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miércoles, 3 de julio de 2024

CCG - Capítulo 273


Capítulo 273
Venerable Blanco: ¡Buscaré Personalmente a Doudou!
Traducción y corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Song Shuhang se rio. —Jajajaja, de hecho. Madre, Song Bai es un tipo muy interesante. ¡Ayer, todavía estaba cansado y no podía mostrar adecuadamente su sentido del humor único! Eso no fue mentira. Después de todo, el Superior Blanco era de hecho una persona interesante... Desarmaba casualmente equipos eléctricos, de repente tropezaba en un terreno plano, ¡e incluso podía volar al espacio! ¡Estar con él era tan emocionante e interesante que uno se conmovía hasta las lágrimas! —Ustedes dos vayan a sentarse en el comedor. Prepararé bolsa de masa con carne —dijo Mamá Song con una sonrisa. —¡Bien! —Song Shuhang dijo mientras empujaba al desconcertado Superior Blanco hacia el comedor.
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Después de desayunar, Song Shuhang le dijo a su madre que planeaba ir a la Montaña Yuyu a divertirse. Luego, él y el Superior Blanco bajaron las escaleras. La Montaña Yuyu no estaba muy lejos de la casa de Song Shuhang. Había como máximo seis paradas de autobús desde allí. Pero, desde la última vez que tomó un autobús con el Superior Blanco, Song Shuhang decidió no usar más el transporte público mientras acompañaba al Venerable Blanco. Tampoco se atrevió a llevar al Superior Blanco allí con el scooter eléctrico. Tenía miedo de que el Superior Blanco pegara sus papeles A4 en él, haciéndolo dispararse hacia adelante a una velocidad increíble. En ese momento, los agentes de policía no podrían alcanzarlos incluso si fueran a toda velocidad. Esos pobres tipos solo se deprimirían. —No puedo permitir que el Superior Blanco vea ese scooter eléctrico. ¡Tomaremos un taxi! —Song Shuhang murmuró para sí mismo. Luego, los dos bajaron las escaleras.
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¿Saben qué es la súper mala suerte? Es cuando te encuentras a la peor persona en el peor momento y en el peor lugar. Después, ¡esta persona también hace la peor cosa posible! Si todas las condiciones mencionadas anteriormente se cumplen… Tienes súper mala suerte. Cuando Song Shuhang y el Venerable Blanco bajaron las escaleras, la tía Li de al lado estaba trayendo el scooter eléctrico de Mamá Song hacia su casa. —¡Oh, Shuhang! Llegaste justo a tiempo. Este es el scooter eléctrico de tu madre. Lo pedí prestado para ir al mercado y lo estaba devolviendo. Ya que estás aquí, te lo dejo —dijo la tía Li con una sonrisa radiante. El scooter eléctrico normalmente estaba aparcado en el garaje de la planta baja y la tía Li estaba a punto de llamar a Mamá Song para decirle que vendría a devolverlo. Por suerte, se encontró con Song Shuhang. Song Shuhang quedó estupefacto, tía Li, ¿de verdad tenías que venir en este momento? Las cosas que más temías se harían realidad. Song Shuhang hizo una risa hueca. —¡Jajajaja! Claro, tía Li. ¡Puede dejarme el scooter eléctrico! Al mismo tiempo, cautelosamente giró la cabeza y miró al Venerable Blanco. Como era de esperar, el Venerable Blanco estaba mirando con avidez el scooter eléctrico. Esa mirada solo podía significar una cosa: ¡debo montarlo! El Venerable Blanco había visto scooters eléctricos varias veces en el área de Jiangnan, y siempre había querido probar estos pequeños vehículos que se parecían a una bicicleta. Sin embargo, no pudo probar uno y después, había estado ocupado con ese lote de autos nuevos. Pero ahora que finalmente podía poner sus manos en uno, dada su disposición, definitivamente querría probarlo. —Entonces te lo dejo. —La tía Li tomó los alimentos colocados en el scooter y se despidió de Song Shuhang. Después de que la tía Li se fue, Song Shuhang giró la cabeza y miró al Venerable Blanco y preguntó: —Superior Blanco, ¿quiere probarlo? —¡Seguro! —El Superior Blanco asintió, ¡estaba esperando a que Song Shuhang dijera estas palabras! ¡El Superior Blanco montó con gracia el scooter eléctrico, balanceando su cabello largo! Song Shuhang sonrió con amargura y le dio al Superior Blanco el casco de seguridad. Después, se sentó en la parte de atrás. —¿Dónde está el lugar al que tenemos que ir? —Preguntó el Venerable Blanco. —Pasemos por la carretera principal por ahora; le diré cuando tenga que doblar en una esquina —dijo Song Shuhang con una sonrisa. Al mismo tiempo, estaba un poco preocupado y preguntó—. Superior Blanco, ¿sabe cómo usar este dispositivo? —¡Por supuesto, no te preocupes! ¡Cuando estudiaba cómo conducir autos, también estudié cómo montar scooters eléctricos! —Después de terminar su oración, el Superior Blanco giró la llave y presionó el acelerador. Swish~ ¡el scooter eléctrico se lanzó rápidamente hacia adelante!
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Esta vez sucedió algo asombroso. De principio a fin, el Superior Blanco no pegó esos papeles A4 con formaciones grabadas en el scooter. Como resultado, la velocidad del scooter eléctrico era bastante lenta... ¿Es posible que el Superior Blanco esté de buen humor hoy y no quiera conducir a alta velocidad? Song Shuhang estaba confundido. Sin embargo, todavía cumplió con diligencia con su deber y le dijo al Superior Blanco cuándo girar a la izquierda, a la derecha o seguir recto. Muy pronto, Song Shuhang y el Superior Blanco llegaron a Montaña Yuyu, el lugar donde se suponía que debían estar las fresas chinas. —Superior, hemos llegado al destino; puede detenerse —dijo Song Shuhang. Tan pronto como terminó de hablar, ¡screeech! El Superior Blanco apretó los frenos y de inmediato detuvo el scooter eléctrico. Luego, puso el pie en el suelo y se detuvo en su lugar. ¿Tenía tanta prisa por frenar? Song Shuhang miró al Superior Blanco, algo confundido. Después de detener el vehículo, el Superior Blanco no se movió y mantuvo su pose robótica. —¿Superior Blanco? —Preguntó Song Shuhang. Sin embargo, el Venerable Blanco estaba tan silencioso como antes... —¡Hay algo mal! —Song Shuhang se bajó cautelosamente del scooter y fue al frente del Superior Blanco. Entonces, se llevó un gran susto. El Venerable Blanco estaba mirando fijamente y ambos ojos carecían de foco, ¡estaba distraído! ¡La habilidad del Superior Blanco para distraerse había alcanzado un nuevo nivel! Incluso mientras estaba distraído, podía entender cosas como girar a la izquierda, a la derecha y seguir recto. Song Shuhang se regocijó en secreto en su corazón. Tuvo una suerte increíble de haber llegado al destino con vida.
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—Superior Blanco, Superior Blanco, hemos llegado. ¡Despierte! —Song Shuhang gritó. Después de un tiempo… El Superior Blanco finalmente volvió a sus sentidos y dijo: —¿Eh? ¿Ya llegamos? Song Shuhang sintió ganas de llorar: —¡Sí! Superior Blanco, ya estamos en la Montaña Yuyu. Además, ¡usted fue el que conducía, Superior Blanco! —¡Jajajaja! Cuando comencé a montar el scooter eléctrico, de repente pensé en una nueva y original forma de modificar el tractor… Déjame explicarte. Pensaba en instalar un dispositivo en el tractor para que funcionara con agua. Luego, cuando realicemos un torneo de tractores modificados, un tramo de la carretera quedará en la superficie del mar. ¿Qué piensas de esta idea? —El Venerable Blanco dijo emocionado. —¿Qué? —Song Shuhang estaba estupefacto y no pudo recuperar la compostura por un tiempo. Descubrió que incluso si fuera mucho más inteligente, no tendría ninguna esperanza de suponer lo que pensaban los superiores del Grupo Número Uno de las Nueve Provincias, Song Shuhang pensó que incluso si las hadas doncellas, los sacerdotes daoistas y los grandes maestros conducían tractores guiados a mano modificados, estarían corriendo salvajemente por la carretera principal y eso sería todo. Y si quisieran agregar un poco de dificultad, podrían haber elegido un camino de montaña. Pero nunca hubiera esperado que el Venerable Blanco quisiera que ese ejército de tractores guiados a mano cabalgara sobre la superficie del mar... Entonces, una escena apareció en su mente... 20-30 tractores guiados a mano corriendo salvajemente sobre la superficie del mar como si estuvieran viajando en un terreno plano. Entonces, un tsunami se acercaba de repente y las hadas doncellas, los sacerdotes daoistas y los grandes maestros comenzaron a gritar emocionados mientras operaban sus tractores guiados a mano, montados en el viento y abriéndose paso entre las olas. Sintió que la escena era bastante genial. Carajo, ¿por qué debería considerar esto genial? —Así que, ¿qué piensas? ¿Te parece genial? —El Venerable Blanco se rio. —Suena muy bien —respondió honestamente Song Shuhang; antes, ¡sintió que operar un tractor guiado a mano y precipitarse contra las olas del mar y dividir tsunamis en medio de una tempestad parecía realmente genial! —Como era de esperar, conducir en la superficie del mar parece más fresco que conducir en tierra. ¡Está arreglado entonces! —El Venerable Blanco tomó una decisión. —Pero dejemos de hablar de esto. Vamos a recoger esas fresas chinas. —Después de recordar esas fresas chinas, el Venerable Blanco entrecerró los ojos felizmente. Después, solo un sonido hizo eco en la Montaña Yuyu, el pew, pew, pew~ del Venerable Blanco.
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Después de quedarse en la Montaña Yuyu durante toda una tarde, el Venerable Blanco finalmente se sintió satisfecho y se fue. Antes de irse, Song Shuhang le dejó en secreto 120 dólares a la persona a cargo; originalmente, después de pagar entre 6 y 7 dólares, una persona podía comer todo lo que quisiera. Sin embargo, esto solo era cierto para una persona normal, porque después de comer por un tiempo, sus dientes comenzaban a doler. ¡Pero el Superior Blanco era un BUG viviente! Quién sabe cuántas fresas chinas se comió durante el tiempo que estuvieron allí. Si no fuera por el hecho de que solo trajo 120 dólares, Song Shuhang le habría dejado aún más dinero a la persona a cargo. Después de dejar la Montaña Yuyu, el Venerable Blanco montó felizmente en el scooter eléctrico. En el camino hacia aquí, había estado aturdido y realmente no pudo disfrutar del viaje. Por lo tanto, planeaba divertirse al máximo en el camino de regreso. Pero justo en este momento, el teléfono de Song Shuhang sonó. Song Shuhang miró la pantalla y vio que era su pobre Hermano Mayor Zhou Li. —¿Compañero Daoísta Shuhang? Ya envié a alguien a la ubicación que mencionaste para limpiar todo. Se eliminaron los restos del tractor y también se arregló la barandilla. No quedan rastros del accidente. No necesitas preocuparte por nada. —La voz del Hermano Mayor Zhou Li resonó desde el otro extremo. —Gracias, Hermano Mayor Zhou Li... Además, ¿hay alguna noticia sobre Doudou y el pequeño monje Doudou? —Preguntó Song Shuhang. —Jeje... Desafortunadamente, no pude encontrar nada. Doudou me conoce demasiado bien y es consciente de la mayoría de los trucos que tengo a mi disposición. En los últimos años, se ha convertido en un experto en ocultar sus huellas. Solo puedo confiar en la suerte para encontrarlo. —El Hermano Mayor Zhou Li exhaló un profundo suspiro. Song Shuhang se sintió triste después de escuchar estas palabras. —Ah, sí. Hermano Mayor Zhou Li, Doudou y el pequeño monje Guoguo enviaron un mensaje al Grupo Número Uno de las Nueve Provincias esta mañana. Quizás compraron un teléfono móvil o una tableta. ¿Esta información es de alguna utilidad para ti? —Dijo Song Shuhang. —Gracias por el recordatorio. Podría ser de ayuda. —Zhou Li suspiró con emoción. —Hermano mayor, no te rindas. Una vez que traigas a Doudou, lo llevaré al Mar de China Oriental y nos quedaremos allí una o dos semanas. Deberías aprovechar esta oportunidad para descansar y tal vez tener una cita con esa hada doncella. ¿Qué piensas? —Dijo Song Shuhang. —Gracias, gracias. —El Hermano Mayor Zhou Li se conmovió hasta las lágrimas. Song Shuhang colgó en silencio, ¡es bastante fácil hacer feliz al Hermano Mayor Zhou Li!
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Después de que Shuhang colgó el teléfono, el Venerable Blanco giró la cabeza y preguntó, algo preocupado: —Shuhang, tengo una pregunta. Si no podemos encontrar a Doudou y al pequeño monje Guoguo a tiempo, ¿tendremos que retrasar o cancelar nuestro plan para ir al Mar de China Oriental? —El Hermano Mayor Zhou Li debería poder encontrar a Doudou mañana, ¿verdad...? —Song Shuhang sonrió con amargura; al principio, tenía mucha confianza en el Hermano Mayor Zhou Li. Pero ahora, solo un tonto creería que podría encontrarlos mañana. —... —El Venerable Blanco. —Regresemos por ahora. —El Venerable Blanco dijo con una mirada seria—. Parece que... ¡Tendré que buscar personalmente a Doudou y al pequeño monje!

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