Capítulo 154
La Era de los Tiranos (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
- Estoy muy aliviada.
El recuerdo más antiguo que tenía era el de una cara extremadamente contorsionada. Era una chica preciosa. A los hombres les resultaban vergonzosas las palabras como “hermosa” o “chica”. No eran palabras que los hombres debieran pronunciar. Era una forma de pensar bastante agresiva, pero era una época en la que sólo podías sobrevivir si llevabas esa agresividad a tu alrededor como una armadura. Entre las muchas razas de demonios, el hombre era uno de los orgullosos hombres bestia tigre. Llevaba cien años en el campo de batalla y acababa de encontrar su fin. Murió instantáneamente tras ser atravesado en el corazón por la espada de un caballero... Sin duda, eso fue lo que ocurrió, pero ¿por qué vio a una chica ante él? Lágrimas caían de sus ojos. - Estoy tan aliviada... estás vivo. Las lágrimas caían claramente sobre la mejilla del hombre. La sensación le resultaba extraña. No sentía frío ni calor. Sólo sentía como si algo cayera y chocara contra su mejilla. - Gracias... Gracias por estar vivo... y lo siento... La chica siguió llorando. Su cara era un amasijo de lágrimas y mocos. ‘Esto es preocupante.’ Sus recuerdos volvían lentamente a él. La chica frente a él era su señora. Su señora que poseía un hermoso optimismo. Quería seguir esa creencia hasta el fin del mundo. Por eso abandonó su hogar y tomó su estandarte. - ¿Está llorando por este humilde, Su Alteza? - No. Sollozaba pesadamente mientras hablaba. La muchacha ya no podía hablar. Su llanto se había tragado su voz. ‘Definitivamente, esto es preocupante. Mi torpeza debe haber hecho llorar a mi señora. ¿Cómo pude hacerla llorar?’ - He deshonrado tu muerte. He ridiculizado tu convicción como guerrero. - ¿Qué quieres decir? - Luchaste espléndidamente y caíste espléndidamente en batalla. Encontrar tu final así habría sido el mejor final para ti como guerrero. Sin embargo... Te he revivido. Lo siento... El hombre se miró las manos. Su mano derecha de brillante pelaje cobrizo no se veía por ninguna parte. Todo lo que vio fue la mano podrida de un cadáver. ‘¿Es así? Morí y volví a la vida...’ - Profané tu vida y tu credo. Lo siento... Lo siento de verdad... Según un viejo dicho, los guerreros son aquellos que son honestos hasta la muerte y encuentran su fin en un su instante final. La chica era el señor de esos individuos. Ella sabía mejor que nadie lo equivocado que era negar la muerte de un guerrero. - ¿Necesitas a este humilde nuevamente? - Sí. Lo siento. No lo sabía hasta ahora, pero parece que fui una niña indefensa y tonta. La chica se rio. Las puntas de su boca temblaban. Apenas era capaz de mantener la sonrisa torpe en su cara llena de lágrimas. Era un desastre. - La vida es insoportable desde que se han ido. No siento que esté viva. Un mundo sin su entusiasmo y su risa simplemente me parece frío. Lo lamento. Por culpa de mi egoísmo... ¿podrías por favor vivir una vez más? Él ya sabía bastante bien que la chica que tenía delante era inesperadamente frágil. Hubo un tiempo en que él y sus camaradas tuvieron una discusión sobre esto en secreto. Era increíblemente inapropiado pensar esto, pero podría haber sido mejor si su Señora no hubiera nacido como un Señor Demonio. Era una persona sincera y, por encima de todo, era alguien que no podía mentirse a sí misma. Aceptó nacer como Señor Demonio y comprendió claramente lo que significaba vivir como tal. Mientras otros Señores Demonio se conformaban con la autoridad que tenían, la chica era la única que levantaba su guadaña de batalla y seguía adelante. El hombre sonrió. ¿Era capaz de sonreír después de convertirse en un cadáver viviente? No estaba seguro; sin embargo, quería decirle a la chica que lloraba que ya estaba bien. Se había dejado llevar por ella hacía mucho tiempo y ya había resuelto vivir siempre como un guerrero. - Hace cien años, juré apoyar a Su Señoría hasta el día de mi muerte, pero... parece que tengo suerte. Puedo seguir trabajando por su causa incluso después de la muerte. Señora, ya sea 1, 2, 100 o incluso 1.000 veces, yo, Ulain, siempre viviré por tu causa. ‘Así que, por favor, deja de llorar.’ - Nuestra señora de quien estamos orgullosos, Barbatos. El rostro de la muchacha volvió a arrugarse. Su expresión se contorsionó antes de empezar a sollozar de nuevo. No era como antes, que lloraba con calma. Sollozaba tan fuerte que se oía desde todas las direcciones. El hombre levantó la mano derecha para acariciar la cabeza de la chica. - ... Sin embargo, se detuvo cuando se dio cuenta de lo fea que se había vuelto su mano. Ahora no era diferente de un zombi. Por otro lado, el pelo blanco de la niña estaba radiante. El hombre no podría perdonarse si mancillaba una obra de arte tan magnífica. ‘A partir de ahora, lo más probable es que nunca pueda tocar la cabeza mi señora.’ El hombre aceptó este hecho, pero también se sintió amargado por ello. Algo agarró la mano del hombre en ese momento. La chica le había cogido la mano con la suya. El hombre se sorprendió. Ahora que lo pensaba, su señora tenía la habilidad de leer la mente de los demonios. Ella no le soltó la mano mientras seguía llorando. ‘Esto es preocupante.’ Seguía sin sentir calor, pero algo más cálido que cualquier tipo de calor le estaba siendo transmitido. Le estaba siendo transmitido directamente sin ningún tipo de manipulación... Así fue como nacieron los “Caballeros de la Muerte”. Un total de 500. Todos estaban equipados con armaduras negras de pies a cabeza. Decían que era para aumentar su poder defensivo, pero la verdad era otra. No querían que su señora viera sus cuerpos convertidos en cadáveres vivientes. Una mirada de culpabilidad aparecería en la cara de su señora cada vez que viera sus cuerpos. Ellos no querían eso. Estos individuos que eran capaces de servir a su señora de nuevo por segunda vez levantaron sus espadas con orgullo. - Ahora bien. Avancemos, hermanos, compañeros de Walkure. - Aquí y ahora, somos un ejército invencible e inmortal. Aquí y ahora, ya hemos muerto, así que no podemos volver a morir. Por lo tanto, nunca conoceremos la derrota. - Dioses, por favor, velen por nosotros. El Valhalla está aquí en la superficie. La sonrisa de su señor finalmente volvió. Empezó a bromear como de costumbre. Sólo esto fue suficiente para satisfacer a los caballeros de la muerte. Así es. No necesitaban ir a algún cielo. Si podían ver a su señora sonreír y luchar a su lado, entonces ya estaban en el cielo. El día en que las Diosas ya no concedieran un futuro a su señora, entonces ellos también se convertiría en polvo y desaparecerían ya que vivían gracias a la magia de su señora. Encontrarían su fin junto con sus camaradas y su señora. ‘Eso era suficiente. No podían pedir nada más.’ |
Antes de que ese maldito mocoso apareciera.
* * *
- ...
El Caballero de la Muerte Ulain se quedó en silencio. Si estuviera realmente vivo, probablemente estaría sudando ahora mismo. Era un alivio que ya estuviera muerto. En serio. La chica ante él estaba así de enfurecida.
- ¿Estos... son los dedos de Dantalian?
La chica rechinó los dientes mientras hablaba con voz temblorosa. El Caballero de la Muerte Ulain pensó inmediatamente en la respuesta perfecta a esto.
‘Sí, lo son. Son los dedos de ese hijo de puta, Alteza. ¿Por qué estás tan alterada? ¿No es normal que alguien pierda algunos dedos en el campo de batalla? En todo caso, esto es algo bueno. Nunca me gustó ese mocoso en primer lugar. Parece increíblemente débil a pesar de ser el amante de Su Alteza. Pensé que ese mocoso era una mujer la primera vez que lo vi. ¡De verdad! ¿Cómo pretende hacer algo viéndose así? Es ridículo. Debería irse a morir a alguna parte. ¡Es bueno que haya perdido sus dedos! Si tiene una herida, incluso un tipo de aspecto delicado como él se vería un poco más varonil. Mientras estamos en ello, quiero hacer una profunda marca de cuchillo en la cara de ese tipo. Es la única manera de arreglar esto. Por favor, permítame convertir a ese mocoso en un verdadero hombre, Alteza.’
Le tomó sólo 2 segundos pensar en esta respuesta. Era fácil. El Caballero de la Muerte siempre había contemplado qué podía hacer para fastidiar a ese mocoso de la forma más efectiva. No era sólo Ulain. Dantalian también era un enemigo común para los demás caballeros de la muerte. Su señora había preservado su pureza durante nada menos que 2.000 años. ¡Y él la tomó! ¡Su señora también aparenta sólo 12 o 13 años por fuera! “No merece una muerte normal.” Los 500 caballeros de la muerte pensaban eso. Sin embargo, sus opiniones diferían en el método de muerte. “Freírlo vivo, cocinarlo vivo, desollarlo, cortarle todos los miembros, arrojarlo a los orcos, ahogarlo en el océano...” Se sugirieron un total de 36 ideas, pero a Ulain personalmente le gustaba la idea de golpear la cara de Dantalian hasta que muriera. Sin embargo, en contra de sus pensamientos internos, Ulain respondió cortésmente.
- Sí, Alteza. Sin duda son los dedos índice y corazón izquierdos de Dantalian.
Los hombros de Barbatos temblaron.
- ¿Qué cabrón... ha hecho esto?
- Dantalian nos dijo que le dijéramos a Su Alteza lo siguiente “Que no hemos podido averiguar quién los contrató, pero creemos que fue uno de los Archiduques del Infierno.”
Barbatos golpeó con el puño una mesa. La mesa de madera se hizo añicos instantáneamente. Tuvo que respirar hondo un par de veces para calmar su ira.
- Definitivamente anuncié que Dantalian es mi íntimo ayudante y amante. Al atacarle, están diciendo que no les importa que esté bajo mi protección. No sé quién hizo esto, pero les mostraré el infierno.
Ulain se desesperó por dentro. Su señora solía ser siempre tranquila y serena, pero se enamoró de un bastardo podrido...
‘Aah, nuestra orgullosa señora está...’
Quería decirle la verdad inmediatamente. Quería decirle que no fueron los atacantes quienes cortaron esos dedos, sino el propio Dantalian. Por lo tanto, estaba haciendo una escena por sí mismo. Desafortunadamente, él era actualmente el subordinado de Dantalian. Todavía tenía que aceptar plenamente a Dantalian como su señor, pero no podía traicionar a su señor aunque sólo fuera por su nombre. Ulain dijo deliberadamente “Dantalian nos dijo que le dijéramos a Su Alteza lo siguiente” para que su mentira no fuera revelada. Era cierto que eso era lo que había dicho Dantalian. Ulain no mentía.
- Esto probablemente lo hicieron los Archiduques de la Facción de la Montaña, esos cabrones. Si no estuviéramos ya cerca de la capital, habría bajado personalmente a esos infiernos... Maldición, ¿es por eso que hicieron esto ahora? Esos malditos perros en celo. Te daré 100 caballeros. Ve a matar al culpable.
- ¡Alteza! ¡Son demasiados!
Barbatos dirigía actualmente un ejército de 5.000 hombres. Entre ellos, tenía aproximadamente 500 caballeros de la muerte. Si despachaba a 100 de ellos, eso no sería diferente de eliminar al 10% de todo su ejército. Pronto iban a entrar en una gran batalla contra el ejército humano con la capital de Habsburgo en juego. Despachar el 10% de sus tropas en este momento definitivamente no sería algo sabio.
- Está bien. Mi legión no es la única que va a luchar esta vez. Las otras legiones también están corriendo hacia aquí como un montón de ranas con el culo en llamas, así que no hay manera de que perdiéramos aunque mi poder disminuyera un poco.
- Pero Su Alteza, siempre existe la posibilidad de que algo suceda...
- Hey, hey. También sé que a ustedes no les gusta Dantalian. Ahhh. Pero piénsalo bien, mocoso. ¿De acuerdo? ¿Qué le pasaría a mi honor si la gente se enterara de que no hice nada después de que atacaran a mi ayudante cercano? Los otros Señores Demonio probablemente estarían encantados de tener otra cosa de la que burlarse de mí.
- ...
- Por supuesto, también estoy enfadada porque Dantalian resultó herido. Lo reconozco. Sin embargo, mi honor es más importante. Si no pisas a un bicho, nunca sabrá que es un bicho. Así que piensa en ello como hacer algo por tu maestro original, incluso si te disgusta Dantalian. ¿De acuerdo?
- ...Entendido. Como ordenes.
Ella tenía razón. La dignidad de un gobernante siempre debe ser prioritaria. Era justo ser regañado ya que su desagrado hacia Dantalian le hizo olvidarse de esto. Sin embargo, en lugar de regañarle, ella le consoló. Ulain sólo podía estar agradecido. Al día siguiente, regresó al infierno con un centenar de sus camaradas. Los caballeros de la muerte estaban decepcionados por tener que abandonar el lado de Barbatos cuando pronto iba a tener lugar una gran batalla, pero proteger la dignidad de su señora también era igual de importante. Obedecieron fielmente su orden. Barbatos les dirigió unas últimas palabras antes de enviarlos de vuelta.
- Oh, bien. Lo digo por precaución, pero no maten a Dantalian y digan que fue un accidente durante una pelea. Entonces morirán en mis manos.
- ... Empezando por Ulain, todos los caballeros de la muerte chasquearon la lengua mentalmente. ‘Tsk Parece que la vida de Dantalian iba a durar mucho más de lo esperado. Por desgracia.’ |