Capítulo 55
N958 (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Detrás del anciano había un despacho de más de 200 metros cuadrados completamente decorado al estilo victoriano. Frente al espacioso y acogedor sillón de cuero había una mesa de trabajo de estilo antiguo de varios metros de ancho. En ese momento, la superficie de la mesa de trabajo parpadeaba continuamente con una luz roja. Las largas y rectas cejas del anciano se movieron. Cerró la ventana y se acercó a la mesa de trabajo. Una vez cerradas, todas las radiaciones y sustancias nocivas quedaron bloqueadas por aquellas ventanas que parecían normales y viejas.
El techo del despacho emitió un leve zumbido mecánico y se revelaron unos agujeros extremadamente pequeños que enviaban aire puro a la habitación. El aire sobrante fue aspirado a través de las rejillas de ventilación ocultas en la estantería y detrás de las macetas. En menos de un minuto, todo el aire de la habitación se había renovado por completo. Las propiedades antirradiación del aire fresco contrarrestarían todas las partículas de radiación de la habitación en pocos minutos.
El anciano extendió la mano y presionó la mesa. Inmediatamente después, una fina lámina de cristal se levantó frente a su cara. Bajo los movimientos de componentes metálicos extremadamente finos, este trozo de cristal se agrandó continuamente hasta formar finalmente una gran pantalla de más de un metro cuadrado. La pantalla se iluminó, y el icono de una base en la esquina del mapa parpadeó continuamente. La anotación debajo del icono decía “entretenimiento y ocio”. Extendió la mano derecha y volvió a pulsar el icono parpadeante. En el dedo corazón llevaba un anillo muy prominente con una gema negra llena de dibujos dorados oscuros.
El icono saltó inmediatamente al centro de la pantalla, ampliándose rápidamente para revelar la imagen de una puerta de base de refugio de varias capas. En el centro de la puerta, el N958 naranja se notaba claramente.
El anciano se distrajo por un momento. Dio un golpecito en la pantalla, y N958 se separó en 10 pequeñas imágenes, cubriendo la gran pantalla. Aproximadamente la mitad de las pantallas estaban oscuras, mientras que la otra mitad era la información grabada por las cámaras que se encontraban. Esto era exactamente lo que Su vio en la sala de control central. Sin embargo, lo que era diferente de lo que Su vio en esas pantallas, era que no se veía la sala de control central.
Las cámaras grababan fielmente el proceso de exploración de Su en N958. Hacia los extraños pero hábiles movimientos, que intuitivamente evitó todos los mecanismos ocultos y la trayectoria de las plataformas de armas. Ante las formas de explotar los distintos terrenos, el anciano permaneció indiferente. Sin embargo, sus ojos se centraron en la Barrett que descansaba en la espalda de Su. El anciano observó todo el proceso en el que Su exploraba el N958. Le vio abrir el menú, seleccionar la opción de autodestrucción de la base, dudar un minuto y volver a cerrar el menú. Si se observaran varias pantallas juntas, se vería que el ojo de Su siempre estaba en el sistema circulatorio de agua de la plataforma de control.
Después de cerrar cada sistema, abandonó la base. El anciano se sentó en el sillón de cuero y se quedó mirando la imagen que se había congelado en la espalda de Su. No se sabía qué estaba pensando. Al cabo de unos minutos, una sonrisa de halcón apareció en el rostro del anciano. Golpeó ligeramente la mesa del despacho, y un cajón se deslizó silenciosamente. El anciano extrajo un anillo de metal que era exactamente igual al que Su llevaba en el dedo. Miró el N958 grabado en el interior del anillo y pareció suspirar con pesar.
Con un ruido seco, el anillo fue arrojado de nuevo al cajón. El anciano se levantó y cambió a una imagen que tenía la vista frontal de Su. Entonces dibujó un cuadrado en la mitad inferior de Su, y se separó antes de agrandarse. El dedo con el anillo de gemas doradas oscuras seleccionó algunas opciones en la pantalla y el sistema empezó a buscar toda la información que tenía. Innumerables datos se agolparon como una lluvia y, al final, se asentaron en varios iconos de archivos. El anciano se quedó algo sorprendido. Estaba buscando casualmente, pensando que aquel individuo era algún cazador o mercenario que buscaba sobrevivir en la naturaleza. Esperaba encontrar algún registro que incluyera un nombre como mucho, pero nunca esperó que este individuo dejara tras de sí varias páginas de registros. Abrió los archivos y los hojeó rápidamente. Estos documentos incluían un resumen, una evaluación de sus habilidades, la información correspondiente a las células intrusas, el informe de la muerte de Laiknar, el registro completo de las 2 batallas, así como la solicitud de seguimiento.
Tras hojear rápidamente los documentos, el anciano dedicó la mayor parte de su tiempo a mirar el resumen y la evaluación de habilidades. Los documentos revelaban un minucioso análisis y evaluación de las habilidades, le otorgaba un nivel de peligrosidad de C+, lo que significaba que se necesitaba un Teniente Coronel equipado con capacidades relacionadas con la lucha o una pequeña tropa liderada por un Capitán para enfrentarse a él. En cuanto a los antecedentes de Su, estaban completamente en blanco. El anciano se recostó en su asiento y contempló por un momento. La imagen congelada del ojo verde de Su parecía contener vida, como si estuviera mirando al anciano.
Se rio entre dientes y abrió el expediente de la solicitud de seguimiento. El documento hacía un simple recuento de la derrota de la operación de persecución más reciente. Había un análisis de las habilidades de Su, así como varias razones de la operación. Se adjuntaba el informe del primer teniente Luthor sobre la operación de persecución, así como los informes de Justin y otros 5 Jinetes. Dentro del documento, el comandante Julio hizo que el capitán Xie Liufu sustituyera a Luthor y se hiciera cargo de la operación de persecución y detención. Desde la perspectiva del comandante Julio, la fuerza militar de la pequeña tropa de Luthor ya era suficiente y podía suprimir fácilmente a Su; sin embargo, la capacidad de búsqueda de su equipo era demasiado pobre, por lo que Su pudo escapar. En cuanto a la muerte del subordinado, fue un completo accidente. Con la tropa del capitán “Ojo de Águila” Xie Liufu, sería suficiente para capturar a Su.
Presionando sobre la mesa, la habitación de la puerta se abrió sin hacer ruido. Entró una joven alta y sexy, cuyo uniforme de Jinetes de Dragón Negro delineaba perfectamente su extraordinaria figura. Llevaba el pelo rubio recogido en lo alto de la cabeza y la integridad moral estaba congelada en su rostro. Un poco de espíritu asesino podía verse en sus ojos. Llegó ante la mesa del despacho y se inclinó ligeramente.
- ¿Cuáles son las instrucciones de su estimado servidor?
Este ligero movimiento hizo que su pecho se moviera significativamente. Parecía que el uniforme de Jinetes de Dragón Negro se ceñía al cuerpo y descuidaba sus necesidades prácticas. En este momento, la pantalla del anciano ya estaba en blanco. Sólo quedaba una gruesa aplicación de operación de seguimiento.
- Diles que reconsideren este plan.
La asistente se sobresaltó por un momento. Para confirmar lo que decía, volvió a mirar la calificación del plan. Estaba un poco confusa en cuanto a por qué el anciano prestaría atención a este tipo de documento. Sin embargo, dio una respuesta concisa y salió del despacho del anciano. Había que mencionar que su vista trasera también era absolutamente cautivadora.
Ese día, la jornada de O’Brien fue extremadamente ocupada. Temprano por la mañana, participó en el entierro de Laiknar. El cielo aún no parecía haber aclarado en ese momento. La fina y punzante lluvia caía incesantemente sobre su paraguas, creando salpicaduras de agua. Más de un centenar de hombres y mujeres vestidos de negro asistieron al funeral, sus ojos observando cómo el joven que tenía grandes perspectivas quedaba enterrado para siempre en granito. La lluvia, que contenía altos niveles de radiación, se dispersó hacia abajo, sin detenerse ni siquiera cuando terminó el funeral. Tras finalizar el funeral, no regresó al campamento y llegó ante una antigua e imponente capilla. Entró por una pequeña puerta lateral y accedió a una sala de confesiones. Detrás de una mesa de madera lisa y brillante estaba sentado un anciano sacerdote de túnica negra y aspecto apacible.
O’Brien se acercó y se sentó frente a la mesa. El sacerdote lo miró y sonrió. Cerró el grueso texto religioso cubierto de negro y esperó en silencio a que O’Brien hablara. Las manos de O’Brien se entrelazaron y sus ojos miraron fijamente la mesa que tenía delante. Por un momento no supo qué decir. Sólo después de un rato habló lentamente.
- Padre, durante la operación de esta vez, he perdido a un hermano muy bueno, y han aparecido algunas dudas más en mi corazón. Espero que pueda darme algunas respuestas.
El sacerdote de túnica negra sonrió y extendió la mano, indicando a O’Brien que continuara. Este seleccionó sus palabras con dificultad y dijo.
- Padre, ¿los que crecieron en el desierto y han vivido allí toda su vida no son realmente nuestros hermanos y hermanas? Cuando partí esta vez, vi a mucha gente luchar por sobrevivir. Entre ellos, no todos tenían tejidos mutados, o quizá sólo tenían un poco. Lo más importante era que tenían sus propios pensamientos, y entre ellos, algunos incluso tienen ideales. Aunque esos ideales sean irrisorios a nuestros ojos y completamente irreales, siguen siendo ideales. El obispo nos ha instruido en que todos los que tienen ideales tienen alma.
El sacerdote enderezó la postura y puso la mano sobre el “Apocalipsis” que tenía delante. Con voz benévola, habló.
- O’Brien, lo que nos separa de ellos no es la mutación, porque toda carne se pudre. Lo que nos separa de ellos tampoco es el alma, porque todos los seres vivos tienen alma. La verdadera diferencia es la fe. Porque tenemos fe, la forma en que miramos el mundo es diferente, y la forma en que pensamos también será diferente. Puedes pensar en los que sobreviven en el desierto como personas, porque tienen cuerpos de carne, ideales y almas similares. Sin embargo, no son nuestros hermanos y hermanas, porque carecen de fe. Mientras tanto, tú eres la espada del señor, y a los que no tienen fe, puedes eliminarlos arbitrariamente.
- Pero...
El sacerdote lo interrumpió, y su voz se volvió un poco más solemne y digna.
- O’Brien, no dudes. Tu poder se origina en tu fe. Tener dudas hacia las instrucciones del señor entorpecerá tu camino. Recuerda, la fe es lo más importante.
O’Brien levantó la cabeza y su mirada volvió a ser decidida. Dio las gracias al sacerdote y salió de la capilla. Fuera de la capilla había un coche negro anticuado el cual estaba esperando a O’Brien. Sólo después de sentarse en el coche y pensar un poco dio instrucciones a los subordinados para que se dirigieran a su próximo destino. El coche se puso en marcha, y siguió la carretera lisa y perfectamente intacta hacia el exterior.
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