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lunes, 28 de octubre de 2024

DH - Capítulo 204

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Capítulo 204
Cada vez más Solitario (V)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Kafen “Hoz” era un usuario de la habilidad de Dominio de Combate con sexto nivel de habilidad, y la fuerza de todo su cuerpo era incluso un poco superior a la de Hanlon. Sólo por un momento de descuido fue derribado por el ataque conjunto de Ricardo, Li y Hanlon. Sin embargo, su represalia antes de morir aún hirió gravemente a Hanlon. La sangre de Li hacía tiempo que había empapado la mitad de su cuerpo, y la única razón por la que aún era capaz de mantenerse en pie se debía puramente a su gran fuerza de voluntad. Mientras tanto, las contribuciones de Ricardo definitivamente no eran tan pequeñas como parecía. Sus disparos eran incomparablemente precisos, y si Kafen mostraba la más mínima negligencia, habría resultado gravemente herido por la puntería de Ricardo. Por muy poderoso que fuera su cuerpo, aunque se tratara de una potencia de fuego débil, si le bombardeaba continuamente, seguiría herido. Esto era especialmente cierto ya que la “hoz” no destacaba en defensa, y los rifles automáticos de dragón de tipo 3 eran poderosos y conocidos por poseer una viciosa potencia de fuego. Si recibía múltiples balas del rifle automático, Kafen podría no haber aguantado hasta que Li o Hanlon lanzaran sus ataques. Por eso casi la mitad de la atención de Kafen estaba puesta en el cuerpo de Ricardo. A pesar de ello, su pierna izquierda seguía fuertemente herida. Después de soltar la primera bocanada de sangre, Hanlon tragó con fuerza la segunda y miró hacia el lado del campo de batalla donde estaba María. Según el plan original, los 3 eliminarían rápidamente a Kafen mientras Su y Li Gaolei la presionarían. Después, Ricardo y Hanlon se unirían al bando de Su y se encargarían de María. El momento crítico dependía de lo rápido que pudieran eliminar a Kafen, porque aún quedaba Lynch, el carroñero que se escondía quién sabe dónde. Ninguno de ellos tenía idea de cuándo volaría la bala fatal del francotirador, ni hacia quién lo haría. Hanlon acababa de reunir fuerzas y se preparaba para correr hacia la siguiente batalla cuando de repente detuvo sus movimientos, conmocionado. Había 3 metros entre Su y María, y ambos estaban de espaldas el uno a la otra. La cabeza de Su colgaba un poco baja, su pelo rubio claro de varios centímetros de largo colgaba suavemente hacia abajo mientras bailaba lentamente con el viento nocturno. Sus manos colgaban de los costados de su cuerpo, sujetando 2 espadas cortas. La sangre de las espadas se juntó antes de esparcirse por el suelo, no se sabía si era Su o María quien perdía más sangre. El suelo entre Su y María estaba lleno de un horrible enrojecimiento. Era una alfombra hecha de sangre. María mantenía la cabeza alta y sacaba pecho mientras permanecía de pie con orgullo. Giró la cabeza para mirar a Su, ¡pero este pequeño y lento movimiento hizo que su cuerpo escupiera sangre por más de 10 lugares diferentes! La garganta de María soltó de repente un gemido confuso, lleno de desgana, rabia y confusión. Entonces cayó lentamente. Mientras tanto, Su seguía de pie. Hanlon estaba atónito. Su sangrienta batalla, si empezaban a contar desde que Ricardo abrió fuego, no duró más de 10 segundos. Originalmente pensó que habían terminado esta batalla rápidamente y quería darse la vuelta para ayudar a Su, sin embargo, se dio cuenta de que la batalla en ese lado ya había terminado. Hanlon poseía muchos años de experiencia en el campo de batalla, y originalmente pensó que Su ya se habría hundido en una situación desesperada con su vida colgando entre la vida y la muerte. Incluso ganar tiempo debería haber sido una tarea difícil. Aunque tenía a Li Gaolei ayudándole, en cuanto se enfrentara a María con las espadas desnudas, el rifle en manos de Li Gaolei perdería completamente su efectividad. La batalla en el lado de Su realmente terminó, es más, terminó mucho antes de lo que Hanlon esperaba. Sin embargo, quien cayó no fue Su sino María. Esto iba completamente en contra del sentido común de Hanlon y de su opinión sobre Su. Basándose en lo que había visto en el pasado, no creía que Su pudiera ganarle a María en absoluto, y que no había ni la más mínima posibilidad de que ocurriera. ¿Qué pasó exactamente? En ese momento, Su no pudo aguantar más y cayó lentamente al suelo. Hanlon se acercó con grandes pasos y lo levantó. Sólo ahora se dio cuenta de que todo el cuerpo de Su estaba cubierto de pequeños cortes y muchos de ellos sangraban continuamente. Sin embargo, cuando entró en contacto con el cuerpo de Su, Hanlon percibió claramente que su cuerpo aún estaba lleno de vitalidad. Aunque había sufrido heridas graves, ninguna de ellas ponía en peligro su vida. Mientras tanto, María, que había caído al suelo, ya estaba muriendo. Ricardo ya se había acercado. Le dio a Su una inyección de recuperación que contenía efectos estimulantes y paralizantes. Luego, palmeó el hombro de Hanlon y dijo. - Tampoco puedes entenderlo, ¿verdad? Cuando lo vi por primera vez, pensé lo mismo, pero ya me he acostumbrado. Todo es posible con ese tipo. En ese momento, Su, que se había inyectado un estimulante, ya había recobrado el conocimiento. Después de oír lo que dijo Ricardo, se rio débilmente y dijo. - Hace un momento... en lo que competí contra ella fue sólo en quién podía despedazar al otro más rápido y quién podía recibir más cortes, igual que... igual que... - ¿Igual que cuando luchaba contra las turbas del desierto? Ricardo terminó la frase de Su. - Sí... Ricardo lanzó una mirada a Hanlon y se encogió de hombros con impotencia. La expresión en el rostro de Hanlon también era extremadamente brillante. Cuando se luchaba contra las turbas en el desierto, no había ninguna habilidad de combate de la que hablar, hasta el punto de que no había ninguna habilidad con armas de fuego de la que hablar, y aún menos habilidades de dominio. Era sólo una competición de quién era más rápido con la espada. Si un teniente coronel de los Jinetes de Dragón Negro podía ser derrotado por una competición de quién era más rápido con la espada y quién aguantaba más ataques, entonces este mundo era demasiado extraño. Cuando Kafen y María cayeron, la batalla ya había terminado. Los subordinados de estos hacía tiempo que habían perdido las ganas de luchar y se habían dispersado como los pájaros. Sin embargo, en esta tundra desolada y helada, sin un Jinete que los guiara, era probable que ninguno de estos subordinados pudiera salir de esta vasta tundra, y como tal, los hombres de Su y Ricardo no decidieron perseguirlos. De principio a fin, Lynch nunca se dejó ver. Ya se había levantado una tienda en la tundra, y dentro había un puesto médico provisional. Sólo ahora mostró su valor el personal médico de Ricardo. Tras una hora de operación quirúrgica, las heridas de Li finalmente se estabilizaron, y no quedaría ningún efecto residual de esta batalla. Los demás subordinados también recibieron tratamiento uno tras otro. Aunque las heridas de Hanlon no eran leves, sus extraordinarias habilidades de Dominio de Combate le proporcionaban igualmente una gran capacidad de recuperación, por lo que tratarle un poco más tarde no era un gran problema. Por ello, dio prioridad de tratamiento a los subordinados. Hanlon no era un Jinete, pero era amigo de Ricardo, y como tal, su estatus era mayor que el de un subordinado. Además, su fuerza, comparable a la de un teniente coronel, le hacía merecedor de un estatus superior. En este mundo en el que la clase social se distinguía claramente por la fuerza, Hanlon, a quien no le importaba mucho el estatus, era toda una rareza. Hanlon estaba solo en la tundra, dejando que los fríos vientos soplaran a través de su pelo ligeramente enrollado. Sus ojos grises oscuros miraban en la oscuridad sin límites a pesar de que no podía ver mucho. En la oscuridad podían verse algunas chispas que parpadeaban entre brillantes y oscuras; procedían del cigarrillo de Ricardo. El cigarrillo encendido resplandecía especialmente en la oscuridad, e incluso se podía ver a más de 10 kilómetros de distancia. Terminada la batalla, Ricardo volvió a su frívola forma de comportarse. Se acercó despreocupadamente al lado de Hanlon y siguió su mirada en la oscuridad. Por supuesto, tampoco pudo ver nada. - ¿Sigues pensando en Su? - Es un tipo interesante. Me preguntaba cuál sería la inolvidable lección que iba a dar al enemigo. Le respondió Hanlon. Entonces alargó la mano y le quitó el cigarrillo a medio fumar de la boca antes de tirarlo al suelo. Después de apagarlo, dijo. - ¡No olvides que todavía hay un francotirador que no ha aparecido! Realmente te estás convirtiendo en un blanco demasiado grande. No tengo ninguna confianza en recibir su disparo. ¿Y si nos dispara a nosotros? - Es un tipo listo y atesora bastante su vida. No se atreve a abrir fuego. Si lo hace, ¿sería capaz de huir de tu persecución? Hemos visto muchos francotiradores de ese tipo, y nunca te he visto derrotado por uno de ellos. - Ahh... Es difícil de decir. Este mundo está cambiando demasiado. ¿Quién habría esperado que un tipo del Dominio de la Percepción pudiera derrotar en combate cuerpo a cuerpo a un teniente coronel que destaca en el Dominio del Combate? Cierto, Ricardo, ¿por qué he oído que tu familia y Su sienten un profundo odio? Ricardo se encogió de hombros y dijo. - La familia es la familia, yo soy yo. Sabes que nunca he tomado nada de la familia en los últimos años. Además, me gusta la forma de hacer las cosas de Su. Es alguien que aún encarna muchos de los ideales de la vieja era, pero puede que ni él mismo se haya dado cuenta. - Es decir, ¿es el tipo de camarada al que puedes confiar tu espalda? - ¡Exacto!

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