Capítulo 384
Cara a Cara (VI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Claudia soltó un profundo suspiro y dijo.
- Ahhh ¿Para qué molestarse? Déjame acabar con tu sufrimiento. Eres igual que yo en el pasado. Ninguno de los 2 somos aptos para sobrevivir en esta época.
Era realmente algo misterioso y magnífico. El mundo de la época antigua era un mundo de gran equilibrio y perfección. Todas las especies tenían una larga historia, incluidos los humanos. La composición de sus cuerpos mantenía un equilibrio reproductivo ilimitado, y casi todos los órganos y genes tenían una función específica. El precio de una remodelación excesiva de la composición interna del cuerpo era una reducción sustancial de la esperanza de vida, un deterioro de la capacidad reproductiva, la pérdida de la voluntad independiente o, tal vez, incluso un colapso genético total.
Su, que no tenía corazón, al perder su debilidad fatal, en realidad ya era un monstruo que había perdido su humanidad.
Claudia solo quería caminar hacia Su cuando, de repente, su cara y su pecho estallaron con un dolor insoportable. Este tipo de dolor era como si la estuvieran pinchando con decenas de millones de agujas de acero al mismo tiempo. Sus ojos se oscurecieron de repente, incapaces de ver nada. Mientras tanto, un dolor agudo atacó sus oídos y un rugido penetrante llenó toda su conciencia, impidiéndole diferenciar el más mínimo sonido del mundo exterior. Su nariz y su boca también se obstruyeron por una sensación desconocida, y parecía que algo se precipitaba frenéticamente en su cuerpo a través de estas aberturas.
Si hubiera alguien más allí, sin duda se horrorizaría al ver que toda la cabeza de Claudia estaban envueltas en una fina capa de espuma sangrienta. La cual se retorcía de forma extraña y loca, transformándose continuamente en piezas bucales con forma de aguja que perforaban, arrancaban y empujaban con saña la cara de Claudia. Cada vez que se creaba una pequeña abertura, un poco de la extraña sangre de color púrpura oscuro se vertía en su piel. Una vez que la sangre entraba en contacto con los tejidos internos, producía hilos que nadaban rápidamente hacia las profundidades de esos tejidos. En un instante, innumerables hilos púrpura comenzaron a retorcerse continuamente incluso debajo de la parte superior de los ojos cerrados de Claudia.
Su se arrodilló a medias en el suelo, extendió la mano derecha hacia la lejana Claudia y luego presionó hacia adelante en el aire. El charco de sangre y carne que originalmente estaba esparcido frente a los pies de Claudia se agitó de repente. En un abrir y cerrar de ojos, se dividió en 3 flechas de sangre que se dispararon hacia la parte inferior del cuerpo de Claudia.
Claudia estalló en un largo grito espeluznante. Bajó la mano y se arañó la parte inferior del cuerpo. Sin embargo, ya era demasiado tarde, ¡ya que esas flechas de sangre ya habían entrado en su cuerpo! Rápidamente tomó una decisión, agarró la película sangrienta que cubría su rostro con un solo movimiento y, mientras gritaba miserablemente, ¡la arrancó! La película sangrienta que cubría su rostro todavía tenía innumerables agujas clavadas en su carne, por lo que cuando la arrancó, grandes cantidades de carne de Claudia se desprendieron con ella. ¡Era como arrancarse su propia cara!
De repente, estalló una tormenta de energía. Su hizo todo lo posible por saltar a un lado, pero su cuerpo salió volando por el borde de la enorme tormenta de energía y cayó al río helado. Mientras tanto, Claudia, que había activado el asalto extremo, pasó corriendo por su posición anterior. Cuando falló su primer golpe, sin siquiera darse la vuelta, activó inmediatamente un segundo asalto extremo para huir inmediatamente a lo lejos.
Solo después de mucho tiempo logró llegar a la orilla. Estar sumergido en el agua helada del río le había exigido mucho esfuerzo físico. En su estado actual, aunque la capacidad de recuperación de su cuerpo era el doble que en el pasado, seguía sin poder soportar el más mínimo gasto de energía. Logró envolver su cuerpo con vendas de nuevo gracias a su fuerza de voluntad, cubriendo las terribles heridas de su cuerpo. Luego caminó hasta el lugar donde Claudia se encontraba originalmente, extendió la mano y recogió un trozo de carne que aún se retorcía inútilmente sobre la película de sangre, un trozo que originalmente era suyo, y se lo llevó a la boca. Su cerró los ojos, permaneció en silencio durante un momento y luego volvió a abrirlos.
1 hora más tarde, Su regresó al campamento. El tiempo que pasó fuera fue mucho más largo que en el pasado, pero su cosecha no podía considerarse abundante. Solo había suficiente carne de pescado para alimentar a todos con una sola comida. Esta carne de pescado todavía tenía cantidades relativamente altas de radiación, por lo que Kane, que tenía la capacidad defensiva más débil, ni siquiera podía comer demasiada. Sin embargo, en aquel desierto desolado y deshabitado, el hecho de poder encontrar algo que comer ya podía considerarse una suerte.
Parecía que Su no había tenido ningún problema, igual que cuando se marchó. Su rostro tampoco estaba más pálido que cuando se fue. Por lo tanto, después de comer, todos siguieron con sus respectivas tareas. Kane inspeccionó y realizó el mantenimiento de todas las armas de fuego, Li Gaolei continuó con su patrulla, mientras que Li, que por fin se había liberado de su destino de estar atada a un árbol, descansaba en el campamento para conservar sus energías.
Solo Madeline parecía notar algo, sus pupilas azules reflejaban los pasos de Su cuando regresó. Su amplia experiencia en combate y su aguda percepción le permitieron descubrir que al cuerpo de Su le faltaban 4 kilogramos. Ella continuó practicando su forma de espada como si nada hubiera pasado. Sin embargo, se podía escuchar un leve sonido metálico distorsionado proveniente de la empuñadura de la espada.
Aún quedaban 2 horas para la hora prevista de partida. Mientras tanto, Su sabía que podían relajarse un poco. Incluso si se producía el peor resultado posible en la batalla, en un breve periodo de tiempo, era imposible que Claudia viniera a buscar problemas. Salió solo del campamento, encontró un lugar tranquilo y se recostó contra un gran árbol. Contempló el lejano este y luego solo soltó un ligero suspiro.
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