Capítulo 73
Estrategias de Obstrucción (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
Corrección: Zura ja nai, Lord
La residencia oficial del alcalde de Niflheim.
Una acalorada discusión estaba teniendo lugar en el mismo lugar donde se celebró la audiencia hace un tiempo. Si la Noche de Walpurgis es una reunión que se organiza para socializar, los Señores Demonio presentes se habían reunido apresuradamente para discutir los acontecimientos que estaban ocurriendo en el mundo humano. La escala también era diferente. A diferencia de la Noche de Walpurgis, a la que sólo asistieron 32 Señores Demonio, en este momento había nada menos que 60 Señores Demonio. Prácticamente todos los Señores Demonio estaban presentes.
- ¡Debemos quemar el Imperio Franco! Incluso las mujeres y los niños.
- ¡Váyanse! Si sólo pretendes decir esas cosas, ¡entonces vete ahora mismo!
- ¡Fuera! No hay razón para siquiera escuchar las tonterías de la Facción de las Llanuras.
- ¡Deberíamos arrancarle las entrañas a todos los humanos que existen en la superficie!
La sala de conferencias estaba alborotada. Decenas de Señores Demonio gritaban para hacerse escuchar sobre los demás. Era imposible distinguir quién decía qué, así que toda la sala de conferencias parecía una enorme boca. Esa enorme boca emitía ruidos incomprensibles. Le susurré a Barbatos.
- No veo el final de esto.
- Hmph. Las reuniones serias de los Señores Demonio suelen ser así.
Barbatos respondió con una expresión enojada en su rostro. Ella no estaba molesta conmigo, pero en realidad estaba fingiendo estar enojada en este momento. Solamente estaba asistiendo a esta reunión como la cabeza de la Facción de las Llanuras, por lo que tenía que mostrar tanta dignidad. La Facción de las Llanuras había perdido a uno de sus Señores Demonio. Era necesario que mostrara a los demás que la pérdida de su facción la enfurecía enormemente.
Miré furtivamente alrededor de la habitación. La sala estaba dividida en 4 grupos. La mayoría de los Señores Demonio estaban en el lado izquierdo de la sala, la Facción de la Montaña. Entre ellos, Paimon miraba hacia delante mientras pensaba profundamente en algo. La Facción de las Llanuras ocupaba el lado derecho de la sala, con Barbatos en el centro, los Señores de los Demonios de la Facción de las Llanuras estaban en fila a ambos lados. Aproximadamente 10 Señores Demonio de la Facción Neutral estaban agrupados alrededor de la entrada de la sala. Pude ver a Marbas de Rango 5, el que se encargó de los procedimientos de la audiencia la última vez, de pie entre ellos. Por último, en el lado opuesto de la entrada, había cinco Señores Demonio sentados en los asientos de honor. Todos estaban en silencio y parecían hostiles o aburridos. Nadie podía acercarse a ellos, ya que eran los 5 monarcas más fuertes presentes en la sala de conferencias.
Esos 5 eran los Señores Demonios del rango 2 al 7, excluyendo a Marbas, y se trataban de la Rango 2 Agares, Rango 3 Vassago, Rango 4 Gamigin, Rango 6 Valefor y Rango 7 Amon. Ninguno de ellos había pronunciado palabra alguna desde que había comenzado la reunión. Sin embargo, aún se podía decir que todos los que estaban gritando y chillando en ese momento estaban siendo conscientes de los 5 monarcas. A pesar del silencio de los 5 monarcas, estaban liberando una presión sin forma. A mí también se me puso la piel de gallina. Sus auras eran intensas.
Le susurré a Barbatos.
- Oye, ¿por qué están actuando como un montón de mudos?
- Porque el viejo Baal no está aquí.
Se refería al Señor Demonio de Rango 1, Baal.
- Aunque cotorrearan ahora mismo, sería discutible una vez que el viejo Baal apareciera. Si afirman algo sin sentido ahora y ese viejo lo niega después, entonces joder, sólo estarían perdiendo prestigio.
- ¿Me estás diciendo que aguante este jaleo de mercado hasta que aparezca Baal? Qué horror.
- Hm. Sí, es molesto. Debería arreglar esto.
Barbatos se puso de pie. Los Señores Demonio que pertenecían a la Facción de las Llanuras cerraron la boca. Barbatos entonces gritó a un volumen que uno no creería que pudiera salir de un cuerpo tan pequeño.
- ¡Silencio!
Su voz resonó por toda la sala de conferencias. La conmoción se apagó en un instante. Los Señores Demonio que habían estado discutiendo se volvieron para mirar a Barbatos y ella les devolvió la mirada. Giraron la cabeza en silencio cuando sus ojos se cruzaron con los de ella. Barbatos habló en un tono rebosante de grandeza que contrastaba totalmente con su actitud habitual.
- Crocell, rango 49, ha muerto. El Rango 50 Furcas también ha perdido su Castillo de Señor Demonio. Las otras razas que decían ser aliadas de la raza demoniaca en el mundo humano nos han abandonado sin dudarlo.
Agitó la mano derecha. Un gran mapa transparente apareció en el aire. En él se dibujó el continente humano y se marcaron los castillos de los 72 Señores Demonio. Una X se dibujó sobre los dos castillos marcados como “Crocell” y “Furcas”.
- Según la información más reciente que hemos podido obtener, el ejército del Imperio de Habsburgo ha comenzado a marchar hacia el norte. ¿Hay alguien aquí que tenga más información al respecto?
Un Señor Demonio de la Facción Neutral respondió.
- Mi informante dentro de Habsburgo me dijo algo. Me informó que el ejército imperial ha partido hacia la provincia de Valencia. Rango 68 Belial y Rango 61 Zagan se encuentran allí. Debemos prepararnos para la invasión desde la región norte de Habsburgo.
Un Señor Demonio de la Facción de la Montaña gritó.
- ¡Eso es absurdo! El Imperio de Habsburgo no ha hecho ningún movimiento. Nuestros ejércitos son más que suficientes para hacer frente al imperio. Los humanos no están invadiendo, ¡están intentando apaciguar a las otras razas! Están aprovechando esta oportunidad para crear una alianza. Incluso ahora, las hadas y los enanos se están reuniendo con los mensajeros humanos. Están tratando de crear una alianza contra el Señor Demonio. Existe la posibilidad de que una vez más perdamos nuestro control sobre las otras razas dentro del mundo humano.
Un Señor Demonio de la Facción de las Llanuras replicó.
- ¡Tonterías! ¡Las hadas y los enanos no irán en contra de su postura como partes neutrales! Conocen muy bien nuestro poder. Estoy seguro de que los humanos están creando una alianza con otros humanos. ¡El Imperio de Habsburgo no es el único grupo que se ha movilizado! Las 12 naciones se han movilizado. Pretenden reunir sus fuerzas en la entrada del Desierto Negro.
La sala de conferencias tembló. Los pisotones de Barbatos provocaron un pequeño terremoto. Una vez que los ojos de todos se centraron en ella, habló.
- Primero uniremos las piezas de información que tenemos. No podemos tener una discusión cuando nuestra información difiere. Paimon.
- ¿Llamaste a esta dama?
Paimon, el líder de la Facción de la Montaña, respondió. Le dirigió a Barbatos una mirada de duda. Barbatos y Paimon son bien conocidos por ser enemigas. Barbatos también despreciaba la idea de conversar con Paimon, pero no tenía más remedio que actuar en ese momento debido a mi ferviente petición.
- Mi Facción de las Llanuras adquirió la información de que las 12 naciones del mundo humano han movilizado sus tropas. También tenemos una buena idea de hacia dónde se dirige cada ejército. ¿Qué hay de la Facción de la Montaña?
- ...
Paimon apoyó la barbilla en la mano. Seguramente estaba pensando en cómo responder. Ya sé que recibió la misma información que la facción de las llanuras. Después de todo, yo fui quien ordenó que la información le llegara a ella también. Barbatos me había elegido como su consejero, así que la facción de las Llanuras había actuado como una sola bajo mis planes. Paimon dejó escapar un suspiro.
- Hemos adquirido la misma información. Esta señora sabe que los ejércitos de las 12 naciones se han desplazado.
- Seguramente sabe muy bien hacia dónde se dirigen sus ejércitos.
- ...Esta no lo negará.
Barbatos movió la muñeca. Al hacerlo, unas gruesas líneas se dibujaron en el mapa que flotaba en el aire. Las 12 líneas representaban los ejércitos humanos. Cada línea partía de la capital de cada nación y se dirigía hacia diferentes lugares. Entre ellos estaban los castillos ya destruidos de Crocell y Furcas. Finalmente, todas las líneas se unieron en un punto.
- La región norte del continente. Es donde se encuentra la mayoría absoluta de nuestros Castillos del Señor Demonio.
- ...
Paimon no respondió. Todos comprendieron que su silencio significaba que no lo negaba, por lo que la sala volvió a estallar en un alboroto. Los Señores Demonio comenzaron a gritar. Sus gritos brotaron como un torrente.
- ¿Es eso cierto, señorita Paimon?
- ¡Esto no es una simple invasión! ¡Esos bastardos humanos están formando una alianza!
- ¡Esos malditos pedazos de basura! ¡Cómo se atreven a apuntar a nuestra tierra!
Me reí mentalmente. Durante los últimos 5 meses, había movido innumerables hilos para controlar el movimiento de los ejércitos humanos. La Compañía Keuncuska hizo muchos sobornos para acercarse a las altas esferas del mundo humano y consiguió difundir esa información. Los caminos de los 12 ejércitos que se fusionan en uno solo son el resultado de ello.
Cada curso respectivo de los 12 ejércitos se dirigía hacia una única dirección. Es imposible que la gente lo considere una mera coincidencia. Naturalmente empezarían a preocuparse y a pensar que los humanos se están preparando para una invasión masiva. Además, los 2 Castillos del Señor Demonio que se encontraban en su camino ya habían sido conquistados. Un Señor Demonio incluso había muerto en batalla. La invasión humana no es algo que deba tomarse a la ligera. No sería una exageración creer que este es el caso...
- ¡Por favor, ayúdenme! ¡Mi Castillo del Señor Demonio está en peligro!
Una vez que le susurré a Barbatos y le pregunté quién era, me informaron que era Belial Rango 68. En muchos aspectos, era alguien con quien tenía una relación enfermiza. La razón de la urgencia de Belial es simple, es porque su Castillo del Señor Demonio se encuentra justo en el camino del ejército imperial de Habsburgo, el cual tiene 2000 hombres. No era un número que Belial, un Señor Demonio Rango 68, pudiera manejar. Debe sentir que el peligro está a sus puertas.
- ¡Por favor ayúdenme!
- ...
- ¡Nuestra gran causa no debe desmoronarse por culpa de los humanos! Nosotros somos los depredadores y los humanos son nuestra presa. No debemos dejar que los cazadores se conviertan en los cazados... ¡Por favor, se los ruego!
Los demás Señores Demonio se apartaron como si Belial les resultara molesto. Mientras las llamas de la guerra no fueran a engullirlos en un futuro próximo, agradecían la posible disminución de competidores. Esto era probablemente lo que estaban pensando. Belial palideció. Se acercó a Paimon con pasos débiles. ¿Pretendía confiar en el jefe de la facción a la que pertenecía? Belial se puso de rodillas y levantó una mano hacia Paimon.
- Señorita Paimon, por favor, ayúdeme. 1.000, no, ¡si envía un ejército de al menos 500 unidades! Este humilde, Belial nunca olvidará tu gracia.
Paimon permaneció en silencio. Como era de esperar, era sabia. Si ella anunciaba aquí que iba a enviarle refuerzos, entonces eso podría interpretarse como la intención de la Facción de la Montaña de participar activamente en la guerra. El riesgo era demasiado alto para ella, ya que era la líder de una facción, la cual estaba en contra de la idea de entrar en guerra con los humanos. Habló en voz baja.
- Por ahora, por favor, guarda silencio.
- ¡Señorita Paimon!
La cara de Belial cambió por el shock. Paimon acababa de abandonar a Belial por el bien de la Facción de la Montaña en su conjunto. Esto puede haber sido una decisión racional para el líder de la facción para hacer, pero en el caso de Belial, que acababa de ser arrojado a un lado, fue una declaración que rompió su voluntad.
Este es el momento. Miré a Barbatos. Notó mi mirada y asintió. La voz de Barbatos resonó profundamente en toda la sala de conferencias.
- Belial, yo, Barbatos, te ayudaré.
- ¿Es-eso cierto?
Los ojos de los demás Señores Demonio se abrieron de par en par, sorprendidos. La Facción de las Llanuras y la Facción de la Montaña son archirrivales. No había forma de que no se sorprendieran cuando el líder de la Facción de las Llanuras, Barbatos, se ofreció a ayudar a un miembro de la Facción de las Montañas. Paimon frunció el ceño y miró a Barbatos. Sin embargo, Barbatos pronunció las palabras que habíamos discutido de antemano.
- Somos compatriotas. Aunque normalmente seamos enemigos, todos vivimos bajo un mismo objetivo: conquistar el continente humano. ¿Cómo podríamos dejarnos atar por nuestro favor y rencor habituales e ignorar nuestra causa cuando esos humanos apuntan a nuestra tierra? Yo, Barbatos, movilizaré inmediatamente a 500 de mis Caballeros de la Muerte.
- ¡O-Ooh...! Gracias, ¡muchas gracias!
Belial estaba conmovido. Sólo 500 Caballeros de la Muerte eran más que suficientes para aplastar a 2.000 soldados imperiales. Belial se inclinó una y otra vez mientras agradecía a Barbatos. Paimon tenía una expresión de fastidio en su rostro mientras veía cómo se desarrollaba todo. Apenas pude contener la risa.
Paimon era demasiado cautelosa. Con esto, los Señores Demonio de la Facción de la Montaña empezarán a albergar dudas sobre su capacidad de liderazgo. Paimon, que decidió quedarse de brazos cruzados mientras un miembro de su facción caía en la ruina, y Barbatos, que había ofrecido gustosamente refuerzos a pesar de estar en el otro bando. Está más claro que el agua qué bando parece más digno de confianza. La Facción de las Llanuras sumó un punto en la primera ronda. Las cosas se estaban desarrollando según el esquema que Barbatos y yo habíamos trazado de antemano de forma tranquila y ordenada.
El Portero en la entrada de la sala de conferencias gritó aterrorizado.
- ¡Rango 1! ¡El primer monarca y Gran Duque del continente demoniaco! ¡El gobernante que dirige 66 ejércitos y señor de todas las espadas! ¡Su Alteza Baal ha llegado!
Las pesadas puertas de la sala de conferencias levantaron polvo. Todos los Señores Demonio se inclinaron apresuradamente hacia la entrada. No hubo excepciones, ni siquiera Barbatos o Paimon. Incluso los 6 Señores Demonio de mayor rango que ocupaban los asientos de honor mostraron la máxima cortesía. El verdadero soberano del continente demoniaco se acercaba.