DD - Capítulo 339

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Capítulo 339

Un Mundo Feliz (II)

Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord

Varios de los Señores Demonio estaban visiblemente aterrorizados. - ¡No te metas con nosotros! ¿No fuiste tú quien se deshizo de los rangos para empezar? Gritó uno de los Señores Demonio mientras lo señalaba con el dedo. La sala se sumió rápidamente en el desorden. Sin embargo, la persona que llamó mi atención no era uno de los ruidosos. - ... Vassago. Este hombre inteligente, pero constantemente quejándose, extrañamente mantenía la boca cerrada. A pesar de que fue el primero en hacer una pregunta. No pude evitar mostrar una sonrisa divertida. ‘Como era de esperar, es muy listo.’ Este palacio con elegantes pilares de mármol no se volvió tan ruidoso como uno podría esperar debido a la repentina bomba. No, la mayoría de los Señores Demonio permanecieron en silencio. Sólo 6 o 7 de los Señores Demonio no afiliados expresaban en voz alta sus quejas, mientras que todos los Señores Demonio que pertenecían a una facción permanecían en silencio. Vi a Vassago mirar inmediatamente alrededor de la sala en cuanto hice mi anuncio. Probablemente se dio cuenta de que Barbatos, Paimon y Marbas estaban tranquilos y sin expresión. Él se dio cuenta de que todo esto había sido minuciosamente planeado de antemano. Señalarme con el dedo ahora sería convertir a todas las facciones del Ejército del Señor Demonio en su enemigo... Vassago dio inmediatamente un paso atrás. Su habilidad para golpear y huir era casi un arte. Su rápido ingenio probablemente podría abofetear a una cucaracha. - Dantalian, has dicho claramente que no habrá rangos en el nuevo Ejército de los Señores Demonio. Sin embargo, declaras aquí que los restablecerás. ¿Te has vuelto loco? No todos los Señores Demonio eran tan listos como Vassago. Las mejillas del Señor Demonio Valefor, el ex-rango 6, se crisparon mientras comentaba. Los Señores Demonio, eran seres con la capacidad de tener un control absoluto sobre todos los demonios, es muy poco probable que tengan algún tipo de sabiduría mundana. Los demonios obedecen cuando se les ordena, así que los Señores Demonio no tienen por qué acostumbrarse a la política. Los Señores Demonio independientes despreciaban especialmente la política, ya que preferían vivir recluidos. Comparados con la Facción de las Llanuras y la Facción de la Montaña, que mantenían una intensa rivalidad desde hacía más de 1.000 años, no eran más que niños. Por eso estaban tan indefensos ante mí, pero parece que aún no comprendían su posición. - Estoy completamente cuerdo. Todos los Señores Demonio formarán parte del Ejército de los Señores Demonio como iguales. - ¿Entiendes lo que estás diciendo? Valefor sonrió satisfecho mientras miraba a los otros Señores Demonio. Algunos de ellos se unieron mientras sonreían maliciosamente. - Estás intentando revivir el mismo sistema cuya abolición anunciaste. ¿Tengo que explicarte qué significa “contradicción”? - Aquí no hay contradicción. Soy a la vez un Señor Demonio y el Conde Palatino del Imperio. Si tuviera que hacer una comparación, como Señor Demonio, soy igual a Barbatos; sin embargo, como miembro del Imperio, estoy por debajo de Barbatos ya que ella es Duquesa y regente. No es un asunto difícil de entender. La expresión de Valefor se contorsionó. Parece que no lo entendía. ‘No se puede evitar. Le explicaré las cosas amablemente. Me gusta enseñar a la gente. Soy una persona amable, después de todo.’ - Estoy diciendo que los asuntos dentro del continente demoniaco y el humano están separados. - ¿Qué estás...? - De ahora en adelante, actuar con temerarias bravuconadas en todo el continente no será permitido. Todos los Señores Demonio deben ser incorporados dentro del Imperio de Habsburgo. Si el Ejército de los Señores Demonio se entromete en asuntos continentales será determinado a través del consejo del Imperio. La expresión de Valefor se convirtió en un gran ceño fruncido. - ¿Consejo...? ¿Incorporar...? Dantalian, ¿estás loco? - ¿Pretendes vender nuestro orgullo como Señores Demonio a un imperio creado por humanos? Gritó Valefor junto con varios otros Señores Demonio. “Traición, traidor...” Enumeraron todo tipo de palabras desagradables. Se desató una tormenta de quejas. Naturalmente, la tormenta amainó. Pasó un momento antes de que los Señores Demonio, que se estaban poniendo rojos mientras gritaban, se dieran cuenta de que en realidad sólo había un pequeño número de personas armando alboroto. Valefor miró a su alrededor con incredulidad, pero nadie estaba de acuerdo con él... Un extraño silencio se apoderó de la sala. Yo seguía sonriendo alegremente en medio de todo esto. - Poco me importa el orgullo de los Señores Demonio. Me preguntaste si estaba vendiendo nuestro orgullo al Imperio. Buena pregunta. De todos modos, este orgullo es absolutamente inútil. En todo caso, simplemente poder vender este orgullo sería increíblemente rentable. - ¡Qué declaración tan ridícula! ¿Has perdido la cabeza? Valefor gritó. Sin embargo, ahora había un matiz de inquietud en su rostro. ‘¿Finalmente leyó la habitación? Lo siento, pero es demasiado tarde. La rueda ya está girando y la época ha cambiado. Espero que te des cuenta de lo inútil que es tu anterior título de Señor Demonio de Rango 6.’ - Baal también habló del orgullo de los Señores Demonio. Agares también murió mientras gritaba sobre este orgullo. ¿Qué es exactamente ese orgullo? ¿Es empujar a la Alianza Creciente a las fauces de la muerte y comenzar disputas internas innecesarias lo que quieres decir cuando te refieres al orgullo? Me reí. Valefor tenía la cara roja como una manzana. - Hablas de orgullo cuando has matado descaradamente a tus propios parientes. Qué orgullo tan impresionante. Mis disculpas, pero me gustaría rechazar humildemente este tipo de orgullo aunque sea gratis. - Tú... - No me malinterpretes. Sólo hay un orgullo que un Señor Demonio puede tener. El orgullo de crear un paraíso terrenal para la raza demoniaca. La era en la que la valentía de Hércules gobernó una vez el mundo ya pasó. La era en la que alborotar sin ninguna consideración por tus parientes o aliados y referirte a eso como orgullo ha terminado. Lo que necesitamos ahora es la capacidad de tomar decisiones sensatas y una forma sólida de unidad. Bajé unos pasos de la plataforma en la que me encontraba. - Durante la 2ª Alianza Creciente, obtuvimos un tercio del continente y, sin embargo, fracasamos. ¿Por qué fracasamos? ¿Fue porque éramos débiles? ¿Fue porque los demonios son inferiores a los humanos? Poco a poco fui alzando la voz mientras caminaba lentamente hacia el centro. Esto ya no era un argumento solo contra Valefor. Este era un discurso para persuadir a todos. - Absolutamente no. La gente que obstruyó nuestra victoria estaba dentro. Sin embargo, tienes la audacia de referirte a esta traición como el orgullo de los Señores Demonio... Qué broma sin gracia. - ¡Ja, entonces formar parte de un imperio está relacionado con nuestro orgullo como Señores Demonio! Entonces adelante, quita la bandera del Imperio de Habsburgo. Gritó Valefor. Estaba excitado como un toro enfurecido. Miré a Valefor fríamente. - Declara al mundo que lucharás contra toda la humanidad. Lo más probable es que los humanos se unan e invadan este lugar inmediatamente. ¿Crees que podemos ganar contra los humanos cuando nuestro Ejército de los Señores Demonio se ha debilitado debido a las continuas disputas internas? - ¡Hablar de derrota estando ante la guerra es la definición literal de un cobarde! El Ejército de los Señores Demonio siempre saldrá victorioso. Sacudí la cabeza y me reí entre dientes. - ¿Entiendes la situación en la que nos encontramos? Si anunciamos formalmente que somos el enemigo de la humanidad, la Alianza Creciente volverá. No habrá victoria ni derrota propiamente dichas. Demonios y humanos tendrán que enfrentarse hasta el día en que uno de los bandos haya sido completamente aniquilado. La razón por la que los humanos reconocen la presencia del Ejército de los Señores Demonio en el continente es, en apariencia, la máscara que llevamos puesta como Imperio de Habsburgo. Todavía había gente que no era consciente de esto. - Garantizar la victoria cuando estamos en una situación extremadamente precaria. Y llamar cobarde a alguien por considerar la posibilidad de la derrota... Es comprensible por qué la Alianza Creciente ha fracasado hasta ahora. Con Señores Demonio como usted como comandantes, perder batallas ganables no es sorprendente. - ¿Q-Qué dijiste...? - Dije que los tontos que no pueden enfrentar la realidad son innecesarios en el nuevo Ejército de los Señores Demonio. Valefor se quedó mudo por mi burla demasiado agresiva. No le hice caso mientras dirigía mi atención a la multitud. - ¿Qué es un paraíso terrenal para la raza demoniaca? Todo el mundo tiene opiniones diferentes al respecto. Hay quienes, como la Facción de las Llanuras, creen que una nación para y por la raza demoniaca es la respuesta. Miré a la Facción de las Llanuras antes de apartar lentamente la mirada. - También hay un buen número de ustedes que creen que someter por completo a los humanos es imposible. Por lo tanto, creéis que la solución más realista es llegar a un acuerdo con los humanos y conseguir tierras para la raza demoniaca. - ... - O tal vez, incluso podría haber quienes creen que simplemente preservar la tierra que poseemos es lo mejor que podemos hacer. Me refería a la Facción de las Llanuras, la Facción de las Montañas y la Facción Neutral, en ese orden. - No creo que ninguna de estas creencias sea más correcta que las otras. Sólo alguien con un intelecto que supere con creces el mío podría responder a esto. Sin embargo, no importa a qué bando decidas apoyar, está claro que hacerlo mientras llevas la máscara del Imperio de Habsburgo es esencial. Así es. Todas las facciones tienen que usar el nombre del Imperio. - La Facción de las Llanuras requiere una causa justa para conquistar a los humanos. Si lo hacen sólo con el nombre del Ejército de los Señores Demonio, entonces los humanos se unirían con demasiada fuerza. Sin embargo, si se propone el nombre del Imperio, entonces será posible forzar una división entre los humanos. Desde un punto de vista estratégico, el nombre del Imperio de Habsburgo es esencial. Con esto, los Señores Demonio de la Facción de las Llanuras comprendieron. - La Facción de la Montaña necesita una causa para llegar a un acuerdo con los humanos. Negociar con los humanos será drásticamente más fácil si se hace a través del Imperio y no como el Ejército de los Señores Demonio. El nombre del Imperio de Habsburgo es necesario desde un punto de vista político. Con esto, los Señores Demonio de la Facción de la Montaña comprendieron. - Así pues, haciendo que ambas facciones formen parte del mismo Imperio, no sólo dejaremos de oponernos, sino que podremos crear institucionalmente una relación en la que ambos bandos trabajen juntos ocasionalmente. En este sentido, el Imperio de Habsburgo se convierte en una herramienta increíblemente útil para la Facción Neutral. Con esto, los Señores Demonio de la Facción Neutral comprendieron. Estoy aquí ahora después de haber convencido a cada uno de estos grupos de antemano. - Incluso si las aspiraciones en nuestros corazones difieren, aún podemos trabajar juntos. Aquí no hay lugar para el orgullo vacío de los Señores Demonio. Sólo se permiten las mentalidades más sensatas y definidas. ¿Lo entiendes, Valefor? Volví a mirar a Valefor. - Todos estamos trabajando desesperadamente para crear una sociedad para la raza demoniaca. Este es el orgullo de los gobernantes. Es nuestro deber como gobernantes. Las ideas abstractas pueden ser arrojadas a los perros. - ... El único grupo que ahora está interfiriendo con este sueño de la sociedad demoníaca ideal son los Señores Demonio independientes. Sonreí fríamente. - Si, a pesar de todo esto, todavía deseas perseguir este orgullo tuyo, entonces muy bien. Puedes hacerlo tanto como desees. Sin embargo, debes saber que al hacerlo, pondrás a todas las facciones en tu contra. El Ejército de los Señores Demonio ya no tiene espacio para soñadores. Valefor apretó la mandíbula, pero no respondió. No era de extrañar si se tenía en cuenta cómo acabaron Baal y Agares. Asentí y me giré hacia el Emperador Rudolf. - Por favor, anuncie los rangos.

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