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viernes, 16 de agosto de 2024

DD - Capítulo 357

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Capítulo 357
Obra Maestra Diplomática (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Me quedé con la boca abierta. - Es tan grande y hermosa... Ante mí había literalmente una montaña de oro y gemas. La riqueza que 6 Señores Demonio y 11 archiduques habían acumulado durante los últimos siglos estaba amontonada en un solo lugar. Incluso después de llenar 7 almacenes diferentes del palacio, aún quedaba más dinero confiscado a los traidores. - ¡Jajaja! Dantalian, ¡mira esto! ¡El oro parece basura! Barbatos estaba disfrutando tanto que se reía mientras estaba enterrada entre las monedas de oro. Algo debió de pasarle por la cabeza a Barbatos en cuanto vio la montaña de oro, porque se desnudó y se zambulló en ella. Me asusté e intenté detenerla, pero se negó obstinadamente, diciendo que era algo que siempre había querido probar al menos una vez. ‘No, entiendo cómo te sientes... pero señorita Regente. ¿Podría al menos intentar guardar las apariencias? Bueno, probablemente sea una petición difícil para ella. Probablemente sería más fácil pedirle a un perro que fuera refinado.’ Ivar leyó tranquilamente un documento mientras permanecía a mi lado. - Hay unos 90 millones de monedas de oro y gemas que se pueden utilizar inmediatamente. - 90 millones de monedas de oro... Me sentí mareado. Si convertía el resto de mis fondos a Libra, entonces me quedaban unos 3 millones de oro. Realmente, fiel a su nombre como Ivar Lodbrok, la persona más rica del continente demoníaco que en ese momento llevaba un monóculo por alguna razón mientras leía el documento, todos los activos de esta chica combinados alcanzaban unos 50 millones de monedas de oro. - La mayor parte provenía de los archiduques. Los Señores Demonio independientes eran sorprendentemente pobres. - Eh, ¿cuánto se considera pobre...?. Le pregunté con voz temblorosa. Por alguna razón me encontré hablando formalmente. Probablemente se debía a que el tiempo que pasé como humano aún estaba grabado en mi alma. Ivar se ajustó el monóculo. - Como mucho, los 6 individuos juntos sólo tenían unos 10 millones de monedas de oro. Hm ¿llevaban una vida pobre pero honrada? La gente dice que el carácter y las habilidades de un individuo van por separado, pero supongo que este es un buen ejemplo de ello. - P-Pobre... 10 millones de monedas de oro es pobre... Este era el sentido del dinero de un individuo que reinaba como el más alto burgués de todos los burgueses. ‘¿Parecía yo a los ojos de Ivar un pobre erudito aislado en el campo? Ivar Lodbrok, qué chica tan aterradora...’ Mientras yo, que había nacido proletario, temblaba a su lado, Ivar sonreía satisfecha. - Más bien, los archiduques habían acumulado excepcionalmente más dinero que los Señores Demonio. Al fin y al cabo, aunque no existieran los Señores Demonio, la mayoría de los demonios habrían sido suprimidos por un gobernante. La única diferencia entre ellos es si son un Señor Demonio o no. Los 2 podrían no ser tan diferentes. Ella tenía razón en eso. Sin embargo, se sentía raro ya que Ivar era la que decía esto. 90 millones de monedas de oro ya era mucho para obtener después de deshacerse de 11 archiduques, pero, si se mira esto desde una perspectiva diferente, que ni siquiera era el doble del tamaño de toda la riqueza de Ivar. Esto creó la fórmula donde 6 señores demonio y 1 archiduques son el doble de Ivar. En otras palabras, esto era como un magnate burlándose de los advenedizos. Me di cuenta una vez más de lo aterradora que era Ivar. Es un alivio que sea mi mujer. Me incliné y toqué las monedas de oro. - Separa 5 millones de monedas de oro de esto. Pienso regalárselos a los archiduques restantes. - Los archiduques, ¿es...? Ya veo. ¿Pretendes usar eso como compensación? - Deben de estar muy conmocionados tras haber sido acusados de traidores. Me reí entre dientes. Los archiduques deben estar increíblemente nerviosos por la reciente purga. Probablemente celebrarán una reunión secreta en cuanto regresen al continente demoniaco para discutir futuras contramedidas. Iba a darles un suave codazo para que su discusión no tomara un rumbo insensato. - Después de todo, soy un Señor Demonio considerado. Les mostraré algo de consideración para que sean capaces de cuidar mejor de sí mismos. - Entendido. - También haz que se puedan utilizar 30 millones de monedas de oro de esta pila en cualquier momento. Ivar inclinó la cabeza. - ¿Puede este humilde preguntar dónde pretendes utilizar tal cantidad de dinero? - ¿Qué otra cosa podría requerir 30 millones de monedas de oro? Enderecé la espalda. Las monedas de oro que sostenía en la mano se deslizaron de entre mis dedos. Las monedas rodaron por el suelo después de que sonara el claro sonido de metal chocando contra metal. - Fondos de guerra, Ivar. Empezaré una guerra por la chica que amo.
* * *
Envié un enviado bajo el nombre del Imperio de Habsburgo. El destino era el Reino de Cerdeña. Seguían en contra de la tendencia general y apoyaban ampliamente a la República de Habsburgo. Debemos detener su apoyo para evitar que Elizabeth tenga fuerza suficiente para iniciar una guerra. La cuestión era la justificación. ¿Con qué causa podíamos amenazar a Cerdeña? Decidí sacar como carta un tema increíblemente humano. El caos se desató en cuanto mi enviado entregó mi mensaje. El enviado de Cerdeña, elegido a dedo, acudió inmediatamente al palacio de Habsburgo utilizando el teletransporte. El enviado protestó enérgicamente. - Conde Palatino, esto no tiene sentido. Esto es una clara interferencia de los asuntos internos. - No entiendo lo que quiere decir con eso. Nuestra nación simplemente está haciendo una demanda razonable a su nación. Es una petición universalmente legítima que va más allá de las fronteras. - ¡¿Cómo podemos reinstaurar una casa que había caído tras ser tachada de traidora hace mucho tiempo...!? El bigote espléndidamente crecido del enviado se crispó de ira. Tomé despreocupadamente un sorbo de mi té antes de bajar la tasa. - La Casa Farnesio no era en absoluto un grupo de traidores. Los Farnesio deben recuperar el honor que una vez perdieron. Esta es la opinión colectiva de nuestro Imperio, Marqués. Así es. La Casa de Farnesio a la que pertenecía Laura había caído debido a una guerra civil llamada la Guerra del Crisantemo. Más que una guerra en la que la mitad del reino estaba dividida y enzarzada en una batalla, era más bien como si los nobles se hubieran dividido en bandos y estuvieran luchando para proteger su autoridad. En términos más complejos, si el próximo gobernante sería de línea directa o una lateral fue la discusión que se produjo en el trasfondo de esa guerra. En cualquier caso, no había necesidad de sacar a colación su pasada lucha por el poder. Lo importante era el hecho de que la Casa Farnesio se había derrumbado porque apoyaban la línea directa. Teniendo en cuenta que el otro grupo noble no se limitó a hacer colapsar a la Casa Farnesio, sino que incluso convirtió en esclava a la segunda en la línea de sucesión, Laura, uno puede darse cuenta de lo profundamente arraigado que estaba el rencor entre ambos bandos. Es realmente raro ver a un noble convertir a otro noble en esclavo. - Conde Palatino, permítanos ser honestos. El marqués Rody, que había sido enviado aquí, bajó la voz. Aunque un marqués del Imperio sería una posición más alta que un Conde Palatino como yo, en el Reino de Cerdeña, cualquier barón con un poco de poder podía llamarse a sí mismo marqués. Esta tendencia aumentó aún más después de que la mitad de los nobles fueran básicamente asesinados durante la Guerra del Crisantemo. Naturalmente, no mantuvimos mucha formalidad. - Mis oídos siempre están abiertos a los sabios, Marqués. - La Casa Farnesio había afirmado que el rey de nuestra nación no tenía derecho a suceder en el trono. Reinstaurar a esa familia podría amenazar la legitimidad de Su Alteza. ¡No, la amenazará...! - Comprendo las circunstancias de su nación, pero tampoco podemos echarnos atrás. Marqués, Laura de Farnesio es la general en funciones de Su Excelencia el Emperador. Ella tiene el control total del comando general del Imperio de Habsburgo. - ... - ¿Intentas denunciar a la general de nuestra nación llamándola descendiente de un traidor? El marqués se secó la frente con un pañuelo de seda. Este hombre que ya había perdido la mitad de su cabello parecía alguien con mucho calor corporal. - ¡Claro que no, conde palatino! Entiendo que se trata de un asunto en el que está en juego el honor de Su Excelencia el Emperador, pero le ruego que comprenda que este asunto va más allá únicamente de nuestro rey, sino también de toda la familia real. Me incliné para que nuestras caras estuvieran cerca. - Marqués. Este es un problema muy simple y claro. ¿Será el honor de nuestra nación o el suyo? Si ninguna de las partes cede, no nos queda más remedio que forzarlo. ¿No estás de acuerdo? - ... La expresión del marqués se contorsionó. Cerró los ojos con fuerza. Hubo un momento de silencio. Una vez que abrió los ojos, había en ellos una tenue pero también clara mirada de resolución. - Este humilde es tonto y por eso es incapaz de decir palabras que puedan llegar a oídos de los demás. Así que, por favor, dígame, Conde Palatino. ¿Qué grado de consideración es necesario para evitar esta “advertencia final”? - Sólo se requiere un poco de consideración. Marqués, si no se puede llegar a un compromiso formal, entonces simplemente tenemos que llegar a uno informal. Le agradeceré que lo tenga en cuenta. - Ni siquiera las diosas serán capaces de oír nuestra conversación. Lo juro por el nombre de mi familia. Asentí. Siempre aprecié a la gente que entendía rápido. - Cese su ayuda a la República de Habsburgo. - ... - La República se niega a reconocer el derecho de Su Excelencia el Emperador al trono. Afirman que estamos equivocados y que su recién creada nación heredará el nombre de Habsburgo... Desde la fundación de nuestras naciones, nos hemos negado a reconocernos mutuamente. La resuelta mirada del Marqués no vaciló. Sin embargo, probablemente estaba calculando lo difícil que sería llevar a cabo esta propuesta informal, ya que su tez se oscurecía por momentos. - Si la legitimidad de la familia real de Cerdeña es el problema, entonces también lo es para la familia real de nuestra nación. Confío en que entienda por qué puede ser así. El marqués no tenía forma de replicar. La lógica de no poder restaurar la Casa Farnesio se debía a su deseo de mantener la legitimidad de su familia real. Sin embargo, si responden diciendo que no dejarán de ayudar a la República, entonces básicamente estarían diciendo que sólo les importa su legitimidad y no la legitimidad de la familia real de nuestra nación. O restauran la Casa Farnesio o dejan de ayudar a la República. El marqués se dio cuenta de que ambas opciones eran extremas. Su voz sonaba ronca. - La razón por la que apoyamos a la República no es por ser hostiles a su nación. Levanté lentamente las comisuras de los labios. - Soy consciente. Incluso si excluyes el asunto de la defensa nacional, aún quedan las cuestiones domésticas. Para llenar los puestos vacíos que se crearon después de que la mitad de las familias nobles de tu nación fueran aniquiladas durante la Guerra del Crisantemo, lo más probable es que tuvieras que nombrar a plebeyos ricos para esos puestos. Naturalmente, tienen una opinión más favorable del republicanismo. Por supuesto, tu nación siempre ha sido cercana al republicanismo. - ... - Tu recién formada facción de funcionarios del gobierno debe estar apoyando firmemente la ayuda a la República. En lugar de estar preocupado por cómo va a persuadir a la familia real, Marqués, lo más probable es que esté más preocupado por persuadir a estos funcionarios del gobierno. El Marqués dejó escapar un suspiro. - Usted conoce mejor que yo los asuntos internos de nuestra nación. Tiene razón. Nuestro apoyo a la República no se debe sólo a razones diplomáticas. Siempre ha habido un buen número de jóvenes que admiran mucho a la cónsul Elizabeth. - Entiendo. La Cónsul ha escrito todo tipo de libros, después de todo. - Gracias por comprender. El Reino de Cerdeña se colocó en una posición bastante peligrosa. Si aceptan nuestra petición de dejar de ayudar a la República, entonces sus funcionarios del gobierno se rebelarían. Son individuos capaces y son increíblemente cruciales para administrar su reino. Sin embargo, si rechazan nuestra petición, eso pondría fin tanto a un compromiso formal como a uno informal. En otras palabras. - Sin embargo, ser capaz de comprender la situación del otro no siempre conduce a la consideración. En ocasiones, la comprensión es impotente y en su lugar da lugar a la decepción por lo que podría haber sido. - ...Palabras verdaderamente sabias, Conde Palatino. El tiempo para el compromiso había terminado. La única opción que queda es la guerra. - Marqués, ¿estaría bien que concluyera que hoy volveré a decepcionarme de la vida? El sudor comenzó a perlar la frente del Marqués.

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