Capítulo 90
Un Rey y su General (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
Corrección: Zura ja nai, Lord
- Hmm.
Barbatos me miró de reojo. Incluso añadió un ruido nasal. Su mirada extrañamente sexual a pesar de ser una mocosa es preocupante. Estaría agradecido si se abstuviera de usar su atractivo sexual en un lugar público... Mira. El Hermano Beleth y el Hermano Zepar están inquietos por tu culpa. Un niño pequeño no debería burlarse de los adultos.
- Nuestra comadreja Señor Demonio con una bolsa de trucos, Dantalian. ¿Qué clase de malicioso plan se te ha ocurrido para poder levantar la mano con tanta confianza?
Sonreí torpemente.
- Protejamos a los humanos.
- ¿“Proteger”? ¿Qué quieres decir?
- El ejército de los margraves se compone principalmente de soldados de caballería y soldados conscriptos. Los soldados reclutados son aldeanos que se han reunido voluntariamente porque temen a los Señores Demonio. Convenceremos a estos aldeanos. Les diremos que no haremos daño a aquellos que se rindan ante nosotros. Les permitiremos vivir sus vidas como de costumbre. Sin embargo, deben prometernos su lealtad. Si sus vidas están garantizadas, entonces incluso ellos querrán evitar ir a la guerra. Esto debilitará enormemente las fuerzas de los margraves.
No es que los granjeros se unan al ejército porque sientan algún tipo de lealtad hacia su territorio. Es simplemente porque sería mejor reunirse en un solo lugar y tomar represalias juntos como un grupo en lugar de intentar defenderse de las fuerzas de los Señores Demonio en solitario. Un ejército que conoce a fondo los intereses de los demás, por lo que son capaces de desplegar un poder fuerte y concentrado. Sin embargo, también es un ejército que podría derrumbarse en cualquier momento si les hacemos una oferta mejor.
- Es imposible que esos humanos confíen en nosotros tan fácilmente.
- Por eso debemos proteger a los humanos. Si otros humanos intentan persuadirles, entonces incluso ellos escucharán. Casualmente, tengo en mi poder algunos humanos apropiados para esta tarea. Los utilizaremos.
Hablé mientras recordaba los pueblos cercanos a mi calabozo. Empezando por Parsi, convertirá a los aldeanos en una especie de enviados. Harán sus rondas por las aldeas de los feudos de los margraves y les recomendarán que se rindan.
- La mayoría de los aldeanos estarán medio en duda. Habrá aldeas donde las persuasiones vayan bien y donde vayan mal. En ese momento, movilizaremos una fuerza destacada. Convertiremos a las aldeas que se negaron a rendirse en un ejemplo y las aniquilaremos.
- ¿Cooperarán fácilmente los humanos con nosotros como sugieres?
Preguntó el general Zepar.
- Pero los humanos nos desprecian.
- Por supuesto. Sin embargo, hay otra cosa que los humanos desprecian más. Si prometemos evitarlo, los humanos nos servirán con gusto.
- ¿Y qué puede ser eso?
- La muerte.
- ...
Mis palabras no debieron ser muy persuasivas ya que la respuesta de los otros Señores Demonio fue leve. Sin embargo, se llevó a cabo de todos modos ya que no teníamos mucho que perder incluso si lo probábamos. Los resultados fueron los esperados. Mientras que las aldeas que parecían mínimamente dispuestas a rendirse fueron dejadas en paz, una vez que quemamos las aldeas que ignoraron unilateralmente nuestras advertencias, las aldeas restantes se apresuraron a rendirse. Al cabo de 5 días, 2.000 hombres del ejército de 35.000 soldados de los margraves desertaron. Los margraves se vieron sorprendidos e intentaron aniquilar las aldeas, la deserción fue llevada a cabo por aldeas enteras y no individualmente, con el pretexto de traicionar a la humanidad. Aquí es donde se equivocaron y en grande. Cada vez que intentaban atacar las aldeas, nuestra 6ª legión enviaba una fuerza de expedición como refuerzo. Como cumplimos con nuestra promesa con las aldeas al protegerlas. En cambio, los margraves, que debían encargarse de la protección de su pueblo, tenían que atacar las aldeas para mantener sus fuerzas. Los soldados reclutados iniciaron una revuelta y desertaron del ejército. Al final, el ejército de los margraves se redujo a 17.000 soldados. Habían perdido la mitad de sus fuerzas antes incluso de que se pudiera librar una batalla propiamente dicha. Según los rumores, el margrave Rosenberg prácticamente escupió sangre por lo enfurecido que se puso. Que lamentable.
El ejército del Señor Demonio también estaba sorprendido por este resultado inesperado. Nuestras fuerzas realmente no hicieron nada en particular. Sólo enviamos emisarios para pedir a las aldeas que se rindieran y las protegimos tal y como prometimos según los términos que firmamos. Una vez que conseguimos que las tropas enemigas se replegaran sobre sí mismas con tan sólo este pequeño esfuerzo, los demás Señores Demonio se esforzaron por comprender el razonamiento. Me miraron como si fuera un adivino. Sonreí mientras les daba una explicación calmada.
- Todos han pasado por alto 2 cosas. La primera viene de los prejuicios.
Beleth actuó como representante mientras preguntaba.
- ¿Prejuicios?
- Eso es correcto. Ya sea consciente o inconscientemente, todos ustedes están tratando al ejército humano como una sola entidad. Pero piensen en ello. ¿Qué podría estar haciendo que todos esos humanos se reunieran? También tienen un sistema jerárquico, feudos e intereses contrapuestos. La única razón por la que se han reunido es por nosotros. Sin embargo, si les revelamos que no vamos a ser hostiles con ellos, no tendrán motivos para desviarse de su camino para luchar contra nosotros.
Los humanos también tienen un prejuicio similar. Probablemente tratan al ejército de los Señores Demonio como una entidad única simplemente porque está liderado por Señores Demonio. Sin embargo, tenemos círculos internos como la Facción de las Llanuras y la Facción de las Montañas que son hostiles entre sí. ¿Cómo es posible que no existan estos grupos? Los Señores Demonio tratan inconscientemente a los numerosos humanos como un solo grupo y no creen que puedan dividirlos aparte...
Este prejuicio es el resultado de las fuerzas que defendieron las Montañas Negras. Los soldados que defendían las Montañas Negras tenían la responsabilidad especial de proteger a la humanidad. Como los Señores Demonio son sus enemigos absolutos, creían que no podían rendirse ante ellos. No, sólo aquellos que creían esto se ofrecieron voluntarios para defender las fortalezas... Las primeras fuerzas humanas que los Señores Demonio encontraban al invadir eran siempre los humanos que defendían las fortalezas, por lo que se creó este prejuicio. En Dungeon Attack, hay un escenario en el que el mundo humano se divide. Incluso en la historia original, los humanos se dividen en 2 grupos al derrumbarse este prejuicio. El bando que busca la supervivencia cooperando con los Señores Demonio y el bando que quiere eliminar a los Señores Demonio. Yo simplemente he adelantado un poco este suceso.
- La segunda cosa que todos han pasado por alto es el miedo. Todos ustedes no son conscientes del miedo que sienten los humanos cuando oyen el término “Alianza Creciente”. Como mucho, la vida media de un humano es de unos 60 años. La 7ª Alianza Creciente fue hace 200 años. Para ellos, la Alianza Creciente es como una pesadilla del pasado de la que sólo se habla como leyenda. Esa pesadilla ha regresado. Lo más probable es que deseen evitarla si es posible.
Los Señores Demonio pueden vivir para siempre. Mientras no estén heridos hasta cierto punto, pueden seguir viviendo. Si la Alianza Creciente es como un “Oh, ¿otra Alianza Creciente?” para los Señores Demonio, entonces para los humanos, la Alianza Creciente es más como “¡Querido Señor! Los Señores Demonio están trabajando juntos para invadirnos.”. Incluso si se acercaran un par de docenas de monstruos, eso bastaría para amenazar gravemente a una aldea humana, pero una Alianza Creciente significaba que cientos de miles de monstruos estaban invadiendo. Esto sólo podía infundir miedo a los humanos. Esto se notaba en el comportamiento de los soldados que habían estado protegiendo las Montañas Negras. No se dieron cuenta de que éramos la vanguardia de la Alianza Creciente. Sólo se dieron cuenta en sus momentos finales...
- Mientras les aseguremos que no atacaremos sin razón, los Señores Demonio no son diferentes de los señores humanos.
Zepar asintió.
- Ciertamente. Prejuicios y percepción, no... Esto hace que el ejército imperial sea bastante lamentable. Perdieron casi la mitad de sus soldados antes de poder enfrentarse a nosotros en combate. Una táctica y un plan. Tener un intrigante como tú es una bendición para nosotros y una maldición para los humanos.
La 6ª legión avanzó sin vacilar. Ahora el ejército imperial estaba por debajo de la 6ª legión incluso en número de tropas. El ejército imperial tiene 17.000 soldados mientras que el ejército del Señor Demonio tiene 18.000 soldados. Los monstruos son normalmente superiores a los humanos. Por lo tanto, sólo perderían si intentaran defenderse contra nosotros ahora. Los margraves se ensuciaron mientras se retiraban. Incluso abandonaron las ciudades bajo sus castillos. Huyeron hacia el interior para unirse al ejército principal en el centro del imperio. Naturalmente, tuvieron más desertores mientras se retiraban. Después de recopilar la información obtenida de los desertores, sólo unas 8.000 personas siguieron a los margraves hasta el final. Esto fue un gran éxito.
- Maldición, qué pasa con esto.
Barbatos maldijo ante la victoria obtenida. En estos momentos estábamos reunidos en el castillo propiedad del margrave Rosenberg en una sala de recepción hecha de costosas piedras de mármol. Barbatos estaba sentada en el trono del margrave y tenía la mirada más molesta.
- ¿Qué diablos pasa con esto? ¿Acaso los margraves fueron siempre tan fáciles?
Nadie pudo responder al rugido de Barbatos. Esto se debía a que los otros Señores Demonio sentían lo mismo que Barbatos. Ellos también querían hacer la misma pregunta. Sonreí irónicamente.
- Es una victoria sin derramar sangre. Debería estar bien que estuvieras un poco más feliz por esto.
Yo era el que estaba más cerca de Barbatos. Se hizo caso omiso de mi rango y se me reconoció como el que más había contribuido a la 6ª legión. Era natural, ya que mi operación había logrado conquistar el feudo norte del Imperio de Habsburgo sin derramar una sola gota de sangre.
- No, ¿pero qué pasa con el gran esfuerzo que hemos realizado durante los últimos 2.000 años...? Sólo hemos conseguido llegar hasta aquí 3 veces y eso después de luchar desesperadamente.
- Dicen que tu cuerpo pasa penurias si tu cabeza está mal.
Barbatos parecía como si su alma hubiera abandonado su cuerpo. Estaba en medio de un colapso mental. En realidad, no era sólo Barbatos, sino que la mayoría de los otros Señores Demonio sentían lo mismo.
- Entonces, ¿qué? ¿Estás diciendo que las cosas que hemos hecho durante los últimos 2.000 años no han servido para nada...?
- El término trabajo sucio suena bastante imprudente, Su Excelencia Condesa.
- ... ¿Su Excelencia Condesa? ¿Qué?
Saqué un pergamino de mi bolsillo.
- El pueblo de esta tierra ha resuelto nombrar a Su Excelencia como legítima margrave de este feudo. La responsabilidad de cuidar de su gente seguirá a Su Excelencia Condesa, y su gente está obligada a cumplir si usted los recluta.
- Eh. ¿Eh...?
- Felicidades. Eres la primer Señor Demonio que tiene control tanto sobre demonios como sobre humanos. En toda la historia, eres la única que ha logrado tal hazaña. A partir de hoy, reinarás como Señor Demonio de Rango 8 y como margrave de Brandeburgo.
Hice una profunda reverencia.
- ¡Un momento! Maldición, ¿qué tonterías estás soltando? ¿Por qué debo cuidar de los humanos?
Me dirigí a Barbatos en tono sutil.
- ¿No aceptaste su rendición? Es natural que quien gobierne al pueblo sea un noble.
- Oye, Dantalian, hijo de puta. Confiesa ahora. Has estado planeando esto todo el tiempo, ¿verdad?
- ¿No dijo Su Excelencia antes que quería ocuparse de Rosenberg sin caer en el plan de Paimon? Simplemente actué de acuerdo con la petición de Su Excelencia.
Cerró la boca. Tenía razón, después de todo.
- Simplemente gobernarás a los humanos temporalmente hasta que terminemos de conquistar el continente. No será demasiado tarde para tratar con ellos después de que hayamos convertido todo el continente en un mundo para la raza demoniaca. Utiliza a los humanos hasta entonces.
- Hah. Esto es raro. Algo acerca de esto no se siente bien, pero, rayos. Gané, pero ¿por qué no me siento satisfecha?
Barbatos se quejó. No quería hacer algo tan inútil y pesado, así que me encargó a mí todo lo relacionado con la gestión del feudo. La primera política que promulgué fue movilizar tropas para someter a los monstruos salvajes que habitan las montañas del feudo. Como no podemos ganar carne luchando contra humanos, tenemos que usar carne de monstruo como sustituto. La visión de monstruos subyugando a monstruos fue sorprendente e hizo que la gente del feudo alabara a la nueva señora por su política audaz y misericordiosa. Adquirimos provisiones y mejoramos nuestra imagen ante el pueblo, dos pájaros de un tiro.
Estacionamos nuestro ejército de 18.000 monstruos en la ciudad situada bajo el castillo. Todos los humanos nacidos en este pueblo seguían al margrave, así que era perfecto para usarlo como guarnición.
Laura habló mientras me sentaba en una mesa y miraba unos documentos.
- Eres astuto, Señor. Al final, de principio a fin, Su Señoría ha controlado esta guerra y lo más probable es que siga haciéndolo.
- Me estás elogiando demasiado.
Sonreí. Estaba siendo sincero. Simplemente estaba actuando de acuerdo a las cosas que sucedieron en Dungeon Attack. El mundo probablemente llamaría a esto una trampa, pero ¿qué pasa con eso? No he hecho nada malo.