Capítulo 601
La Última Piedra Espiritual De La Cuarta Etapa
Traducción y corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Edición: Radak, Sho Hazama
La información en la placa de metal databa del año 2009. En otras palabras, la sucursal de Entrega Exprés Mundial de las Tres Eras se mudó a la superficie hace diez años, reubicándose en la “Mansión Fanhua” en la calle Leyuan del área de Jiangnan.
¿No se suponía que una compañía que se enfocaba en cultivadores debía evitar a la gente común? Pero ahora, inesperadamente, se había mudado a una zona llena de ellos... Por lo que parecía, permanecer en la clandestinidad no había valido la pena, ¿verdad?
Los ojos de Song Shuhang se llenaron de lágrimas al instante. Había experimentado la brutal “Técnica de Viaje Terrestre”, había comido toda esa tierra y había soportado tantas dificultades... ¿Pero para qué?
Yu Jiaojiao también estaba muy avergonzada. Aunque había venido aquí con su padre de niña, habían pasado 30 o 40 años.
Miró disimuladamente a Song Shuhang. En ese momento, Song Shuhang había sufrido un fuerte golpe y estaba desconcertado.
—Cof. —Yu Jiaojiao tosió y dijo—. Shuhang, ¿deberíamos ir a la Mansión Fanhua?
—¡Claro! —Song Shuhang respiró hondo. ¿De verdad renunciaría al paquete sellado del Dignatario Pipa de Bambú después de tantas dificultades?
¡Ciertamente no!
No tenía intención de dejar que todos sus esfuerzos previos se desperdiciaran.
Tenía una voluntad de hierro y no era tan fácil derrotarlo.
—En ese caso, descansemos un poco y regresemos a la superficie —dijo Yu Jiaojiao.
—¡Claro! —respondió Song Shuhang.
... Para regresar a la superficie, necesitaban utilizar nuevamente la Técnica de Viaje Terrestre.
Tras la acrofobia, Song Shuhang temía sufrir también de claustrofobia. Cada vez que pensaba en las profundidades del suelo, se le aflojaban las piernas.
❄️❄️❄️
Una hora y media después.
Área de Jiangnan. Bajo la sombra de un árbol al que la gente no prestaba atención, una figura apareció silenciosamente. Era precisamente la de Song Shuhang.
Para reducir el consumo de energía, Yu Jiaojiao decidió dirigirse a la superficie en línea recta esta vez.
De regreso, volvieron a atravesar ese río subterráneo. Como resultado, Song Shuhang quedó empapado.
La exhausta Yu Jiaojiao estaba sentada sobre su hombro. Había tardado casi tres horas en completar el viaje de ida y vuelta, y ya había superado su límite. Por lo tanto, dijo débilmente: —La calle principal está justo afuera de este parque público. Podemos tomar un taxi y usarlo para ir a la Mansión Fanhua.
—Claro, llamaré un taxi. —Song Shuhang revisó su bolsillo. Por suerte, esta vez trajo algo de dinero.
—Descansaré un rato. Llámame cuando lleguemos a nuestro destino —dijo Yu Jiaojiao mientras estiraba la garra y tocaba el hombro a Song Shuhang. Al instante siguiente, el agua que empapaba la ropa de Song Shuhang se convirtió en vapor que desapareció sin dejar rastro.
—Jiaojiao, esta vez has pasado por muchas dificultades. Deberías descansar bien —dijo Song Shuhang agradecido. Aunque había soportado muchas dificultades y había comido mucha tierra gracias a la Técnica de Viaje Terrestre de Yu Jiaojiao, la pececita lo había ayudado durante todo el viaje. Por lo tanto, tenía que estar agradecido.
❄️❄️❄️
Unos veinte minutos después.
Song Shuhang pagó al taxista y finalmente se bajó del taxi.
La Mansión Fanhua de la calle Leyuan estaba justo ante sus ojos.
Antes de entrar a la mansión, Shuhang pensó para sí mismo: Con suerte, la sucursal de Entrega Exprés Mundial de las Tres Eras no se habrá mudado nuevamente...
Después de entrar a la Mansión Fanhua, Shuhang tomó el ascensor y se dirigió al piso 30.
Tras salir del ascensor, se dirigió al final del pasillo. Sin embargo, lo que apareció ante sus ojos fue una planta vacía, sin adornos ni gente.
Song Shuhang tuvo un mal presentimiento.
—No se mudaron de nuevo, ¿verdad? —Dijo Song Shuhang abriendo mucho los ojos.
¿De verdad creen que no voy a empezar a llorar? ಥ _ ಥ
Yu Jiaojiao abrió los ojos y echó un vistazo al suelo vacío. Poco después, sonrió y dijo: —Jeje, esto es un encubrimiento muy simple. Shuhang, haz girar tu qi verdadero e intenta mirar el lugar de nuevo. Lo verás con claridad.
Aunque se habían mudado al distrito de Fanhua, eran una empresa de envíos exprés dirigida a cultivadores. Por lo tanto, no solían aceptar mercancías de la gente común.
Por ello, montaron un encubrimiento muy simple para evitar que la gente común entrara casualmente al lugar.
Después de escuchar las palabras de Jiaojiao, Song Shuhang activó su qi verdadero y concentró su energía mental, mirando nuevamente al piso vacío.
Esta vez, pudo ver el aspecto real del piso.
Había una puerta de bronce al final del pasillo, con dos estatuas que parecían guerreros de terracota a cada lado de la entrada. Eran tesoros mágicos, parecidos a marionetas, encargados de defender el lugar.
El lugar parecía bastante desierto... Después de todo, había pocos cultivadores. Además, era solo una sucursal. No habría forma de que fuera tan animada como esas empresas de mensajería exprés comunes.
Song Shuhang cruzó el pasillo y llegó frente a la puerta de bronce.
Un destello brilló en los ojos de las dos estatuas. Tras determinar que Shuhang era un cultivador, le permitieron empujar la puerta de bronce y llegar al otro lado.
❄️❄️❄️
En cuanto abrió la puerta, una voz clara y aguda resonó: —¿Eh? ¿Un cliente? Qué raro, dos clientes viniendo a la sucursal al mismo tiempo.
Al otro lado de la puerta de bronce había un salón de estilo clásico. Allí, una mujer vestida con un cheongsam miró a Shuhang y exclamó con una sonrisa.
Ella era la persona encargada de esta sucursal de Entrega Exprés Mundial de las Tres Eras.
Frente a ella había un sacerdote daoísta de cabello blanco que estaba ocupado llenando el formulario de entrega urgente.
El sacerdote daoísta era muy fuerte. Además, parecía estar a punto de avanzar de nivel. El aura que emanaba de su cuerpo era incontrolable y se filtraba en grandes cantidades.
El aura que emanaba de su cuerpo superaba con creces la de un cultivador común del Reino de la Quinta Etapa. Era un cultivador que pronto ascendería al Reino Monarca Verdadero de la Sexta Etapa.
El aura que fluyó accidentalmente de su cuerpo hizo que un pequeño cultivador de la Segunda Etapa como Shuhang sintiera algo de presión.
En ese momento, el sacerdote daoísta de cabello blanco que llenaba el formulario giró la cabeza y miró a Song Shuhang con curiosidad. Las piernas de un cultivador común de la Segunda Etapa ya se habrían ablandado bajo la presión de su aura descontrolada. Sin embargo, este pequeño parecía capaz de resistirla.
El sacerdote daoísta de cabello blanco le sonrió amablemente a Song Shuhang. Luego, terminó de llenar su formulario y se lo entregó a la chica del cheongsam, preguntándole: —¿Cuántas piedras espirituales serán?
La chica del cheongsam miró la dirección y dijo: —Este lugar está un poco lejos. Será una piedra espiritual de la Quinta Etapa.
—Claro. Espero que lo envíen lo antes posible. Este envío es bastante urgente —dijo el sacerdote daoísta de cabello blanco.
—No se preocupe. El servicio de envío exprés entregará la mercancía lo más rápido posible —garantizó la chica del cheongsam.
—Gracias. —El sacerdote daoísta de cabello blanco se levantó y abandonó el salón.
Al salir, el sacerdote daoísta pasó rozando a Shuhang, que estaba a punto de entrar.
Mientras pasaba rozando el cuerpo de Song Shuhang, el sacerdote daoísta de cabello blanco se detuvo por un momento.
Olfateó suavemente y percibió un aroma peculiar... ¡Era el olor de un demonio cósmico, el demonio de sangre!
Una expresión de sorpresa cruzó por los ojos del sacerdote daoísta de cabello blanco. Sin embargo, solo duró un instante antes de desaparecer.
Le sonrió suavemente a Song Shuhang y salió del salón.
❄️❄️❄️
Song Shuhang llegó frente a la chica que vestía el cheongsam.
—Hola, estimado cliente. ¿A qué planeta desea enviar su envío exprés? —Preguntó la chica del cheongsam.
El Servicio Exprés Mundial de las Tres Eras se especializaba actualmente en la entrega de mercancías a través del espacio y rara vez aceptaba mercancías que debían entregarse en la Tierra. Solo hacían excepciones en casos especiales.
Por supuesto, Entrega Exprés Mundial de las Tres Eras no abandonó el negocio en la Tierra. Aún contaban con numerosas filiales y les cedieron todos los negocios relacionados con la Tierra.
Esas empresas subsidiarias no solo gestionaban los negocios relacionados con los cultivadores, sino que también se encargaban de aceptar algunos envíos exprés de la gente común.
Song Shuhang dijo: —Me gustaría coleccionar un paquete sellado de hace 130 años.
La chica del cheongsam se detuvo y preguntó: —¿Un paquete sellado de hace 130 años? ¿Podría preguntarle si tiene una ficha?
—Sí. —Song Shuhang sacó la gruesa cadena dorada y se la entregó a la chica.
La chica del cheongsam tomó la cadena dorada y la examinó un momento. —Espere un momento. Como el paquete es bastante viejo, necesitaré un tiempo para contactar con la oficina central y determinar la situación.
El paquete sellado obviamente no estaba almacenado en la sucursal de Jiangnan de la compañía... Todos los productos que no se entregaron con éxito se enviarían de regreso a la sede de Entrega Exprés Mundial de las Tres Eras y se almacenarían allí.
—No hay problema —respondió Song Shuhang.
La chica que llevaba el cheongsam extendió su mano y utilizó una técnica mágica en la cadena dorada, enviando la información relacionada con la cadena a la sede.
La eficiencia del servicio de entrega exprés era altísima. Aproximadamente un minuto después, recibió la respuesta de la central.
Tras ver la respuesta, la chica del cheongsam sonrió y preguntó: —Según la respuesta que recibí, es un paquete sellado de hace 130 años que pertenece al Dignatario Pipa de Bambú de la Secta de las Treinta y Tres Bestias Divinas, ¿es correcto?
—Sí —respondió Song Shuhang.
—Cuando nuestra Oficina de Escolta Armada de las Tres Eras se disponía a entregar el paquete sellado a la Secta de las Treinta y Tres Bestias Divinas, la secta fue destruida. Como no pudimos encontrar rastros del Dignatario Pipa de Bambú posteriormente, trajimos el paquete sellado y lo guardamos en nuestra sede —explicó la chica del cheongsam.
Song Shuhang asintió suavemente... Los recuerdos fragmentarios que había obtenido a través de la cadena dorada estaban relacionados con la destrucción de la Secta de las Treinta y Tres Bestias Divinas. Fue la razón principal por la que la Oficina de Escolta Armada de las Tres Eras no le devolvió el paquete sellado al Dignatario Pipa de Bambú en aquel entonces.
La chica del cheongsam dijo: —Según el acuerdo entre la Oficina de Escolta Armada de las Tres Eras y el Dignatario Pipa de Bambú, si un cliente con esta “cadena dorada” llega a nuestra oficina, puede llevarse el paquete sellado. Pero además de esta condición, el Dignatario Pipa de Bambú también solicita que el invitado demuestre que practica la Técnica de las Treinta y Tres Bestias Divinas.
¿Esta condición también existía?
Por suerte, Shuhang realmente practicaba esa técnica de cultivación.
—Claro, no hay problema. —Shuhang extendió la mano y activó la ❮Técnica de las Treinta y Tres Bestias Divinas❯. El qi verdadero se condensó en la palma de su mano, y el grito de una ballena resonó de vez en cuando.
—Esa, en efecto, es la Técnica de las Treinta y Tres Bestias Divinas. En ese caso, le pediré que deje una dirección de entrega. Enviaremos el paquete sellado en dos días a su nueva dirección. —La chica del cheongsam le entregó a Shuhang un formulario de envío urgente con una sonrisa.
No indagó más. Según la política de Entrega Exprés Mundial de las Tres Eras, cualquiera podía llevarse la mercancía siempre que cumpliera con las condiciones del acuerdo.
La chica que vestía el cheongsam agregó: —Estimado cliente, el costo de almacenar el paquete durante 130 años, además del costo de transporte, equivale a una piedra espiritual de cuarto nivel.
¿Una piedra espiritual de la Cuarta Etapa?
Song Shuhang abrió su monedero reductor de tamaño de tamaño y sacó su última piedra espiritual del rango de Cuarta Etapa.
Como resultado, aparte de la piedra espiritual dentro de la marioneta del dragón plateado que pronto sería consumida, no le quedaba ninguna...
¡No tenía ni un centavo!
