Capítulo 34
Una Temporada en el Continente Demoniaco (VI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
Corrección: Zura ja nai, Lord
- ¡Su Alteza Andromalius! ¡Estás yendo demasiado lejos con tus palabras!
Pronunció Vuffoet. La reacción de Andromalius fue apática. Se apresuró a apartar la mano y sacudirla como si se estuviera sacudiendo la suciedad.
- ¿Cómo que demasiado lejos? ¿Rango 71? No me extraña que no recuerde tu nombre. Oye, amigo, ¿qué pretendías ver viniendo a una zona tan rural como ésta? Date prisa y lárgate.
- Su Alteza Dantalian es el invitado de la Firma Keuncuska.
Vuffoet se interpuso entre Andromalius y yo.
- Nuestra firma no se quedará de brazos cruzados si Su Alteza Andromalius insulta más a nuestro invitado.
- Si no se van a quedar de brazos cruzados, entonces ¿qué van a hacer, eh? ¿Vas a capturarme y azotarme? Los otros Señores Demonio estarían encantados si oyeran rumores de que tu empresa captura y tortura Señores Demonio sin justificación. Por eso te llamo arrogante, bastardo murciélago.
Andromalius miró a Vuffoet con el rabillo del ojo.
- Aunque seas capaz de escapar a nuestras órdenes mediante artimañas, eso no cambia el hecho de que sigues siendo el esclavo de alguien. Así es. ¿Cómo dijiste que te llamabas? ¿Hm? Probablemente tienes un nombre, ¿verdad? ¿No te sientes avergonzado cuando vas por ahí refiriéndote a ti mismo con ese nombre?
- ...
- Pobres esclavos bastardos. Son como un puñado de humildes insectos. Al final, son esclavos de nosotros, los Señores Demonio. Harían bien en recordarlo.
Vuffoet se quedó en silencio. Estaba rechinando los dientes en su mente. Parece que había utilizado algún método que le permitía resistirse a los Señores Demonio. Y estaba siendo ridiculizado porque no era un método del que se pudiera presumir. El hecho de que existiera tal método era increíblemente interesante, pero por el momento aparté ese pensamiento a un rincón de mi mente. Podía inferir la cruda verdad de las conversaciones sobre ser un esclavo.
Andromalius escupió. Al hacerlo, me miró una vez más antes de volver a la taberna. Su espalda parecía muy pequeña. Vuffoet me hizo una reverencia.
- Le he mostrado algo desagradable. Le pido disculpas.
- No me importa. Lo único que hiciste fue exponer tu punto de vista.
Pregunté por curiosidad.
- Hay un par de cosas que deseo preguntar. ¿Existen leyes entre los Señores Demonio?
- No hay ninguna. Aunque los Señores Demonio dictan leyes, sólo se aplican en sus territorios. No hay nadie que reine sobre los Señores Demonio.
- ¿Sabes usar la magia?
- Sí.
- Perfecto.
Tomé mi decisión. Saqué un pergamino mágico de mi bolsillo. Este era uno de los tres que le había comprado a Lapis anteriormente. Usé uno en el mercado de esclavos y aún me quedaban 2. Entregué uno de los pergaminos a Vuffoet, este recibió el pergamino mágico en la confusión del momento.
- ¿Esto es...?
- Un pergamino que tiene un hechizo de teletransporte de escala media. Actívalo aquí.
- S-Su Alteza.
El tono de Vuffoet era serio.
- Lo siento, pero no puedo hacer eso. Invocar magia está prohibido dentro de las severas políticas de Niflheim. Además, lo que Su Alteza pretende hacer ahora mismo es...
- No hay leyes por encima de los Señores Demonio.
Lo miré fijamente. No sentí la necesidad de salirme de mi camino para usar mi habilidad de Actuación. Tenía una extraña sensación de certeza de que si le instaba con un poco de fuerza, entonces me escucharía.
- Tú eres quien ha dicho esto. ¿O acaso he oído mal?
- ...No. Tienes razón.
- No aceptaré más preguntas. Actívalo.
Mis ojos se reflejaron perfectamente en las pupilas de Vuffoet. A poca distancia de nosotros, podíamos oír a Andromalius creando un alboroto. El viejo hombre gato se disculpaba una y otra vez como una cinta de casete rota. Yo no los miraba, pero me daba cuenta. Podía sentir toda la frustración, ira y hostilidad de algunos de los demonios que se habían reunido en la plaza.
- ...Entendido.
Vuffoet abrió el pergamino. Giré la cabeza y miré la taberna. Andromalius, un Señor Demonio que sirve para enseñar a jugar a los jugadores de Dungeon Attack. En cuanto a cómo son todos los monstruos hostiles en los tutoriales, todos mueren en un instante ante el protagonista. Cuando el héroe le preguntó por qué había arrasado su aldea, Andromalius respondió diciendo.
- ¿Acaso necesito una razón para aplastar insectos?
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Fue una afirmación inmensa que fue la fuente detrás de la hostilidad del héroe hacia los Señores Demonio. Es por Andromalius que el héroe se determina a perseguir la existencia misma de los Señores Demonio del mundo.
- Arcessitus.
Murmuró Vuffoet. Inmediatamente después, un círculo mágico rojo apareció en el centro de la plaza. El color de los círculos mágicos cambiaba según la raza que los activara. Lo más probable es que el rojo represente a los vampiros. La atención de la gente se centró en él. Todos estaban confusos. Vuffoet se sentía ansioso. Sólo yo observaba el círculo mágico con tranquilidad, pero con el pecho ligeramente palpitante. Poco después, un escuadrón de gólems y otro de hadas fueron invocados en una lluvia de luz.
- ¡Es magia de invocación!
- ¡Demonios, qué loco bastardo está usando ese tipo de magia!
- Ese tipo de la firma Keuncuska lo usó. Le vi romper un pergamino.
Los peatones se reunieron rápidamente en una esquina de la plaza. Una variedad de razas se colocaron en sus respectivas posiciones. Se pusieron en formación rápidamente. Al verlos sacar sus cuchillos se hizo evidente que estaban muy acostumbrados a meterse en peleas.
‘Vaya. Me emocioné un poco. Incluso si los golpeas con un ataque sorpresa, no sería realmente efectivo, ¿eh?’
Si comparaba a esta gente con los humanos de la subasta de esclavos, esta gente parecían guerreros expertos. Si mi objetivo fueran ellos esta vez, entonces esto habría sido indudablemente más problemático. Andromalius estaba solo mientras miraba hacia aquí con la mirada perdida. Parece que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Incluso su boca estaba completamente abierta. A este paso se le va a meter una mosca en la boca.
Me pregunto si será porque es la segunda vez que son invocados. Los monstruos permanecieron tranquilos a pesar de la repentina invocación. Los gólems y las hadas esperaban con porte fiero por si les ordenaba que volvieran a alborotar libremente. Un grupo impaciente de 3 o 4 hadas ya había empezado a batir las alas y volar hacia el cielo. Qué lindas.
- Cortador de vientos.
Con una sonrisa en los labios, levanté la mano derecha. Luego señalé hacia una dirección concreta con el dedo índice.
- Disparen.
Andromalius estaba de pie en el lugar que yo señalaba. Las hadas rápidamente dispararon una lluvia de aspas de viento. Ser disparado por 10 hadas no era diferente de un bombardeo. La estadística de ataque base de las hadas de nivel más bajo es 3. Además, el nivel medio de mis hadas es 3, por lo que sus estadísticas de ataque rondan aproximadamente en 4. Andromalius tiene 3 de defensa. Si a 4 le quitas 3, sólo te quedaría 1 punto de ataque. Por lo tanto, con este único ataque, Andromalius recibirá aproximadamente 10 puntos de daño. Como sólo tiene 5 puntos de salud, no sería capaz de soportar ni un solo asalto completo. Sería preocupante si muriera inmediatamente. Ordené a mis adorables hadas que apuntaran a sus extremidades para que sus heridas no fueran letales.
Andromalius estaba aterrorizado. Rápidamente se dio la vuelta y comenzó a correr; sin embargo, no había forma de que pudiera correr más rápido que el viento. El Cortador de Vientos golpeó sus muslos y espalda. Cayó al suelo y gritó.
- ¡Aaaaaack! ¡Maldiciónnnnnn!
Parece que Andromalius todavía tenía agallas mientras se arrastraba hacia la taberna. Yo entré despreocupadamente con mis hadas. Las cuales volaban a mí alrededor formando un arco. Los gólems eran demasiado grandes para entrar, así que les ordené que esperaran fuera.
- Uu, uuu. ¿Qué es esto? ¿Qué son?
Andromalius se había arrastrado hasta una esquina de la taberna y estaba temblando. Debía de haber perdido mucha sangre al arrastrarse, ya que había mucha sangre por todo el suelo. Maldijo al ver que me acercaba a él.
- ¡Joder! Bastardo, ¿qué eres?
- No entiendo el motivo de tu pregunta.
Me sentí un poco encantado, así que le contesté en tono agradable.
- Para empezar, quiero decirte que esa es una pregunta increíblemente tonta. Si me preguntas qué soy, sólo puedo responderte que soy un Señor Demonio.
- ¡Auuh! ¿Por qué un maldito Señor Demonio intenta matarme?
- Esa también es una pregunta tonta. ¿Necesito una razón para aplastar un insecto? Mm, deberías arreglar esa burda forma de hablar antes de que sigamos conversando. Bueno, no te preocupes. Arreglaré automáticamente tu manera de hablar.
Chasqueé los dedos.
- ¡Q-Qué es... Auuuaaaaaaack!
Mis hadas apuntaron sus Cortador de vientos directamente al antebrazo de la otra parte. La sangre salpicó. Andromalius se agarró el brazo herido con la otra mano y rodó por el suelo. Pronto se le llenó la cara de lágrimas.
- Ahora, deja de gritar y escúchame. He estado bastante cansado últimamente. Decidí irme de vacaciones al continente demoniaco y pasar el tiempo en una ciudad para aliviar mi cuerpo y mi mente. Así que estaba pasando un rato agradable deambulando por la ciudad, pero, de la nada, apareció un vagabundo e intentó buscar pelea conmigo. Ahora, permíteme que te haga una pregunta, ¿cómo te sentirías si esto te pasara a ti también?
- ¡Lo siento, guh! L-Lo siento...
Parece que finalmente entendió en qué tipo de situación se encontraba cuando empezó a disculparse. El hecho de que sólo empezó a disculparse después de que sus brazos y piernas se convirtieron en un desastre estaba más allá de tarde. Decidí decirle exactamente lo mismo que le dijo al viejo hombre gato.
- No te disculpes sólo con tus palabras, muestra también tu sinceridad. Tu sinceridad.
- ¡Te-te daré dinero! Kuh!
Con manos temblorosas, Andromalius sacó una bolsa e intentó colocarla a mis pies. Pisé el dorso de su mano sin piedad. La bolsa de dinero se le cayó de la mano.
- ¡Aaauuuuc!
- ¿Ahora me tratas como a un matón? Qué decepción. Si esta es toda la sinceridad que puedes mostrarme, entonces no puedo garantizar tu vida.
- ¡T-te daré lo que quieras! Por favor, al menos perdóname la vida... mi vida...
Ahora murmuraba con la frente apoyada en el suelo. Al parecer, el dolor le hacía salivar, ya que su enunciación se veía obstaculizada por la saliva. Esto era extraño. Cuando le hice exactamente lo mismo a Jack, me sentí deprimido y culpable, pero ahora no sentía nada parecido. En todo caso, me sentí refrescado. Bueno, Jack puede haber sido un joven ingenuo, pero al final, nunca fue un pedazo de basura. Este tipo era sin ninguna duda un pedazo de basura.
- Hay una cosa que deseo saber de ti.
- Lo que sea, pregúntame lo que sea...
- Si me contestas honestamente, entonces garantizaré tu seguridad. ¿Qué te parece? ¿No te dan ganas de responderme?
Andromalius asintió con la cabeza fervientemente. En lugar de asentir con la cabeza, sería más apropiado decir que se había agitado. Este gesto fue suficiente para satisfacerme.
- Andromalius, ¿dónde está tu castillo de Señor Demonio?
- Franco, uu... está en el Imperio Franco. Lorena providencia... Raelleria ladera de la montaña.
- Excelente.
Sonreí satisfecho.
- ¿Cómo se llaman los pueblos cercanos a tu castillo?
- Pometra y Kampanyl...el resto no tienen nombre...
Muy bien. Esto era lo que yo quería. Había algo nuevo sobre lo que había estado deliberando recientemente. Era la cuestión de cómo iba a tratar con el héroe, que era el personaje principal de Dungeon Attack que iba a ir por ahí acabando con los Señores Demonio dentro de 10 años. Si vamos de acuerdo con el escenario, entonces voy a ser subyugado después de Andromalius. Para prevenir ese futuro, necesito tener algún tipo de preparación avanzada contra el héroe.
‘La cuestión es que no sé dónde vive el héroe.’
En el juego, sólo se mostraba el país de origen del héroe. No se revelaba ninguna información adicional, como en qué provincia o pueblo había nacido. Sinceramente, había renunciado a intentar retener al héroe directamente, pero en cuanto vi a Andromalius, se me ocurrió una buena idea.
Según el tutorial, la aldea del héroe estaba cerca del castillo del Señor Demonio de Andromalius. Si este es el caso, entonces ¿no podría encontrar la aldea del héroe si enfoco mi búsqueda alrededor de las aldeas cercanas al castillo del Señor Demonio de Andromalius?
‘Si me encargo del héroe, que ahora no es más que un niño, mis posibilidades de sobrevivir en este mundo aumentarán inmensamente.’
Cortaré la raíz antes de que el enemigo pueda realmente empezar a crecer. Aunque esto parecía un poco barato, no había razón para que me echara atrás simplemente porque es un poco barato. Para un Señor Demonio como yo, un héroe es una existencia aterradora.
- ¡Aaaaaaack!
Puse mi fuerza en mi pie derecho que estaba pisando la mano de Andromalius. Otro gritó estalló. Como pensaba, tenía un gritó de sonido agradable. Pude sentir como mi tensión se aliviaba en el acto. Era hasta tal punto que me preocupaba que, a este paso, podría convertirme en un pervertido que alivia su estrés atormentando a los demás.