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viernes, 19 de abril de 2024

DD - Capítulo 290

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Capítulo 290
La Guerra de las Marionetas (VII)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
- ¿Qué quieres decir con garantizar mi seguridad, mocoso...? En esta expedición, el Señor Demonio Vassago era el menos motivado entre los Señores Demonio. Era alguien que se daba por satisfecho mientras se sintiera cómodo. No habría participado en esta guerra si Dantalian no le hubiera garantizado su seguridad después. Sin embargo, esto iba en contra de lo que le habían dicho. - ¡Es Agares! - ¡Agares se acerca! Gritos resonaban por todo el campamento. Los demonios comenzaron a retirarse apresuradamente. Aunque una docena, un centenar o incluso miles de soldados rasos se mantuvieran unidos, no serían capaces de detener al individuo que se acercaba. Los soldados hicieron caso a los oficiales y abandonaron las trincheras de forma ordenada. Sólo quedaban 3 personas. Vassago era una de ellas. - ¡No importa si mi seguridad está garantizada después de todo esto cuando estoy en peligro ahora mismo! Esto cambia las cosas. Si hubiera sabido que iba a tener que enfrentarme a Agares, entonces habría hecho todo lo posible para no participar en esta expedición. - Oye, de todas formas no correrás tanto peligro. La ramera y yo somos los que realmente lucharemos de cerca. - Cubrirnos por detrás es más que suficiente, Vassago. Jeje. Las otras 2 personas, Beleth y Sitri, respondieron al grito angustiado de Vassago. Los dos Señores Demonio sostenían sus respectivas armas. Pero Vassago solo pudo rechinar los dientes. - Tontos. ¿Saben siquiera a quién nos enfrentamos? Es Agares. Agares la Matadora. No hay duda de que ustedes 2 caerán antes de recibir siquiera 30 golpes. Yo soy el siguiente en la línea después de que ustedes 2 mueran. ¿Cómo no es eso peligroso? - Sí. Tienes razón. ¡Por eso debes hacer todo lo posible para no correr peligro! Sitri sonrió con frialdad. - ... Maldita tonta. Por eso odiaba a los idiotas. Las palabras no les llegaban. El mayor chiste era tener que luchar con esos tontos ignorantes. Beleth habló apáticamente. - Es genial tener una charla ligera y todo eso, pero deberíamos empezar a hacer los preparativos ahora. - ¡Oh Diosas, por favor, maldigan a Dantalian! Vassago se mordió el pulgar. La sangre brotó cuando sus dientes atravesaron su carne. Un círculo mágico de color azul cielo se expandió con él como centro. El círculo mágico se expandió unos 40 metros antes de detenerse. Como una araña poniendo huevos, aparecieron nuevos círculos mágicos en las esquinas norte, oeste, sur y este del círculo mágico original. La intensidad de la magia era tan poderosa que el flujo de aire a su alrededor se distorsionó. El viento se convirtió en una ráfaga al arremolinarse alrededor de los círculos mágicos. Beleth silbó. El viento embravecido le hacía revolotear el pelo. El círculo mágico que se estaba formando era algo que sólo Vassago podía hacer. Probablemente, así fue también a lo largo de toda la historia. No, ¿cuánta gente había capaz de crear uno solo de esos pequeños círculos? Vassago esparció su sangre por el aire. El rostro del apuesto joven, teñido de una luz azul, se contorsionó enormemente. Ex-Rango 3, el individuo que una vez fue referido como el más sabio Señor Demonio gritó. - Dense prisa y salgan, siervos hambrientos. Las palabras que salieron de su boca eran bastante crudas para ser llamadas un hechizo mágico, pero el efecto seguía siendo absoluto. Los círculos mágicos más pequeños de los cuatro cuadrantes explotaron con poder. Brazos y piernas penetraron a través de la tormenta. El número total de seres que habían salido era de 4. Una mujer pelirroja, el “Rey Espíritu de Fuego”. Una mujer de pelo azul, el “Rey Espíritu del Agua”. Una mujer de pelo verde, el “Rey Espíritu Tierra”. Una mujer de pelo blanco, el “Rey Espíritu del Viento”. Ser capaz de convocar incluso a uno de ellos causaría un alboroto dentro de la sociedad humana, pero 4 de ellos fueron convocados a la vez. - Dios mío, ¿cuánto tiempo ha pasado? - ¿Cuál es la ocasión? El joven avaro nos llamó a todas a la vez. Si mi memoria no me falla, la última vez que esto ocurrió fue hace 2.455 años. - Qué triste... parece que ya te estás volviendo senil. No han pasado 2.455 años. Han sido 2.454 años. Para ser más precisas, han pasado 2.454 años, 67 días, 7 horas y 48 minutos. El rey espíritu de pelo azul arrugó las cejas. - Debe de ser bueno tener tan buena memoria. ¿Pero lo sabías? Eres realmente molesta. - Tener celos de los jóvenes es un privilegio de los viejos. Si es que a eso se le puede llamar derecho. Mhm. En ese sentido, admito que tienes ese derecho. - Oh cielos. Ustedes 2 están realmente rebosantes de vigor. - ... Los reyes espirituales ignoraron a su invocador mientras charlaban. Sólo el rey espíritu del viento permaneció en silencio. - En cualquier caso, su maquillaje es descuidado. Deberían estar siempre preparadas para ser invocadas en cualquier momento y lugar. ¿Cómo han podido dejar que sus caras se pongan tan grasientas? - No nos empolvamos el cerebro como tú, así que no necesitamos tus consejos. - Así es. Tú has sido fea desde que naciste, así que tienes que recurrir al maquillaje, pero yo no necesito nada de eso, ya que soy bella por naturaleza. Los reyes espirituales se miraron mientras sonreían. - Vaya, la forma de hablar de los feos también es horrible. - Mira quién habla, solterona. - ¿Quieres pelear? - Todas. Pónganse de acuerdo. Vassago se llevó la mano a la frente. Ya le dolía la cabeza. Por eso evitaba convocar a las 4 al mismo tiempo. Era una decisión que había mantenido durante más de 2.000 años, pero no fue otro que Dantalian quien le hizo romper su determinación. Vassago murmuró. - ...Vengan aquí antes de que cancele la invocación. Los reyes espíritus detuvieron su charla ociosa. Todas se giraron para mirar a Vassago. Sus miradas eran tan rotundas que no se podría pensar que estaban mirando a su invocador. - Eeh. No me importa si cancelas la invocación. - Debe de estar en una situación bastante grave si tenemos en cuenta que nos ha llamado. - Qué desagradable. ¿A qué viene esta amenaza tan desagradable? - Conocer tu lugar. Es necesario. - ¡Maldita sea! Si no quieren que anulen sus convocatorias y revoquen sus contratos, ¡vengan aquí! Vassago rechinó los dientes mientras gritaba. Una vez que lo hizo, los reyes espíritus se quejaron mientras se acercaban lentamente. - ¿Lo ven? Este tipo no tiene sentido de la camaradería. Siempre está contrato esto, contrato aquello. - Sheesh esta es la razón por la que no podemos relacionarnos con él. Los espiritistas del pasado no eran así. - ¿Qué podemos hacer? Tenemos que hacer lo que nuestro invocador nos dice que hagamos. - Tiranía. Revolución, urgente. Los reyes espíritus se pusieron en fila. La molestia en sus rostros era prominente. NiNis que se relajaban en sus habitaciones porque no querían trabajar y de repente eran llamados a una reunión familiar. Esto los describía a la perfección. La imagen que representaban estaba a años luz de lo que la gente normal se imaginaría cuando pensara en reyes espirituales. Sitri y Beleth observaban la escena desde el lado. Se susurraban astringentemente. - Siempre me pregunté por qué Vassago odiaba ir a la guerra. - Digo lo mismo. Pensaba que era porque era un cobarde, pero parece que tenía sus propios problemas. Si las masas vieran esto, entonces la dignidad y el prestigio de Vassago probablemente caerían en picado. Él lo sabía mejor que nadie. Dio una orden con la intención de terminar la batalla lo antes posible. - El enemigo es la Señor Demonio Agares. Sólo hay una cosa que deben tener en cuenta. Es más fuerte que cualquiera de los dragones a los que se han enfrentado antes. Lo bueno sería el hecho de que ella no puede usar magia en absoluto. Lo malo, sin embargo, es el hecho de que es más fuerte que cualquier dragón a pesar de no poder usar la magia. En otras palabras, es un monstruo. Tenemos 2 aliados. Los Señores Demonio de allí. Su tarea es apoyarlos, cooperar entre ustedes y entreteneros el mayor tiempo posible. Si es posible, sería genial que pudieran derrotar a Agares, pero consideradlo imposible por ahora. Las expresiones de los reyes espíritus se volvían más serias mientras Vassago hablaba. - Oh cielos. ¿Saliste a pelear sabiendo que no puedes ganar? ¿Cuál es el motivo? ¿Fuiste amenazado por alguien? - La charla personal está ahora prohibida. Los reyes espíritus hicieron un puchero mientras miraban a su invocador. Sin embargo, Vassago tenía razón en este aspecto. Beleth y Sitri ya empuñaban sus armas y estaban listos para luchar. Del otro lado del campo emanaba una sed de sangre. La cual se acercaba gradualmente antes de acabar presionando la tierra a su alrededor. A lo lejos se oían los gritos de los soldados. El sonido metálico de las lanzas al chocar resonaba. Sin embargo, la zona que les rodeaba estaba extrañamente silenciosa. Los caballeros de Bretaña no giraron sus caballos en su dirección y ya había pasado mucho tiempo desde que sus lanceros se habían retirado. El sonido de un lobo acercándose resonaba en este espacio inaparente en el que hasta el propio aire parecía contener la respiración. - Se esperaban 2 caras, pero una es una sorpresa. Vassago, no pensé que incluso tú te unirías a “ese lado”. La Señor Demonio Agares estaba sentada encima de aquel lobo. - ... - Bueno, da igual. No puedo culpar a alguien por seguir a la multitud. Pero... En ese momento, una llamarada de fuego comenzó a caer sin previo aviso. Las llamas disparadas por el Rey Espíritu de Fuego envolvieron instantáneamente a Agares. El sonido crepitante procedente de las brasas retumbó con fuerza. Sin embargo, tras sólo 3 segundos, una ráfaga de viento surgió del centro del fuego, partiendo las llamas por la mitad. Tras la desaparición de las llamas, un aura de color rojo oscuro ocupó su lugar. Agares sonrió con su alabarda en la mano. - Pero, sólo los débiles siguen a la multitud. Vassago. No importa si la nueva persona fuerte que descubriste después de Baal era Barbatos, Paimon o Marbas. Te daré una oportunidad para responder a esta pregunta. ¿Son más fuertes que yo? - ... El ataque de ahora no fue de ninguna manera un ataque de prueba. Era el ataque más fuerte del Rey Espíritu de Fuego. Fue el ataque perfecto en el momento perfecto, pero Agares lo bloqueó como soplar una vela. Este Agares era la que le estaba preguntando esto. Ella estaba insinuando que si él estaba inseguro sobre su bando, entonces aún lo perdonaría si se cambiaba ahora. Las comisuras de los labios de Vassago se torcieron. - Agares, déjame hacerte una pregunta también. ¿Eres más fuerte que Baal? Agares levantó una ceja. - ¿Hm? ¿Quizás? Me pregunto qué pasaría. Depende de la situación, pero si no estamos luchando sólo con nuestros cuerpos, entonces probablemente perdería. Probablemente tenga un 40% de posibilidades de ganar. ¿Por qué lo preguntas? Vassago asintió. - Este lado mató a Baal. Esto debería ser una respuesta lo suficientemente buena para ti. - Hmm. Eso es desafortunado. Agares apuntó con la punta de su alabarda a los Señores Demonio. No se intercambiaron más preguntas. Beleth y Sitri lanzaron un grito mientras cargaban contra Agares. Ella hizo girar su alabarda y bloqueó el hacha y la espada de los dos Señores Demonio al mismo tiempo. Tras bloquear el ataque coordinado, Agares saltó de su lobo y corrió hacia Sitri. La espada látigo de Sitri no era un arma normal. Podía extenderse libremente y curvarse como quisiera, permitiendo ataques desde direcciones inesperadas. Era un arma molesta contra la que pelear. Por lo tanto, Agares eligió atacarla primero. Sitri apretó la mandíbula. Habían errado el momento. No esperaba que su ataque coordinado fuera repelido tan fácilmente. Agares se burló de la expresión de Sitri y blandió su alabarda, pero... - ¿Hm? La alabarda se balanceó en el aire y no alcanzó la cara de Sitri por poco. Agares miró hacia abajo y vio que unas raíces de árbol le rodeaban el tobillo. Hizo un poco de fuerza con las piernas y las raíces cayeron sin fuerza, pero eso fue suficiente para que Sitri ampliara la distancia que las separaba. Antes de que Agares se diera cuenta, Sitri y Beleth la tenían rodeada de nuevo. Más allá de ellos, el Rey Espíritu de la Tierra junto a Vassago sonreía satisfecho. - Ya veo. ¿Así que así es como van a jugar? Los reyes espirituales iban a intervenir mientras ella intercambiaba golpes con Beleth y Sitri. Agares se echó a reír una vez que se dio cuenta de la estrategia del otro bando. Agares ajustó la empuñadura de su alabarda. - Acabo de darme cuenta... ya sean dragones, demonios, humanos y la raza de las bestias, al menos he matado a uno de cada, pero nunca había abatido a un rey espíritu. Qué extraño. Averiguaré si los reyes espíritu también gritan cuando mueren.

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