Capítulo 37
La Noche de Walpurgis (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
Corrección: Zura ja nai, Lord
- Sé que Su Alteza ha venido aquí de vacaciones para recuperarse de su cansancio físico y mental, pero, por favor, hágalo con moderación.
- Pero mira. Hice un montón de dinero...
Lapis me fulminó con la mirada. Sin querer, me puse firme.
- Eso no es algo de lo que presumir. ¿Cómo podría un Señor Demonio juntarse con un grupo de apostadores y tomar su dinero? Esto sólo traerá problemas a la reputación de Su Alteza. De ninguna manera podría ser positivo.
No tenía una excusa. Lapis no me criticó bajo el contexto de que las apuestas en sí fueran malas, sino que me advirtió sobre la influencia negativa que tendrá en mi imagen. Y tiene razón.
- Imaginemos que el Señor Dantalian termina en una mala situación en el futuro. En ese momento, la gente criticará a Su Alteza diciendo que sólo cayó en tal estado porque se hizo adicto al juego. Lo mismo ocurrirá aunque tengas éxito. La gente hablará mal de usted diciendo que sólo tuvo un poco de suerte mientras apostaba.
- Uugh.
Ella tenía toda la razón.
- ¿Cuánto ganaste?
- Aproximadamente 4.000 monedas de Oro.
- ...Has ganado mucho, eh.
Lapis parecía un poco enojada. Me aconsejó que donara 3.000 monedas de Oro al pueblo. No había forma de negarme. La escuché y generosamente donaba ese dinero a un orfanato. Sorprendentemente, no me sentí reacio a donar el dinero. Tal vez fuera porque también me pareció mezquino utilizar las ventanas de estatus para quedarme con el dinero de aquellos apostadores. La gente de Niflheim empezó a apreciarme aún más gracias a mi donación.
Tras escapar del casino, volví a vagar por Niflheim. Incluso visité el barrio rojo de los demonios al que me llevó Vuffoet la última vez. Había muchas prostitutas de distintas razas en las terrazas haciendo señas a los peatones para que se acercaran, pero cuando una prostituta goblin dijo con una voz aguda.
- ¡Oh, Dios mío, Su Alteza Señor Demonio! ¡Venga a descansar aquí!
Aprendí que había Señores Demonio pervertidos que no discriminaban y disfrutaban de los placeres carnales con todas las razas. Por ejemplo, el Señor Demonio de rango 12 Sitri es famosa por sus preferencias sexuales únicas y disfruta teniendo relaciones sexuales con gente de varias razas a la vez. Así transcurrió mi tiempo de descanso. Había llegado el día en que se reunían los Señores Demonio.
- Hoy no puedo hacer excepciones. Debes llevar esta ropa.
- No, no quiero. ¿Llevar esa ropa? Prefiero morderme la lengua y morir.
- Este color ha estado de moda recientemente en el continente demoniaco. En general, señor Dantalian es demasiado distante cuando se trata de su atuendo. Aunque es aconsejable no estar demasiado apegado a su apariencia externa, hay un mínimo de etiqueta que uno debe mantener durante una ocasión como ésta.
Lapis y yo estábamos en una boutique donde se exponían numerosas prendas de ropa. De todos los trajes que teníamos delante, Lapis eligió un abrigo de color marfil. Me dijo que me lo pusiera sobre un chaleco rosa. ¡Un abrigo marfil y un chaleco rosa! Alguien tiene que revisar seriamente el sentido de la belleza de Lapis. Es imposible que esto fuera tendencia en esta época.
‘¿No era este un atuendo que normalmente verías llevar a algún aristócrata excéntrico en una obra de arte de la época rococó?’
- Prefiero llevar un traje limpio como tú.
- El traje negro que llevo es para plebeyos. No es algo que deba llevar un Señor Demonio.
Lapis habló con severidad. Era la primera vez que la veía tan testaruda. Incluso como alguien que usaba ropa como la de los hippies en mi mundo original, no me gustaban las ropas multicolores que eran inútilmente elegantes. Casi me dan asco.
- Francamente hablando, el señor Dantalian tiene un gusto terrible para la ropa.
- ...
‘¡No puede ser! No soy yo el que tiene un gusto terrible, ¡es esta época!’
- En cualquier caso, déjame la coordinación a mí. Para empezar, elegiré el color de tu ropa y luego enviaré una carta a la doncella que será tu compañera de velada. Normalmente, los hombres combinan sus atuendos con las mujeres, pero los Señores Demonio son una excepción.
- ¿Eh? ¿Una pareja?
- Hay un baile el primer día de la reunión. Naturalmente, Su Alteza el Señor Demonio debe escoltar a una doncella.
Era la primera vez que oía esto.
- Oye. Soy terrible bailando. ¿Y qué quieres decir con una pareja? ¿Cómo podría conseguir una?
- No tienes que preocuparte por eso. El baile no es más que una formalidad y en realidad se parece más a un banquete. El baile es voluntario hasta cierto punto. Tampoco te preocupes por tu pareja. La Firma Keuncuska ya ha reunido un surtido adecuado de damas para Su Alteza.
Lapis sacó entonces un pergamino como si lo hubiera preparado para este momento. En él estaban escritos los datos personales de varias mujeres. A continuación, repasó los nombres y dio una breve explicación de cada uno de ellas.
- Recomiendo a este individuo. Es la hija del Archiduque del Infierno del Veneno. Aunque a Señor Dantalian le falta un poco de estatus para ser el socio de la estimada hija de un Archiduque, mis superiores en la Firma Keuncuska se esforzaron activamente para arreglar esta asociación por alguna razón. Es una oportunidad para ganar conexiones personales.
- Ajá.
- Esta persona también es buena. Como es hija de un conde subordinado del Archiduque del Infierno Vacío, no sólo su belleza es notable, sino que también tiene influencia en la alta sociedad. Puedo asegurarte que si tomas a esta dama como tu amante, será increíblemente beneficioso para ti en el futuro.
Me quedé sorprendido.
- ¿Cómo? ¿Cómo mi amante?
- No es escandaloso que un Señor Demonio tenga varias amantes. En todo caso, puede ser fuente de orgullo. La siguiente candidata es...
Continuó la presentación de todas las mujeres. Yo estaba completamente aturdido. Esto es algo que no tiene relación con mi vida normal.
‘Además, ¿tengo que hacer compañera a una mujer que no conozco de nada y dar vueltas con ella durante todo un día? ¿Amante? ¿Qué se supone que es eso?’
- ¡Espera, espera! Lapis, deja de hablar un momento. Estoy siendo abrumado. Dejemos de lado todo el asunto de la amante por un momento. Digamos que participo en este baile. Entiendo la razón por la que tendría que elegir una compañera. Sin embargo, ¿por qué es la Firma Keuncuska la que elige a mi pareja?
Lapis estaba a punto de decir algo, pero hice un gesto con la mano para interrumpirla. Podría adivinar por qué lo hacen. Lo más probable es que hayan informado a los superiores de la compañía de que estoy utilizando el asunto de Andromalius para amenazarles. Probablemente quieren que haga la vista gorda al asunto conectándome con alguien de influencia. Esto podría parecer un premio para otras personas, pero, por desgracia, no estoy nada contento con esto. Está claro que incluso estas hijas de personas influyentes son estrechas aliadas de la empresa Keuncuska. Harán lo que sea para restringirme atándome una amante. En otras palabras, no son más que manzanas envenenadas que sólo parecían atractivas por fuera.
- ...Pero Señor Dantalian.
A pesar de oír mi deducción, Lapis seguía insistiendo en que debía elegir una compañera.
- También es cierto que, a través de esto, no sólo podrás ganar naturalmente a una persona de influencia de tu lado, sino que también pondrás a la Firma Keuncuska completamente de tu lado. Puede que el señor Dantalian haya ganado mucho dinero con las Hierbas Negras, pero su facción sigue siendo débil. Si usted es capaz de ganar con tacto la protección de una persona de influencia también, entonces nadie sería capaz de mirarlo hacia abajo.
- Hm.
Su sugerencia también tenía sentido. Me quedé pensativo. Mi primer y principal objetivo es sobrevivir. Mi segundo objetivo es “completar” este mundo... En otras palabras, si me guío por lo que VenusPanties dijo, tengo que conquistar este mundo. Si considero estos objetivos, entonces recibir la fuerte protección de alguien parece una decisión sabia. Al convertir a la hija de una persona influyente en mi amante, puedo utilizarla y, en última instancia, traicionarla más tarde con el fin de dejarlos de lado por una facción aún más grande... Definitivamente, esto tampoco es una mala idea. Lo más probable es que la otra parte también se acerque a mí para utilizarme. No pueden quejarse de una relación en la que nos usamos mutuamente. Sin embargo.
- Lapis. Déjame decirte cómo me siento sinceramente en este momento.
- Estoy escuchando.
- Sinceramente, no confío en poder hacerlo.
Lapis ladeó la cabeza.
- ¿Perdón?
- Si eres tú quien me ha estado observando más que nadie, deberías saber que soy una persona fundamentalmente inestable. No siempre fui así. ¿Lo llamaste síndrome del Señor Demonio? Es eso. Me convertí en esto porque he sido capaz de sentir las emociones de los demás como un Señor Demonio. Mi rabia y la alegría de otra persona están reunidas en un solo lugar dentro de mí. Es un completo desastre.
La expresión de Lapis se ensombreció un poco.
- Pero... ¿no fuiste capaz de encontrar la estabilidad después de venir a Niflheim?
- Esto es sólo una medida temporal. Por lo que puedo ver, esto no es más que el principio de mi depresión. Quién sabe cuánto tiempo podrá mi mente soportar estas emociones caóticas.
Confesé con sentimientos. Las emociones de preocupación de Lapis se me transmitían mientras lo hacía. ¿Hay realmente alguna diferencia entre los sentimientos encontrados y la preocupación? Las dos emociones son casi lo mismo. No hay mucha diferencia. Era difícil distinguir qué parte de la emoción que sentía ahora era mía o de Lapis.
- Yo tampoco sé lo que va a pasar. De lo único que estoy seguro es que el equilibrio es necesario.
- Equilibrio, ¿verdad?
- Necesito tiempos de descanso. En el exterior, debo librar batallas mientras leo activamente las emociones de los demás o ir a la guerra. Eso es evidente. Sin embargo, también debo poder descansar tranquilamente en mi habitación de Señor Demonio y no tener que preocuparme por las emociones de los demás. Un lugar donde descansar mi mente agotada.
En ese sentido, el casino era bastante estupendo. Cada vez que ganaba, me sentía feliz y los demás, tristes. Siempre hay una clara distinción entre las emociones como resultado de una victoria o una derrota. No tenía que esforzarme por distinguir el límite entre los demás y yo. Por supuesto, lo mejor es estar solo en mis aposentos, pero eso es increíblemente aburrido.
- ¿Y aun así tengo que convertir en mi amante a una persona de la que desconozco sus intenciones? No tengo forma de saber si trabaja por el bien de su casa o de Keuncuska. Así, una vez más tendría que volcarme en preocuparme por las emociones de otra persona.
- Señor Dantalian.
Lapis me detuvo de repente. Esto era algo que ella increíblemente rara vez hacía.
- ¿Eh?
- Cuando estás conmigo... ¿también te sientes así?
Sentí ansiedad desde ella. Hace tiempo que descubrí que Lapis tiene todo tipo de emociones detrás de su rostro impasible. Aunque pasa la mayor parte del tiempo como una mujer fría, de vez en cuando me muestra su lado humano. Es cómodo estar cerca de ella, ya que siempre está tranquila. Ya que rara vez me transmite otras emociones particulares. Además, como no es completamente aburrida como una muñeca, de vez en cuando nos entendíamos. Ella mantuvo la distancia perfecta conmigo. Me reí ligeramente.
- No. Continúa a mi lado.
- Entendido.
Lapis respondió con calma. Me di cuenta de que se sentía aliviada por dentro, pero no hacía falta que me esforzara en señalárselo y avergonzarla. A pesar de mi aspecto, soy un hombre muy considerado. Sin embargo, la gente no parece darse cuenta de ello. Habló en tono preocupado.
- Entonces esto va a dificultar la elección de pareja para el baile de mañana.
- Cierto. Eso también es un problema...Mm, ¿a quién le importa realmente? Puedes ser mi pareja, Lapis.
- ...
Hubo un momento de silencio.
- ¿Disculpa...?
- Eso lo resuelve. Con esto, este problema ya está resuelto.
Sólo hace un segundo que se me ha ocurrido esta idea, pero sigue siendo una solución decente aunque lo piense detenidamente. Por una razón u otra, la Firma Keuncuska quiere convertirme en su aliado. Rechazar completamente a todos los candidatos no sería prudente. Convirtiendo a Lapis, un empleado de su empresa, en mi socio, puedo transmitir el mensaje de que no tengo intención de convertiros en mis enemigos. Además, esto también expresará el hecho de que no tengo intención de moverme según sus planes. Es bueno porque sabrán que tengo la intención de cooperar con ellos, no perjudicaré mi posición, y mi estado mental estará bien ya que no tendré que andar con una completa extraña. Es perfecto.
- Dijiste que es costumbre que los hombres combinen su atuendo con las mujeres, ¿verdad? Date prisa y elige un vestido. Yo generosamente haré coincidir mi atuendo con el tuyo.
- Su Alteza. Soy un medio súcubo. Incluso si fueras acompañado por un súcubo de sangre pura, el impacto que tendría en tu reputación como Señor Demonio sigue siendo preocupante. Así que si llevas a alguien como yo...
- Oh cielos. Vuelves a hablar de sangre pura y sangre mezclada. Me voy a hartar de este tema si lo vuelves a mencionar. Lo digo con un plan en mente, así que sigue mis órdenes obedientemente.
Atravesé la boutique y busqué un vestido que le sentara bien a Lapis. Ella me siguió asustada. No paraba de hablar de mi dignidad como Señor Demonio y lo que fuera, pero la ignoré.
- ¿Qué tal este? Un vestido blanco puro. Es lujoso y elegante así que es perfecto.
- ...Eso es demasiado refinado para un baile. No, lo que es más importante, Señor Dantalian, todavía no lo he aceptado.
- Entonces, ¿qué tal este vestido negro? El adorno se ve espléndido y digno al mismo tiempo. Parece apropiado para la pareja de un Señor Demonio.
- Su Alteza.
El tono de Lapis era bastante urgente. Continué haciéndome el tonto. Después de esto continué durante aproximadamente 3 horas, Lapis finalmente se rindió, una vez que la amenacé con quedarse sin pareja si seguía resistiéndose. Al final, después de regalarle a Lapis un vestido negro a medida, opté por ponerme un abrigo y un chaleco negros totalmente lisos con el pretexto de hacer juego con el atuendo de mi compañera.
- Aaaah... para que una reunión importante se convierta en esto...
Lapis soltó un suspiro y murmuró. Sin embargo, me alegré mucho de no tener que volver a llevar un atuendo excéntrico. No arruinar el humor de un cliente también es un deber importante para los comerciantes, ¿sabes?