Capítulo 232
Gris (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
- ¿Su?
Sally todavía tenía algún recuerdo del individuo con este nombre. En realidad, los que habían visto a Su descubrirían que no era tan fácil olvidarlo.
- De acuerdo, admito que Su es una buena persona y bastante guapo también.
Sally finalmente reconoció la elección de Li Gaolei con cierta dificultad. Sabía muy bien que la violación del contrato vitalicio de un subordinado era un castigo de la División de Juicios. Li Gaolei soltó un suspiro de alivio, y luego sopló un silbido antes de llevar a Sally en su hombro. Luego se rio a carcajadas antes de caminar hacia las afueras de la ciudad.
- ¡Vamos, Sally! El tío te llevará a un buen lugar. Esta noche, el tío te invitará a una gran comida.
Sally no parecía estar tan contenta como Li Gaolei pensaba, pero él no parecía darse cuenta de nada. Li parecía haber detectado algo, sus bonitas cejas se fruncieron ligeramente. En términos de subsistencia, se podía considerar que los residentes de Ciudad Dragón vivían bajo la cálida luz del sol, mientras que el desierto era la oscuridad eterna. No había una simple línea divisoria entre esta luz y la oscuridad. Había una amplia zona gris.
Alrededor de Ciudad Dragón se establecieron todo tipo de empresas, organizaciones y familias. Cientos de miles de personas vivían en las regiones alrededor de Ciudad Dragón. Debido a las estrictas restricciones sobre quién podía entrar y salir de Ciudad Dragón, el número de personas que podían entrar en Ciudad Dragón no era grande. Esto también significaba que, aunque la ciudad era enorme, el entretenimiento en su interior no era particularmente atractivo. Después de todo, todos eran personas con identidad y estatus, así que ¿quién entretendría voluntariamente a otros?
Como resultado, en la zona gris de la frontera de Ciudad Dragón había varias calles con todo tipo de bares, espectáculos nocturnos, tabernas y posadas de bajo coste. Uno podía encontrar todo el entretenimiento que pudiera desear en este lugar. Incluso si se tratara de alguien tan importante como un Jinete de Dragón Negro, por ejemplo algún oficial, seguirían apareciendo a menudo en este lugar. El lugar al que Li Gaolei llevó a Sally era una calle gris, porque sólo en la calle gris se podía comer algo de comida del desierto. La calle más violenta que también era muy conocida por el sexo también era comúnmente conocida como calle fantasma.
A diferencia de la gente que comía y bebía alocadamente a su alrededor, Li Gaolei, Li y Sally comían con bastante lentitud y seriedad. Esto atrajo bastantes miradas desdeñosas. A los ojos de los residentes de Ciudad Dragón, este tipo de comida se denominaba “modales de la mesa del desierto”, lo que significaba que sólo los nacidos en el desierto limpiarían sus platos tan limpiamente. De hecho, esta forma de hablar era muy acertada, porque para la mayoría de los que sobrevivían en el desierto, el frío y el hambre eran recuerdos inherentes, por lo que todos daban gran importancia a la comida. Puede que Li Gaolei y Li no conocieran el término despectivo “modales en la mesa del desierto”, pero Sally sí. Sin embargo, aunque los 3 conocieran este término, ninguno se preocuparía mucho por ello y seguirían comiendo de la misma manera mientras charlaban en voz baja de vez en cuando. En el desierto, la comida era lo más sagrado y merecía el máximo nivel de respeto.
A los ojos de los demás en esta taberna, las acciones de los 3 individuos eran extremadamente desagradables. El alcohol que corría por su sangre hizo que unos cuantos individuos irritables trataran esto directamente como una provocación. Finalmente, alguien se acercó y clavó una daga militar en la mesa frente a Li Gaolei. Mientras escupía un espeso olor alcohólico, gritó.
- ¡Eh, perros del desierto, lárguense! ¡No me infecten con alguna de sus extrañas enfermedades! Estas 2 chicas no están mal. Pueden quedarse atrás.
Li Gaolei se rio. Su humor era bastante bueno, así que no quería pelear, ni quería buscarle problemas a Su. Por supuesto, si lo deseaba, este tipo medio borracho perdería inmediatamente la vida. Justo cuando iba a decir algo, Li ya estaba mirando fijamente a este borracho y dijo fríamente.
- Venimos de las tierras salvajes, pero también somos subordinados de un Jinetes de Dragón Negro.
El borracho primero se asombró, pero luego volvió a reír.
- ¿Subordinados? Tenemos bastantes subordinados aquí. Algunos de Jinetes de Dragón Negro de primera clase, ¡otros incluso de Tenientes! ¿Qué rango tiene el jinete de dragón con el que te acuestas? No me digas que es sólo un soldado raso.
Una voz perezosa pero algo arrogante sonó desde el otro lado de la taberna.
- Eh, chiquilla de ahí, no tienes tan mal aspecto. Si tu dueño es sólo un soldado raso, entonces será mejor que me sigas. En cualquier caso, soy un soldado de primera.
- Mi jefe es un Teniente Coronel.
La frase de Li inmediatamente hizo que los individuos de alrededor se callaran. Incluso dentro de Ciudad Dragón, los Tenientes Coroneles no eran personajes a los que se pudiera ofender fácilmente. Provocar a un subordinado no era muy diferente de provocar al propio Jinete. Li estaba bastante satisfecha con la situación actual. Esta noche les acompañaba Sally, y no quería que las cosas se complicaran demasiado. Si hubiera sido en cualquier otro momento, esa sola frase habría hecho que Li le rompiera inmediatamente una fila de costillas a ese borracho. Entonces, debido a una especie de arrogancia femenina, Li añadió.
- Es Su.
Una ola de silencio recorrió el restaurante. Luego, surgieron ondas. Una sonrisa algo ambigua apareció en los rostros de algunas personas, y la atmósfera se volvió gradualmente un poco extraña.
- ¿Su? ¿Es ese tipo que se arrastró hasta arriba vistiéndose de mujer?
Una voz se alzó de repente desde una dirección desconocida.
- He oído que es un perro salvaje que se arrastró desde el desierto. No es de extrañar que sus subordinados también sean perros salvajes.
Esta frase levantó inmediatamente la risa de bastantes individuos. El borracho que estaba de pie junto a la mesa originalmente sintió algo de miedo, pero la algarabía de la multitud le dio una confianza infinita. Abrió con dificultad sus ojos de borracho y echó un vistazo a las caras de Li y Sally. Entonces, sus ojos se iluminaron de repente y señaló a Sally antes de gritar.
- ¡Te reconozco! ¿No eres tú la...?
Nadie pudo oír la segunda parte de esa frase, porque Li ya se había adelantado. Agarró de un tirón la hoja corta insertada en la mesa frente a Li Gaolei y, con un apretón, ¡aplastó con sus propias manos el filo de la hoja corta hasta convertirla en chatarra! La mano de Li que estaba apretando la chatarra voló inmediatamente y se estrelló contra la boca del borracho a una velocidad a la que éste no pudo reaccionar en absoluto. Aunque la complexión de Li parecía algo débil y frágil, el poder producido por el cuarto nivel de habilidad era extremadamente aterrador. El borracho escupió una bocanada de saliva que llevaba también algunos dientes, y su cuerpo robusto y fuerte de más de 100 kilos de peso salió volando hacia fuera, pasando por encima de 4 o 5 mesas antes de aterrizar pesadamente en la otra pared del restaurante. El techo fue sacudido hasta que el polvo descendió continuamente, ¡e incluso aparecieron grietas en las paredes!
Sólo cuando el borracho se ablandó en el suelo sin mostrar reacción alguna, todos gritaron de sorpresa. Entonces, se desató de inmediato una lucha total. Debido a su bonito exterior, su origen salvaje y su relación con Perséfone, Su se convirtió en una celebridad en Ciudad Dragón en poco tiempo. Sin embargo, la mayoría de la gente no sentía ningún respeto hacia él y definitivamente no lo evaluaría seriamente. La sangrienta batalla de Su contra la fuerza armada de la Familia Fabregas y sus deslumbrantes logros militares tras convertirse en un Jinete habían sido ignorados selectivamente, y consideraban su rápido ascenso en el rango militar completamente como un abuso de la autoridad privada de Perséfone.
Los métodos contundentes de Su sólo eran conocidos por los miembros de la Familia Fabregas, así como por una pequeña parte de la gente que tenía autoridad para ver el cadáver de María. Debido a varias razones, naturalmente no proclamarían este tipo de cosas públicamente. Por eso, la mayoría de la gente se negaba a admitir que sus celos afectaban a su toma de decisiones y creían obstinadamente que Su era tan débil como una mujer. Por supuesto, sus subordinados serían igual de débiles y fáciles de intimidar. Por eso todos los hombres del restaurante se encendieron y se arremolinaron juntos.
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