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jueves, 16 de noviembre de 2023

DD - Capítulo 94

Capítulo 94
Un Rey y su General (VII)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Zura ja nai, Lord
La noticia de que el príncipe heredero había abofeteado a la princesa imperial como si fuera una sirvienta se extendió por todo el castillo en un instante. El castillo Imperial de Habsburgo era pequeño. El jardín del castillo podía albergar, como mucho, a 1.000 personas, pero si se tenía en cuenta la cantidad de territorio y prestigio del imperio, eso era definitivamente escaso. El actual emperador había intentado ampliar el castillo varias veces. Sin embargo, los nobles siempre se negaban a invertir dinero en la familia imperial y ésta no disponía de fondos suficientes para intentar renovar el castillo con su propio dinero. ‘La monarquía absoluta se ha derrumbado.’ La princesa imperial Elizabeth se detuvo. Se había detenido en medio de un pasillo de mármol que brillaba como el cristal y contemplaba el paisaje entre 2 pilares. El sol se ponía en la ciudad. Un resplandor ambarino fluía por todos los callejones. Por un momento, el mundo se volvió surrealista mientras la serenidad y el esplendor del sol poniente se abrían como cortinas en la distancia. La Princesa Imperial Elizabeth murmuró. - Dicen que hay algo que brilla más cuando el mundo se oscurece: ¿no será el imperio? La nación que hace 150 años presumía de fama absoluta había desaparecido. El imperio estaba cayendo en la ruina de la forma más desagradable. Se había burlado deliberadamente de Rudolf, el príncipe heredero, pero no creía que tuviera tan mal genio. Era un hombre tonto. Estos rumores no le beneficiarán en nada. Toda la gente del imperio sabrá que la princesa imperial deseaba ir a la batalla, pero Rudolf el Príncipe Heredero se había negado firmemente por su parte. En otras palabras, había sellado la posibilidad de que corrieran rumores diciendo que la princesa imperial había retenido intencionadamente a sus tropas para que el príncipe heredero fracasara. ‘El imperio necesita cirugía. Hay que abrir su carne y arrancar con firmeza las partes podridas. Existe la posibilidad de que el paciente muera debido a la magnitud de la operación. Y lo que es más importante, los 50.000 soldados movilizados para la expedición encabezada por los margraves y el príncipe heredero serán sacrificados... Lo más probable es que sea una responsabilidad que el médico deba asumir.’ Este pensamiento pasó por la cabeza de la princesa imperial de 17 años mientras contemplaba la ciudad iluminada por el sol poniente.
* * *
El enorme ejército del imperio ha comenzado a moverse. Esta noticia conmocionó a la Facción de las Llanuras. 20.000 en el ejército principal, 20.000 mercenarios y 10.000 de los margraves, un ejército con un total de 50.000 soldados marchaba hacia nosotros en Brandeburgo. La comandante Barbatos convocó una reunión en cuanto obtuvimos esta información. Los 19 Señores Demonios de la 6ª legión se reunieron en la sala de conferencias. Nadie entró en pánico ante el tamaño del ejército que se nos acercaba. Simplemente sentían que por fin llegaba algo esperado. Beleth y otro par de Señores Demonio más estaban claramente emocionados. Todos teníamos una copa de vino en la mano llena del vino que Barbatos nos había servido personalmente. Esta sonrió mientras hablaba. - Nos saltamos el aperitivo y pasamos directamente al plato principal. El dueño de la propiedad nos ofrece un platillo lujoso, así que sería de mala educación negarnos. No hay necesidad de un asedio. Acabaremos con todo en una sola batalla. Esta vez no tuvimos reunión de estrategia. La 6ª legión pretendía destruir las fuerzas enemigas de 50.000 soldados con sus 18.000 soldados. Ya se había seleccionado un campo de batalla más ventajoso para nosotros y nuestra formación estaba completa. La 6ª legión iba a interceptar a las fuerzas enemigas con la unidad de Barbatos, la unidad de Beleth, la unidad de Zepar, etc. Yo, naturalmente, formaba parte de la unidad de Zepar. Barbatos habló con superioridad. - Camaradas. ¿Qué creen que necesita un ejército? Un ejército requiere la victoria. Una victoria absoluta. Una victoria abrumadora. Camaradas, no quiero una victoria normal. No quiero una batalla en la que ganemos en una mitad pero perdamos en la otra. ¡Quiero una victoria absoluta! ¡Una victoria que impida que vuelvan a subestimarnos! Quiero ver a toda la gente del imperio con los miembros amputados, las lenguas cortadas y las entrañas derramadas. Quiero que la sangre de 50.000 soldados imperiales cree una escena roja que cubra la naturaleza. A través de esta batalla, quiero hacer que esos humanos se den cuenta de que los humanos nunca podrían ganar contra la raza demoniaca. Camaradas, ¿estaría bien que tuviera esa esperanza? Esperar que todos ustedes tengan una voluntad indomable. Entonces alguien gritó. - ¡Por la sangre! Los otros Señores Demonios siguieron el ejemplo gritando también. Yo también les seguí en voz alta. - ¡Por la sangre! ¡Por la sangre! ¡Por sangre! Barbatos levantó su brazo derecho. - Bien. Camaradas, su comandante siempre estará al frente. Cuando sus formaciones se rompan, la caballería enemiga sacuda el mundo con sus cascos, y miren hacia delante con desesperación mientras la sola palabra “retirada” les viene a la mente, sabrán que yo, Barbatos, siempre estaré ahí delante. Cuando les ordenen cargar y miren hacia delante, yo, Barbatos, siempre estaré corriendo delante de todos ustedes. Se bebió el vino de un trago. Los otros 18 Señores Demonio también bebieron su vino. Hubo un momento de silencio. Tras beberse el vino de un trago, Barbatos tiró el vaso al suelo. El vaso se rompió en pedazos. - ¡Por la victoria! Entonces comenzó la marcha. Y 4 días después, la 6ª legión de la Alianza Creciente llegó a la región montañosa de Austerlitz. Este era el camino hacia la capital desde el extremo norte de Habsburgo. Si la fuerza de expedición del príncipe heredero y los margraves ignora este lugar e intenta rodearnos, entonces tendríamos un camino directo para invadir la capital. Este es un punto clave que el Imperio de Habsburgo tiene que proteger a toda costa. Seguimos prestando atención a los movimientos de nuestro enemigo mientras continuábamos nuestro avance. Averiguamos cuáles de sus generales participaban y la disposición de cada unidad. Según la información que habíamos recopilado, aunque el príncipe heredero Rudolf von Habsburg es el comandante supremo de nombre, la persona que realmente da las órdenes es el margrave Fritz von Rosenberg. Conseguimos estos datos más fácilmente de lo esperado, por lo que los miembros de la 6ª legión empezaron a tener sus dudas. Sospechaban que podría tratarse de información falsa. - Parece que esta información no es falsa. - ¿Por qué iba a serlo? Sabía las razones por la cual la información era genuina. Todo esto se filtró deliberadamente bajo la connivencia de la tercera princesa imperial. Según la información que recabé a través de la Compañía Keuncuska, el príncipe heredero golpeando a la princesa imperial es uno de los grandes temas de la alta sociedad que ha circulado últimamente. Los nobles de Habsburgo investigaron la razón de este incidente y, tras utilizar sus redes de información propias de los nobles, descubrieron que estaba relacionado con la participación de la fuerza de expedición. Debido a este proceso, la lista de generales que participaban en la fuerza de expedición se fue pasando de mano en mano. Por lo tanto, esta lista de generales fue reconocida por los miembros de la alta sociedad de Habsburgo. ‘Probablemente, la princesa imperial Elizabeth lo hizo intencionadamente. Su objetivo es darnos esta información... Como de costumbre, sus estratagemas son perversas.’ - Las tropas de los margraves están al mando y no el ejército principal. Los generales de su ejército principal estarán sin duda disgustados por este hecho. Independientemente de la situación, el Margrave Rosenberg es un general derrotado. Ha perdido impotentemente su territorio ante nosotros. ¿Por qué un hombre tan incompetente actuaría como comandante supremo? Lo más probable es que los oficiales al mando del ejército principal no reconozcan a Rosenberg como su comandante. Había bloques que parecían los caballos del ajedrez colocados encima de un mapa que estaba extendido sobre la mesa de conferencias. Cada pieza representaba a todas y cada una de las unidades de nuestras fuerzas enemigas. Las dividí en dos grupos: el ejército principal y el ejército de los margraves. - También hay aquí una variable de 20.000 mercenarios. Fueron contratados por el príncipe heredero. Aunque el Margrave Rosenberg tiene derecho a comandar, son una unidad que se moverá según el deseo del príncipe heredero si alguna vez decide mandarles. El ejército principal tiene 20.000 soldados y hay 20.000 mercenarios. Un total de 40.000 soldados. Incluso si los margraves toman el mando, son inferiores en número con sus 10.000 soldados. Lo más probable es que los generales del ejército principal intenten persuadir al príncipe heredero y arrebatarle el derecho al mando a Rosenberg. Barbatos sonrió. - En otras palabras, su línea de mando es un lío inestable. Hasta aquí llega mi papel. Soy capaz de captar la situación de las fuerzas enemigas e interpretarla, pero soy incompetente cuando se trata de utilizar esa situación para lograr una victoria. Ese era el trabajo de Barbatos y de varios otros Señores Demonios de alto rango. Después de todo, son guerreros que han pasado por numerosos campos de batalla. Barbatos habló. - Utilizaremos la falta de unión del enemigo. Antes de que el derecho al mando del Margrave Rosenberg se tambalee, les bombardearemos con asaltos. Esto hará que deseen una victoria rápida. Probablemente correrán hacia nosotros como caballos machos en celo. Si ven un punto en nuestro ejército que parece el más débil, obviamente tratarán de concentrar ese punto con todas sus fuerzas. Por lo tanto. Movió un caballero. Era el caballero que representaba nuestras fuerzas. - Les proporcionaremos un terreno elevado que sea ventajoso para ellos. Aquí, deliberadamente les dejaremos tener el terreno elevado en el centro. Hay una zona montañosa en el centro de Austerlitz. Se llama Altos de Pratzen en el mapa. Zepar reflexionó antes de hablar con Barbatos. - Su Excelencia, si les damos las colinas, entonces los jinetes enemigos tendrán rienda suelta. En esta era, los soldados de caballería son un grupo monstruoso que va más allá de la imaginación. Incluso en mi mundo original, se les consideraba las armas definitivas, pero en este mundo, los soldados de caballería también tienen habilidades y auras. La infantería normal no podría compararse con ellos. Por eso, todas las guerras que ocurren en este mundo giran siempre en torno a la caballería. - Si las fuerzas enemigas ganan el terreno elevado, les resultará más fácil cargar contra nosotros, ya que será cuesta abajo y no hacia arriba. Esta no es la única ventaja, ya que también les será posible ver con facilidad todas las unidades del campo de batalla, lo que les permitirá actuar de forma más sistemática con otras tropas. Por eso es importante que tomemos primero el terreno elevado. Sin embargo, Barbatos rechazó este sentido común. Se estiro mientras señalaba cierto terreno en el mapa. La zona que señalaba era donde se encontraban un montón de lagos. - Lo sé. Voy a dejar que se diviertan un poco. He luchado en esta zona hace 200 y 500 años. Conozco bien este terreno. Hay muchos lagos, así que en todas las mañanas hay una niebla bastante espesa. Tengo la intención de comenzar la batalla al amanecer y terminarla antes de la tarde. Su visión estará oscurecida, por lo que no podrán moverse con mucha libertad. - Pero Su Excelencia, ¿no significa eso también que si la batalla se prolonga, su caballería podrá cargar contra nosotros libremente? Barbatos mostro una sonrisa burlona. - Por eso he dicho que vamos a terminarla antes de la tarde, mocoso. Confía en mí tanto como yo confío en ti. Te aseguro que Austerlitz se convertirá en la fosa común del ejército imperial. Durante toda la reunión, Barbatos se mantuvo firme con su decisión. Hubo Señores Demonio que dijeron que el riesgo era demasiado alto, pero una vez que el Hermano Beleth y el Hermano Zepar estuvieron de acuerdo con ella, el flujo de la conversación se inclinó drásticamente a su favor. Al final, decidimos no enviar ninguna de nuestras tropas a los Altos de Pratzen. - Dividiremos nuestras fuerzas en 3. El centro, el ala izquierda y el ala derecha. Yo, Barbatos, tomaré el centro, el ala izquierda será manejada por Beleth, y Zepar tomará el ala derecha. El resultado de esta batalla lo determinará el ala derecha. Barbatos se volvió hacia Zepar. - Zepar. Asignaré el menor número de tropas al ala derecha. El general Zepar asintió lentamente con la cabeza. - Como pensaba, actuaré como cebo. - Sí. Tienes que aparecer como la parte más débil de nuestras fuerzas ante los humanos. Así esos bastardos se pondrán erectos y te perseguirán. Zepar, tu objetivo es mantener sus culos a salvo hasta el final de la batalla. No dejes que esos bastardos humanos se acerquen a tu culo. Zepar saludó. - Defenderé el ala derecha con mi vida. - Camaradas, nuestra batalla terminará con un solo golpe seco. Será una batalla con todo en juego. No perdonaré ninguna torpeza. Luchen llevando el orgullo de los Señores Demonios. Todos saludamos. Barbatos nos devolvió el saludo. 2 días después, el ejército imperial llegó a un rincón de Austerlitz. Se posicionaron en los Altos de Pratzen como si fuera lo más natural. ‘¿Seguirán las cosas según la predicción de Barbatos, o la batalla se desarrollará de la forma más básica? No soy lo bastante experto en tácticas como para hacer una conjetura exacta. Incluso Laura parecía estar a medias sobre el plan de Barbatos. ¿Qué podemos hacer sino creer?’ Movilicé a mis Caballeros de la Muerte y me situé en el ala derecha con el General Zepar. Siento que se va a desarrollar una batalla difícil...

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