Capítulo 214
Aventureros de Rango D (VI)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Fabián desvió su mirada hacia mí.
- Mm. Yo también debería demostrar que no soy todo palabrería y que también soy útil. Soy un aventurero de Rango Amarillo en esta ciudad. Puedes confirmarlo con el gremio.
Nos estaba preguntando implícitamente por nuestros rangos al revelarnos el suyo. Los aventureros Amarillos eran básicamente representados como Rango D en el juego. Ningún color era el rango más bajo (Rango F), Verde (Rango E), Amarillo (Rango D), Naranja (Rango C), Rojo (Rango B), Negro (Rango A), y Blanco (Rango S). La mayoría de los aventureros estaban entre los rangos F y E.
- Verdaderamente, es impresionante.
Asentí. El Amarillo era suficiente para considerarse un veterano. De todas formas, sólo había unos pocos aventureros de rango Blanco y Negro en todo el continente. Además, esos individuos habrían sido reclutados por un cuerpo de caballeros o estarían actuando como líderes de una tropa mercenaria de alto rango. Básicamente, habrían ascendido desde una vida en el fondo del barril como aventureros. El Rojo era suficiente para convertirte en el líder de una brigada mercenaria decente. Era algo natural.
Lo mismo ocurría con los asesinos. Digamos que hay un asesino lo suficientemente capaz como para asesinar a un caballero con facilidad. ¿Por qué un talento como ese se quedaría como asesino? Probablemente lo dejaría inmediatamente. Probablemente serviría a un señor en algún lugar y se convertiría en su caballero. Bueno, eso era sólo para los asesinos que no tenían sellos de esclavos en sus corazones como Jeremi. Excluyendo a una minoría extremadamente pequeña, el rango más alto que un aventurero podía alcanzar de manera realista era Naranja. En otras palabras, Rango C. Fabián era Rango D, así que puede que no fuera el mejor, pero seguía siendo bastante bueno.
Mantuve mi sonrisa mientras hablaba.
- Viajamos aquí desde Orleans. Allí alcanzamos el rango Naranja.
- Oh, realmente tengo buen ojo para la gente. ¿No es Orleans una ciudad bastante grande en el Imperio Franco?
Fabián dejó escapar un sonido de asombro. Puede haber sido el mismo rango, pero las calificaciones de una ciudad grande eran más dignas de confianza que algo obtenido en una ciudad pequeña. Sin embargo, no sólo había asombro en los ojos de Fabián. También había un matiz de duda.
- Si no es descortés por mi parte preguntar, me gustaría saber por qué aventureros de una ciudad lejana como Orleans vinieron a una ciudad remota como ésta. Puede que más adelante nos enfrentemos juntos a situaciones de vida o muerte, así que, por favor, comprenda por qué le pregunto esto.
- Por supuesto que lo entiendo. Señor Fabián, es usted consciente de que hay una guerra en el imperio, ¿verdad?
- He oído los rumores.
- Bretaña se apoderó de una parte de Parisorium y Orleans fue una de las zonas que tomaron. Tuvimos el mal presentimiento de que algo así ocurriría, así que nos apresuramos a salir. También debes saber cómo se trata a los aventureros en lugares de guerra, ¿verdad?
- Somos los primeros en ser reclutados. Aah, ahora lo entiendo.
Fabián se pasó la mano por la calva. Desde la perspectiva de los alcaldes, los aventureros eran un grupo de gente que garantizaba un cierto grado de fuerza que podía ser utilizado inmediatamente. Era casi seguro que los aventureros serían reclutados a la fuerza mientras los alcaldes les decían que recibirían la ciudadanía si lograban realizar actos meritorios.
- Has venido hasta aquí para evitar el reclutamiento, ¿eh? Juju. Un poco más lejos de aquí están las Montañas Negras, así que es el lugar perfecto para escapar.
- También resultó que sabíamos hablar teutónico, así que pudimos refugiarnos de alguna manera. Y ahora tuvimos la suerte de encontrarnos con una misión como esta durante nuestros viajes.
Los ojos de Fabián se volvieron fríos por un momento.
- ...Teutónico debe sonar bastante crudo para un franco.
- No, no es el caso.
- Tonterías. No tienes por qué ser modesto. El teutón es bárbaro comparado con el franco. Por cierto, ¿crees que podrías cantarme una canción que está de moda en el Imperio Franco? Es una oportunidad para limpiarme los oídos ya que voy a conocer a un franco.
Estaba dudando de si yo era realmente originario del Imperio Franco o no, por eso me pedía que cantara.
- ¿Por qué no?
Sonreí ampliamente antes de empezar a cantar.
De Bruno a San Denis,
Colina de espadas manchadas de lágrimas y sangre,
sólo he caminado descalzo.
Marchemos, hijos e hijas Francos.
Rujan con sus gargantas ardientes,
su momento de gloria ha llegado.
Del castillo escarlata a las llanuras de Ulm
Beocia y Nemea.
Escuchen los gritos infernales del enemigo,
resuenan por las colinas y los ríos.
¡Icen las banderas manchadas de sangre de la guerra!
¡Icen las banderas manchadas de sangre de la guerra!
Que la sangre del enemigo se desborde
¡sobre la tierra reseca de nuestra nación!
No era otra que la canción que yo mismo había compuesto, así que pude cantarla con facilidad. No recordaba la letra exacta, así que improvisé algunas partes, pero las canciones eran cosas que siempre cambiaban a medida que se iban pasando.
- ¡Vaya, eres una gran cantante!
La verdad es que estaba lejos de ser una gran cantante, pero probablemente reaccionaba así para disculparse por haber dudado de mí. El aventurero calvo y tuerto, Fabián, ya no indagaba en nuestro pasado. Después de todo, había muchos aventureros con historias tristes. Él compró un total de 12 cervezas de trigo aquella noche y las recibimos todas con gratitud. Sin embargo, se quedó completamente sorprendido cuando le revelé que era domador de espíritus. Los domadores de espíritus eran más raros que los magos.
- ¿Es cierto? No, no pretendo dudar de ti. Pero, ¿de verdad eres domador de espíritus?
- Por supuesto. Déjame enseñarte...
Discretamente saqué algo de debajo de mi abrigo. Era un espíritu de bajo nivel. Había traído varias hadas conmigo para poder disfrazarme de domador de espíritus. Incluso ahora, había otras 2 pegadas a mí como si fueran osos perezosos.
- ¿Kya?
El hada se sentó en mi palma e inclinó la cabeza. “¿Dónde está, maestro?” Parecía que me lo estaba preguntando. El hada no lo entendería aunque se lo explicara, así que me limité a acariciarle la cabeza con el dedo.
- Kiha, kyaaah~
El hada se aferró a mi mano y frotó su mejilla contra ella. ¡Qué linda! El cuerpo de un Señor Demonio se compone principalmente de maná, por lo que son muy populares entre los espíritus, ya que sólo pueden vivir en lugares con una densa cantidad de maná. Fabián murmuró con la boca abierta mientras nos miraba.
- Realmente es... un espíritu.
Su mandíbula prácticamente tocaba el suelo. Le dediqué una sonrisa antes de volver a guardar apresuradamente al hada entre mis ropas. Quería jugar más con ella, pero este no era el momento ni el lugar para eso.
‘Jugaré contigo un montón cuando hayamos acabado con todos los aventureros, ¡mi dulce guisante! Espera un poco más.’
- ¿Entonces? ¿Confías en mí ahora?
- S-Sí. Por supuesto. Cómo podría alguien dudar de ti cuando has mostrado pruebas tan innegables. Dios mío, es la primera vez que conozco a un domador de espíritus.
Fabián se llevó distraídamente el vaso de cerveza a la boca. El vaso estaba vacío. Entonces se dio cuenta de que había cometido una estupidez y se encogió de hombros.
- Pensar que encontraría gente con tanto talento como ustedes 2. Parece que mi ojo para la gente aún no se ha estropeado del todo. Estoy casi seguro de que tendremos éxito. Estaré a tu cuidado.
- Yo soy el que estará a tu cuidado.
Ambos pedimos otra cerveza antes de hacer otro brindis.
‘Me pregunto si encontrar a un Señor Demonio cuando intentaba buscar camaradas hizo que su ojo perspicaz fuera asombroso u horrendo. En cualquier caso, eso no cambiaba el hecho de que seguía siendo impresionante...’
* * *
Dejamos la ciudad 2 días después. Fabián debió de prepararse mucho durante ese tiempo, ya que incluso tenía un mapa de mi castillo de Señor Demonio.
- No se preocupen por perderse, amigos.
Básicamente me estaban guiando a mi propia casa. Era bastante cómico, pero Jeremi y yo actuábamos como aventureros de una ciudad lejana, así que tranquilamente dejamos que nos guiara. Paramos en un par de pueblos aquí y allá y llegamos a nuestro destino al cabo de 4 días.
6 colinas y 6 pueblos construidos sobre ellas. La gente de otras zonas no lo sabe, pero yo soy el gobernante de este pequeño reino. Aquí prácticamente no había impuestos. Sólo las familias que tenían tierras debían enviar el 30% de sus ingresos como impuestos, y como recompensa por obedecer esto, impedía que los monstruos se acercaran a ellos... Era el paraíso para los granjeros. Esta gente estaba sufriendo por el repentino enjambre de aventureros.
- ¡Por favor, señor! ¡Esa es la gallina de cría de nuestra familia!
- Ah cielos, dije que la compraría. ¿Por qué haces tanto alboroto?
Un grupo de aventureros robaba a las familias de los pueblos y sólo les daba calderilla a cambio. El granjero parecía desolado porque iba a perder su gallina de cría por unas pocas monedas de Bronce, pero no podía hacer nada al respecto. Sólo en esta aldea había casi 30 aventureros.
- ¿No es suficiente? Entonces por qué no me prestas a tu hija por esta noche.
- N-No, esto es suficiente...
El granjero sujetó las monedas con fuerza e hizo una reverencia. Los aventureros palmearon el hombro del granjero bromeando mientras se marchaban. Probablemente hoy cenarían sopa de pollo.
La población de cada aldea había disminuido una vez que los hijos menores se independizaron. La aldea pionera más pequeña sólo tenía 50 habitantes, mientras que la más grande apenas superaba los 90. Los civiles sólo podían someterse a este grado de violencia. Aunque estos vagabundos sólo se habían enfrentado antes a goblins, los aventureros seguían siendo personas que habían empuñado espadas toda su vida. Una milicia civil tendría que dar un paso al frente para hacer frente a esta gente. Sin embargo, la milicia civil en mi territorio había disminuido drásticamente desde el incidente con Riff...
- Tsk, el ambiente aquí no es nada bueno. Vayamos a otra aldea.
Fabián chasqueó la lengua. Fuimos al pueblo de al lado, pero también se había convertido en una zona plagada de delincuencia. Quirinale, Viminale, Esquilino, Capitolino, Aventino y Celio... todos estos lugares estaban repletos de aventureros. Los 6 pueblos estaban sufriendo debido al acoso de los forasteros.
- ¡Maldita sea, sólo se han reunido un puñado de sinvergüenzas! Sabía que esto pasaría. Estos novatos de mierda.
Fabián soltó un grito de fastidio, ya que habíamos acabado viajando por mi territorio durante medio día. Escupió al suelo.
- ¡Es por culpa de esos cabrones que la gente trata a los aventureros como vagabundos! No tienen obligaciones ni principios morales. No tienen ni idea de que están vertiendo barro por todo nuestro campo de trabajo.
- Ninguno de los pueblos tiene posadas. Tendremos que dormir fuera.
- ...Sería una tontería no descansar bien antes de entrar en el castillo de un Señor Demonio. No tenemos más remedio que pedirle a alguien que nos deje pasar la noche.
- Hm. Eso no nos haría diferentes de esos otros aventureros.
- ¿Por quién me tomas? Obviamente voy a pagar un alojamiento. Encontrémonos en la entrada del pueblo por la mañana.
Fabián refunfuñó mientras se alejaba hacia algún lugar. Me siento mal por él, pero Jeremi y yo ya tenemos un lugar donde quedarnos. Me dirigí a la entrada del pueblo con pasos familiares. La casa que solía pertenecer a un cazador era ahora el hogar del jefe de la aldea. Llamé a la puerta. La voz de un hombre llegó desde el otro lado.
- ¡Aah! ¡Si eres un aventurero, vete a la mierda! Si eres un aldeano, ¡vete aún más a la mierda! No sólo no voy a darles un lugar donde quedarse, sino que tampoco pienso echar a los aventureros de sus casas.
Me reí entre dientes.
- Parsi, soy yo. Tu gran gobernante del que tanto te enorgulleces.
El sonido de cosas cayéndose se escuchó desde adentro antes de que la puerta se abriera pronto. La persona con los ojos más envejecidos del pueblo estaba aquí, Parsi.
- ¡Ah caramba! ¡Pensé que se me encogerían las pelotas esperando a que viniera, Su Alteza!
- ¿Por qué te pones así cuando sólo han pasado unos días?
- La aldea se ha volteado más de 10 veces durante esos pocos días. Date prisa y entra.
Le hice una pregunta a Parsi mientras dejaba que me guiara dentro.
- Muy bien, ¿están los aldeanos un poco alterados por culpa de esos aventureros?
- ¿Un poco? ¿Acabas de decir un poco? Ni siquiera digas eso. Básicamente están gritando que preferirían salir a meterse las pelotas en las cuencas de los ojos antes que dejar que esos aventureros se aprovechen de ellos.
- En otras palabras. Las cosas van muy bien.
Parsi dejó escapar un profundo suspiro.
- Sí. Maldita sea, todo va tal y como Su Alteza había planeado.
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