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viernes, 26 de abril de 2024

DD - Capítulo 294

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Capítulo 294
La Guerra de las Marionetas (XI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
La parte principal de nuestro ejército llegó al suroeste de Parisiorum. Con esto, nos habíamos apoderado de la victoria. La fortaleza con el preciado almacén de provisiones de Bretaña fue tomada. La fortaleza tenía un nombre increíblemente largo. Era la Fortaleza de Sage Germain en Laye. Era molesto recordarlo o incluso hablar de él. Los miembros de nuestro ejército decidieron llamarlo simplemente “Almacén”. Había 700 soldados de infantería y 200 de caballería protegiendo la fortaleza. Sus fortificaciones eran bastante firmes, pero una vez que nuestro ejército republicano de 10.000 soldados los invadió, la fortaleza no duró ni 2 horas. Probablemente nunca imaginaron que un ejército masivo vendría a asaltarlos. Fue un asalto sorpresa perfecto. Su única esperanza residía en si Henrietta les enviaba refuerzos o no... pero qué desafortunados. Nuestros tiempos de salida eran muy diferentes. Hicimos que el ejército republicano de Batavia cruzara el río primero y que partieran inmediatamente una vez que lo hubieran realizado. Mientras esto sucedía, Bretaña estaba inmovilizada debido a su batalla con nosotros. Lo que les hizo perder cerca de 2 horas. Henrietta cometió un error en el momento en que entró en batalla con nosotros. Por supuesto, esto fue en conclusión. Si ella hubiera ganado la batalla, entonces el nombre de Henrietta habría pasado a la historia como una reconocida comandante, mientras que nosotros habríamos sido referidos como los tontos que fueron divididos y conquistados porque fuimos atrapados mientras intentábamos cruzar un río. Así es la guerra. Todo está determinado por el resultado... Le había pedido al Barón Bercy que iniciara el fuego en Parisiorum. Me quedé estupefacto cuando me enteré de que se había llevado a cabo una purga masiva. Afortunadamente, el Barón Bercy logró evitar esa ola de sangre. El Barón era nuestra única conexión con los patriotas del Imperio Franco. Fue una suerte increíble que sobreviviera. A fin de cuentas hizo un espléndido trabajo al llevar a cabo su tarea. Henrietta probablemente se lamentaba miserablemente en este momento. Ella perdió su poder de combate más fuerte conocido como los Caballeros de la Rosa Verde y sus provisiones. Ahora el espacio de Bretaña se ha reducido significativamente. Ella, estabas demasiado centrada en las batallas campales. Al final, la guerra se trata del engaño. Al poner sus espaldas contra un río, hicieron obvio que su objetivo era una batalla campal. En cambio, nosotros ocultamos nuestras intenciones hasta el final. Hicimos muros para que pareciera que nuestro objetivo era una batalla prolongada y cruzamos el río para que pareciera que queríamos ir a Parisiorum. Pero nuestro verdadero objetivo era su almacén. Henrietta tropezó y cayó en ambas trampas. Al mediodía, Laura y yo estábamos juntos en nuestros aposentos personales. Nuestras fuerzas han aprovechado la oportunidad decisiva para la victoria, pero la guerra no había terminado todavía. El ejército de Bretaña seguía vivo y sano. No podíamos bajar la guardia. Los 2 comenzamos inmediatamente una reunión de estrategia tan pronto como establecimos un campamento militar al suroeste de Parisiorum. - Bretaña ahora sólo tiene 2 opciones. - Intentan defender la ciudad o se retiran. Laura asintió con la cabeza. Yo terminaba sus frases cada vez que empezaba a hablar. Entendíamos perfectamente los planes del otro. - Los bretaños no querrían un asedio. No sólo prefieren las batallas campales, sino que tampoco tienen provisiones para sostener un asedio prolongado. Querrían retirarse, pero... - La cuestión es a dónde podrían retirarse. Los efectos de la guerra civil siguen extendidos por todo el Imperio Franco. La influencia de los monárquicos es fuerte en los lados oeste y este de Parisiorum. Es natural, ya que casi todos los republicanos conocidos fueron masacrados. Por otro lado, el extremo norte se convirtió en una zona sagrada para los republicanos. El extremo norte era también donde había un denso número de ciudades libres que habían declarado su independencia. Por lo tanto, Henrietta querría huir al oeste o al este, donde la gente es más amigable con ellos. Si secuestran al Emperador y a la Emperatriz Viuda, también podrían recibir un impuesto de guerra con el pretexto de que es “orden del Emperador”. Podrían obtener provisiones legalmente. Sin embargo, estamos bloqueando su camino hacia el sur y el oeste. Si la gente de Bretaña quiere retirarse al sur o al oeste, entonces tendrían que cruzar el río como lo hicimos anoche. No debería tener que decirlo, pero Laura y yo no tenemos intención de quedarnos de brazos cruzados y dejarlos cruzar el río. - Debemos ordenar a la unidad de dracos que vigile Parisiorum. - Ya he dado la orden a través de Gamigin. La mitad de la unidad está rotando cada 3 horas para mantener la vigilancia sobre Parisiorum. Laura sonrió ante mi respuesta. - Como era de esperar de mi señor. Eres lo que se entiende por un ayudante perfecto. - ...Me parece que estás invirtiendo nuestros papeles. Laura era probablemente la única vasalla en el mundo que trataba a su señor como un ayudante. Bueno, no es que me importara. Mientras podamos ganar la guerra. Si el ejército de Bretaña hacía algo, la unidad de dracos nos lo comunicaría inmediatamente. Planeábamos movernos para evitar que el enemigo cruzara el río. Por supuesto, mientras Henrietta no fuera idiota, debería saber que estaban siendo vigilados por los dracos. - La Reina de Bretaña tratará de forzar su camino a través del río o se dará por vencida por completo. - Ambas opciones son buenas para nosotros. - Si, si el enemigo intenta cruzar el río, entonces podríamos luchar con ventaja. Aunque las cosas serían diferentes si poseyeran una unidad lo suficientemente fuerte como para ignorar el riesgo de cruzar el río... - Pero anoche hicimos todo lo posible para deshacernos de esa misma unidad. ¿No es así, Laura? Los Caballeros de la Rosa Verde. Eran anormalmente poderosos. Es de sentido común que un ejército se debilite al cruzar un río, pero estos caballeros eran fácilmente capaces de defenderse de un ataque enemigo al tiempo que ayudaban a sus aliados a cruzar un río. Por lo tanto, tomamos el riesgo de acabar con los Caballeros de la Rosa Verde anoche. En realidad, en lugar de dividir nuestro ejército en 4 líneas de defensa, podríamos haber concentrado a todos en una sola línea. Si hubiéramos hecho eso, entonces la línea no se habría roto, pero intencionalmente dejamos que rompieran nuestra primera línea de defensa. Como resultado, Bretaña perdió su carta de triunfo. No sólo perdieron su mayor poder de combate. También perdieron su capacidad de cruzar el río sin carga. ‘Bueno, pasaría algún tiempo antes de que Henrietta se diera cuenta de esto también...’ - Bretaña no tiene otra opción que retirarse hacia el norte. Así es. La Reina Henrietta no tiene otra opción que ir a una tierra que les es hostil. Tendrá que reabastecerse saqueando los pueblos y ciudades del norte. Esto también era algo que Laura y yo queríamos.
* * *
Los comandantes se reunieron en los cuarteles durante la tarde. La mayoría de los Señores Demonio parecían satisfechos. Habíamos logrado una victoria estratégica. Sería extraño que parecieran disgustados. Sin embargo, sólo los rostros de Paimon, Vassago y Zepar se mostraban firmes. Paimon siempre ha estado insatisfecha con las tácticas de Laura. Había muchas cosas que quería decir, pero se las estaba guardando desde que ganaron. Ese era el estado de ánimo que emitía. Vassago estaba de mal humor. La noche de ayer probablemente no fue diferente de una pesadilla para él. Estaba haciendo obvio que no quería luchar contra Agares nunca más. Por supuesto, yo ya había marcado a Vassago en mi mente como responsable de enfrentar a Agares. Por otro lado, el General Zepar estaba claramente conteniendo su ira. - Subcomandante, no he oído ni una sola palabra sobre el plan de la batalla anterior. Por favor, explíquese. Las arrugas del viejo general parecían a punto de estallar. Esperábamos que nuestra primera línea de defensa fuera destruida. Gracias a ello habíamos ganado, pero al general Zepar, que estaba a cargo de esa misma línea, se le mantuvo en la oscuridad. El general Zepar había luchado desesperadamente porque pensaba que todos estarían en peligro si dejaba pasar al enemigo. Laura respondió sin rodeos. - La primera línea tuvo que luchar desesperadamente para que nuestro plan funcionara. - ¿Estás diciendo que habríamos luchado con menos valentía si me lo hubieran dicho de antemano? - Hay una gran diferencia entre tener contramedidas o no. Como mínimo, esto crearía una diferencia en la resolución. Creo que usted también estaría de acuerdo con esto, General Zepar. El General Zepar cerró la boca. Entendía, pero también estaba comprensiblemente molesto. Su rostro puso de manifiesto sus pensamientos. - Naturalmente, la persona que más contribuyó en la última batalla fue el general Zepar. Laura dio una palmada. Un hombre bestia que esperaba fuera entró en la sala mientras sostenía una bandera. Los demás Señores Demonio miraron confusos al hombre bestia. Sólo el General Zepar logró reconocer lo que era en un instante. - Eso es... - Sí. Es el estandarte de los Caballeros de la Rosa Verde. Una vez que Laura hizo un gesto con la mano, otro soldado se acercó y ayudó a desplegar la bandera. - Recompenso esta bandera, en lugar del Comandante Supremo Rudolf von Habsburg, al general que más contribuyó en la batalla anterior. - ... Los ojos del General Zepar se abrieron de par en par. Era una bandera que ostentaba una historia de 700 años. También era algo que nunca antes se había capturado en toda la historia. Si una bandera normal vale entre 200 y 500 monedas de Oro... la de los Caballeros de la Rosa Verde no tenía precio. Sería un gran honor tener esa bandera colgada en su Castillo del Señor Demonio. El General Zepar cerró los ojos en silencio. Parece que estaba pensando profundamente en algo. Por fin podía vengarse de la humillación que recibió hace 500 años. Sería raro que no tuviera remordimientos. - Gracias, Subcomandante. El General Zepar abrió los ojos y se levantó. Se llevó la mano derecha al pecho y saludó. Era la mayor cortesía que un general podía mostrar cuando ya estaba sirviendo a Barbatos. Laura le hizo un gesto con la cabeza. - El honor debería seguir naturalmente a la propia lucha. Sin embargo, la guerra aún no ha terminado. El ejército de Bretaña aún goza de buena salud. La distribución real de honores se llevará a cabo después de que hayamos ganado. Los Señores Demonio asintieron con la cabeza. Una parte de ellos parecía insatisfecha. Bueno, a quien engañar, era Vassago de nuevo. Una vez que me encontré intencionadamente con su mirada y le dediqué una sonrisa, carraspeó y se dio la vuelta. ‘Es realmente un caballero adorable. Empezaba a gustarme más. Por favor, sigue siendo puro.’ Laura continuó una vez se hubo calmado el ambiente. - A partir de mañana, saquearemos a fondo los alrededores de Parisiorum. - ¿Hm? ¿No tenemos ya provisiones más que suficientes? ¿Tenemos que esforzarnos por arruinar nuestra imagen mediante el saqueo? Barbatos preguntó. Era una pregunta lógica. Saquear era normal en esta época, pero obviamente era mejor no hacerlo si era posible. Laura se volvió para mirarme. - El General Dantalian se explicará más al respecto. Él es quien ha diseñado este plan. - Sí. Me levanté. Las miradas de todos se centraron en mí. Me aclaré la garganta antes de proceder a dar una explicación calmada. - Esto puede ser desconocido para mis compañeros Señores Demonio, pero monárquicos y republicanos se oponen actualmente en el Imperio Franco. En pocas palabras, Bretaña está del lado de los monárquicos, mientras que el ejército bátavo que nos acompaña es republicano. La mayoría de los Señores Demonio ladeó la cabeza. “¿Por qué debería importarnos el sistema político del mundo humano?” Eso era lo que decían sus caras. ‘Entiendo muy bien por qué seguían perdiendo durante las Alianzas Crecientes.’ - Hace 4 años, ocurrió una masacre a gran escala en el Imperio Franco por culpa del ejército bretaño. Al menos 10.000 republicanos fueron masacrados en toda la nación. Por lo tanto, los republicanos del Imperio Franco albergan un profundo odio hacia los monárquicos. Usaremos ese odio. Los Señores Demonio aún parecían confundidos.

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