Capítulo 274
La Trampa (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
¿La sangre que fluía del cuerpo de Sarton realmente escuchó su llamada instintiva? Además, durante los momentos finales de la batalla, Su pudo sentir claramente que su propio cuerpo tenía algún tipo de reacción al de Sarton. Cuando este tipo de reacción se estableció, el poder de Sarton comenzó a disminuir rápidamente, concediéndole la oportunidad para el golpe decisivo. De lo contrario, la batalla habría persistido durante otros 20 segundos, y las heridas de Su serían aproximadamente una décima parte peor. Esta décima parte no podía ser subestimada, porque significaba que incluso si Su devoraba el cadáver de Sarton, sólo sería capaz de preservar temporalmente su vida. No habría sido capaz de dirigirse a la Ciudad de las Pruebas en absoluto. Sin comida ni tratamiento en 2 días, moriría.
Su movió ligeramente su cuerpo, sintiendo que sus heridas ya se habían recuperado un poco, hasta el punto de que incluso le quedaba un poco de capacidad de lucha. A partir de la tasa de descomposición y absorción, la eficiencia de la sangre que fue llamada era mucho mayor que la de cuando la estaba succionando del cuerpo de Sarton. Además, muchas sustancias en la sangre de Sarton eran utilizables por Su, convirtiéndose directamente en parte de los tejidos de su cuerpo. ¡Esta era la razón principal por la que era capaz de recuperarse rápidamente!
Su echó un vistazo a las gotas de sangre que aún se retorcían en su mano en busca de heridas, y luego las colocó suavemente sobre su lengua. La sensación que le produjo su lengua fue refrescante. Tras entrar en contacto con las mucosas de su lengua, ésta perdía inmediatamente actividad, convirtiéndose en nutrientes puros que eran llevados a diversas partes de su cuerpo a través de su propio torrente sanguíneo. Ya diferenciaba que el sabor de esta gota de sangre era totalmente distinto al de Sarton. Podría decirse que se había convertido en una forma de vida completamente nueva. De repente recordó que Perséfone había mencionado las células intrusas cuando se había unido a los Jinetes de Dragón Negro, un extraño tipo de célula que había aparecido anteriormente en su propio cuerpo. ¿Podría ser que la repentina debilidad de Sarton en los momentos finales y las extrañas transformaciones de su sangre estuvieran relacionadas con la célula intrusa?
Sin embargo, Su no tuvo tiempo de considerar el problema de las células intrusas. Después de realizar algunos movimientos simples que involucraban las áreas cruciales de su cuerpo, comenzó a correr lentamente hacia la Ciudad de las Pruebas a una velocidad constante de unos 10 kilómetros por hora. Esta velocidad no era rápida, pero era la velocidad que le permitiría durar hasta llegar y también le dejaría con el nivel más bajo de fuerza de combate. Con la situación actual de su cuerpo, tal vez podría derribar a 1 o 2 oficiales de arbitraje con él. Después de todo, las células intrusas no eran omnipotentes, y ahora mismo, las heridas de Su estaban meramente selladas.
Después de correr una cierta distancia, Su se volvió de nuevo. Tras una vacilación, su mano derecha se introdujo profundamente en el pecho de Sarton. Cuando la sacó lentamente, una gran piedra preciosa estaba en sus manos. Sólo entonces continuó hacia la Ciudad de las Pruebas. Cuando estaba a 2 kilómetros, Su encontró un discreto montón de rocas. De dentro, sacó un paquete del tamaño de la palma de la mano. Había un dispositivo de comunicación en miniatura, una inyección estimulante, y una pequeña botella de neurotoxina que era eficaz contra la mayoría de los seres vivos. Su se inyectó el estimulante y volvió a aplicar veneno a la hoja. A continuación, encendió el aparato, grabó con calma un breve mensaje y lo envió. La luz verde parpadeó un par de veces en el dispositivo de comunicación, y luego se volvió roja antes de desvanecerse. Esto significaba que el mensaje se había enviado con éxito a Ciudad Dragón, y que la instalación receptora del lado de Helen lo captaría. Después de enviar este breve mensaje, la energía que quedaba en este dispositivo de comunicación ya se había agotado, pero había completado su tarea.
Aunque Helen recibiera inmediatamente su mensaje y decidiera apresurarse para llegar a la Ciudad de las Pruebas, aún tardaría 2 horas. En ese momento, lo más probable es que ya fuera demasiado tarde. Aunque las 12 horas de Sarton aún no habían pasado, Su no esperaría tanto. El mensaje que envió era simplemente para informarle a Helen y Perséfone de lo que había ocurrido aquí antes.
10 minutos después, en los alrededores de la Ciudad de las Pruebas, envuelta en una oscuridad casi absoluta, apareció la figura de Su. No tenía la fuerza suficiente para matar al oficial de arbitraje de un solo golpe, y había perdido por completo la capacidad de ocultar su aura. Hasta tal punto que no podía hacer ningún movimiento extremo. Sin embargo, basándose en su memoria del terreno, su comprensión de los alrededores, así como su profundo conocimiento del combate, Su todavía se acercó a la iglesia.
Lo reconfortante era que de la pequeña iglesia seguía saliendo una luz cálida y constante, igual que antes de huir. Un rayo de esperanza brotó silenciosamente en su corazón. Tal vez aún no habían obtenido el cuerpo de Madeline. Sin embargo, parecía haber alguna diferencia entre la actual Ciudad de las Pruebas y cómo era este lugar cuando escapaba de Sarton. Aquí reinaba una tranquilidad excepcional, hasta el punto de convertirse en un silencio sepulcral. Antes, Su detectaba ocasionalmente el aura de 1 o 2 oficiales de arbitraje que patrullaban por la ciudad, pero ahora, no podía detectar la más mínima fuerza vital. La iglesia era el único lugar floreciente de fuerza vital, no siendo diferente de cómo era antes.
Dentro de la pequeña iglesia, Guile se paseaba nervioso de un lado a otro, mirando casi a cada minuto el reloj de bolsillo que Sarton se había dejado. Este anticuado reloj de bolsillo no sólo era un instrumento para medir el tiempo, sino también un potente explosivo, lo suficientemente potente como para arrasar la mitad de esta pequeña ciudad.
Guile ya había esperado aquí sin hacer nada durante casi 10 horas, pero Sarton seguía sin enviarle ninguna información, como si se hubiera esfumado por completo. ¿No dijo Sarton que sólo iba a cazar un ratón? ¿Por qué tardaba tanto entonces? Olvídese de un ratón, ya había pasado tiempo suficiente para que capturara a todos los ratones de una circunferencia de varias decenas de kilómetros cuadrados. Hacia Sarton, a quien había seguido durante más de 10 años, Guile sentía un nivel de confianza casi adorador. Aparte de Mitchels y esas terroríficas existencias en el Parlamento de Sangre, no creía que hubiera nadie que fuera oponente de Sarton.
Guile, que tenía un temperamento bastante explosivo, era el que más odiaba esperar, ¡pero esta vez había esperado casi 10 horas! Apenas recordaba aún la importancia de esta misión. A pesar de que Perus estaba allí colgado, no se acercó para desahogarse. Violarlo ahora mismo no era una buena idea. Aunque tenía muchas habilidades en sexto nivel y una habilidad de Dominio de Combate de séptimo nivel, seguía sin estar dispuesto a malgastar la más mínima fuerza en estos momentos críticos.
Miró a los 4 maestros de la maldición junto al estanque de sangre. En ese momento, sus cuerpos temblaban y sus maldiciones empezaban a ser esporádicas. Las barrigas de los 4 individuos estaban hinchadas como si fueran mujeres embarazadas a punto de dar a luz. Sin embargo, el fondo del estanque de sangre empezaba a aparecer, y desde el ángulo de Guile, a través de las oleadas de sangre, ya podía ver vagamente un enorme objeto metálico de forma cuadrada que parecía un ataúd.
‘¿De verdad había muerto ese demonio?’
Al ver el ataúd, este pensamiento no pudo evitar surgir en la mente de Guile. Como miembro de la División de Pruebas, el miedo de Guile hacia Madeline ya había llegado al límite. Aunque había oído que lo que yacía tras la aterradora armadura era una mujer devastadoramente hermosa, Guile no podía reunir el más mínimo pensamiento impropio hacia ella. Hasta el punto de que sintió que era mejor no pensar en nada relacionado con ella.
Después de secarse el sudor que continuamente se filtraba por su frente, Guile sintió como si cada minuto y segundo que pasaba fuera incomparablemente atormentador. Para pasar el tiempo, repitió una y otra vez las partes importantes de esta misión, Primero, vaciar el estanque de sangre hasta que apareciera el cuerpo de Madeline. Segundo, independientemente del estado en que se encontrara su cuerpo, sacarlo del estanque de sangre. Tercero, retirarse. Cuarto, matar a todos los oficiales de arbitraje que participaron en esta operación.
En este momento, el ataúd que contenía el cuerpo de Madeline ya había aparecido, pero, aunque todavía había una fina capa de sangre, Guile todavía no se atrevía a saltar al estanque de sangre y tratar de rescatarla. Poco después de que Sarton se marchara, Guile ya se había entusiasmado con las palabras de Perus hasta casi saltar al estanque de sangre para sacar lo que había dentro. Puede que otros temieran el veneno del estanque de sangre, pero él no. La única habilidad de séptimo nivel de su Dominio de Combate era la inmunidad al veneno. Por supuesto, no lo haría inmune a todos los venenos, pero la mayoría de los venenos conocidos serían ineficaces contra él. Antes de saltar al estanque de sangre, todavía reveló un poco de inteligencia. Usó un aguijón de aleación para probar el estanque de sangre. Entonces, vio la niebla sangrienta de repente surgir y envolverse fuertemente alrededor del aguijón de aleación. Además, este aguijón, que era tan duro que podía atravesar la armadura de un tanque, se convirtió en un montón de cenizas en menos de 5 segundos antes de caer dentro del estanque de sangre. Un rato después, apareció una capa de líquido metálico que las olas de sangre embadurnaron en las paredes del estanque.
La cara de Guile se puso blanca como el papel. Por muy arrogante y engreído que fuera, seguía sin creer que su cuerpo fuera más resistente que ese aguijón de aleación. Además, a juzgar por la velocidad que mostraba la niebla sangrienta al devorar el aguijón, el final de Guile podría ser el mismo si mostraba el menor descuido. Sólo los 4 maestros de la maldición del Dominio Mágico que Mitchels encontró de quién sabe dónde, bajo sus túnicas mágicas que podían aislar la niebla sangrienta, podían sentarse con seguridad junto al borde del estanque de sangre.
En realidad, el poder del estanque de sangre se había desplegado cuando lo descubrieron por primera vez. Los 3 oficiales de arbitraje que lo excavaron, junto con sus herramientas, ya se habían convertido en parte de este líquido carmesí. Sin embargo, en aquel entonces, el estanque de sangre parecía un poco más tranquilo, y su poder no alcanzaba ni una décima parte de su estado actual. Por eso no se podía culpar a Guile de menospreciarlo.
‘Maldición, ¿por qué no ha vuelto Sarton?’
Rugió Guile para sus adentros, escupiendo impotente una bola de aire blanco y caliente. Justo cuando estaba a punto de dar otra vuelta alrededor de este lugar por enésima vez, de repente dejó de moverse y se quedó mirando atónito la plataforma del sermón. En lo alto de la oración del sermón había aparecido, sin saberlo, un anciano. Vestía un abrigo negro de cola de golondrina y unos pantalones perfectamente rectos. Sus zapatos de cuero no tenían ni una mota de polvo y cada mechón de su pelo blanco como la nieve estaba meticulosamente peinado. Su aspecto no encajaba en absoluto con aquella iglesia gris, ruinosa y apagada, llena de sangre y frialdad.
El anciano se inclinó ligeramente, mirando hacia este estanque de sangre con cierto embeleso. Sin embargo, los 4 maestros de maldiciones que estaban sentados a su lado parecían completamente ajenos a esto. Los maestros de la maldición estaban concentrando toda su atención en la misteriosa lucha contra este estanque de sangre, sin prestar ninguna atención a su alrededor. Sin embargo, aparte de estos maestros de la maldición, ¡había 8 oficiales de arbitraje! Parecían haberse vuelto estúpidos, sin mostrar reacción alguna ante la aparición de este anciano.
Guile de repente sintió como si dentro de toda esta pequeña iglesia, ¡él era el único que podía ver a este anciano! De este anciano que vestía formal y ordenadamente, no podía ver el más mínimo rastro de habilidad. Sin embargo, Guile todavía sentía una presión sofocante. Sintió como si la vista se le nublara un poco, como si hubiera algo que no encajara en la figura del anciano. Después de observarlo detenidamente, Guile se dio cuenta de que había menos de 1 centímetro de distancia entre los pies del anciano y el suelo. Flotaba tranquilamente en el aire.
La levitación del anciano, hablando en serio, no era tan especial. Hay muchas habilidades en el Dominio Mágico que producen un efecto de flotación temporal.
Los otros 4 dominios también tenían habilidades que permitían flotar en el aire. Incluso Guile, cuando se activaban sus habilidades, podía producir un efecto de flotación similar. No era como si el suelo fuera lava, así que ¿por qué este anciano tenía que flotar en el cielo? ¿Estaba tratando de usar esto para confundir a los demás? Si hubiera sido cualquier otro, Guile habría sentido lo mismo. Sin embargo, cada movimiento de este anciano aceleraba el ritmo cardíaco de Guile, hasta el punto de que incluso esta levitación normal le producía este tipo de sensación. ¡Este hombre calvo y robusto naturalmente no sabría que este anciano frente a él pasaba cada minuto y segundo levitando así!
- Tú... ¡¿Qué clase de persona eres?!
Tan pronto como las palabras salieron, Guile notó que su voz era seca, áspera y extremadamente desagradable de escuchar. Además, también tartamudeaba. Incluso frente a grandes individuos como Sarton o Mitchels, Guile no se olvidaría de sí mismo de esta manera.
Al oír la pregunta de Guile, el anciano no se movió en absoluto y siguió mirando el estanque de sangre. Dijo de otra manera.
- A punto de chupar ya el estanque de sangre. ¡No está mal!
- ¡¿Quién eres exactamente?!
Gritó Guile con fuerza. Los músculos de su cuerpo se hincharon, y las venas empezaron a palpitar en su brillante calva. En un abrir y cerrar de ojos, Guile ya había reunido todo su poder y estaba listo para luchar. Mientras tanto, el miedo inicial que sentía ya se había desvanecido por completo. La estruendosa voz de Guile sacudió toda la iglesia. Sólo entonces aquellos oficiales del arbitraje parecieron despertar de su aturdimiento. Todos miraban al anciano que había aparecido de la nada con expresión estupefacta.
Finalmente, el anciano se levantó. Se dio la vuelta y, con una sonrisa significativa, dijo.
- No me hagas preguntas tan inútiles.
El rugido de Guile sonó de repente. ¡No atacó al anciano y en su lugar presionó el botón del reloj de bolsillo antes de lanzarlo hacia el estanque de sangre con todas sus fuerzas! El anciano sacó lentamente y con elegancia una toalla blanca como la nieve del bolsillo de su chaqueta. Se la puso sobre las manos y luego agarró el reloj de bolsillo. La tela envolvió por completo el reloj.
Guile esbozó una sonrisa malvada. Comprendió claramente lo poderoso que era el reloj de bolsillo. Con el estándar de la era antigua, este reloj de bolsillo que contenía una potencia equivalente a 100 toneladas de TNT podría arrasar la mitad de la Ciudad de las Pruebas. Además, bajo este tipo de distancia, incluso Guile sufriría graves heridas, aunque se centrara completamente en la defensa. Si no tenía suerte, incluso podía quedar lisiado para siempre. ¿Ese viejo se atrevió a cogerlo con las manos?
La explosión fue tal y como Guile esperaba. La tela en la mano del anciano se expandió de repente, y su volumen se hinchó inmediatamente varias veces, haciendo que los delgados pero poderosos dedos del anciano se movieran ligeramente. Incluso se podían ver las abrasadoras llamas rojas y blanquiazules de la explosión.
Sin embargo, el anciano sonrió y cerró los dedos, cerrando inesperadamente la tela en una pequeña bola. El anciano soltó las manos y sacudió un poco la tela, esparciendo un poco de humo claro y cenizas.
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