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jueves, 15 de febrero de 2024

DD - Capítulo 210

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Capítulo 210
Aventureros de Rango D (II)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
- ¿Es así? Estás trabajando, ¿verdad? Está bien. El trabajo es importante, después de todo. Dejé escapar un “¡Oh, claro!” y metí torpemente la mano en mi monedero. - Les daré a todos un incentivo por el buen trabajo que han hecho hasta ahora. Ahora bien, trabajadores míos que han trabajado duro, ¡cojan todo el oro que puedan! Reí galantemente mientras esparcía monedas de Oro. No estaba malgastando mi dinero. Llevaba 2 meses fuera, así que los trabajadores probablemente no sabían cómo tratarme. Mi intención era cambiar el ambiente celebrando un pequeño festival y hacer que pudieran acercarse a mí sin reservas. Un sonido claro sonó mientras las monedas de Oro se derramaban por el suelo de la caverna. Los cuellos de los goblins y los enanos prácticamente se partieron al girar la cabeza hacia mí en cuanto oyeron que las monedas caían al suelo. Levantaron los pies como si quisieran correr hacia mí, pero... - ¿Hm? Se quedaron quietos. Los trabajadores se giraron con cuidado, con mucho cuidado, para mirar al mismo sitio con los ojos inyectados en sangre. La persona que estaba al final de sus miradas no era otra que Lapis Lázuli. La súcubo de pelo rosa estaba allí de pie. - Está bien si elevas el techo central del primer piso. No tienes que preocuparte por la solidez. Lapis siguió dando órdenes como si las monedas de Oro no le importaran en absoluto. - Pensando en un futuro lejano, en el primer piso habrá varias tiendas para los aventureros. Puede que se cree una plaza en el centro. Tienes que considerar esto también. ¿Entiendes? - S-Sí. Entendido, Directora General. Los trabajadores se inclinaron ante Lapis. Miraron de reojo las monedas de Oro esparcidas por el suelo y tragaron saliva, pero no se atrevieron a dar ni un solo paso hacia las monedas. Me di cuenta de algo. ‘Estos tipos... ¡están teniendo cuidado con Lapis!’ Individuos que eran prácticamente conocidos como representantes de la industria de la construcción en el continente demoniaco estaban todos reunidos aquí. La mayoría de ellos eran jefes o sustitutos de los jefes de sus agencias. A pesar de ello, estos individuos no eran capaces de moverse ni un milímetro ante una mera súcubo de sangre mixta y bajo nivel. Estaba desconcertado. ¿Qué había pasado exactamente en los últimos 2 meses para que estos tipos actuaran como nuevos reclutas recién salidos del campo de entrenamiento? - Además, Señor Dantalian. Lapis me llamó sin siquiera levantar la mirada de los documentos que tenía en las manos. En un tono muy severo. Me sobresalté. - ¿H-Huh? - Te agradezco que intentes inspirarles voluntad de trabajo, pero el trabajo aún no ha terminado por hoy. Quedan 3 horas para que termine la jornada. Por favor, distribuya una bonificación en gran cantidad en ese momento. - ...De acuerdo. Me agaché y recogí las monedas que había tirado al suelo. Me sentí como si me hubiera convertido en un presidente que había aparecido innecesariamente y estropeado el ambiente cuando todo el mundo estaba ocupado mientras daban los toques finales en el lugar de trabajo. No, no era una comparación, eso era lo que había pasado en realidad. - Uhm, ¿dónde está Laura? - No lo sé. Puede que esté en la cámara de Su Alteza leyendo un elevado libro de filosofía. Por un instante, la mirada de Lapis pareció la de un pedazo de basura podrida. Como la mirada de un trabajador oficial de 50 años que había experimentado toda la amargura y acidez de la vida mirando a una mocosa que acababa de poner un pie en la sociedad. Era aterradora. - Iré a mi habitación por ahora. Sigue así. Instintivamente me di cuenta de que lo mejor sería irme de allí cuanto antes. Hice un gesto con la mano derecha a Lapis mientras me alejaba. Lapis me devolvió la mirada impasible y respondió con rotundidad. - Sí. Lo haremos. Aunque lo hemos estado haciendo todo este tiempo. Lapis volvió a dar órdenes. La cueva se había vuelto más fría desde que llegué. ‘¿No era un poco exagerada su reacción cuando nos veíamos por primera vez en mucho tiempo?’ Me sentí como si hubiera cometido un crimen, así que caminé con pasos desanimados. Sin embargo, un sonido de sorpresa y asombro se filtraba a cada paso que daba. Mi mazmorra era completamente diferente. La cueva que antes se curvaba al azar se había organizado y ahora había un túnel ancho y recto. - Vaya. Grandes muros bloqueaban los lados del túnel sin dejar ninguna abertura. Detrás de esos muros se iban a crear aldeas de monstruos. Estaba increíblemente fascinado al ver cómo la idea que sólo había imaginado todo este tiempo en mi cabeza se hacía realidad mientras caminaba con la boca abierta como una especie de niño al que invitan a un parque de atracciones. ¡Clank! ¡Clank! ¡Clank! Había mineros trabajando en algún lugar del túnel. Las piquetas se movían sin descanso mientras tallaban las paredes de la caverna. Los yeseros movían las manos con seriedad mientras unos goblins que parecían ser magos sacudían la cabeza y murmuraban algo con enfado. - Maldita sea, no podemos lanzar un hechizo de fortalecimiento así. Empezar de nuevo desde el principio. - No nos queda mucho adamantium en el almacén... - ¡El director! ¡Llama al director aquí! Era una construcción a gran escala. Todo el mundo se movía y hablaba afanosamente. Había dejado la construcción en manos de varias agencias en lugar de una sola para reducir los honorarios de construcción. Eso redujo nuestros gastos, pero también supuso una gran carga para la directora general. Tenía que dar órdenes a docenas de agencias y también afinar todo su trabajo individual. - Uaaaah. Tiene sentido que Lapis esté de tan mal humor. Probablemente tenga mucho estrés acumulado. Naturalmente, sería molesto que la persona que debería haber sido el supervisor general volviera casualmente diciendo “He vuelto. ¿Te alegras de verme?”. Caminé durante unas 2 horas antes de llegar a mi habitación. La cual había cambiado tanto que no podía reconocerla. Ahora había un acantilado delante de la habitación. En realidad, no sé si llamarlo acantilado o foso. Había un estrecho puente de piedra colocado sobre este. Había que cruzar ese puente para llegar a la puerta de la habitación. La puerta principal... la puerta de madera que fue fácilmente derribada por el hacha de mano de Riff no se veía por ninguna parte. Lo que tenía delante se parecía más a una gran escultura que a una puerta. Una escultura con un rostro sombrío abría su boca amenazadoramente. Su boca era la puerta. Literalmente, daba la impresión de ser la morada de un Señor Demonio. Era de muy mal gusto. No sé cómo lo hicieron, pero los ojos de la estatua estaban ardiendo. Avancé con cuidado mientras me sentía presionado. Había unas palabras grabadas encima de la puerta, es decir, entre el labio superior y la nariz. Una frase escrita en la antigua lengua imperial decía “Desecha toda esperanza, aquellos que han llegado al nirvana.” - Uuugh. ‘Realmente fueron a por todas. Era genuinamente como un Señor Demonio. Parecía algo que verías en la entrada de una sala de jefes en un RPG. ¿Era este el tipo de imagen que Lapis tenía de los “Señores Demonio” en su cabeza? ¿No es un poco infantil para alguien que ha vivido más de 200 años? No, incluso Barbatos se refiere a su castillo como el “Santuario para todos los que han muerto”... Este tipo de diseño infantil podría ser inesperadamente universal para todos los castillos del Señor Demonio. Si es así, entonces los demonios tienen un sentido artístico extremadamente extraño. ¿No tienen algunos de ellos trajes rosas y disfrutan usándolos como atuendos para los bailes?’ Me rendí parcialmente mientras me arrastraba hasta mi habitación. El interior de la habitación estaba sorprendentemente desolado. No debían haber empezado a trabajar en el interior todavía. - ¿Laura? He vuelto. El Dantalian que amas ha regresado. Mi voz resonó por toda la habitación. Una vez que lo hizo, algo se asomó desde la cama al otro lado de la habitación. Cabello rubio. Era Laura de Farnese. - Señor... ¿de verdad eres tú? Laura me miró con mirada vacilante. Parecía increíblemente agotada por alguna razón. Incluso su cabello rubio que solía ser vibrante como el cálido sol de primavera había perdido su color y ahora estaba quebradizo. - ¿O se trata de un hechizo de ilusión destinado a engañar a esta joven? ¿Eres real? - ¿Un hechizo de ilusión? Estaba sorprendido. ‘¿Qué había pasado exactamente en mi ausencia?’ Laura estaba aterrorizada. Sonreí suavemente como si me estuviera acercando a un gatito. - Laura, soy yo. No soy ninguna ilusión. Soy el verdadero Dantalian. - ¿Es realmente Su Señoría, la persona que suele actuar de forma increíblemente severa pero que se quiebra ante la más mínima presión y suelta una risa tensa que hace que la gente que le rodea se sienta ansiosa? - ...Sí, yo soy ese Dantalian. Laura sacó sólo la cabeza de debajo de las sábanas y continuó en tono nervioso. - La persona que fanfarronea todo el tiempo diciendo que es la persona más sincera y seria del mundo pero que codicia el cuerpo de esta joven en cada oportunidad, así que, en ese sentido, la persona que reconozco como el maníaco sexual más sincero y serio del mundo. ¿Es realmente Su Señoría, la persona que no considera a las mujeres mayores de 17 años como mujeres? - ...Laura, ahora comprendo bien tu opinión sobre mí. No soy un maníaco sexual ni un pedófilo. Soy Dantalian. Simplemente tuve relaciones con una chica que está ligeramente por debajo de la edad media. - ¡Aah, esa cara de desvergonzado sin duda pertenece a mi señor! Laura se levantó y corrió hacia mí como una mascota que viene a recibir a su dueño que lleva varios años en guerra. - ¡Señor! ¡Te echaba de menos! ¡Esta joven te echaba sinceramente de menos! Entonces saltó y me abrazó con todo su cuerpo. Murmuré para mis adentros hoscamente. - ¿Qué es esto? Definitivamente es un reencuentro reconfortante, pero un rincón de mi corazón se siente triste. ¿Qué es esta emoción? Laura estaba tan conmovida que derramaba lágrimas. - ¡Aah, poder volver a ver esta cara tan mezquina y astuta! ¡Tú espalda mal curvada y tus hombros estrechos! ¡El pelo que te ha crecido al azar porque no te lo has cortado en varios meses! ¡Tu boca que se ha torcido crudamente debido a la cantidad de ruindad que se había condensado a su alrededor! Ah, eres el auténtico. ¡Sin duda eres el auténtico! - ... Ah, sí. ¿Es así? - ¡Su Señoría es sin duda el Señor Demonio más vulgar del mundo, pero a esta joven le gusta usted porque es vulgar! Laura extendió la mano y me agarró la cabeza. Luego me dio un fuerte beso. Un beso no debió de ser suficiente, ya que me colmó de ellos. Por supuesto, no sentí nada en particular desde mi perspectiva. Aparté a Laura de mí mientras hablaba. - Muy bien. Con esta bienvenida es suficiente. Pero, ¿y tú? ¿Qué pasa con tu aspecto? Deberías echarte un vistazo antes de lanzarme insultos sobre mi aspecto sucio. Tienes el pelo alborotado y la piel sin brillo... No puedo creer que este sea el aspecto de una chica de 17 años y de alguien que una vez fue la estimada hija de un duque. ¿Te has bañado siquiera? - Eso, eso es porque... hgh. Laura se enjugó una lágrima. Para ser honesta, esto era probablemente lo más antiestético que Laura ha estado nunca. No lo digo sólo porque esté molesto después de haber sido insultado un montón por ella. Era una observación objetiva. - La señorita Lapis tenía... - ¿”Señorita Lapis”? - N-No. Lo que quise decir es que la Gran Hermana Lapis sigue dándole tareas difíciles a esta jovencita. Laura se corrigió apresuradamente. Su elección de palabras era tan chocante que no podía pasarse por alto, pero la ignoré amablemente como hombre de corazón gentil. Yo también tenía una idea aproximada de lo que había pasado. - Esta joven no tiene ni idea de cómo funcionan los preceptos religiosos y las leyes comunes dentro de las aldeas. ¿No le basta con que yo dirija las cosas por el camino más eficiente? Y, sin embargo, la gran hermana Lapis... Además, ese hombre llamado Parsi también está haciendo lo mismo... - Limpia tu nariz por ahora. Le entregué un pañuelo. Esta chica de 17 años puede ser radiante, pero no había forma de que sus mocos también lo fueran. De ninguna manera. Laura se sonó la nariz. - ¡Están menospreciando a esta joven como a una niña que no sabe nada del mundo! - Sí. Lo entiendo. No hace falta que me expliques más. Entiendo bien lo que ha pasado. Parece que Laura de Farnese, la persona que llegó a ser la mayor estratega del juego y reconocida como la Canciller de Hierro, se desesperaba por no saber cómo funcionaba la política. Tenía el mal presentimiento de que la gestión de mi castillo del Señor Demonio y de la región circundante iba a ser muy difícil.

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