Capítulo 63
Una Guerra de 15 Días (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
La mitad inferior de Edward estaba completamente aplastada. No estaba a un nivel que la medicina moderna pudiera controlar. Una poción común tampoco funcionaría. Mi equipo estaba desconcertado mientras traía a Edward.
- Un nuevo miembro.
Dije secamente. Sabían que no debían hacerme preguntas. Los ignoré y llevé a Edward al avión. El embajador británico volvió a expresar su agradecimiento, pero lo ignoré.
Al final, bloqueamos la oleada de monstruos en el Reino Unido. Ahora era el siguiente turno. Mi plan era interferir en la obtención de puntos de los demonios tanto como fuera posible.
Edward no se despertó. Era un niño pequeño sufriendo un fuerte shock. Gracias a su Inteligencia de 34, era inmune al control mental de las Sombras. Yoo Eun-hye y Lee Ji-hye sintieron lástima y empezaron a cuidarlo. Le limpiaban el sudor cuando gritaba por una pesadilla y le cambiaban la ropa interior cuando se orinaba. Edward estuvo inconsciente durante 3 días antes de despertar.
- ¿D-dónde? ¿Dónde está mi hermano Rooney?
Edward preguntó inmediatamente por su hermano después de despertar. Todos los miembros llevaban herramientas mágicas para la traducción. Los objetos que más salían de la mazmorra eran los encantados con traducciones. Yoo Eun-hye podía entender las palabras de Edward a través de su pendiente izquierdo. Las palabras de Yoo Eun-hye se traducían automáticamente cuando llegaban a los oídos de Edward.
- Hola, ¿Edward? Te llamas Edward, ¿verdad? Encantada de conocerte. Soy Yoo Eun-hye.
- ¿Dónde están mis padres? ¿Quién eres...?
Edward miró a su alrededor. Era un lugar desconocido. También se sentía un poco mareado. Yoo Eun-hye y Edward no eran los únicos en este lugar. Al girar la cabeza, pudo ver a otras personas con las que no estaba familiarizado. Yoo Eun-hye esbozó una sonrisa benigna.
- Somos el grupo de asalto de los Cazadores de Demonios. Nuestro líder te rescató. ¿No te acuerdas?
Edward tembló. Al mismo tiempo, se agarró la cabeza como si le doliera la cabeza.
- ¡Ah...! ¿Entonces no fue un sueño?
- Sí. A mí también me gustaría pensar que es un sueño. Has pasado por muchas cosas. Aun así, ya ha pasado.
- No lo creo. Esto es la realidad...
Edward intentó girar su cuerpo. Pero puso una expresión de desconcierto al darse cuenta de que la parte inferior de su cuerpo no se movía.
- Primero, es urgente tratarte con una poción. Quería enviarte a un gran hospital con medicina moderna pero el Capitán tenía la opinión contraria... ah, no te preocupes. Todo depende de la voluntad del individuo. ¡Puedes mejorar si trabajas para ello! Habrá un doctor con nosotros y sólo dime si hay alguna dificultad.
Yoo Eun-hye suspiró con lástima. Ella había pasado por algo similar así que podía simpatizar.
Edward se despertó después de 3 días y durante ese tiempo, los Cazadores de Demonios se habían encargado de la oleada de monstruos en Suecia. Los artículos necesarios y un médico personal estaban a su disposición. El médico sacudió la cabeza mientras observaba el estado de Edward. Faltaban instalaciones, pero se ocupó de cualquier cosa urgente con el botiquín de primeros auxilios.
La puerta se abrió y apareció una nueva figura. Los ojos de Edward se abrieron de par en par. Era el hombre que le agarró de la mano mientras Edward caía por un acantilado y le preguntó “¿quieres vivir?”. Era como si el diablo le estuviera ofreciendo poder.
Ahora sí que no podía llamarse sueño. Ese hombre no estaría en el sueño de Edward. Esto era la realidad. ¡La espantosa realidad! Yoo Eun-hye se levantó.
- ¡Capitán! No deje a un paciente en el avión. Es un niño de 10 años. La crisis urgente se pasó con la poción pero... necesita ayuda psicológica...
- Despertaste.
Dijo el hombre.
Edward lo miró. Una presencia abrumadora. Era la primera vez. Una atmósfera extrañamente irreal rodeaba al hombre. Las preguntas sobre por qué estaba aquí se arremolinaron en su cabeza. Sintió pánico en su interior. No sentía dolor. Edward no podía sentir nada, así que su mente estaba a mil por hora. Los instintos de Edward podían determinar de qué tipo de hombre se trataba. Pero nunca se había sentido así.
El otro día estaba en un estado muy confuso. La cara de Edward dio un espasmo mientras intentaba hablar.
- ¿Quién es este hermano?
- El que te dará fuerza.
Dijo el hombre sin vacilar. Hablaba como si fuera una verdad evidente. Edward recordó aquel día.
- ¿La fuerza para matar... los monstruos?
- Si no la quieres entonces dímelo. Suicídate ahora mismo.
- ¡Capitán!
Yoo Eun-hye estaba atónita. Edward estaba desconcertado. Tenía 10 años. Pero incluso la presión de grupo tenía un límite. Era demasiado pronto para pensar en todo. Y el hombre habló como si no le importara.
- Te mostraré El poder que puedes tener.
* * *
Atenas, Grecia. Una mazmorra gobernada por un Conde. La población era de sólo 10 millones pero el Conde pertenecía a una facción del Archiduque. Quería cortarle las manos y los pies a Upa. No me importaba el Conde.
Me moví sin dudarlo una vez recibida la petición de Grecia. En Atenas, una oleada de monstruos compuesta por Gárgolas, Arpías y Polillas del Sueño estaba en pleno apogeo. Debido a sus limitaciones, Grecia no tenía un poder militar superior. Había un gran número de criaturas inferiores por lo que la situación podría ser difícil de manejar.
- Ocuparse de las Gárgolas es sencillo. Córtales el cuello. No se recuperarán y se convertirán en piedra al instante. Las Arpías tienen un punto débil en las articulaciones que conectan sus hombros. Ténganlo en cuenta y les será útil mientras luchan. Las Polillas del Sueño no son agresivas y casi nunca atacan primero.
Hubo una sesión informativa durante el vuelo. Pero lo expliqué una vez más. Edward me observaba desde una silla de ruedas. Lee Ji-hye la empujaba. Yoo Eun-hye necesitaba subir sus estadísticas y ganar algo de experiencia.
Miré las caras de los miembros del equipo y dije.
- Elimínenlos a todos.
- ¡Vamos!
El equipo gritó simultáneamente. Empezaron a moverse en parejas previamente definidas. Yo trabajaba solo. Incluso si alguien me seguía, todavía tenía la costumbre de trabajar solo. Más bien, Krasla tenía ese papel. Krasla cumplía ese papel para Yoo Eun-hye. Krasla podía apoyar adecuadamente a Yoo Eun-hye mientras crecía.
Saqué a Ira. Luego caminé lentamente hacia las criaturas que se acercaban.
Edward observaba desde atrás con confusión. Los movimientos del hombre. A medida que avanzaba la batalla, los cuerpos de las criaturas se esparcían a su alrededor. A veces se podía ver una imagen maravillosa. El hombre elimino cientos de criaturas en 10 minutos.
Edward sólo lo miraba fijamente.
‘¿Puedo tener esa fuerza?’
Edward no podía creer que un hombre pudiera moverse así. Estaba sucediendo delante de sus ojos, pero no podía creerlo.
Los Despertados. Gente que había emergido recientemente. Su número crecía constantemente y siempre se oían noticias sobre ellos. Debido a la influencia de sus padres, Edward solía ver las noticias todas las noches. La gente ganaba poder de repente, ¿así que eso no causaría muchos crímenes violentos?
Decenas de acciones contra la policía o el atraco a un banco... en Estados Unidos se tenía la impresión de que los Despertados no eran útiles. Muchos Despertados fueron disparados o arrestados. Los humanos eran animales sociales y no era diferente para los Despertados. Los que tenían poder se veían obligados a convivir con humanos normales, así que no podían faltar las “limitaciones”.
De hecho, Edward había visto algunos Despertados. Eran muy fuertes. Doblaban acero o corrían cien metros en pocos segundos. Pero no eran nada frente a la fuerza abrumadora de este hombre. Era inigualable entre los aquí reunidos. Una existencia que podía valerse por sí misma. El hombre no parecía tener ninguna limitación.
‘No. Mis piernas están rotas. No puedo moverme así.’
Edward sintió que se le oprimía el pecho. Aún no estaba seguro de la pregunta del hombre. Ciertamente, sus movimientos eran asombrosos. Sin embargo, era escéptico sobre si podría obtener ese poder. Edward era sorprendentemente frío en este sentido.
Esto era la realidad. Edward había visto elementos irreales como las criaturas, pero no se había dado cuenta de que podía romper sus límites.
- Ah...
El hombre se dirigió en silencio hacia Edward. Este no dijo ni una palabra.
Se dirigió a 5 países más con Edward. Siempre miraba a ese hombre luchando mientras estaba en una silla de ruedas. Era como si tuviera ojos pintados en la nuca. Los enemigos que mataron a su hermano. Los que causaron los cambios en sus padres. Sentía un odio feroz hacia esas criaturas. Se sentía miserable mientras sólo podía mirar.
El hombre no le dijo nada a Edward. Se limitó a hacer una demostración. Pero los muros de Edward se derrumbaban poco a poco. El hombre era una fuerza inamovible. Podría ser poco realista, pero se sentía como si pudiera hacer realidad lo imposible. Quería conseguir así el poder. Después de Europa, Oriente Medio y Arabia Saudita, Edward finalmente habló.
- Capitán. Dame fuerza. La fuerza para derrotar a los monstruos.
En lugar de que el hombre le impusiera su elección, Edward decidió moverse él mismo. Finalmente, los muros se habían agrietado.
La guerra se detuvo después de 15 días.
* * *
El método para volverse más fuerte era simple. Tenía que querer hacerse más fuertes. Pero esto requería un fuerte impulso.
La fuerza que impulsaba a Edward era la ira. El problema era el coraje para romper el propio muro. Tenía que estar dispuesto a mover sus límites. Ahora había asentido con la cabeza. Un buen espíritu lleno de entusiasmo.
Dejé a Edward. Ansiaba fuerza y trabajaría duro. Aunque fuera un niño, Edward Windsor seguía siendo uno de los futuros 10 Héroes. Estaba seguro de que no me decepcionaría. Él anhelaba el poder. Al mismo tiempo, sentí una extraña sensación.
Desafortunadamente, Yoo Eun-hye no era uno de los 10 Héroes. Ella tenía una fuerza similar, pero eso era todo. En contraste, Edward Windsor era un nombre que todos reconocían. Un Despertado así había entrado en las manos de un demonio.
Este sentimiento era cercano a la dicha. La sensación de tener en mis manos un juguete caro. Montaría el juguete a mi gusto. Las piernas no serían un problema. Un elixir era suficiente para arreglarlo. Uno de los 10 futuros Héroes... ¿Estaría terminado bajo mis manos? Realmente lo estaba deseando.
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Y la Subasta del Mundo de los Demonios también. Era tal y como esperaba. Sonreí satisfecho mientras miraba el mensaje que flotaba en el aire del último piso de la mazmorra.
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