Capítulo 282
La Gran Coalición (X)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
- Su Excelencia.
Me emocioné mientras apretaba las manos del Barón Bercy. Si los nobles del Imperio Franco cooperaban con nosotros, entonces no sería diferente de haber ganado ya esta guerra. Nos tomamos de las manos mientras nos mirábamos fijamente. ¿Cómo de sincero estaba siendo? ¿Cuán resuelto estaba? Confirmamos estas cosas el uno con el otro.
Esto no era simplemente un intercambio abstracto de sentimientos. Revisé la ventana de estado del Barón Bercy. Su mentalidad se me reveló espléndidamente ya que su afecto era superior a 20. Definitivamente, el Barón estaba diciendo la verdad. Abrí la boca.
- Los monárquicos y los republicanos no deben oponerse. Debemos unirnos.
- Hay un hijo ilegítimo que es un pariente de sangre de una rama. Pretendemos coronarlo como rey y ocuparnos de las cosas organizando un parlamento. Tomaremos a Su Excelencia la Emperatriz Viuda como consejera del parlamento.
‘Una monarquía constitucional, ¿eh? Entronizando a un joven rey con pocas obligaciones, el parlamento podría hacerse con el poder. Con los monárquicos pudiendo mantener la monarquía mientras los republicanos tienen garantizada la superioridad de su parlamento, los 2 grupos podrían llegar a un acuerdo. La emperatriz viuda Catalina de Medici, muy respetada por todo su pueblo, actuaría como mediadora. Esto sonaba como un escenario bastante decente.’
- Este no es un plan que pueda realizarse en pocos días. ¿Cuándo comenzaron los preparativos para esto?
- Inmediatamente después de que perdimos la guerra civil. El Duque Guise pudo haber caído en batalla, pero sus hermanos menores seguían vivos y bien.
- Los hermanos menores del Duque Guise... Debes referirte al Sumo Sacerdote de Lorena y al Duque Mayenne.
Incliné la cabeza. Cuando se produjo la guerra civil en el Imperio Franco, el Duque Guise era el comandante supremo de la Alianza Antibretáña, también conocida como la Santa Alianza. Su vigor era tan formidable que Henrietta era increíblemente cautelosa con él. La familia de Guise fue severamente oprimida tras el fin de la guerra civil. El Sumo Sacerdote de Lorena y el Duque Mayenne fueron asesinados en silencio. El autor nunca fue revelado, pero era obvio quién lo hizo. A pesar de ello, el Barón Bercy acababa de informarme de que habían diseñado un gran plan. El Barón Bercy bajó la mirada.
- ...Los hermanos Guise prepararon también un escenario en caso de su derrota. Predijeron que los nobles del Imperio Franco se agotarían antes de poder hacer nada si las cosas seguían así. Una pequeña minoría de nobles hizo una promesa. Prometieron engañar a los ojos de Bretaña aunque tuvieran que disfrazarse de traidores.
- ¿Traidores...? No me lo digas.
Abrí la boca sorprendido. El Barón Bercy asintió con gravedad.
- Nuestros camaradas fueron los que delataron al Sumo Sacerdote de Lorena y al Duque Mayenne.
- ... Eso es sorprendente.
La verdad revelada por el Barón era impactante. Si los nobles del Imperio Franco no hacían ningún tipo de contramedidas, entonces serían drenados y aniquilados por Henrietta. A pesar de esto, no estaban seguros de poder reunir otro ejército para derrotar a Henrietta. Sólo les quedaba un recurso. Los nobles “pretendían” aprovecharse de Bretaña, delatando a los hermanos menores del Duque Guise a Henrietta.
En otras palabras, habían traicionado a sus aliados más fuertes. Henrietta aceptó de buen grado a estos traidores ya que, desde la perspectiva del pueblo del Imperio Franco, no eran más que traidores. Sin embargo, la verdad era diferente. El Sumo Sacerdote de Lorena y el Duque Mayenne se habían sacrificado deliberadamente por sus camaradas...
Gracias a esto, la Reina Henrietta dejó de lado sus dudas. Los camaradas que quedaban habían esperado hasta este momento mientras eran falsamente etiquetados como traidores. Habían estado afilando sus espadas de venganza... el Imperio Franco no era en absoluto una nación incompetente. Puede que bajaran la cabeza ante la grandeza militar de Henrietta, pero llevaban a cabo este tipo de planes entre bastidores.
‘Me pregunto qué podría haber pasado si el emperador, Enrique III, hubiera sido un poco más sabio. El emperador habría tenido nobles competentes respaldándolo. Probablemente no habrían sido engullidos por Bretaña tan fácilmente.’
El Barón Bercy tomó un trago de su vino.
- La Reina de Bretaña es formidable. Puede que haya dejado de lado sus dudas, pero sigue manteniendo la guardia alta. Esta es también la razón por la que envió un ejército que sólo se compone de nobles francos.
- Por favor, dígame su número total de hombres.
- Un total de 12 ciudades están aliadas con nosotros.
‘12 ciudades... No era un número pequeño, pero tampoco era un gran número. Si me aliaba con ellos aquí, entonces eso añadiría las 7 ciudades libres en el lado norte del Imperio Franco. En total, 19 ciudades estarían de nuestro lado. Qué número tan vago. No era suficiente para voltear la situación, pero era más que suficiente para al menos ser un hacedor de reyes...’
- Su Excelencia, debe ser extremadamente cauteloso. La Reina de Bretaña es poderosa. Antes, estábamos seguros de que nuestra Santa Alianza saldría victoriosa. Y sin embargo, perdimos. Actualmente somos más débiles que antes.
‘Incluso si tenemos una ventaja en términos de justificación y estrategia, todo sería inútil si perdemos la batalla real.’
- No reúnan sus ejércitos en este momento. Deben continuar siendo pacientes. Derrotaremos a la Reina Henrietta y ustedes podrán comenzar su levantamiento después.
El Barón Bercy abrió mucho los ojos.
- ¿Van a derrotar a la Reina ustedes solos? ¡Eso es demasiado peligroso!
- Excelencia, la victoria y la derrota están determinadas por el azar. No hay garantía de que ganemos si nos unimos. Siempre debemos tener planes de respaldo... Supongamos que formáramos una alianza. Suena bien, pero ¿qué pasaría si perdiéramos por carecer de la gracia de los dioses? La Reina de Bretaña purgaría a los nobles del Imperio Franco con más fiereza.
- ...
- Una extensa purga se llevaría a cabo. Incluso las semillas de revuelta que habías logrado plantar se desarraigarían por completo. El Imperio Franco encontraría su verdadero fin en ese momento. ¡Su Excelencia! También debemos considerar el peor de los casos.
El Barón Bercy se frotó la barbilla mientras se sumía en profundos pensamientos.
‘Sinceramente, no era una mala propuesta para ellos. Me ofrecía a ir a la guerra en su lugar, así que, en todo caso, deberían acoger con agrado esta idea. Seríamos nosotros los que asumiríamos todas las cargas, así que no habría razón para que el Barón Bercy se negara.’
- ...Si me permite ser sincero, su propuesta suena demasiado buena para ser verdad. ¿Por qué haría voluntariamente una propuesta que le perjudica?
- Excelencia, puede que esté al mando de la vanguardia debido a las circunstancias, pero mi esencia sigue estando dentro del Imperio Franco. Deseo evitar que cualquier daño caiga sobre el Imperio. Es difícil esperar un buen objetivo del ejército de Rudolf von Habsburg. No puedo negar la posibilidad de que el Príncipe Heredero de Habsburgo ocupe el lugar de la Reina de Bretaña tras conseguir expulsarla... ¿No piensas lo mismo?
El Barón Bercy asintió con dificultad. Probablemente no podía decírmelo a la cara, pero debía haber considerado esta posibilidad.
- Mmm. He dicho que se trata de una medida de precaución. Esto no sólo se refiere a la posibilidad de nuestra derrota. También debemos considerar la posibilidad de que el Príncipe Heredero de Habsburgo nos traicione después de salir victoriosos. Su Excelencia, debe preservar el ejército del Imperio Franco tanto como sea posible en el caso de estas situaciones.
- Entonces no debemos tomar parte en la guerra...
- Sí.
El Barón Bercy estaba muy conmovido. Se levantó y me abrazó. Este hombre, que normalmente era como una estatua de piedra, sorprendentemente hablaba con voz triste.
- Usted es un verdadero patriota.
- ...Hice lo que pude para reunir un grupo tras perder la guerra civil. Rudolf von Habsburg es la marioneta de la Señor Demonio Barbatos y ella tiene mucho miedo de la Señor Demonio Agares. Apenas logré crear un ejército utilizando su miedo... Su Excelencia, lamento llegar tarde.
- Sacerdote Jean Bole...
El Barón Bercy finalmente comenzó a derramar lágrimas. Pronto escuché un efecto de sonido familiar.
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Compartimos otro intenso abrazo. La camaradería entre hombres se expresaba a través de un abrazo. Los 2 bebimos vino durante el resto del día. Una vez que salió el sol, el Barón Bercy se escabulló del campamento.
Me senté en mi silla. Conseguí una cosecha totalmente inesperada. El Barón Bercy probablemente piensa que dije todo eso puramente por mi patriotismo, pero obviamente no tengo ni una pizca de patriotismo hacia el Imperio Franco. Simplemente no podía permitir que el ejército de los Señores Demonio codiciara el Imperio Franco.
- Las cosas apenas van de acuerdo al plan.
Ocupar la región centro-norte de Habsburgo ya le daba suficiente poder al ejército de los Señores Demonio. Si conquistaban el Imperio Franco también, entonces el equilibrio entre humanos y demonios podría colapsar. El ejército de los Señores Demonio se forma siempre que hay resistencia humana. Si los humanos son aniquilados por completo, entonces el ejército de los Señores Demonio entraría en la era de la guerra civil. No me sentaré y dejaré que algo así suceda.
Este estado actual en el que la Facción de las Llanuras, la Facción Neutral y la Facción de la Montaña coexisten es la situación más ideal. Puede que sea un periodo turbulento, pero fue un periodo turbulento creado de una forma que me dio ventaja. Yo, el Señor Demonio Dantalian, tengo que establecer mi autoridad como mediador siempre que los grupos compitan o armonicen...
4 días después de la partida del Barón Bercy. Nuestra vanguardia se enfrentó a la vanguardia del Imperio Franco de nuevo. Fue una batalla simulada que habíamos organizado de antemano. La Reina Henrietta todavía tenía sus dudas sobre los nobles del Imperio Franco. Teníamos que demostrarle que no perdieron contra nosotros intencionalmente. Para ello, tuvimos que sacrificar al General Gaspard de Tabarn.
- ¡Por el Imperio!
Este viejo veterano, que rondaba los 60 años, había servido al Imperio Franco toda su vida. Al principio, fue capitán de los caballeros reales del Imperio y también había sido subcomandante del emperador. Había llevado literalmente la vida más honorable posible como un noble. Era natural, pero Tabarn era el individuo del que Henrietta era más cautelosa. La muerte de un gran individuo debería disminuir la cautela de Henrietta. Ese era nuestro objetivo.
Como habíamos acordado de antemano, el General Tabarn cargó contra nosotros tan pronto como comenzó la batalla. Era una locura que el comandante supremo tomara la iniciativa y cargara. Daisy se precipitó hacia delante desde nuestro lado. Gaspard de Tabarn y Daisy. El veterano más viejo y la guerrera más joven se enfrentaron en el centro del campo de batalla. Las espadas echaron chispas. Ella logró atravesar el pecho del general con un solo golpe.
- ¡Retirada!
- ¡Todas las tropas, en retirada!
El ejército Franco se retiró inmediatamente después de perder a su comandante rápidamente. Fue una retirada apresurada. Honestamente, probablemente estaría bien decir que apenas sufrieron pérdidas. Nuestro plan se llevó a cabo sin problemas.
- ...
Miré el cadáver del general. El anciano tenía una amplia sonrisa en la cara. Su físico era tan saludable que costaba creer que tuviera más de 60 años. Casi parecía que pudiera levantarse y volver a blandir su espada en cualquier momento. Daisy murmuró a mi lado.
- Sonreía desde el momento en que entabló combate conmigo.
- ¿Es así?
- Sí, padre. Era la sonrisa de un hombre que aceptaba con gusto su muerte.
Fue por esta razón que Daisy no decapitó al viejo general. Le atravesó el pecho de un solo golpe para mantener limpio su cadáver. Había tratado a la otra parte con gran respeto. Hice una pregunta con calma.
- ¿Tuvo unas últimas palabras?
- “Gracias” fue lo último que me susurró.
‘Sin duda, el anciano había vivido una vida sin remordimientos. Por el pueblo y por su nación... E incluso en su último momento, dedicó su muerte al pueblo y a su nación también. Lo más probable es que creyera que ésta era la mejor muerte. ¿Fue por eso que nos agradeció...?’
Hablé mientras cerraba los ojos del anciano.
- Daisy, recuerda el momento final de este hombre. Esta es una muerte que la gente como nosotros nunca podrá experimentar. Recuérdala bien.
- ...Sí, padre.
Daisy y yo contemplamos el cadáver del anciano durante un rato. Una sola vida encontró aquí su fin. Una sonrisa pacífica y honorable en sus labios. Un día, durante nuestros últimos momentos, lo más probable es que los 2 recordemos la muerte de este anciano y nos pongamos celosos...
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