Volumen 1 Capítulo 47
Observar
Traducción y corrección: Radak
Edición: Radak, Sho Hazama
Edición: Radak, Sho Hazama
A Gou Ren le dolía el trasero.
Le dolí mucho.
Demasiado, y estaba agachado lijando el piso, lo que aumentaba su sufrimiento.
Su trasero no le había dolido tanto desde que su madre lo había sorprendido robando las trampas de su padre y reclamando las pieles como si fueran suyas, y eso fue hace media década.
Aunque nunca hubiera esperado que fuera uno de sus amigos quien le administrara el castigo, parecía que la paciencia de Jin no era tan infinita después de todo. Supuso que en cierto modo se lo merecía; había sido bastante incesante en sus bromas sobre la hombría de Jin.
Pero lo peor fue que se sintió un poco mejor después de que Jin lo golpeara con las ramas.
Bostezó mientras sus brazos seguían moviéndose, lijando el piso mientras su mente divagaba. Habían terminado las cosas extremadamente rápido ayer, y aunque había trabajado tanto, todavía se sentía vigoroso y listo para más. Incluso había podido jugar un poco de Ha Qi con Chun Ke y su hermano, y todavía se sentía bien.
Se preguntó distraídamente sobre su nueva energía. Parecía que ya casi no se cansaba, incluso cuando trabajaba todo el día. Tal vez Jin tenía razón con respecto al arroz, pero Gou Ren había comido principalmente arroz integral antes, así que no podía ser tan diferente. O tal vez eran los huevos y las verduras que Jin les daba ocasionalmente, los que tenían mejor sabor que todo lo que había comido antes. ¿Era porque los cultivaba un cultivador?
Él no lo sabía. ¿Quizás estaba simplemente adquiriendo fuerza? Su padre decía que los jóvenes alcanzaban su máximo potencial en los primeros años de vida.
Tenía veinte años y acababa de cumplir dieciocho. Tal vez era eso. Estaba creciendo.
Terminó de lijar la sección del piso y Bi De entró. Le hizo un gesto con la cabeza al gallo, que usó sus alas para levantar una ráfaga y barrer todo el polvo de madera de la casa.
Útil, pensó. Todo esto del Qi era muy útil. No era de extrañar que los cultivadores pudieran pasarse el día sentados en las historias. Supuso que otras personas se encargaban de todo; incluso con el Qi, Jin estaba constantemente ocupado.
Y pronto él también lo haría, trabajando en la granja para Jin. Su amigo había mantenido su choza bien cuidada durante todo el invierno y le había dicho a Gou Ren que podía quedarse con ella si quería algo de privacidad. Gou Ren decidió que podría aceptar la oferta de Jin, pero la nueva casa de Jin era tan bonita que una habitación aquí estaría bien.
Sería de gran ayuda que Meiling estuviera allí. A él le gustaba Jin, de verdad que le gustaba, pero algo no iba bien sin ella cerca para curar sus heridas y raspones. Yun Ren, por otro lado, estaría en casa. Él y su hermano nunca habían estado separados por más de una semana, desde que tenía memoria.
La idea le resultó un poco incómoda. No podía estar sintiendo nostalgia ya, ¡ni siquiera se había ido todavía!
Bueno, no lo pensé dos veces. Lo daría todo, como siempre hacía. Además, Hong Yaowu no estaba tan lejos. A un día y medio.
Menos, si pudiera convencer a Chun Ke para que lo llevara, y el jabalí—bueno, su amigo, si era sincero—siempre era agradable.
Golpeó el otro lado de la habitación. Era el último pase y probablemente era cerca de la hora del almuerzo. Pasó los dedos por el suelo liso, asegurándose de no haber dejado ningún punto sin tocar. Ninguna astilla le tiró de los dedos. Volvió a asentir hacia Bi De, el gallo lo examinó de esa forma espeluznante en que los pollos miran a las personas, antes de que el ave asintiera de vuelta y limpiara una vez más el polvo.
Se estiró y se dio cuenta de que su espalda no le dolía tanto como esperaba después de haber estado agachado durante horas.
Fue a buscar a Jin. Se encontró con su hermano, que también había terminado arriba. Se saludaron con la cabeza y salieron al sol.
Jin y el Dignatario Hong estaban preparando la laca y hablando con entusiasmo sobre las abejas, entre otras cosas. La única experiencia que Gou Ren tenía con las abejas era encontrar algún que otro nido salvaje. Los panales capturados que se usaban para la medicina estaban completamente prohibidos.
La miel era deliciosa.
“Terminamos con los pisos”, gritó Yun Ren, y tanto Jin como el Dignatario Hong parecieron sorprendidos.
“¿Ya?” Preguntó el Dignatario Hong. Parecía un poco escéptico, pero no los cuestionó ante el asentimiento de Gou Ren. Después del incidente de la piel, nunca mintió sobre terminar el trabajo.
“Gracias. Pueden tomarse un descanso y yo terminaré de pintar los pisos” dijo Jin, impresionado. “Faltan algunas horas para el mediodía, ustedes son rápidos.”
Tanto Gou Ren como Yun Ren se sobresaltaron. Realmente no habían estado trabajando por mucho tiempo, ¿o sí? Yun Ren frunció el ceño, pero no dijo mucho mientras tomaban los palos de Ha Qi nuevamente. Habían probado los zapatos con cuchillas de Jin, una vez. El calzado era demasiado difícil de manejar y Gou Ren prefería correr, incluso si Jin decía que las cuchillas eran la forma en que se debía jugar al Ha Qi.
Antes de pisar el hielo, se dieron la vuelta para mirar nuevamente la casa.
“Dioses,” murmuró Yun Ren “a veces desearía ser una chica para que alguien me construyera una casa tan bonita.”
Gou Ren se rio. “Eres lo suficientemente alto para eso, hermanito.” El hecho de que Gou Ren fuera más alto que su hermano mayor era un punto delicado. “¿Tal vez algún noble ciego te confunda con una chica?”
Yun Ren resopló. “Estás enojado porque heredé la buena apariencia de mamá, chico mono. Pero ser una chica es demasiado aburrido. Voy a vivir aquí como un parásito.”
Gou Ren empujó a su hermano por el comentario sobre el chico mono, y Yun Ren le golpeó la parte posterior de la rodilla con su palo.
Y así empezó su juego de Ha Qi. Bueno, fue menos un juego y más simplemente placajes entre ellos repetidamente e intentos de mantener el control del disco. Ni siquiera hubo un intento simbólico de anotar.
Chocaron una y otra vez, como lo habían hecho durante años. Sus palos chocaban entre sí con fuerza, empujándose y presionándose.
Gou Ren era más fuerte, Yun Ren más astuto.
En realidad, no intentaban hacerse daño el uno al otro, sólo forzar al otro a someterse.
No sabían cuánto tiempo lucharon y fingieron, pues detenerse era lo único que significaba la derrota.
Estaban tan absortos en su juego que no se dieron cuenta de que los estaban observando.
Hasta que finalmente fueron interrumpidos por Jin.
“¿Les importa si me uno?” Preguntó, con las cuchillas en los pies. Los hermanos hicieron una pausa en su batalla, evaluando al intruso. El ardor residual en cada uno de sus traseros selló el trato.
Yo y mi hermano contra mi amigo.
Atacaron como un solo hombre. Sus palos volaron por el aire y sus cuerpos empujaron a Jin mientras intentaban quitarle el disco, pero él siempre estaba un paso adelante. Se deslizaba por el hielo con gracia, sin quitarles los ojos de encima y frustrando cualquier intento de ataque de pinza.
Los ataques directos fallaron. Se empujaron y se dieron codazos, pero esta vez Jin no se movió. Se limitó a sonreír y los ignoró, incluso con sus pies torpes y afilados.
Gou Ren sabía que Jin les permitía empujarlo cuando jugaban normalmente. Era un juego y él controlaba cuidadosamente su fuerza y velocidad para que todos pudieran divertirse. Pero esta vez, los estaba empujando. Burlándose de ellos.
Lo que había comenzado como diversión ahora tenía toda su concentración. Gou Ren respiró profundamente y se tranquilizó. Su hermano hizo lo mismo a su lado.
Se saludaron con la cabeza. ¡Incluso si Jin era un cultivador, iban a tomar el disco al menos una vez! Se movieron tan rápido como pudieron, tratando de atraparlo, pero Jin se movió aún más rápido, patinando hacia atrás lentamente y esquivando sus golpes.
Jin empujó a Gou Ren hacia un lado, pero Yun Ren apareció como un cometa y chocaron; ambos giraron hacia un lado y Gou vio que los ojos de su hermano se abrían por completo y su exhalación salía en un bramido humeante.
Sus ojos se cruzaron brevemente con los de su hermano. El dedo índice de la mano derecha de Yun Ren se cruzó sobre su cintura. Gou Ren asintió, el mensaje había sido recibido.
Gou Ren inhaló y el aire llenó sus pulmones. Él y su hermano se lanzaron.
Se alejaron del hielo y atacaron desde dos ángulos separados.
Se concentraron, esforzándose hasta el límite.
Y entonces el bastón de Yun Ren se rompió. Con la concentración rota, Gou Ren tropezó y se deslizó por el hielo, hasta que finalmente se detuvo cuando se estrelló contra un montón de nieve.
“¡Maldita sea, otra vez no!” Gimió Yun Ren. Tiró la madera a un lado con frustración. “¿¡Por qué sigue pasando eso!?”
“Porque eres un cultivador”, dijo Jin con una expresión extraña en su rostro. “Los dos.”
Hubo un silencio atónito, y lo único que Yun Ren pudo hacer fue quedarse boquiabierto.
Gou Ren miró confundido a su hermano mayor desde su posición boca abajo, con la cabeza cubierta de nieve. Eso no puede ser correcto.
“¡¿Esto es una especie de broma, Jin?!” Preguntó Gou Ren, saliendo del montón de nieve.
Jin se encogió de hombros. “Bueno, tal vez no cultivadores todavía… Pero romper arcos, levantar veinte tablas de piso, lijar un piso en minutos en lugar de horas… Seguro que están usando Qi.”
“Pero, ¿no deberíamos haberlo sentido?” Preguntó Yun Ren.
“Probablemente sí. Te has sentido bastante bien últimamente, ¿verdad? ¿Con mucha energía?”
Los hermanos Xong se miraron entre sí. Eso tenía sentido... “Pero, ¿no debería sentirse diferente?” Preguntó Yun Ren. “Solo sentirme un poco más enérgico es…”
“A la mayoría de las personas hay que enseñarles a sentir su Qi. Es parte de ti. ¿Puedes sentir cómo tu estómago digiere los alimentos? ¿Cómo tu hígado y tus riñones hacen su trabajo? Claro, el Qi es más fácil de sentir que eso, pero…”
Jin suspiró.
“Parece que ustedes dos se quedarán un poco más de lo que originalmente habían planeado. Al menos los llevaré al punto en el que no rompan nada por una descarga de Qi descontrolada.”
