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viernes, 2 de agosto de 2024

DD - Capítulo 351

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Capítulo 351
Nación Neutral (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Dantalian luchó todo lo que pudo para escapar. Su sombra vacilaba como si los caballeros de la muerte intentaran salir, pero nunca lo hicieron. ¿Era porque el poder de control de solo 1 Señor Demonio no podía vencer al de 6? - ¡Uuh...uuahh! Dantalian sacó su daga. La blandió contra Valefor que sostenía su brazo derecho. Su muestra de vigor fue tan inesperada que Valefor le soltó el brazo en pánico, lo que permitió escapar. Valefor soltó un grito. - ¡Atrápenlo! ¡Todos nuestros esfuerzos serán inútiles si no lo atrapamos aquí! Los Señores Demonio persiguieron rápidamente a Dantalian. Varios de ellos lanzaron hechizos, pero las ropas del cuerpo de Dantalian debían de tener un encantamiento antimagia bastante fuerte, ya que sus hechizos se dispersaban impotentes. - ¡Hay antimagia! - ¡Apuñalémoslo hasta matarlo! Dantalian fue acorralado en un instante a pesar del tamaño de la habitación. Justo cuando parecía que no le quedaba otro sitio al que huir, consiguió escabullirse hacia la terraza. Estaban 3 pisos de altura. No había follaje en la parte inferior para amortiguar el aterrizaje, pero, sin dudarlo, se lanzó desde la terraza. - ¡Qué inútilmente persistente...! - ¡Que no se escape! Los Señores Demonio chasquearon la lengua mientras saltaban desde la terraza. Una repentina escena de persecución se desarrollaba en el patio del palacio. El ruido atrajo la atención de los curiosos. Numerosas amas de llaves y sirvientes caminaban por el palacio. Todo tipo de individuos se giraron para ver a qué se debía el alboroto. Dantalian estaba siendo perseguido por los Señores Demonio en una plaza elegante hecha de mármol. Era evidente que no había aterrizado con seguridad, ya que cojeaba gravemente. Al final, fue atrapado por sus perseguidores antes de que pudiera dar más de unos pocos pasos. Al principio, los espectadores no tenían ni idea de lo que estaba ocurriendo. La escena que tenían ante ellos parecía surrealista. El sol de principios de primavera brillaba radiante sobre la plaza de mármol. Dantalian fue agarrado por la nuca en el centro de esta plaza radiante. Este estiró el brazo para sacudirse la mano, pero fue en ese momento cuando el segundo Señor Demonio en llegar blandió su daga. La hoja apenas arañó el cuello de Dantalian. La sangre roja se esparció por el aire bajo la brillante luz del sol. Fue entonces cuando los espectadores se dieron cuenta de lo que estaban viendo. - ¡Aahhhh! - ¡Oh diosas mías! Los espectadores se sorprendieron. Todas las sirvientas y mayordomos que trabajaban en el palacio eran guerreros entrenados que estaban preparados para la mayoría de las situaciones, pero ¿qué hay de una situación en la que un grupo de Señores Demonio están tratando de matar a otro Señor Demonio? Eso era demasiado incluso para ellos. Entonces comenzó la cacería. - ¡Ejecuten al tirano! - ¡Traidor a la raza demoniaca y perro faldero de los humanos! Los Señores Demonio independientes se abalanzaron como una manada de lobos hambrientos. Dantalian gritó mientras intentaba contraatacar, pero no era lo bastante fuerte. 6 Señores Demonio lo rodearon y le atacaron por turnos. Una espada se clavó en su espalda. Dantalian se dio la vuelta mientras luchaba, pero el Señor Demonio que estaba al otro lado blandió su espada una vez que lo hizo. La hoja penetró profundamente en la cintura de Dantalian. - ¡Guahh... huagh...! Dantalian se desplomó lentamente. Hizo todo lo posible por no soltar la daga que llevaba en la mano, pero Valefor se la quitó hábilmente. Luego pisó el dorso de la mano de Dantalian. Él cual estaba ahora completamente desplomado en el suelo. 6 Señores Demonio clavaron sus espadas en Dantalian docenas de veces como una jauría de perros enloquecidos. Toda la zona estaba iluminada por el sol excepto Dantalian. Sólo él estaba envuelto por una sombra. La sombra proyectada por los Señores Demonio que le rodeaban. La plaza de mármol, que era casi tan blanca como la piel de una doncella, ahora estaba teñida de rojo por la sangre. La sangre fluía de entre las piernas de los Señores Demonio y llegaba hasta las esquinas del patio. - Aah... aah... Los asesinos respiraron pesadamente mientras miraban el cadáver. Puede que los Señores Demonio tengan una impresionante capacidad regenerativa, pero éstas eran innegablemente heridas letales. Los cómplices se giraron para mirarse y asintieron. Lo habían conseguido. Las posibilidades parecían escasas, pero habían conseguido acabar con el Conde Palatino Dantalian. La situación no parecía real. Los asesinos estaban más cerca de un estado de sueño que cualquiera de los presentes en el palacio. Era una sensación común por la que pasaba la gente después de lograr algo que creían imposible. A los 6 Señores Demonio les costaba volver en sí debido a la adrenalina que les recorría. Valefor fue el primero en serenarse. - Nuestros próximos movimientos a partir de ahora serán cruciales. Ve y escolta a Gamigin hasta aquí. Debemos convertir esta plaza en un tribunal y mostrar a todo el mundo la razón por la que Dantalian tenía derecho a morir. - Yo iré. El ex-rango 22 Ipos se ofreció de voluntario. Este hombre de pelo blanco puro, a pesar de su aspecto joven, fue en realidad la primera persona que agarró a Dantalian por la nuca. Había participado con entusiasmo cuando Agares inició una guerra interna, pero había perdido la tierra que le pertenecía por derecho debido a la muerte de Agares. La mayoría de los Señores Demonio que participaron en esta matanza se encontraban en situaciones similares. Valefor asintió. - Si no te importa. Después de despedir a Ipos, Valefor golpeó el cuello del cadáver. La daga mejorada mágicamente necesitó 2 golpes para separar la cabeza del cuerpo. Valefor agarró la cabeza de Dantalian por el pelo y la levantó en el aire. - S-Señor... - ¡¿Qué han hecho...?! Los gritos surgieron de todas partes. Los curiosos contemplaban la plaza totalmente conmocionados. No había nadie que se atreviera a acercarse. En ese momento llegaron los guardias del palacio. El capitán de la guardia se quedó inmóvil. No podía creer lo que veía. La gente a la que había dejado pasar antes había matado al verdadero señor del palacio. El capitán de la guardia se dio cuenta de que sus días estaban contados. Valefor realzó su voz y gritó desde dentro del turbulento aire de conmoción y terror. - ¡Mi querido pueblo! Les pido que calmen sus corazones y escuchen lo que tengo que decir. Este hombre de aquí, este criminal antes conocido como Dantalian ha muerto hoy. Valefor giró lentamente su cuerpo y contempló cada uno de los edificios que rodeaban la plaza del palacio. - Una vez fui conocido como el Señor Demonio de Rango 6, pero ahora soy un funcionario de la raza demoniaca como todos ustedes. Oh, gente sabia, si respetas mi carácter y honor, no duden de mis palabras. Valefor dejó salir toda la autoridad de Señor Demonio que pudo. El rango 6 no era en absoluto una posición que pudiera obtenerse mediante una partida de cartas. Puede que no le interesaran los asuntos mundanos, pero también poseía la autoridad suficiente para controlar un ejército entero como Barbatos y Paimon, que en su día tuvieron el rango 8 y 9 respectivamente. - Estoy seguro de que a algunos de los presentes alguna vez les gustó Dantalian. Sin embargo, permítanme preguntarles esto. ¿Puede el amor por una sola persona anteponerse al amor de la raza demoniaca en su conjunto? Valefor ordenó mentalmente a los demonios que se calmaran y funcionó hasta cierto punto, ya que consiguió que los espectadores al menos le escucharan. - Dantalian confirió nuestro honor como demonios a un imperio de humanos. Aunque luchemos honorablemente en el campo de batalla, ese honor ya no será el honor de la raza demoniaca, sino el honor del imperio. Incluso si trabajamos juntos para lograr una gran hazaña, eso pasará a la historia del imperio y no de la raza demoniaca. Por lo tanto, a nuestros hijos e hijas, a nuestros descendientes, se les enseñará que somos simplemente los súbditos de un imperio. No aprenderán que somos honorables y sabios guerreros de la raza demoniaca. Valefor cerró el puño. El tono bronce de su piel sobresalía inmensamente por encima de la plaza de mármol blanco puro. Esto hacía que llamar la atención de los espectadores fuera aún más efectivo. - ¡La raza demoniaca morirá si Dantalian está vivo y este debe morir para que la raza demoniaca viva! Mi amado pueblo, ¡respondedme con sinceridad! ¿Desean perdonar a Dantalian y vivir voluntariamente como patéticos esclavos de los humanos? ¿O desean vivir libremente con la muerte de Dantalian? Nadie pudo responder a esa pregunta. - Si hay algunos de ustedes que desean vivir como patéticos esclavos, entonces bien. Si ese es el caso, entonces lo admito. Yo, Valefor, cometí un crimen. Valefor cogió impulso y siguió gritando. - Sin embargo, si todos ustedes anhelan la libertad. Si no desean que su honor se transforme en el honor de los humanos, entonces me atrevo a declarar. Lo que le hice a Dantalian es lo que hice como su representante. Valefor levantó la cabeza de Dantalian. - ¡Oh raza demoniaca! ¡No amen al imperio y amen nuestro orgullo como demonios! ¡Compatriotas míos! ¡Sálvense matando a Dantalian! Fue en ese momento cuando los Señores Demonio de la Facción de las Llanuras empezaron a llegar desde la entrada. La docena o más de Señores Demonio de la Facción de las Llanuras rodearon instantáneamente la plaza. La etiqueta del palacio no debía importar ahora, ya que todos empuñaban armas. Los 6 Señores Demonio independientes podrían ser aniquilados en un instante teniendo en cuenta que el único equipo que tenían eran sus dagas. El Señor Demonio Beleth se adelantó. Tenía una sonrisa en los labios, pero ni siquiera eso pudo ocultar su rabia. - Parece que le hiciste algo horrible a mi hermano pequeño, Valefor. Supongo que habrás pensado tus últimas palabras. - ¡El Conde Palatino Dantalian ha cometido alta traición! - Hm. Eso es bastante horrible para ser tus últimas palabras. Se desató una batalla de nervios entre los Señores Demonio de la Facción de las Llanuras y los Señores Demonio independientes. - ¡¿Se han resuelto, perdedores?! - Hmph son bastante enérgicos para ser gente que no eran más que marionetas de Dantalian. - ¡Matemos a estos gorrones de una vez por todas! Los 6 Señores Demonio independientes juntaron sus espaldas y alzaron sus dagas mientras los Señores Demonio de la Facción de las Llanuras los miraban y gruñían amenazadoramente como una manada de sabuesos. Valefor habló con una mirada aguda. - Anunciaré el crimen de Dantalian cuando hayan llegado todos los Señores Demonio y archiduques. Beleth habló amenazadoramente mientras hacía girar su hacha por encima de su cabeza. - Parece que estás malinterpretando algo. El palillo que sostienes no es la razón por la que aún no te he partido la cabeza en 2. Es para que nuestro comandante tenga ese honor. Serás hombre muerto cuando Barbatos llegue aquí, negrito. - Aah. Es ridículo ver como toda una facción se tambalea tanto por culpa de un solo Señor Demonio. Barbatos también debe haber perdido su ingenio. ¡¿Cómo pudo enamorarse de un hombre que violó a una mujer en el palacio a plena luz del día?! Beleth frunció las cejas. - ¿Violación? - Así es. Dantalian amenazó a Gamigin y cometió un acto incalificable. - ¿Intentas desviar la atención de la situación actual con una acusación infundada? Valefor habló claramente para que todos pudieran oírle. - Tenemos pruebas innegables. El atroz crimen de Dantalian ha quedado registrado en un artefacto de memoria, y uno de mis camaradas ha ido a recuperar esa prueba y traer de vuelta a un testigo. La doncella principal de este palacio también es testigo. Es absolutamente imposible que puedas encubrir el crimen de Dantalian. - Kuh. Decir tonterías es algo que hasta un niño es capaz de hacer. Los 2 Señores Demonio se fulminaron con la mirada. Ipos regresó pronto mientras apoyaba a Gamigin. Valefor pidió que esperaran hasta que se hubiera reunido más gente de la necesaria. Beleth soltó un bufido, pero, al final, los 2 grupos permanecieron frente a frente hasta el anochecer. Fue entonces cuando llegó Barbatos. Todos los Señores Demonio y archiduques que iban a participar en la reunión de hoy se habían reunido en la plaza. Casi un centenar de personas se habían reunido. Los archiduques no podían ocultar su inquietud por la situación sin precedentes del asesinato de un Señor Demonio. No importaba cómo concluyera esta situación, podían decir que iba a terminar con un baño de sangre. Barbatos, que había llegado el último, habló en un tono escalofriante. - Ahora bien. ¿Te importaría mostrarnos esa evidencia de la que sigues parloteando ahora?

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