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sábado, 14 de octubre de 2023

DD - Capítulo 50

Capítulo 50
Aventureros de Rango E (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
La carta que sacó era algo que no me esperaba. - Hay varias tribus de goblins cerca del castillo de nuestro de Señor Demonio. Debemos usar esas aldeas goblin. - ¿Estás diciendo que usemos las tribus goblin como refuerzos? Pregunté con sorpresa. Esta vez estaba realmente asombrado. Era la primera vez desde el comienzo de la conversación que Laura señalaba algo que ni siquiera yo había considerado. Sin duda hay varias tribus de goblins en las cercanías. Antes de emprender mi viaje a Niflheim, apacigüé a las aldeas humanas porque temía que los aventureros invadieran durante mi ausencia. La oferta que les hice para apaciguarlos fue que “los goblins ya no atacarán sus aldeas”. Aunque la propuesta era buena no pude evitar arrugar las cejas. - Laura, es casi imposible utilizar monstruos no entrenados como parte de nuestras fuerzas. Es cierto que son intrínsecamente amistosos hacia un Señor Demonio como yo; sin embargo, sigue siendo una incógnita si arriesgarían sus vidas por mí como los monstruos que están actualmente a mis órdenes. - Lo más probable es que ni siquiera la milicia civil arriesgue su vida por los aventureros. - Hm. La razón por la que la milicia civil se une a los aventureros no es porque les sean leales. Buscan sus propios beneficios. Si también prometiera un beneficio como ese a los goblins, entonces lo más probable es que también se unieran a la batalla. Esto es lo que Laura está tratando de decir. - Su Señoría había prohibido a las tribus goblin cazar humanos. Esto fue para traer a los humanos a nuestro lado. ¿No sería lógico? Podemos decirles que ahora pueden cazar libremente a las aldeas humanas que se han vuelto hostiles hacia nosotros. - La caza y la guerra están en 2 dimensiones completamente diferentes. Aunque les permitamos cazar, no podemos obligarles a participar en una guerra. Laura negó con la cabeza. - Tu premisa es errónea. Le pregunté con interés. - ¿Mi premisa? ¿Qué premisa dices que es errónea? - ¿Por qué cree que debemos obligarles a participar en una guerra? Señoría, esta es la reprimenda de esta joven. Usted es demasiado amable con los monstruos. Su Señoría inconscientemente pensó que estamos impulsando a los monstruos a luchar. ¿No es un terrible malentendido? Laura señaló a un hada que estaba sentada en mi hombro. - No debes cometer este malentendido. Los monstruos no son sus mascotas. Los monstruos son bestias salvajes brutales y salvajes como los humanos, por lo tanto son guerreros que saldrán corriendo a la batalla siempre que sea beneficioso para ellos. Sus palabras se me metieron en la cabeza. Recordé abruptamente el consejo que me dio Lapis en el mercado de esclavos. Cuando vi la forma en que los humanos trataban a las subespecies, me enfadé. En aquel momento, Lapis me dijo lo siguiente:

- Es bastante difícil presenciar la forma en que los humildes humanos tratan despreocupadamente a otras subespecies, sin embargo, ser excesivamente empático no es sabio. La comprensión que comparten las mujeres en los distritos comerciales y el veredicto que emiten los jueces en los tribunales de justicia, estas cosas no son propias de un rey. Un rey debe comprender y emitir un veredicto.
Pensé que había prestado suficiente atención a sus palabras, pero parece que todavía tengo tendencia a considerar a todos los monstruos como aliados. - Te lo garantizo. Si presentamos a los goblins una situación en la que puedan ganar algo, entonces participarán voluntariamente en la guerra aunque les digamos que no lo hagan. Su Señoría, por favor, piense racionalmente. Sean humanos o monstruos, no son más que peones en un tablero de ajedrez llamado guerra. Reconocí completamente que Laura tenía razón. Cierto rincón de mi mente tenía debilidad por los monstruos. Simplemente pretendía alienar la relación entre los pueblos y hacer que los aventureros se autodestruyeran. Ni siquiera había pensado en utilizar monstruos. Sin embargo, en lugar de avergonzarme, me sentí feliz. ‘Apoyar al señor de uno cuando no se da cuenta de algo es también el deber de un Intrigante.’ Nunca pensé que sería capaz de manejar todo por mí mismo de todos modos. Si lo hiciera, entonces nunca habría reclutado a Laura en primer lugar. Soy el tipo de persona que tiene más preocupaciones sobre sí mismo que confianza. Laura estaba actualmente llenando esas preocupaciones. - Su Señoría. Los ojos verdes de Laura me miraban fijamente. Estaba esperando mi respuesta. - ...Digamos que utilizamos a las tribus goblin, ¿con qué ganancia pretendes hacerles actuar?. Laura respondió sin dudar un instante. - Eso también es una cuestión sencilla. Ya sean humanos o monstruos, las cosas que pertenecen a otros naturalmente parecen mejores.
* * *
Un bosque que había crecido densamente sin ninguna restricción. Parsi, el joven jefe de la aldea, avanzaba mientras apartaba el follaje con su bastón. Maldecía cada vez que una rama o una hoja afilada de hierba le arañaban la carne. - ¡Ay, maldición! Estos malditos bichos. Se volvió para mirarme. Tenía el pelo pegado a la frente. - ¡Señoría! Por favor, permítame preguntarle algo. - Se lo permitiré. - ¿Por qué yo? Respondí a Parsi mientras seguía cómodamente el camino que él había abierto. - Eres el más joven y el más fuerte, después de todo. No podría hacer que un anciano actuara como guía, ¿verdad? - Ah, entonces podrías haber elegido a cualquiera de los cazadores del pueblo para hacerlo... - Yo también te he cogido cariño. - Geh. A Parsi no pareció gustarle eso. Sin embargo, eso fue todo. Parece que no se le ocurría nada más que decir, mientras procedía a blandir su bastón con firmeza. A pesar de decir siempre lo que se le pasaba por la cabeza, parece ser el tipo de persona que se avergüenza si alguien es sincero con él. - Qué lindo. - ¿Qué lindo? ¿Acabas de llamarme “lindo”? Parsi se puso pálido del susto. Empezó a saltar en su sitio. Su comportamiento era infantil, propio de un joven del campo. Esto me hizo reír. Es difícil no encontrarlo divertido cuando se está en presencia de una persona como Parsi que se expresa sin reservas. - Aah. Probablemente no te des cuenta, pero eres bastante lindo. - ¡Rayos! En toda mi vida, ¡ni siquiera mi madre me ha llamado guapo! ¿Tienes los ojos dañados? Incluso si Su Señoría afirma que tus ojos están bien, ¡creeré firmemente lo contrario! Los hombros de Parsi temblaron. - Su Señoría... ¿tal vez, lance para el o-otro lado? - ¿Otro lado? - Ya sabes, dicen que hay chicos que están interesados... en otros chicos. Miré a Parsi con lástima. Él también debió sentirse incómodo una vez lo hice ya que se rascó la nuca. - E-Ehem. Qué alivio. Simplemente tenía curiosidad. - Aunque fuera sodomita, te aseguro que tu agujero trasero no estaría ni cerca de mi lista de objetivos. - ¿Agujero trasero? ¿De qué estás hablando? Parece que este paleto sólo sabe que hay hombres que prefieren a otros hombres, pero no tiene ni idea de lo que hacen para excitarse. Sonreí. - Cuando dos 2 realmente, realmente se aman... Debido a mi deber como intelectual de enseñar la verdad a la gente ignorante y a mi deseo de ser considerado con un pueblerino, le di una explicación detallada de cómo 2 varones tienen relaciones sexuales. Como había escuchado diligentemente una clase de artes liberales sobre sexo en mi universidad, mi explicación fue concreta y detallada. Estoy siendo totalmente sincero, pero no tengo ningún motivo oculto para darle tanta información. Sólo tengo mis deberes como intelectual y mi personalidad considerada. La tez de Parsi se fue poniendo cada vez más pálida a medida que continuaba mi explicación. Gritó hasta casi desmayarse. Parecía un niño de 5 años que acabara de descubrir por primera vez en su vida que las chicas no tienen pene. - ¡De ninguna manera! Entonces, ¿estás diciendo que lo usan para penetrar allí? - Para hacerlo puramente exacto, el ano es donde... - ¡Alto! ¡Detente! Parsi gritó mientras se tapaba los oídos con las palmas de las manos. Basándome en su reacción, este tipo es un soltero. A pesar de tener una forma áspera con las palabras, nunca ha experimentado una mujer antes. Esto le hizo parecer aún más lindo. - ¡Por favor, no uses palabras tan vulgares! - Yo personalmente no sé mucho al respecto, pero he oído que es increíblemente placentero. - ¡No quiero creerlo! ¡Mi sentido común! ¡Mi sentido común es! Le dije con frialdad. - El sentido común está para romperlo. Jovencito, deberías abrir los ojos a un mundo nuevo. - ¡No quiero ese tipo de mundo! El grito del inocente joven resonó por todo el bosque. Me enteré después de hablar un rato con él, pero este gigante peludo en realidad sólo tiene 16 años. Tiene la misma edad que Laura. Sólo que parece muy viejo. El follaje del bosque era espeso. Había llovido hacía unos días, así que el verdor había crecido a un ritmo aterrador. Era difícil encontrar un lugar que no estuviera cubierto de musgo y no había árboles que no estuvieran cubiertos de hojas. Daba la sensación de que el bosque intentaba desesperadamente aferrarse al verano que se iba mientras se obstinaba en permanecer verde. Llegué a este mundo en primavera y ahora el verano casi había terminado. - Keruruk, keru. - Keruruk. Innumerables pasos siguieron detrás de nosotros. - Sheesh. ¿Estaba tratando de cambiar de tema? Parsi miró detrás de nosotros. - Nunca pensé en toda mi vida que estaría en el mismo bando que los goblins. Había casi un centenar de goblins. Esta enorme tropa nos seguía en 2 filas. Los goblins llevaban armas primitivas como hachas y lanzas de piedra. Curiosamente, había muchos lanzadores de piedras. Caminaban sosteniendo las hondas que utilizaban para disparar piedras y cazaban pájaros y conejos de vez en cuando mientras avanzábamos. Como curiosidad, mi arma era una ballesta. Sin duda, yo tenía el arma más lujosa de todos nosotros. Como broma, hace un rato dije.

- No tengo ni idea de cómo pretenden luchar con eso.

Pero cuando lo hice, Parsi puso mala cara al rebatirme.

- ¿De qué estás hablando? No me importan los otros goblins, pero preferiría no meterme en una pelea con los que llevan hondas.

- ¿Qué fuerza puede tener una simple piedra?

- Señoría, usted no conoce el sabor de las rocas, ¿verdad? Las rocas son las cosas más aterradoras del mundo. Incluso los tipos más duros serían enviados a la otra vida si reciben un golpe directo de una de esas.
¿Yo también? me pregunté. Sinceramente, me costaba creer que una honda pudiera ser tan poderosa, pero Parsi sonaba tan seguro que no dije nada más al respecto. Sólo sería bueno que Parsi tuviera razón, así que esperaba que los lanzadores de piedras goblin lo dieran todo. En cualquier caso, mirando más allá de su equipo, la marcha de casi un centenar de goblins era todo un espectáculo. - Se siente raro estar del mismo lado que los monstruos. - ¿Tienes miedo? Parsi torció los labios como si estuviera disgustado. - Más que miedo, me siento raro. ¿Quién iba a creer que los humanos y los monstruos formaran equipo? Seguramente la gente me diría que dejara de hacerme ilusiones y me criticaría. Sinceramente, aún no me lo creo. ‘Una ilusión, eh.’ Me sequé el sudor de la frente. Hay 2 tipos de personas en el mundo que genuinamente hablan de ilusiones. Revolucionarios o idiotas. He conocido a ambos tipos de personas hasta ahora. Jack pertenecía a estos últimos. Murió. La persona que pertenece al primero es... - Alguien viene. Parsi habló. Estaba señalando detrás de mí. Una vez que me di la vuelta, vi a Laura acercándose a nosotros montada encima de un burro. No tardó mucho en pasar rápidamente entre los goblins y llegar hasta mí. Laura bajó de su montura con elegancia. - Su Señoría. Incluso como desconocido en la materia, me di cuenta de que su equitación era excelente. El problema es que su montura es demasiado mala comparada con sus habilidades. Dicen que los maestros no distinguen entre sus herramientas, pero un burro era demasiado. A Laura parecía no importarle en absoluto mientras se arrodillaba ante mí. Las hadas que volaban a su alrededor se acercaron a mí. - Hasta ahora, no ha habido tribus de goblins que hayan abandonado la formación. Laura habló formalmente. Lo hacía porque Parsi estaba a nuestro lado. Como yo también creía que los asuntos públicos y privados debían estar claramente separados, no mencioné que su manera formal de hablar era un poco incómoda. - Bien hecho. Parsi, ¿cuánto falta para llegar al pueblo? - ¿Eh? ¿Eh? Oh, no debería estar muy lejos ahora. Parsi, que había quedado completamente hechizado por el rostro de Laura, respondió apresuradamente. Debía de estar anonadado ya que era la primera vez que veía la belleza de la hija de un noble después de haber vivido toda su vida en el campo. - Uhm, deberíamos poder verla pronto si seguimos así. - Muy bien. Laura, ese será tu último informe. Le di una palmada en el hombro. - Avanza a mi lado a partir de este momento. - Entendido. Ordené a los goblins marchar en silencio. Efectivamente, como Parsi había dicho, el camino del bosque pronto llegó a su fin. Un hombre nos vio a lo lejos y se sorprendió. Parecía ser un leñador. Gritó con todas sus fuerzas antes de salir corriendo. Estaba demasiado lejos para dispararle con mi ballesta o ser alcanzado por una honda. - Un ataque sorpresa está descartado ahora. ¿Está bien así? - No te preocupes. ¿Cuánto podrían conseguir preparándose ahora? Continuamos así directamente hacia la aldea de delante.

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