Capítulo 421
Un Otoño Dorado (V)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
La mano de Barbatos era fría como el hielo.
- Dantalian, te haces el tonto a propósito, ¿verdad?
Giré sólo la parte superior de mi cuerpo para mirarla. Al parecer, no tenía intención de soltarme, ya que seguía mirándome fijamente mientras me sujetaba la muñeca. Debido a nuestra diferencia de altura, tuvo que mirarme.
- ¿Te haces el tonto? ¿Para qué? Podemos absorber a la Facción de la Montaña ya que estamos. Sería la solución más sencilla y segura. Así, tú y Zepar no tendrán que agachar la cabeza. Todos nuestros problemas quedarán resueltos si aprovechamos esta oportunidad para borrar todo lo que la zorra de Paimon dejó atrás. Has dicho que están todos reunidos en el palacio, ¿verdad? Perfecto. Esta es nuestra oportunidad. Podemos acabar con todos a la vez.
Los ojos dorados de Barbatos brillaban con intenciones asesinas. Me quedé tan sorprendido que solté una carcajada hueca.
- ¿Estás loca, Barbatos? Todo lo que quieren es una simple disculpa. Ni siquiera tienes que disculparte tú. Si agacho la cabeza, todo termina feliz y seguro. Pero no, no puedes agachar la cabeza, ¿así que prefieres empezar una guerra?
- No hemos hecho nada malo. Zepar no ha hecho nada malo, tú tampoco, y desde luego yo tampoco he hecho nada jodidamente malo. Dantalian, no veo por qué deberíamos disculparnos con esa perra asquerosa.
Parecía que Barbatos hablaba completamente en serio.
Eso es la política.
- La política es un medio establecido entre individuos al menos aparentemente iguales. Yo soy la Señor Demonio más poderoso, ¿sabes? Ya no necesitamos la política.
El agarre de Barbatos en mi muñeca se tensó.
- ...
- Sólo había una razón por la que no había sido capaz de aplastar a la Facción de la Montaña hasta ahora. Era porque esa zorra de Paimon era popular entre los demonios. La gente se siente naturalmente atraída por las mujeres que se ríen como putas. Pero ahora, Paimon está muerta. Y Sitri ha demostrado lo tonta que es. Masacró a casi 100.000 demonios, gente inocente. Olvidó que el sustento de su facción son los demonios y los mató ella misma. Que idiota...
Los labios de Barbatos se torcieron en una sonrisa.
- Gracias a ella, la Facción de la Montaña se ha unido como una sola.
- Un puñado de débiles uniéndose no es suficiente para asustar ni a un perro que pasa.
Barbatos estaba dando en el clavo. Gracias al reinado de terror de Sitri, la Facción de la Montaña se había unido como una sola, incluso en tiempos tan calamitosos. Pero el problema era la opinión pública. Actualmente, los demonios lloraban la muerte de Paimon. El ambiente era tal que ni siquiera despedazar miembro a miembro a los archiduques que la asesinaron bastaría para satisfacer a las masas. Sin embargo, con respecto a la masacre de Sitri, que aniquiló indiscriminadamente a civiles no relacionados con los archiduques, el sentimiento era... naturalmente, muy negativo. “Sangrienta Sitri”, este era el nuevo apodo de Sitri. Sin embargo, nadie podía levantar la voz para quejarse. Aunque quisieran, no podrían.
Las figuras más poderosas del continente demoníaco fueron asesinadas con tanta facilidad. 100.000 ciudadanos fueron enterrados en poco más de 10 días. En semejante situación, no había demonio lo bastante audaz para maldecir a Sitri. Después de todo, todos ellos ya habían sido enterrados. Así que, en otras palabras: Sitri está cavando su propia tumba.
Si se tratara de un Señor Demonio y no de un simple demonio, puesto que los compañeros Señores Demonio son los únicos que pueden oponerse entre sí, sería posible criticar a Sitri incluso en esta situación.
- Ella ya ha cruzado el límite permitido matando a 100.000 demonios inocentes. Y ahora incluso ha purgado a Belial, un compañero de facción. Dantalian, no puedes ser tan estúpido, ¿verdad? No podemos agachar la cabeza en un momento como este. Esta es una oportunidad. ¡Una oportunidad de oro que no se presenta 2 veces...!
‘Barbatos tenía razón. Si queríamos eliminar a la Facción de la Montaña, ahora era la oportunidad celestial. Su líder, Paimon, había sido asesinada, y su recién ascendida líder, Sitri, había perdido el apoyo popular. Mientras tanto, la Facción de las Llanuras se jactaba de su firme posición. La Facción de las Llanuras tenía tanto la justificación como la capacidad para derrocar a la Facción de las Montañas. Aún así, la razón por la que no señalé eso fue...’
- No te sientas culpable por Paimon, Dantalian.
- ...
Barbatos se rio burlonamente y tiró de mi mano, colocándola firmemente contra su pecho
- Incluso si tratas de sacrificarte por la Facción de la Montaña ahora, sólo se vería ridículo. ¿Qué? ¿Empezaste a sentirte mal por Sitri porque se volvió loca? ¿De repente te sientes culpable porque parece que todo es culpa tuya? No me hagas reír. La lástima y la culpa son forraje para cerdos. Lo único que hacen es engordar el alma con peso inútil. Si ibas a ser tan blando, no deberías haber matado a Paimon en primer lugar... Deberías haberme matado. Deberías haber elegido a esa zorra de Paimon antes que a mí. Pero no lo hiciste, Dantalian, idiota. Me elegiste a mí. Y ahora tienes que soportar el peso de esa elección para siempre.
Barbatos me abofeteó la mejilla. No fue una bofetada fuerte. Sólo lo suficiente para hacerme girar ligeramente la cabeza. Se sintió más como un golpe en la mente que en el cuerpo.
- No te ablandes conmigo. Mantente implacable. Esto es exactamente como dijiste: es sólo política. ¡Y la esencia de la política es que los débiles sean devorados por los fuertes! ¡Sin Paimon, la Facción de la Montaña no tiene causa, ni propósito! ¿Por qué debemos mantener a un grupo tan inútil y sin carácter?
Barbatos me soltó por fin la muñeca. Pero su mirada permaneció fija en mí, atándome más fuerte de lo que su agarre lo había hecho nunca. Se negaba a soltarme.
- Ya me he decidido. Aún no estaba segura cuando Zepar vino a informarme de lo que me había pasado, pero tu patética exhibición ha solidificado mi decisión. Sí, es hora de aplastar a los gusanos que están royendo al Ejército del Señor Demonio.
- Eso es imprudente. Incluso si la Facción de la Montaña carece de combatientes, Sitri todavía está allí.
- Ja, tu boca puede estar torcida, pero no tuerzas tus palabras. No tienen a nadie excepto a esa zorra de Sitri. ¿De verdad crees que puede con Beleth, Zepar y conmigo a la vez? Sería un milagro que aguantara siquiera 10 minutos.
Me callé. Era cierto. Tras una breve pausa, volví a hablar.
- Los otros Señores Demonio no se quedarán de brazos cruzados mientras la Facción de las Llanuras se queda sin control. Mira a Marbas. El más sensato y culto de entre nosotros guarda silencio sobre la reciente masacre porque cree que la Facción de la Montaña no debe caer ahora mismo.
- Transmitiré la información de que Sitri mató a Belial.
Barbatos respondió de inmediato. No parecía que hablara de improviso. Debía de haberlo pensado largo y tendido mientras contemplaba el estanque del jardín antes de que yo llegara. Ella lo había estado planeando todo este tiempo.
- Lo que teme ese vejestorio de Marbas no es el colapso de nuestras facciones. Teme las situaciones que no se pueden controlar. Si tiene la certeza de que Sitri se ha vuelto loca hasta el punto de ser incontrolable, se decidirá a deshacerse de ella aunque haya que derramar un poco de sangre.
Eso también era cierto. Si descubre que Sitri no se limitaba a masacrar civiles y que estaba reinando activamente el terror matando sin dudarlo a un compañero Señor Demonio de su propia facción, Marbas se plantearía seriamente disolver la Facción de la Montaña.
- No tenemos que matar a todos los Señores Demonio de la Facción de la Montaña. Ya son unos debiluchos patéticos que no pueden hacer nada sin un líder que los guíe. Todos se alinearán si eliminamos a Sitri. No importa incluso si luego deciden unirse todos a la Facción Neutral.
- ...
Barbatos habló en tono grave.
- Y, Dantalian, 100.000 demonios inocentes murieron. Los Señores Demonio son responsables de la raza demoniaca. Sitri, que ha olvidado este deber y se ha desbocado por venganza personal, ya no merece llamarse Señor Demonio. Por el bien de la raza demoniaca, tengo que eliminarla.
Esta fue probablemente la razón decisiva para Barbatos. Había estado esperando en silencio porque no era capaz de aprovechar una oportunidad de oro. Desde su perspectiva, que Sitri purgara a Belial era exactamente lo que había estado esperando desesperadamente. Eliminar la Facción de la Montaña y hacer que la Facción de las Llanuras representara la voluntad de los demonios había sido su vieja ambición. Esta era la oportunidad de lograr ese objetivo...
- Dantalian, te lo dije en Bruno. No puedes ser un mocoso ahora. Debes convertirte en un Señor Demonio que lleve el consenso de todos los demonios en su espalda. Si alguna vez hay un momento en que debemos convertirnos en reyes, este es probablemente ese momento exacto.
- ...
Barbatos golpeó ligeramente mi pecho con su puño.
- Elimina a la lunática que masacró a 100.000 de los suyos. Aquí no hay lugar para sentimientos personales como la culpa. Yo persuadiré a ese vejestorio de Marbas. Tú ve a persuadir a Vassago y Gamigin. No debería ser difícil, ya que ambos bailarían desnudos en medio del desierto si se lo pidieras. El único obstáculo es convencer a ese viejo.
Barbatos comenzó a caminar a mi lado. La Señor Demonio de pelo blanco recorría lentamente el camino de piedra del jardín trasero, que se había oscurecido porque las nubes ocultaban la luna.
- Si no puedes matar a Sitri... ven y dímelo directamente. Respetaré tu decisión si me dices que no puedes participar en esto. Aunque me decepcionarás mucho. Mucho.
El sonido de sus pasos se hizo más tenue hasta que finalmente desapareció en el aire. Me quedé solo en el jardín. Barbatos tenía tendencia a obligarme a elegir entre 2 opciones, y esta vez no era diferente. Paimon o yo. Sitri o yo. Hacía que la situación, vaga y poco clara, se volviera distante. Sin embargo, la responsabilidad de la elección era mía. Eso no me molestaba. No quería culpar a Barbatos.
Desde el principio, la culpa fue mía por intentar tenerlo todo. Creí que podía controlar y manejar a la Facción de las Llanuras, la Facción de las Montañas, la Facción Neutral e incluso a los Señores Demonio no afiliados. A esto se le puede llamar confianza inmadura. Naturalmente, las facciones y los individuos que habían estado enfrentados durante miles de años no iban a deshacerse de sus antiguos agravios sólo por mí.
Incluso si no hubiera tomado esta forma, habría tenido que cortar con Barbatos o Paimon en algún momento. Supuse que ocurriría al menos 10 años después. Pero Paimon y Barbatos juzgaron que era una cuestión inmediata. Por eso Paimon dio el paso audaz con la reunión de representantes republicanos, y Barbatos utilizó a los archiduques del continente demoniaco para asesinar a Paimon. Ambos creían que si era inevitable, debían atacar primero. Pensaron que si no actuaban primero, sería ella la que sufrirían.
‘Al final, ¿fui yo el torpe? ¿Cometí un error en alguna parte? Barbatos, intencionadamente o no, lo señaló con mucha precisión. Tuve que cargar siempre con la responsabilidad. Esto fue algo que sentí a fondo cuando la sangre caliente de Paimon empapó mis palmas...’
Me di la vuelta y caminé en dirección al dormitorio de Gamigin. Ahora iba a persuadirla y luego seguiría con Vassago.
‘Era imposible detenerse ahora. Ni Barbatos, ni yo, ni Sitri podíamos parar...’
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