Capítulo 284
La Guerra de las Marionetas (I)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
- ¡Kyaaah!
Una criada soltó un grito. Había abierto la puerta para despertar a su amo y descubrió a un joven durmiendo en una cama blanca y pura. Sin embargo, dormiría eternamente. El niño de 11 años había sido degollado. Su sangre roja empapaba la manta. Había pétalos de lirio esparcidos por la cama mancillada de forma casi burlona.
“El último descendiente que quedaba había sido asesinado.” Esta noticia se transmitió rápidamente a una parte de los nobles francos. Estaban conmocionados.
- ...Oh Diosas. ¿Por qué han añadido tragedia sobre la tragedia?
- Definitivamente creamos este estado mientras evitábamos los ojos vigilantes de Bretaña.
Una rebelión estaba ante sus ojos. Los monárquicos y los republicanos habían discutido y llegado a un acuerdo secreto con tal de cooperar.
- Nació como plebeyo y se crio como tal también. Debería haber sido imposible que esos bastardos británicos lo supieran a menos que tuviéramos un espía...
- ¡Encarcelen a todos los sirvientes de la finca!
Había varias facciones más pequeñas dentro de los monárquicos y republicanos. Numerosas creencias habían corrido en líneas paralelas. Era un compromiso que se creó casi milagrosamente dentro de esta monarquía constitucional. Una vez que todo se esfumó en un momento tan crítico, a los nobles les costó incluso abrir la boca.
- Averiguar quién ha cometido esta tragedia no es importante ahora. Primero debemos discutir lo que haremos a partir de ahora.
- ¿A partir de ahora? ¿Qué estás diciendo que podemos hacer ahora? Hasta el último descendiente imperial ha muerto. Nuestro gran imperio ha terminado. Todo ha terminado...
- El Imperio Franco debe seguir existiendo. Incluso sin el emperador.
- No sé lo que estás tratando de decir. ¿Estás tratando de decir que debemos convertirnos en una república?
- Si es la única solución que nos queda.
Varios nobles comenzaron a discutir aquí y allá. Hasta ahora se habían reunido e intercambiado opiniones sólo en pequeños grupos para no llamar la atención, pero se dieron cuenta de que no podrían llegar a ninguna conclusión si seguían hablando sólo en pequeños grupos. “¿Qué postura iban a tomar todas las facciones...?” Los nobles empezaron a soltar sus quejas una vez que toda la nación se vio empañada.
- ¿Llevaremos a cabo nuestra revuelta como estaba previsto o la cancelaremos? ¡Al menos deberíamos decidirlo claramente!
- Nuestros planes se han arruinado, así que no tenemos otra opción que coronar a Su Majestad Enrique...
- ¿Nos estás diciendo que sirvamos a ese emperador, que puso a nuestro país en este estado para empezar, otra vez? Aah. Incluso si lo hiciéramos, ¿crees que nuestro pueblo nos apoyará? También podríamos iniciar una rebelión. Eso suena más plausible.
Tenían que preparar contramedidas lo antes posible. Los nobles acordaron celebrar una asamblea en secreto. El lugar fue una finca aislada en las afueras de la capital imperial, Parisorium. También se aseguraron de reunirse después de que el ejército de Bretaña abandonara la ciudad por si acaso.
Hubo varios nobles que se negaron a participar en la asamblea. Estaban siendo especialmente cautelosos. Aunque la situación política fuera incierta, no, era porque era incierta por lo que afirmaban que debían ser más precavidos.
- No hemos descubierto por qué fue asesinado el descendiente imperial. Existe la posibilidad de que haya un espía entre nosotros, ¿y aun así dices que debemos reunirnos en un solo lugar?
- ¿¡Crees que la zorra de Henrietta perderá esta oportunidad!? ¡Qué increíble! Todos se están suicidando.
¿Buscarán seguridad a pesar de la situación que tienen ante ellos?
- ¿Estás diciendo que debemos esperar hasta que la guerra termine sin establecer ningún tipo de medidas? ¿Es esa la seguridad de la que hablan? Eso no es seguridad, eso es simplemente que ustedes descuiden a nuestra nación y a nuestra gente. Eso no es más que un abandono de funciones.
- Bretaña está actualmente en peligro inminente. ¿Cuándo se volverá a presentar una oportunidad como ésta?
¿O darán un paso adelante a pesar del peligro?
La mayoría de los nobles francos optaron por lo segundo. Llevaban ya 4 años en silencio. ¿Para qué han sido pacientes? Todo por una oportunidad como ésta. Alrededor de dos tercios de las familias patriotas participaron en esta asamblea secreta. Sin embargo, la historia demostró que actuar audazmente no era la respuesta correcta en este día.
- ¡Un ataque enemigo!
Sucedió mientras todos mantenían un feroz debate durante la noche. Los guardias entraron gritando.
- ...Nos han engañado.
- Esa maldita ramera.
Todos los nobles desenvainaron sus espadas. No había nadie tan tonto como para preguntar qué estaba pasando. Sin duda, tanto los monárquicos como los republicanos habían estado viviendo sus vidas mientras intentaban evitar la mirada de Bretaña. Enseguida se dieron cuenta de lo que ocurría.
Ya se habían olvidado de la feroz discusión que mantenían hacía un momento mientras tomaban posiciones defensivas en torno a la entrada de la finca. Todos eran nobles a los que se había entrenado para ser caballeros desde pequeños. Puede que no supieran usar el aura, pero al menos sabían luchar. Los soldados que estaban ubicados alrededor de la finca como guardias fueron desalojados en un instante. Los caballeros Bretaños pronto se acercaron a la puerta principal con pasos lentos. Clack, clack sus pasos resonaban claramente.
- ¿Quiere ver esto? ¿Por qué razón se han reunido individuos tan importantes en mitad de la noche?
Una mujer caballero habló en tono burlón. Llevaba una coraza plateada y una capa verde ondeando tras ella. Los nobles chasquearon la lengua al ver a la mujer caballero.
- Tsk Milian de Nazaire, ¿es...?
- Ha llegado un invitado no deseado bastante extravagante.
Los Caballeros de la Rosa Verde han existido desde la fundación de Bretaña. Una vez lograron hacer colapsar al ejército de un Señor Demonio con una sola carga. Su vicecapitán había venido personalmente a verlos. Los nobles habían traído escoltas algo fiables, pero no eran suficientes para derrotar a los mejores caballeros del continente. La mujer caballero sonrió.
- Los famosos por su patriotismo son una cosa, pero también ver aquí a individuos conocidos como traidores por el público hace difícil imaginar qué clase de conversación debieron de mantener todos ustedes. Debe de haber sido un tema muy interesante.
- ...
- Su Alteza la Reina también estaba bastante interesada en la reunión de esta noche. Puede darnos los detalles mientras estamos en la audiencia de Su Alteza.
Fingieron partir y esperaron a que los nobles se reunieran. Los nobles soltaron una risa tensa. Dentro de su grupo también había algunas personas que habían actuado como traidores y delatado a sus compatriotas a la Reina Henrietta. Se las habían arreglado para llegar hasta aquí sacrificando su orgullo, pero todo terminó en vano.
Los nobles levantaron sus espadas hacia adelante. No importaba qué tipo de excusas trataran de poner aquí, la Reina Henrietta definitivamente no iba a perdonarles la vida. Sólo una muerte sucia les esperaba después de una cantidad incierta de tortura y humillación. Se decidieron. Estaban preocupados por la seguridad de sus familias, pero también eran orgullosos nobles del Imperio Franco. Probablemente también estaban decididos.
- ¿Y si nos negamos a tener una audiencia con su reina?
Los caballeros desenvainaron sus espadas al unísono.
- Hay una cosa que los humanos no pueden rechazar en el mundo. Todos ustedes deben morir aquí.
La batalla comenzó. Los nobles francos se resistieron valientemente. Desde los jóvenes que acababan de convertirse en los jefes de sus hogares hasta el hombre de 70 años que había perdido a todos sus descendientes, todos los que podían sostener una espada cargaron hacia adelante. Sólo había una línea que gritaban al unísono.
- ¡Por el Imperio Franco!
Los republicanos dieron cuchilladas por los monárquicos. Los monárquicos saltaron a la batalla para salvar a los republicanos. Incluso estos individuos que solían ser archirrivales debido a sus diferentes ideologías no eran más que aliados en sus momentos finales.
- ¡Por Su Alteza la Reina!
Las espadas se clavaron en los pechos de aquellos nobles como si se rieran de su sacrificio. Los intestinos de un joven noble se derramaron por el suelo al ser atravesado su estómago por una lanza. El muchacho cayó y trató de empujar sus tripas hacia su interior, pero no pudo hacer mucho antes de morir. Los sonidos de gritos y gemidos se mezclaron mientras teñían de rojo la finca. Cierto hombre de mediana edad corrió hacia delante urgentemente con las manos en alto. Él era el traidor que le contó a Bretaña sobre esta asamblea.
- ¡Espere! ¡Señorita Nazaire! ¡Soy yo! ¡No me mate!
El vicecapitán se acercó a él con una agradable sonrisa.
- Así que estabas aquí. Su Alteza estará muy complacida con los resultados de esta noche.
- Muchísimas gracias. El favor de Su Alteza es como los ríos y los mares.
El pequeño número de nobles y sus escoltas que aún estaban vivos se sobresaltaron con sus rostros empapados de sangre.
- ¡Bastardo, Bethune!
- ¡Que tu sucio linaje sea maldecido por toda la eternidad!
Los que solían ser sus aliados gritaron maldiciones al hombre. El hombre se estremeció por un momento, pero frunció las cejas como si estuviera disgustado.
- ¿Y cómo de limpio debe ser tu linaje para cantar alabanzas sobre el Imperio Franco un día sí y otro también? La nacionalidad no es lo importante para el pueblo. Tampoco importa quién sea el emperador. No importa quién sea el gobernante, si es del Imperio Franco, de Bretaña, o incluso un Señor Demonio, ¡siempre y cuando gobierne bien!
- ¡Cállate, tus palabras están llenas de mierda! ¡El Imperio Franco fue quien te crio, no Bretaña! El pueblo Franco te dio sus impuestos, tus padres francos te criaron, ¡y fueron las montañas y los arroyos del Imperio Franco los que te protegieron! ¡Cómo se atreve a hablar del pueblo un cerdo que no reconoce a sus propios padres!
- No tiene sentido discutir... ¡La historia es algo que cambia! ¡Por el bien del pueblo!
Fue en ese momento. La cabeza del hombre fue cortada. El hombre cayó al suelo con los ojos muy abiertos. Su cabeza rodó hasta los pies de los otros nobles.
- ¿Q-Qué...?
- ...
Los nobles olvidaron su enfado al quedarse sin palabras. La vicecapitana sonreía frente a ellos. Su espada estaba empapada en sangre. La mujer caballero había ejecutado personalmente al traidor que debería haber sido aliado de Bretaña.
- Esta es la razón por la que ustedes los francos son deficientes. Sin importar cuan correctas sean sus palabras, deben tener la fuerza para respaldarlas.
- ¿Por qué mataste a ese tipo que nos traicionó?
- No entiendo tu pregunta. He dicho claramente que “todos” aquí morirán.
- ...
- Veré si aún son capaces de hablar de esa creencia suya después de convertirse en cadáveres.
Todos los nobles fueron masacrados, sin dejar supervivientes. Una violenta tormenta barrió también a sus familias. Una parte del ejército de Bretaña que había abandonado la capital regresó y atacó a las familias. Se llevó a cabo una purga masiva en la que mujeres, niños y ancianos fueron asesinados indiscriminadamente.
- Actualmente, varios nobles han conspirado e iniciado un levantamiento.
- De acuerdo con la orden del Emperador, estos disturbios serán neutralizados rápidamente.
- Debido a la gravedad de sus crímenes de ser movidos por nuestro enemigo y tratar de sacudir nuestros cimientos, serán ejecutados sin excepción.
Así, en el lapso de sólo 2 días, casi 300 personas fueron ejecutadas. El ejército bretaño se sintió satisfecho después de librarse de sus futuros problemas y avanzó sin demora. Cientos de miles de tropas fueron enviadas junto con los soldados francos para enfrentarse al ejército de los Señores Demonio. Su paso era tan rápido como un blitz.
- ...
Los nobles que sobrevivieron gracias a su cautela se mordieron los labios. Las cabezas de sus camaradas estaban expuestas en los bordes de las lanzas en todas las plazas de la ciudad. Había incluso el cadáver de un joven cabeza de familia entre ellas. Los nobles se alejaron de las plazas. Se marcharon y derramaron lágrimas de sangre en un lugar apartado dentro de sus fincas, donde nadie pudiera verlos.
- ¡Nunca te perdonaré, Bretaña!
Barón Bercy. Incluso este hombre, que humildemente se refería a sí mismo como “barón”, estaba entre las personas que sobrevivieron. Rugió de dolor con sus labios desgarrados por sus propios dientes.
- ¡Nunca! ¡Nunca llegará el día en que la sangre se seque en suelo bretaño! ¡Dedicaré mi vida, mi sangre, todo a esto! ¡Tendré mi venganza!
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