Volumen 2 Capítulo 27
Q = V/T
Traducción y corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Edición: Radak, Sho Hazama
En el aire corrían corrientes de agua serpenteantes, gotas que brillaban como gemas, suspendidas inmóviles, flotando sin ningún soporte visible.
En el centro de la maraña de telarañas y de la formación de agua había un pez. Era una carpa fea y de un color marrón apagado. El tipo de criatura más común, cuya única cualidad redentora era la longitud de sus bigotes.
Los ojos del pez estaban cerrados y giraba en espiral en el núcleo del agua. Era como si fuera la mitad del taijitu, girando sin fin mientras se concentraba en el agua.
Un durazno voló por el aire.
El torrente de agua se arremolinaba, arrebatando la fruta con precisión infalible.
Una gran boca se abrió y mordió la dulce, deliciosa y jugosa... ¿Roca?
Las corrientes de agua cayeron, salpicando patéticamente de nuevo a la tierra, y el pez se desplomó en el suelo.
"Jojojojojojo."
Los ojos de Wa Shi se abrieron de golpe ante la repugnante traición mientras escupía pedazos de piedra con disgusto. No se parecía en nada al barro o las rocas del fondo de un río; no, esos contenían bocados sabrosos que perseguir. Esto era simplemente duro y crujiente, sin cualidades redentoras salvo su textura.
“Mantener la compostura cuando las cosas no son como deseamos es esencial, pequeño dragón” dijo la gran tortuga negra, reprendiendo a Wa Shi. Parecía espectacularmente divertida por este resultado.
Wa Shi se burló. El viejo bastardo había lanzado duraznos de verdad las primeras veces. La sublime habilidad de Wa Shi había asegurado que cada uno fuera dirigido al lugar que le correspondía: su boca, mientras permanecía suspendido en el aire. ¡Si traicionara su confianza de esa manera, la tortuga moriría mil veces!
O encontrar piedras en lugares desafortunados. Sí, después de todo, era misericordioso.
Se concentró, bebiendo agua del lago una vez más. No sabía exactamente cuánto tiempo había estado allí, pero supuso que había llevado varios días, como mínimo. El agua había empezado a flotar hacía poco. Era una tarea difícil, y se hizo más difícil cuando su concentración se vio tan cruelmente interrumpida. Pero se levantó de nuevo. El agua respondió a su llamado.
La tortuga asintió, sonriendo.
“Así es, pequeño dragón. Un contratiempo momentáneo es sólo eso: momentáneo”, declaró la tortuga con cariño.
Por supuesto, fue algo momentáneo. Si no tienes éxito a la primera, inténtalo de nuevo. Si no lo logras a la segunda, pide ayuda.
La tortuga se rio a carcajadas y sacudió la cabeza.
“Ahora vamos a hablar de esa mecánica tan sublime, el flujo. Es una pena haberlo dejado para tanto tiempo, ¿no te parece? Esto te plantea esta pregunta: “¿Qué es el flujo?”
Q = V/t.
“... ¿Disculpa?” Preguntó la tortuga, confundida.
‘El flujo es el volumen dividido por el tiempo’, repitió Wa Shi. El Jefe usaba símbolos extraños para las matemáticas. La mente de Wa Shi gritaba que estaban equivocados, de alguna manera, pero obviamente no era así. Esa parte se estaba volviendo fácil de ignorar.
“Ah, esto lo decía en un sentido más… Metafórico, pero eso también funciona”, decidió la tortuga, cambiando de tema. Wa Shi sonrió. Por supuesto, su conocimiento dejaba perplejos incluso a las tortugas más viejas. ¡En verdad, Wa Shi era un genio!
Claro, le había llevado varios meses de trabajo ininterrumpido comprender la fórmula de flujo de la que el Jefe había comenzado a hablarle después de que se dio cuenta de la brillantez de Wa Shi, pero era un pez... Eh... ¡Dragón! Era natural que descubriera estas cosas fácilmente.
Aunque la fórmula de flujo aparentemente había sido creada para mover desechos humanos, lo cual era... Bueno, podría simplemente fingir que originalmente era para...
Agua, en lugar de para este “inodoro”.
“Ahora este lo ve. ¿Qué más puedes hacer con tus formaciones matemáticas, pequeño dragón?”
Wa Shi se encogió de hombros y levantó una corriente de agua. Se movía lánguidamente, fluyendo por el aire. Se concentró y estrechó una sección, apretándola hacia abajo. El agua aceleró.
Apretó hasta que no pudo más. El agua fluía mucho, mucho más rápido. No lo suficientemente rápido para cortar, todavía no, pero estaba en camino de llegar. La tortuga se acarició la barbilla en señal de contemplación y aprobación.
“No es la lección que el flujo suele impartir, pequeño dragón. Es sorprendente, y en una vida tan larga como la mía, esta sorpresa es buena. ¡A este le llevó casi mil años darse cuenta de que el agua podía cortar!”
La tortuga volvió a reírse con un ojojojojojojojo. Wa Shi le rodó los ojos. Estaba sintiendo la tensión de esta técnica. ¿Cuánto tiempo llevaba haciendo esto? No lo sabía.
Un durazno voló por el aire hacia Wa Shi. Su agua lo atrapó y él miró con recelo la ofrenda por un momento. Satisfecho de que no fuera un truco, le dio un mordisco y se sintió un poco menos cansado.
La tortuga se calmó de nuevo.
“Ahora bien, ¿dónde estábamos? Ah, sí, el flujo. Verdaderamente, una fuerza sublime. El tiempo fluye. La sangre fluye. Nuestras emociones fluyen. Comprender el flujo es comprender una parte del mundo.”
Wa Shi se esforzaba por mantener en alto las corrientes de agua mientras escuchaba. Al anciano le encantaba hablar. Hablaba incluso más que Ri Zu cuando la pequeña se entusiasmaba con la medicina.
Curiosamente, Wa Shi se dio cuenta de que echaba un poco de menos a los demás. Incluso a Pi Pa. Naturalmente, la golpearía por detrás cien veces cuando regresara a casa con su nueva fuerza, en venganza por todas las vergüenzas que la descarada muchacha le había infligido.
Pero eso podría molestar al hermano Chun Ke. El hermano Chun Ke, quien compartió con Wa Shi su botín cuando fue a buscar comida.
Se contentaría con un solo golpe, sólo para escucharla chillar. Entonces, como el gran dragón que era, quedaría satisfecho.
Escuchó con media atención la vieja voz sobre la naturaleza del flujo.
Pensó principalmente en la comida. Su mente se quedó en blanco.
El agua giraba y giraba, arremolinándose a su alrededor.
❄️❄️❄️
La tortuga negra observó a la carpa. Sus ojos estaban llenos de gentil diversión. Por su Señor y Maestro, esta era la Bestia Espiritual más divertida que había conocido en siglos.
En verdad, fue un encuentro fortuito. Se alegró de que algo hubiera guiado al pequeño hasta allí, aunque solo fuera para evitar su aburrimiento y su letargo. Este reino oculto era hermoso, pero se volvía muy aburrido.
Volvió a sentir el susurro del movimiento. Rozó a Wa Shi. La energía era... Casi invisible para él, pero sintió los suaves temblores de su paso. A la tortuga le resultó bastante familiar, pero no podía identificarla mientras la energía se arremolinaba alrededor del pez. Se fijó en la carpa y, satisfecha con su salud, se alejó de nuevo.
Pero no antes de tirar descaradamente de la cola de la tortuga al salir. La tortuga suspiró, sacudiendo la cabeza. Cosa descarada, muy descarada. "Ah, respeta a tus mayores", reprendió al aire vacío.
Sintió un breve e intenso destello de diversión, una risita femenina.
No sabía qué patrón tenía el pequeño Wa Shi, pero era bueno.
Muy preocupada por la salud de una carpa. Qué extraño.
Uno de los sirvientes de Xuanwu, la Tortuga Negra del Norte, miró a la carpa con ojos cálidos.
No, el pequeño dragón. El crecimiento de la carpa era impresionante... Y pronto llegaría ese momento.
Se recostó y observó. El agua giraba y se retorcía.
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