Capítulo 158
Debilidad (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Su cerró la pantalla en silencio. Se acercó al avión no tripulado y colocó los chips debidamente empaquetados en la bodega de carga. Tras recibir nuevas órdenes, el dron retumbó y se elevó lentamente. Hizo unos cuantos círculos en el aire antes de volar hacia Ciudad Dragón.
- ¡Líder! Había algo para usted dentro de las cosas que tenemos.
Kane se acercó y le entregó a Su un pequeño estuche de aleación de aluminio de aspecto delicado. Cuando lo abrió, unas balas que parecían extremadamente únicas descansaban sobre un acolchado de terciopelo. Las balas estaban etiquetadas con marcas de “electromagnético” y “peligro”. También había un trozo de papel dentro. Su sacó el papelito. Cuando lo abrió, vio una letra que parecía igual a la de imprenta. “Balas especiales para las máquinas modelo inteligentes, modelos prototipo. Helen.”
Su movió suavemente el dedo para tocar las balas. Antes incluso de que sus dedos entraran en contacto, sintió una vaga sensación de entumecimiento y ardor. Era una señal del gran poder que contenían. Cerró el estuche y lo guardó cerca de él. Hacia esta Helen, Su ya no sabía qué debía decir. Se giró hacia Li y le ordenó.
- Li, usa todo el día de mañana para limpiar la Ciudad Péndulo, y luego saca todo lo que se pueda sacar. Tenemos que retirarnos de este lugar. Sólo tienes 48 horas.
Li estaba bastante sorprendida.
- ¿Qué? ¡La mayoría de las fábricas están todavía en buenas condiciones, y hay muchas instalaciones que no podemos llevarnos! Ahora tenemos suficiente potencia de fuego. Si esos escorpiones se atreven a venir de nuevo, definitivamente podemos enseñarles una buena lección.
- Esta es la propuesta del cuartel general.
Delante de Li, Su no dijo que era la propuesta de Helen, o de lo contrario temía tener que perder el tiempo con otra explicación. Ahora también empezaba a aprender a ser un poco más listo. Li aún parecía poco dispuesta y seguía queriendo discutir sobre algo, pero Li Gaolei la apartó a la fuerza.
A partir de ese momento, Su ya no tenía mucho de qué ocuparse. De todo el trabajo específico se ocupaban los 3 subordinados. Cuando regresó a su propia tienda militar, cerró los ojos y se sentó durante 10 minutos antes de sentir que su estado de ánimo se estabilizaba gradualmente. No podía considerarse que su misión de exploración en la base de operaciones avanzada del Escorpión Azul lo hubiera dejado con las manos vacías. Viajar de incógnito y pasar a través de los dispositivos de detección durante un largo período de tiempo lo había dejado con otro punto evolutivo. Sin embargo, sus actuales 15 puntos evolutivos estaban lejos de ser suficientes para continuar otro nivel en el Dominio Percepción. Su ya sentía que una nueva habilidad de sexto nivel se formaría en el Dominio Percepción. Sin embargo, la habilidad de sexto nivel necesitaba al menos 32 puntos de evolución, por lo que podría tener que experimentar varias luchas más de vida o muerte antes de poder obtenerla.
La evolución era para hacerse más poderoso, y hacerse más poderoso significaba más autoridad y más seguridad. Arriesgar la propia vida para perseguir la evolución sonaba bastante ilógico, pero así era como hacía las cosas. No sabía a qué le temía en el fondo, pero sólo evolucionando más, obteniendo habilidades más poderosas y desarrollando una sabiduría más profunda en la lucha podía sentir paz. Sin embargo, cada vez que obtenía una nueva habilidad, Su sólo sentía que había aún más cosas desconocidas para él, por lo que, en consecuencia, sentía aún más miedo. Parecía un círculo vicioso imposible de resolver. Tenía que controlar su impulso de obtener más puntos evolutivos, igual que una polilla que lucha por mantenerse alejada de una llama en la oscuridad.
Tras dudar un rato, Su envió información a Perséfone. Era la primera vez que tomaba la iniciativa de enviarle información. Casi al mismo tiempo que envió la información, la imagen de Perséfone apareció en la pantalla. Tenía el pelo gris esparcido por los hombros y rastros de humo en la cara. A su alrededor llovían balas y había llamas y explosiones por todas partes. Perséfone se apresuró a decir.
- ¡Cariño, espera un poco!
Entonces, la pantalla tembló violentamente y fue difícil ver con claridad lo que ocurría. Al cabo de unos segundos, la escena volvió a aclararse. Perséfone lucía una hermosa sonrisa, y el pelo desordenado, así como los restos de ceniza en su rostro, no hacían más que contribuir a su atractivo. Sin embargo, pudo ver en la imagen que un tanque estilo nueva era ardía mientras caía del aire. Cuando aterrizó en el suelo, estalló con una explosión que sacudió el mundo y abrió un gran agujero.
- Qué rara es la ocasión en que me encuentras. ¿Será que has encontrado problemas en tu lado?
Mientras Su observaba que ella estaba ocupada luchando en un lugar tras otro, su humor finalmente se calmó. Comparado con lo que ella había invertido, su propia queja era completamente insignificante. Su mismo no pensaba en esto como un asunto pequeño, y en cambio pensaba en esto como un conflicto en algunas filosofías fundamentales. Sin embargo, sabía que, aparte de él mismo, no había nadie más en los Jinetes de Dragón Negro que pensara así.
- No es para tanto. No tienes que preocuparte por mí. Helen ya dijo que prestaría un poco más de atención a mi lado.
- ¿Es así? ¡Eso es genial! Si Helen está dispuesta a hacer eso, entonces ya no hay problemas. Sólo tienes que escucharla.
Perséfone parecía realmente feliz, y sus ojos brillaban. Al ver la confianza incondicional de Perséfone en Helen, primero se sorprendió, y luego volvió a examinar la propuesta de Helen. Aunque no parecía poseer ninguna habilidad, en este mundo la habilidad no era lo único que había que tener en cuenta. El propio Su tenía innumerables objetivos que poseían habilidades superiores a las suyas, por lo que comprendía que la mayoría de las veces, la sabiduría podía ser mucho más útil.
- Además, me enteré de tus acciones en la base de operaciones avanzada del Escorpión Azul. No se puede mostrar piedad o misericordia en el campo de batalla. Cuando se trata con enemigos, la forma más efectiva es destruirlos directamente. ¡No puedes ser bondadoso en estos momentos! Muy bien, ¡dejémoslo así por ahora!
Las comunicaciones se cortaron inmediatamente. Parecía que las cosas en el lado de Perséfone estaban extremadamente tensas. Su guardó en silencio la tableta táctica y se sentó tranquilamente. El estilo de hablar de Helen y Perséfone era diferente. El de Helen era una crítica implacable, mientras que Perséfone utilizaba un enfoque con mucho más tacto. Sin embargo, su punto de vista seguía siendo el mismo: ambas pensaban que Su había tomado la decisión equivocada.
Sin embargo, aunque sabía que destruir a todos los enemigos conocidos y desconocidos era el objetivo de los Jinetes de Dragón Negro, a Su le seguía costando entender por qué tenía que estallar una guerra irreconciliable entre las 2 organizaciones nada más conocerse. ¿Por qué no se sentaron primero para ver si había alguna forma de mantener un contacto pacífico? Su sacó el diario de Pandora y, tras frotar con los dedos la cubierta aparentemente anticuada, lo abrió lentamente.
En la Ciudad de las Pruebas. Perus entró silenciosa y rápidamente en la capilla central de la pequeña ciudad. Llegó ante Madeline y le entregó una tableta electrónica antes de decir.
- Su distinguida señoría, estos son todos los registros relativos a las recientes batallas y acciones del teniente Su, así como un resumen de sus recientes comunicaciones con el cuartel general.
Madeline recibió la tableta electrónica y la hojeó rápidamente una vez. Luego, levantó la cabeza. Unas capas de frío se filtraron por las grietas de su armadura cuando dijo.
- Perus, ¿qué opinas?
- Estoy de acuerdo con la opinión de Helen y Perséfone. La actuación del teniente Su en el campo de batalla esta vez ha sido extremadamente floja. Si no cambia su comportamiento de aquí en adelante, se encontrará con muchos más peligros.
Madeline devolvió la tableta electrónica a Perus. Soltó un leve suspiro y dijo en voz baja.
- Quizá todos piensen que es debilidad. Sin embargo, si no tuviera ese tipo de debilidad entonces, hace tiempo que me habría convertido en uno con la tierra del desierto.
Perus se quedó algo estupefacto. Quiso decir algo, pero vio que la mano de Madeline hacía un gesto. Sólo pudo expresar su respuesta y retirarse, dejando a Madeline sentada sola en la oscura y fría capilla.
Si encuentras errores déjanos las correcciones en un comentario abajo, servirán para mejorar la calidad de la serie.