Capítulo 21
Cacería de Humanos (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
Corrección: Zura ja nai, Lord
Ideé un plan minucioso para reclutar a Laura. Para empezar, me disfracé y me infiltré en la ciudad. Lapis fue quien me consiguió una tarjeta de identificación. Contraté a un carretero y a 3 mercenarios mientras me disfrazaba de vendedor ambulante.
- Estaremos a su cuidado, señor mercader.
- Debería ser yo quien dijera eso. Después de todo, mi seguridad está en sus manos. Si permanezco ileso durante todo el viaje, entonces duplicaré su paga.
Todo esto fue para acercarse con naturalidad a un mercader de esclavos. Este viajaba junto a una gran compañía de mercaderes. Los mercaderes viajaban en grandes grupos como este por miedo a ser asaltados por bandidos. Como era de esperar de la escala de un grupo con el que viajaba el mercader de esclavos, tenían 40 mercenarios junto con 5 perros grandes y pequeños. Desde lejos, este grupo podría ser confundido con un ejército. Los grupos de bandidos promedio ni siquiera se atreverían a meterse con un grupo de este tamaño. Fingí que tenía el mismo destino que ellos, lo que me permitió encajar de forma natural en la gran compañía de mercaderes. En cuanto les dije que tenía 3 mercenarios, los grupos de mercaderes más pequeños me acogieron sin dudarlo. Después de todo, un aumento de la seguridad siempre es bien recibido.
- ¿A qué productos se dedica, mercader Lolita?
- Principalmente hierbas medicinales.
- ¿Hierbas medicinales? Eso no suena particularmente rentable...
El hombre que se hacía llamar presidente de una pequeña empresa comercial frunció ligeramente el ceño. Me miraba con desprecio desde que le había dicho que me dedicaba a vender hierba. ¿Intentaba comparar nuestro orgullo de comerciantes? Le respondí con descaro.
- Jaja. Ciertamente, si vendiera y comprara hierbas medicinales en la ciudad, no sería rentable. Pero... Hay muchas veces en que las hierbas que se encuentran comúnmente en una ciudad no tienen precio en otra región.
- ¿Oh? ¿Cómo es eso posible?
- En cada ciudad hay 2 o 3 herboristas que sólo se dedican a las hierbas que siempre han manejado. Aunque cogieras el mismo resfriado, las hierbas medicinales recetadas en esta ciudad son diferentes de las hierbas medicinales recetadas en otra ciudad. Por lo tanto, aunque tengan efectos similares, es natural que la gente se asombre como si hubiera encontrado una hierba milagrosa cuando ve una hierba con una forma diferente.
- ¿Es así?
Fue en ese momento cuando los demás comerciantes empezaron a prestar atención a nuestra conversación. Los mercaderes eran el tipo de gente que se interesaba por algo al menos una vez si parecía rentable. Lo más probable es que yo despertara su interés por que era la primera vez que oían hablar de un vendedor de hierbas medicinales. Hablé en mi cabeza.
‘Actuación.’
Un efecto de sonido ahora familiar sonó en mi cabeza.
|
Continué en un tono que sonaba como si estuviera revelando una información muy valiosa.
- Normalmente es un negocio decente para ganarse la vida, pero, hah, las circunstancias han cambiado. Se ha vuelto realmente rentable.
- ¿Circunstancias? Nunca ha habido una época en la que la economía estuviera tan mal como ahora.
- ¿La razón por la que la economía ha ido mal no es por la Peste Negra?
La otra parte estuvo de acuerdo. Ser comerciante significaba que tenías que tratar con otras personas para comprar o vender productos. Los comerciantes no pueden hacer mucho cuando sus proveedores y clientes mueren a causa de la peste.
- Puede que todos los comerciantes se quejen del estado actual de la economía, pero yo soy la única excepción. ¿No aumentaría el interés de la gente por las hierbas medicinales cuando cientos de personas mueren a causa de una enfermedad desconocida? Por ejemplo, si hay una hierba medicinal cuyos efectos han sido confirmados en otra ciudad, entonces sería natural que mendigos y aristócratas acudan como enjambres.
- ¡...!
El rostro del mercader se llenó de conmoción.
- ¡No me lo digas, mercader Lolita! ¿Me estás diciendo que posees una hierba que puede curar la Peste Negra?
- Puede que sea la única persona en todo el continente que se ha registrado tanto en el Gremio de Herboristas como en el de Comerciantes. En otras palabras, soy el único que ha encontrado las hierbas medicinales en todas las regiones del continente.
Sonreí irónicamente.
- La Peste Negra no es una enfermedad tan rara en ese país de llanuras de allá. ¡Jaja!
- ¡Oh, Señor! ¿Es eso cierto?
- Lo juro por el nombre del gremio.
Los comerciantes que nos rodeaban se pusieron ruidosos. Era de suponer que estarían sorprendidos y encantados después de haberse enterado de que existe una cura para la enfermedad contagiosa que se ha estado cobrando la vida de la gente sin piedad. Incluso hubo un par de miradas de envidia dirigidas hacia mí al darse cuenta de que iba a tener un botín increíblemente bueno. Confirmé que entre esas miradas se encontraba la del mercader de esclavos al que había estado apuntando. Intencionadamente hice contacto visual con él y sonreí.
Aquella noche, nos instalamos en el borde del camino. Era pleno verano, así que pasar la noche en vela no fue una tarea difícil. Los cocheros soltaron a los caballos de los carruajes y les permitieron pastar libremente. Los soldados contratados se masajeaban las piernas cansadas y bebían un trago de cerveza muy diluida. Yo premié a los 3 hombres que había contratado con cerveza más concentrada. Estaban muy agradecidos. Con el pretexto de la amistad, decidí repartir un barril de cerveza a cada uno de los otros grupos de mercaderes, ya que estaba en ello. Cada grupo de comerciantes envió un recadero para darme las gracias. Mientras me hacía amigo de extraños de esta manera, alguien vino a visitar mi tienda. Era el mercader de esclavos.
- Me disculpo por visitarte tan tarde en la noche.
Un hombre joven. Era tan amable y educado que costaba creer que comerciara con humanos.
‘Bien. Mordió el anzuelo.’
Le dije que no se preocupara y le di la bienvenida, pues acababa de preparar una mesa con bebidas y aperitivos. El joven pareció aliviado por mi recepción, pues pronto se fundió en el ambiente y bebió conmigo. Como era de esperar de un comerciante, tenía sólidas habilidades interpersonales y una forma de hablar sensata a pesar de su corta edad.
- ¡Es un verdadero alivio haberlo conocido, mercader Lolita! La verdad es que es la primera vez que conozco a otro vendedor ambulante que tiene más o menos mi misma edad.
El joven habló en un tono ligeramente embriagado. Se llamaba Jack.
- Pensaba que los vendedores ambulantes no serían más que unos viejos zorros. Eres realmente sorprendente para tu edad.
- ¿No eres más joven que yo, Jack? Hah, eso suena más a autoelogio.
- Jajaja... Sólo soy un novato. Todo lo que hice fue recibir la pequeña empresa que mi padre, que es un gran comerciante, preparó para mí ya que soy su segundo hijo.
Jack engulló su cerveza.
- ¿Qué importa si la recibiste? El principio no es importante. Para nosotros, los mercaderes, ¿no son los resultados lo que más importa en última instancia?
- ...Yo también lo pensaba. Empecé con ambición. Quería tener éxito incluso si eso significaba usar las conexiones de nuestra familia, pero…
Jack dejó escapar un gran suspiro.
- ¡Mi padre ni siquiera me dejaba hacer mis propios negocios! Me ordenó que me encargara de una parte del negocio que él ya había creado. Al final, no soy diferente de un empleado de poca confianza.
Jack parecía deprimido. Cielos, tenía 20 años como mucho. Como era de esperar de alguien en el tormentoso periodo de su adolescencia, sus preocupaciones no eran muy sorprendentes. La trampa más fácil en la que caer a esa edad es tener la impresión de que sus preocupaciones son increíblemente únicas en comparación con las de los demás. En todo caso, si se diera cuenta de que sus preocupaciones no son únicas y de hecho son universales, entonces podría tener preocupaciones únicas. Aunque las personas que se rinden por completo son innumerables.
No vine aquí para convertirme en consejero. Elegí deliberadamente palabras agradables de escuchar y reconfortantes. Cosas como decirle que su padre hizo todo eso por su bien, es decir, cháchara completamente inútil. Honestamente, no hay muchas cosas que sean tan útiles como la cháchara inútil. Incluso ahora, un holograma me mostraba en cómo subían los puntos de afecto de Jack. Parece que cuando hay alcohol de por medio, mejora la velocidad a la que aumentan los puntos de afecto.
|
Sus puntos de afecto habían superado los 40. Si sólo te fijas en los números, entonces estaba cerca de Lapis. Oh cielos, a este paso, me preocupa que despertar el afecto de la gente se convierta en mi mayor talento. No fue hasta que se emborrachó completamente que Jack empezó a hablar genuinamente de sí mismo.
- Honestamente... quería hacer negocios como tú, Mercader Lolita.
Intentaba presumir de lo inusual de su vida al decir esto, pero a mí me sonó como si me estuviera confesando lo aburrida que era su vida. Según él, vino a visitarme porque sentía que sus subordinados no lo tomaban en cuenta. Era como la manifestación física de un complejo de inferioridad por tener un padre tan distinguido. Sin embargo, su verdadera intención era pura y hermosa.
- Dicen que el comercio se realiza a menudo a través de la codicia, pero, a pesar de ello, yo quiero hacer negocios para el mundo... un negocio que pueda beneficiar al mundo. Esto es lo que pienso. Los que comercian por su propio interés son pequeños comerciantes, los que lo hacen por su familia y su empresa son comerciantes medios, y los que lo hacen por la nación son grandes comerciantes. Pero, ¿qué pasa con los comerciantes que hacen negocios por el bien del mundo? ¿No es esto lo que los comerciantes deberían intentar hacer de verdad?
Es joven, tiene un grave complejo de inferioridad y es inocente. En otras palabras es el tipo de persona que es fácil de aprovecharse.
- Ciertamente. En eso tienes razón, Jack.
- ¡Como era de esperar del comerciante Lolita, tú también lo crees!
- ¡Una hierba medicinal que puede salvar a todas las naciones! ¡Comerciar con un producto así! Asombroso. Eres realmente asombroso.
- Simplemente tuve suerte. Ha habido numerosas ocasiones en las que también he buscado mi propio beneficio.
- Pero ahora ya no, ¿verdad? Los comerciantes sólo miran el resultado final, ¿no fuiste tú quien dijo esto? Al final, el señor Lolita persigue el beneficio de todo el mundo.
- No merezco tales elogios.
Sonreí tímidamente. Incluso como alguien que siempre es regañado por Lapis, estaba tan claro como el día incluso para mí. Este tipo es un tipo muy confiado. A pesar de que sus estadísticas de Inteligencia y Política son superiores a 20 puntos, entendí por qué su rango de comerciante sólo era E. La razón por la que su padre le dejó un trabajo estable fue probablemente en parte porque no encontraba a su hijo digno de confianza.
¿Un beneficio para el mundo entero? Esa frase en si misma ya era una contradicción. Un beneficio es un beneficio para alguien. Los comerciantes son personas que ponen su nombre en ese lugar de “alguien”. La gente que grita tales contradicciones sinceramente son revolucionarios o idiotas, y Jack era actualmente el último.
- ¿Con qué mercancía comercias, Jack? Ahora que lo pienso, no he oído hablar de tu negocio.
- ...No es algo de lo que pueda hablar honorablemente delante de los demás. No, es una cuestión de si debería siquiera considerarse mercancía.
Jack soltó una risita abatida.
- ¿Cómo podría ocultarle algo, señor Lolita? Esto puede parecer hipócrita. Sí, trafico con esclavos. Soy un mercader de esclavos que los transporta y los vende en las ciudades.
Fingí estar relativamente sorprendido.
- ¿Un comerciante de esclavos? Nunca lo habría imaginado.
- Señor Lolita... ¿acaso considera también a los esclavos como mercancía?
- Si los esclavos son mercancía, entonces todo en el mundo debería ser mercancía también. Jack, no estoy tratando de abordarte. Simplemente me sorprende que un hombre como tú se dedique al comercio de esclavos. Ahora entiendo por qué te disgusta tu padre.
Nuestra sincera conversación continuó después de eso. Quiero decir que fue sincera para Jack. Esperé el momento más oportuno para preguntarle si podía confirmar personalmente la forma en que maneja a sus esclavos. Al principio, a Jack no pareció gustarle la idea, sin embargo, una vez que le aludí que tal vez podría darle consejos como mercader más experimentado, aceptó encantado. Pasamos junto a los soldados contratados que dormitaban mientras nos dirigíamos a los aposentos de Jack.
- Aquí es donde me alojo. Bienvenido a la Compañía Medoranm.
Los cuartos de Jack eran mucho más impresionantes que los míos. Había 4 hogueras encendidas y más de 10 soldados contratados. También había unos 20 esclavos. Todos estaban sentados alrededor de una hoguera con cadenas en los tobillos. Un grupo de unos 6 esclavos compartía una misma cadena. Cuando nos acercamos, un par de mercenarios nos miraron, pero cuando se dieron cuenta de que era Jack, volvieron a su juego de cartas. Estaban siendo bastantes descorteses con su patrón, pero parece que a ninguna de las partes le importaba realmente.
- También es normal ponerles una cadena en los tobillos cuando viajan, pero yo sólo les pongo cadenas por la noche. Es muy probable que se estropeen los pies después de viajar todo el día con cadenas en las piernas. Incluso si son esclavos, eso es demasiado cruel.
Jack habló en voz baja. Parece que quería que lo elogiara. Cumplí sus expectativas y le felicité por ser misericordioso y humano. Creo que el término “besa culos” se creó para situaciones como ésta. Al contrario de lo que parecía por fuera, por dentro estaba completamente insatisfecho. Lo que quería no estaba aquí. En ese momento, fue casi como si Jack me hubiera leído la mente mientras me rascaba el picor.
- Hay una esclava que quiero mostrar especialmente al Señor Lolita. ¡Una de mis posesiones más preciadas! Creo que incluso el Sr. Lolita se sorprenderá.
Mi corazón se aceleró.