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viernes, 3 de mayo de 2024

DD - Capítulo 298

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Capítulo 298
La Guerra de las Marionetas (XV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Habían pasado nueve días desde que terminamos nuestro cerco. Y Bretaña llevó a cabo su retirada. Por fin entraban en acción. Deberían haber empezado a moverse el segundo día si iban a retirarse. Habría sido inteligente escapar antes de que el miedo a la masacre envolviera Parisiorum. La Reina Henrietta también habría tenido una excusa. “No pensé que harían eso” y “Nunca imaginé que serían tan crueles”, ella podría haberlo cubierto con este tipo de mentiras. La criticarían por descuidada, pero no la acusarían de no hacer nada mientras masacraban a la gente. También habría disminuido cualquier riesgo político. Preservaría el reinado de la Reina Henrietta de Bretaña... Pero ella lo arruinó. No hicieron nada durante casi 10 días. Sólo podía llamarlos descuidados. ¿Era tan difícil abandonar Parisiorum, la capital imperial? ¿O creyeron que sus barcos de provisiones llegarían con éxito...? Probablemente hubo toda una variedad de razones. En cualquier caso, cometiste un error de cálculo. ‘¿Eres consciente? Tu vida política ya ha terminado, Henrietta.’ - Debemos crear rápidamente un equipo de persecución. Dejemos a los soldados de Batavia en la capital. Eso debería ser suficiente para mantener a las masas bajo control. - ¿Pero aún quedan soldados defendiendo la ciudad? Parpadeé sorprendido ante la respuesta de Gamigin. - ¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¿No has dicho que la reina de Bretaña escapó? - No todos sus hombres la siguieron. Unos 25.000 soldados abandonaron la ciudad, pero unos 4.000 se quedaron para protegerla. - ¿Me estás diciendo... que dividió su ejército? Bajé la cabeza. Esta fue la estratagema de Henrietta. Esos 4.000 soldados eran chivos expiatorios. Ella estaba tratando de declarar que no abandonaba Parisiorum. Probablemente dejaron atrás la parte inútil de su ejército. Probablemente también dejaron atrás a un general de alto rango para aumentar su credibilidad. Ella sacará a sus soldados de élite... y se retirará apresuradamente mientras estamos ocupados capturando Parisiorum. Si dejamos de lado Parisiorum para perseguirlos, entonces las tropas que quedaron vendrán a rodearnos. Es bueno si no los perseguimos, y si los perseguimos, entonces pueden llevar la lucha a una batalla campal donde tienen ventaja. Este fue probablemente su plan. - ¡Qué estrategia tan idiota...! Bajé la cabeza y me reí. Acabé arqueándome hacia delante inconscientemente mientras bramaba de risa. ‘Una obra maestra. ¡Aah, esto era una obra maestra!’ Pensar que intentaría salvar a sus tropas y su dignidad. Hay un límite a lo tonta que puedes ser. Henrietta no aprendió nada de mis lecciones. ¿Me estaba subestimando? ¿Me estaba despreciando porque perdí durante la guerra civil del Imperio Franco? Has elegido la peor opción, Reina. - ¿Qué hay de malo en dividir su ejército? No es mucho, pero deberían poder defender la capital durante al menos 4 días. - Gamigin, eso es si llevamos a cabo un asedio. Sin embargo, ¿por qué íbamos a salir de nuestro camino para capturar Parisiorum? No hay necesidad de que sigamos las payasadas de la Reina. Gamigin enarcó una ceja. - ¿Estás diciendo que deberíamos dejar atrás la capital imperial y perseguirlos? Nos descubrirían las espaldas. - Has malinterpretado mis palabras. Gamigin, he dicho que no hay razón para que “nosotros” capturemos Parisiorum... Usa tus dracos para esparcir inmediatamente algunos avisos. Escribe esto en los avisos “La Reina los ha abandonado y ha huido. Pueblo de Parisiorum, si no deseas ser masacrados, luchen ahora contra la opresión de Bretaña. Aquellos que se levanten valientemente se les concederá misericordia absoluta... Sin embargo, si eliges apoyar la masacre de Bretaña hasta el final, entonces no habrá piedad. Esta es tu última advertencia. Su última oportunidad de misericordia.” Me giré para mirar a Parisiorum mientras hablamos, e inmediatamente procedimos con esta maniobra de propaganda. No tuvimos suficiente tiempo para preparar los avisos, así que en su lugar aprovechamos al máximo nuestro hechizo de amplificación de sonido. Volamos en dracos fuera de las murallas de la ciudad y ordenamos a la gente que se rindiera. Tras casi 10 días de ejecuciones masivas por el fuego, la reina de Bretaña, en quien habían confiado, había huido. Probablemente se marchó después de recoger las provisiones que quedaban en la ciudad. Miedo a ser masacrados, traición a la confianza, y ahora miedo al hambre... La gente de Parisiorum no tenía elección. Esa noche, un incendio surgió del interior de la ciudad. Los sonidos del metal chocando y los gritos se oían desde lejos. Los 80.000 habitantes de Parisiorum habían iniciado un levantamiento. Superaban con creces lo que un ejército de 4.000 endebles soldados podía manejar. Nuestro ejército formó una larga fila en la puerta sur y esperó pacientemente. El Hermano Beleth debió de impacientarse al ver el caos que tenía ante él cuando me tocó el hombro. - Oye, Hermano. ¿No podríamos capturar la ciudad inmediatamente si irrumpimos por las puertas ahora mismo? ¿Qué tal si le preguntamos a la Señorita Subcomandante...? No, a Su Excelencia la Subcomandante. - ¿Qué tal si se lo preguntas tú mismo, Hermano? Beleth agitó las manos frenéticamente. Parece que el recuerdo de haber sido regañado por Laura le había marcado. Me reí ligeramente. - Esto podría ser una trampa. Podrían estar fingiendo que se ha producido una conmoción en la ciudad para atraernos a una emboscada... Es poco probable, pero no puedes ignorar esta posibilidad. Esa fue la decisión de la Subcomandante. El Hermano Beleth parecía haber entendido mientras asentía. En verdad, esta fue mi decisión y no la de Laura. Ella sugirió que debíamos atacar en cuanto viéramos que había estallado el caos en la ciudad, pero yo no estuve de acuerdo. Esto se debía a que algo así ocurre en Dungeon Attack. Hay un escenario en el que el Imperio de Habsburgo invade el Imperio Franco después de que Elizabeth se convierta en emperatriz. La alianza franco-bretaña aguanta bien gracias a tener a Laura de Farnese como su general clave. Sin embargo, acaban siendo empujados hasta Parisiorum por culpa del héroe. En ese momento se produce una revuelta dentro de Parisiorum. El héroe marcha hacia la ciudad vertiginosamente, pero resulta ser un truco. El héroe acaba huyendo tras sufrir una gran emboscada. En este punto, la ruta de la heroína que seguías dependía de si escapabas por la puerta norte o por la puerta este, pero... en cualquier caso, esta situación era sospechosa. Al final, tenía razón. El fuego que comenzó en medio de la noche realmente fue creado por los soldados bretaños. El problema fue el hecho de que esto hizo que los civiles pensaran que realmente había comenzado un levantamiento. El miedo y la ansiedad que se habían acumulado durante todo este tiempo estallaron en cuanto aparecieron las llamas, haciendo que los habitantes de Parisiorum salieran a las calles en plena noche. La muchedumbre de decenas de miles de ciudadanos era inmensa. Las armerías se vaciaron en un instante. Las torres de vigilancia y las fortalezas custodiadas por los soldados bretaños fueron capturadas. La gente fue masacrada sin importar si se rendía o se resistía. Si hubiéramos entrado en la capital sin ninguna precaución desde el principio, nos habrían tendido una emboscada los soldados enemigos escondidos entre los edificios. Pero no nos habíamos movido. Los soldados bretaños se dividieron y se colocaron aquí y allá esperando en una emboscada. Sin embargo, esto en realidad tuvo el efecto de hacerlos presa fácil de los ciudadanos. Los soldados bretaños no fueron capaces de agruparse y fueron horriblemente masacrados. 6 de la mañana. Las puertas de la ciudad se abrieron solas. La milicia civil salió arrastrando a los prisioneros bretaños. Había unos 200 prisioneros. En otras palabras, excluyendo a estos prisioneros, los 4.000 restantes en la ciudad fueron todos asesinados. Sorprendentemente, había una cara que reconocí entre los prisioneros. Un traje de sacerdotisa blanco puro. Cabello naranja y rizado. Era la Santa del Templo de Atenea, Jacqueline Longwy. Ella nos miraba con ojos venenosos. No pensé que la Reina dejaría a la santa como chivo expiatorio... Los representantes de la milicia civil se arrodillaron todos al mismo tiempo. Había civiles normales en lo alto de las murallas. A simple vista, probablemente había más de 10.000 de ellos allí arriba. Nos observaban con la respiración contenida. - Excelencias. Los supremos gobernantes y ocupantes de Habsburgo. Su Excelencia nos prometió misericordia, así que nosotros, el pueblo de Parisiorum, hemos subyugado a su enemigo y se lo hemos traído aquí. Le rogamos que nos agracie con la benevolencia que había prometido. Rudolf habló. El Emperador Rudolf von Habsburg salió a recibir a los enviados de rendición. Los Señores Demonio estaban de pie detrás de él. - Todos ustedes cometieron un pecado en el pasado. Sin embargo, los Dioses nos permiten arrepentirnos de nuestros crímenes, así que lo mismo se aplica a ustedes también. Una voz monótona salió de su boca. El tipo no estaba consciente. Simplemente decía lo que Barbatos le hacía decir. Además, era yo quien escribía las frases. Él era literalmente una marioneta. Rudolf puso personalmente su mano en el hombro de uno de los representantes y tiró de ellos hacia arriba. - Si alguien te da misericordia, entonces no fue de mi parte. Es la misericordia de los Dioses. Pueblo de Parisiorum, de pie. A partir de hoy, el Imperio Franco controlado por Bretaña y el Parisiorum que sufre bajo el dominio de Bretaña ya no existen. Juro como eterno aliado y amigo del Imperio Franco y Parisiorum que ¡mi ejército nunca ocupará Parisiorum! - Ooh, Oh venerable Emperador... Los representantes miraron a Rudolf con ojos asombrados. Rudolf palmeó amablemente el hombro del representante ‘¡Rayos, te garantizo que Barbatos es la mejor titiritera del mundo!’ El emperador marioneta gritó hacia las murallas. Por supuesto, su voz estaba siendo amplificada por la magia. - ¡Grandes ciudadanos de Parisiorum! No soy un invasor y no soy su gobernante. No tienen por qué darme las llaves de sus puertas. No encontraran a mi ejército atravesando sus confortables hogares. Los soldados no marcharán triunfantes por las calles de las que están tan orgullosos. Sus mujeres, niños y ancianos no tendrán que vivir con miedo. ¡Lo juro a los Dioses! Parisiorum tendrá completa autonomía. En ese momento, la gente de las murallas lanzó un grito de júbilo. Seguramente pensaban que íbamos a ocupar la ciudad. Sin embargo, habíamos jurado que no residiríamos en la ciudad ni por un momento. Esto era una magnanimidad que ni siquiera el propio pueblo podría haber esperado. - ¡Salud a Su Excelencia el Emperador! - ¡Gloria al Imperio Franco! ¡Gloria al Imperio de Habsburgo! - ¡Gloria a la República de Batavia! Los humanos se reunieron y gritaron. Probablemente creían que el fuego de la guerra por fin había terminado. La ciudad de Parisiorum, que había estado bajo el control de Bretaña durante los últimos 4 años, era finalmente libre. Por supuesto, se volvieron “demasiado” libres, pero... Yo era probablemente la única persona en este momento que sabía esto. Los 200 prisioneros tenían la cabeza agachada mientras todos celebraban a su alrededor. Dejamos el destino de los prisioneros a la milicia civil también. - El pueblo de Parisiorum fue el perjudicado por Bretaña. Por lo tanto, sólo ustedes tienen derecho a vengarse. Concluyó Rudolf. Los ciudadanos celebraron una vez más debido a esta declaración llena de consideración. Cientos de los prisioneros fueron ejecutados inmediatamente en el acto por el pueblo. La milicia civil estaba tan agradecida a la magnánima sugerencia del Emperador que nos dejaron decidir el destino de los funcionarios de más alto rango. La Santa estaba incluida en eso. ‘¿Pensaste que la capital aguantaría al menos 4 días, Henrietta? Lo siento. Parisiorum cayó en un solo día. Debido a una lucha interna, en eso... Definitivamente dije que debías elegir uno u otro. Y aún así, trataste de preservar tanto tu ejército como tu dignidad. Ese fue tu error. Estás un paso por detrás de Elizabeth en este aspecto. Cuando ella se vio ante la aniquilación, se deshizo de Vindobona, la capital imperial, sin dudarlo. Gracias a esto, la Alianza Creciente se dividió. Ofrece tu carne para tomar los huesos del enemigo. Si tienes el talento para ser un gobernante se decide por esto. Elizabeth logró esto, por lo que Habsburgo fue capaz de revivir. Por otro lado, Henrietta no pudo abandonar nada... No fue una coincidencia que Elizabeth se convirtiera en la máxima gobernante en Dungeon Attack. Era inevitable. Culpa a tu propia ingenuidad, Henrietta.’

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