que O’Brien mató personalmente a Perséfone fue de 11.776 veces.

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