Capítulo 393
Echando Raíces (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
En los días siguientes, Su pudo comprobar la eficiencia de Víctor a la hora de gestionar los asuntos. Este delimitó una zona independiente de varios miles de metros cuadrados en la frontera de Ciudad del Atardecer para que sirviera de base a Su. Se trataba de un patio rodeado de muros, en cuyo interior había un edificio de 3 niveles subterráneos y otros 5 pisos normales, totalmente equipado con suministro de agua y electricidad. Las armas y municiones que se iban a enviar ya estaban en su lugar, así como 3 vehículos todoterreno armados. Incluso se trajo un lote de combustible como regalo. Las funcionalidades de estos vehículos eran, naturalmente, muy inferiores a las de los 2 vehículos todoterreno que Su le había robado a Bevulas, pero estos últimos utilizaban pilas de combustible como fuente de energía, y Espada Hundida no tenía forma de producirlas. Ni siquiera Puerta de Acero, especializada en el suministro de armas, disponía de este tipo de tecnología. Por eso, antes de encontrar nuevas pilas de combustible, esos 2 vehículos todoterreno avanzados solo podían acumular polvo en el patio, sin ser muy diferentes de piezas de chatarra.
Esos bienes eran los fondos iniciales. Su tampoco perdió el tiempo, cuando llegaron, inmediatamente llevó a Madeline y a sus 3 subordinados en 2 vehículos todoterreno y salió de Ciudad del Atardecer hacia la región montañosa del suroeste.
En ese momento, en las montañas y campos a miles de kilómetros de distancia, Perséfone ya llevaba varias horas corriendo, atravesando más de 200 kilómetros de zonas montañosas. En ese momento estaba apoyada contra una roca, jadeando continuamente para recuperar el aliento. Su rostro estaba enrojecido de forma anormal. Su pecho subía y bajaba rápidamente, su cuerpo ya estaba tan débil que solo mediante esta respiración pesada podía recuperar fuerzas. La ropa de combate que llevaba puesta estaba ya tan destrozada que resultaba irreconocible, y su piel, originalmente brillante y limpia, tenía cicatrices de distintos tamaños. Las heridas rosadas y tiernas eran bastante llamativas. Perséfone ya no tenía energía para eliminar esas cicatrices.
En la cima de una montaña no muy lejana apareció la figura de Eileen. En ese momento, la mitad de su impresionante figura estaba desnuda, y el traje negro se había convertido por completo en ropa destrozadas. Su sombrero se había perdido quién sabe dónde, y su cabello rubio estaba atado con una sola tira de tela detrás de la cabeza. Miró detenidamente a Perséfone, que estaba descansando, con sus grandes ojos, redujo la velocidad y comenzó a bajar lentamente de la montaña. La mitad de la velocidad de Eileen seguía siendo equivalente a al menos el quinto nivel de velocidad. Por eso, después de unos 10 minutos, llegó a un lugar a menos de 1 kilómetro de la ubicación de Perséfone. Sin embargo, Eileen no siguió avanzando, sino que decidió sentarse, descansar y curarse las heridas.
Las 2 mujeres llevaban varios días luchando, una persiguiendo a la otra, luchando de un lugar a otro. Ahora ya se encontraban a varios miles de kilómetros de distancia. A veces, Eileen perseguía mientras Perséfone huía, y otras veces, Perséfone perseguía mientras Eileen corría. Después de luchar desesperadamente durante varios días y noches, ambas partes tuvieron su momento de gloria. Sin embargo, las vastas montañas, bosques y ríos de los alrededores sufrieron un gran desastre, ya que fueron destrozados por las energías hasta quedar irreconocibles.
Esta zona estaba cerca del área de influencia de los Cruzados Sagrados, por lo que, al principio, los estos percibieron algunos cambios que estaban teniendo lugar aquí, por lo que enviaron algunas tropas de investigación para ver qué estaba pasando. Sin embargo, hubiera sido mejor que no hubieran enviado a nadie. Tan pronto como el equipo de investigación se acercó, fue detectado inmediatamente por las 2 mujeres despiadadas. Independientemente de si era Eileen o Perséfone, independientemente de quién fuera la perseguida, era ella la que estaba temporalmente en desventaja, por lo que no se sentiría demasiado bien. A ambas les gustaba descargar su ira sobre los demás, así que, independientemente de quién fuera, ambas acabarían convenientemente con el equipo de investigación de los Cruzados Sagrados. De cualquier manera, la diferencia de fuerza entre ellos era demasiado grande, por lo que eliminarlos no afectaría su velocidad, mientras que podría descargar un poco su descontento. Hubo una vez en que la tropa de investigación de los Cruzados Sagrados no bloqueó la ruta de escape de Eileen, pero como ella acababa de sufrir una gran desgracia a manos de Perséfone, en su gran furia, se desvió a propósito para acabar con ellos antes de dejar pasar el asunto. Esto le dio a Perséfone 3 minutos completos de descanso.
Las sucesivas desapariciones de las tropas de investigación llamaron la atención de los altos mandos y, como resultado, una pequeña tropa liderada por un gran caballero partió de su base de operaciones avanzada para ver qué había sucedido exactamente en las profundidades de la zona montañosa. De igual manera, desaparecieron para siempre y tampoco enviaron ninguna señal de ayuda.
Mientras tanto, en el radar a gran escala de los Cruzados Sagrados, grandes explosiones de energía continuaban estallando de vez en cuando en la región montañosa. Era evidente que allí se estaba librando algún tipo de batalla. En cuanto al poder de esas 2 partes, era evidente por la desaparición del gran caballero. El comandante de primera línea de los Cruzados Sagrados decidió entonces retirar de forma decisiva a todo el personal de esta región a la base, decidiendo simplemente abandonar la patrulla de esta zona.
Mientras tanto, aunque Eileen y Perséfone estaban descansando, podían entrar en acción en cualquier momento para infligir un golpe mortal a la otra parte. Durante esta amarga lucha, Perséfone sentía ocasionalmente cómo la energía fluía fuera de ella, como si un agujero negro invisible estuviera absorbiendo su energía. Esto era especialmente cierto en el caso de la energía obtenida en la batalla para fortalecer su secuencia genética. Aunque no devoraba mucha, en esta batalla en la que bailaba constantemente al borde de la vida y la muerte, cada pizca de energía podía cambiar la situación del campo de batalla.
Sin embargo, Eileen estaba experimentando una situación similar. A menudo mostraba momentos extraños e indescriptibles de debilidad. Después de perseguirla durante varios días y noches, ambas habían inspeccionado la fuerza de combate de la otra hasta el último detalle, por lo que aprovecharían cada oportunidad y la utilizarían al máximo. Aunque Perséfone sentía que la debilidad de Eileen era extremadamente extraña, definitivamente aprovecharía cada oportunidad que se le presentara para enviar a esta mujer a la tumba. Lo mismo ocurría con Eileen.
Después de descansar durante varios minutos, Perséfone saltó de repente sin previo aviso. ¡La lanza de batalla formada por energía apareció de nuevo en sus manos! La lanza parecía tangible, con el mango tallado con complejos y hermosos grabados y la punta adornada con motivos entrelazados en forma de media luna. Las manos de Perséfone se movieron. Aparecieron tenues llamas de energía de color grisáceo a su alrededor, cuya velocidad aumentaba gradualmente. Llegaron frente al rostro de Eileen en un instante, y luego la punta de la lanza se clavó ferozmente en su pecho.
En el momento en que Perséfone se levantó, Eileen hizo lo mismo. Extendió las manos y las uñas de sus dedos irrumpieron con un resplandor deslumbrante. Solo en ese momento se podía ver que las uñas de sus dedos, teñidas de un color púrpura oscuro, eran en realidad cristales que manipulaban la energía. En el instante en que desplegó sus largos y delgados dedos, salieron disparadas rayas de arcos eléctricos ardientes. Estos conectaron los cristales de sus dedos a una frecuencia misteriosa y formaron una compleja red eléctrica. La cual se amplió inmediatamente a varios metros y, dentro del alcance cubierto por los arcos eléctricos, estallaron innumerables tormentas de energía de diferentes atributos. ¡Estas tormentas se lanzaron hacia Perséfone siguiendo diferentes trayectorias!
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