Capítulo 178
Flor Malvada (IV)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Lo más probable es que ella no consiguiera estas estadísticas por sí sola. Tanto Luke como Daisy, en este escenario en el que uno de ellos tenía que convertirse en el héroe, lo más probable es que heredaran las mismas estadísticas... Era aterrador eso. Jeremi me dio una mirada en blanco una vez que me reí para mis adentros. No parecía que me estuviera mirando raro. Aunque tenía curiosidad por saber por qué me estaba riendo, ya que creía que probablemente no le daría una respuesta si me lo preguntaba ahora, se estaba conteniendo, esa era la expresión que estaba poniendo.
- Jeremi, dejaré a esta niña a tu cuidado hasta que despierte.
- Entendido. Lo más probable es que esté postrada en cama durante unos días de todos modos.
- Parece que seguiré en deuda contigo.
- Tonterías. Sólo imaginar cuánto agitará Su Alteza este continente. Juju. Sólo este pensamiento hace que tanto trabajo valga la pena.
- Tú también eres bastante pervertida.
- Querido mío. Ser llamada pervertida por Su Alteza, no hay honor más grande que este.
Miré fijamente a Jeremi sintiéndome desconcertado. Una vez que lo hice, Jeremi me dio un exagerado encogimiento de hombros.
- Usted dijo que era el más serio y digno de confianza de todos los Señores Demonio, ¿cierto? Sí, claro que lo dijiste. Su Alteza lo ha dicho tantas veces que se le ha quedado grabado en los oídos. Su Alteza puede hacer el amor apasionadamente con Su Alteza Barbatos que tiene la apariencia de una niña, pero definitivamente no eres un pedófilo.
- Tú...
- Incluso hoy, puede que Su Alteza y una niña humana de 10 años se hayan mirado intensamente durante una hora seguida, pero definitivamente usted sigue sin ser un pervertido. Naturalmente. Sus miradas eran tan ardientes que pensé que podría quemarme por estar cerca de ustedes.
Me di cuenta de algo justo cuando estaba a punto de negarlo. Jeremi estaba siendo demasiado habladora intencionalmente. Se había dado cuenta de que mi estado de ánimo se había vuelto demasiado serio, así que había soltado bromas para aliviar mi estado de ánimo. Honestamente, pude dejar de concentrarme en la heroína por un momento gracias a ella.
‘Acabé preocupando a alguien que ni siquiera era un subordinado oficial. Qué patético por mi parte...’
Dejé escapar un suspiro antes de mostrar una fina sonrisa. Luego acaricié la cabeza de Jeremi. Su suave cabello azul cielo rozó agradablemente mi palma.
- ¿Eh?
Ella abrió sus ojos sorprendida. Los cuales estaban constantemente entrecerrados debido a las drogas y alucinógenos. Jeremi, que rara vez mostraba signos de emociones, esta vez estaba realmente sorprendida. Puse toda la gratitud que pude en mi palma mientras le acariciaba suavemente la cabeza.
- El sello de esclavo fue lo que hundió tu vida en el infierno. Te había ordenado hacer algo que te había obligado a hundirte en el fango. Fui una absoluta basura por lo que había hecho. A partir de ahora, tienes derecho a llamarme basura.
- ...No, eso era.
- Me preguntaste esto en los restos de ese castillo.
Jeremi no estaba actuando como de costumbre mientras asentía vacilante. El día que la conocí, habíamos acampado en los restos de un castillo. Jeremi, que se preguntaba si no tenía otra opción que vivir una vida terrible por haber nacido como un demonio menor, me pidió que cambiara este mundo injusto y me convirtiera en su rey.
- Mi respuesta no ha cambiado. No puedo cargar con tu desgracia por ti. Jeremi, si tu vida es basura, entonces es lo mismo para mí. Sin embargo, al menos puedo caminar a tu lado. Existamos juntos en un solo mundo. Como compañeros pedazos de basura.
- ...
Ella había salvado mi vida y la de Lapis. Además, convirtió a la heroína en mi esclava. Se lo devolveré algún día. Jeremi cerró sus labios. Poco después, dio un débil asentimiento. No sé por qué, pero solté una carcajada. Le di a su pelo una última caricia antes de salir de la habitación.
* * *
Esa noche, se celebró una fiesta en el territorio del barón. El Barón Bercy había llevado a cabo un festival durante, no 1 día, sino durante 4 días seguidos. Esto se debía a que el ayudante del señor había comprado mucha comida y bebida en la ciudad y las había distribuido. Nuestro grupo fue naturalmente tratado como las estrellas ya que habíamos subyugado a 2 aldeas de goblin.
Incluso ahora, los enanos charlaban en voz alta en el centro de la plaza del pueblo. Al parecer, las batallas de bebida ya no acababan en agrio humor, pues los enanos y los hombres de la aldea llevaban a cabo una intensa competición. Esto sí que era el centro de la locura. Había una competición que fue aprobada por el Barón llamada “Quién llega primero”.
Todos los hombres se colocaban en fila en la plaza del pueblo. Entonces se quitaban los pantalones y revelaban sus miembros corpulentos y ocasionalmente no corpulentos. Y al igual que el nombre de la competición... se “venían”. Para hacerlo antes que nadie. No era otro que el Barón Bercy quien había aprobado esta demencial competición.
- Mm. ¿No es entretenido?
El Barón incluso declaró que regalaría un cerdo al ganador. Un cerdo de cría. Naturalmente, los hombres se pusieron nerviosos. Decenas de hombres hicieron cola, independientemente de su raza o edad. Afirmaban que iban a demostrar la “habilidad” que habían entrenado y perfeccionado a lo largo de los años.
La competición constaba de 4 encuentros preliminares, 2 enfrentamientos y la final. Las preliminares se estaban celebrando en la plaza de la ciudad. Se habían reunido 10 personas que se creían inigualables. Todos tenían el rostro serio, como un grupo de nutrias que se enfrentan a la mayor amenaza de sus vidas. Las esposas, cegadas por la perspectiva de conseguir un cerdo, animaban a sus maridos. Hubo un buen número de maridos reacios que se vieron obligados a participar por culpa de sus esposas.
- ¡Querido! ¡Más rápido! ¡Hazlo más rápido!
- ¡Esos hombres siempre llegaban al clímax tan rápido en casa, pero son tan lentos fuera! ¡Maldita sea!
- ¡H-Hey! ¡Mira mis pechos y córrete ya, escuálido bastardo!
Una de las mujeres no podía estarse quieta mientras se arrancaba la camisa. Los espectadores celebraron. Sin embargo, en contra de sus intenciones, el miembro de su marido se encogió. La pareja entró en pánico sin saber qué hacer.
- ¡Jajajaja! ¡Míralo cómo se encoge después de ver a su mujer!
- ¡Esto hace que me preocupe de verdad por la vida nocturna de esa pareja! ¡Jajaja!
Bromas y abucheos cayeron sobre ellos. La mujer que había reunido el valor para mostrar sus pechos ni siquiera se quedó para los enfrentamientos, ya que salió corriendo. Los espectadores volvieron a reír al verla correr. El sonido de sus carcajadas parecían fuegos artificiales que resonó claramente por todo el cielo nocturno. El Barón Bercy rio mientras aplaudía. Ya estaba increíblemente intoxicado, pues su cara estaba completamente roja. El barón era un señor serio y severo, pero era alguien que entendía la vida de la gente hasta los huesos. Era una suerte que esta gente consiguiera a esta persona como su señor.
- Entonces, ¿se irán mañana?
- Sí. Ya hemos terminado con la petición de Su Alteza.
El Barón parecía genuinamente triste.
- Qué lamentable. Gracias a ti y a tus hombres, pudimos pasar el invierno a salvo y además subyugasteis las aldeas goblin por nosotros.
- Es como la Diosa quiso.
- Fufu, la Diosa, ¿no...?
Levantó su copa de cuerno con vino en ella.
- Yo no sigo a ningún Dios. Por mucho que supliquemos a los Dioses, no nos ayudan cuando nos atormentan las hambrunas o las plagas. Al fin y al cabo, el hambre pertenece a los humanos y el dolor que cala los huesos también pertenece a los humanos. Los dioses no experimentan hambre ni dolor...
El barón Bercy se bebió el vino de un trago. Debe de ser increíblemente estresante vivir como señor de una región en una época como ésta. Tu trabajo se convierte instantáneamente en un negocio tridimensional en el instante en que te ofreces voluntario como “obliga la nobleza”. Esto concentraría en una sola persona la política, los asuntos militares, los diplomáticos, los juicios, los registros, los matrimonios, la arquitectura, etc. Aunque te ayudara un jefe de aldea o un terrateniente, el señor regional tendría que estar al tanto de todo. Además, no sólo tendrían que desconfiar de los señores con posiciones más altas a su alrededor, sino que también tendrían que cooperar o luchar con los señores más pequeños.
- ¿Cómo podrían simpatizar con nosotros, los humanos, los dioses que nunca antes han sentido hambre ni dolor? La mayor desgracia que tenemos los humanos es el destino de tener que morir después de nacer.
- Eso es correcto.
‘Aunque no puedo morir de viejo como Señor Demonio que soy.’
El Barón me miró fijamente.
- Qué interesante. Acabo de decir algo blasfemo. ¿No estás molesto?
- ¿Acaso la divinidad hablada por los humanos no es simplemente la divinidad de los humanos? Si los dioses no responden por mucho que los adoremos y les supliquemos, lo más probable es que no se enfaden aunque los calumniemos. Queridos dioses, por favor, permanezcan quietos y vigilantes. Dejen que los humanos nos ocupemos de nuestros asuntos.
El barón Bercy parecía perdido. Soltó una sonora carcajada.
- ¡Jajaja! Tiene usted razón. Parece que he tropezado con mis propias palabras. Muy bien, ¡brindemos por nuestra Diosa Artemisa! ¡Por la Diosa!
- Por la Diosa.
Chocamos nuestras copas de cuerno juntos. El sonido de las celebraciones resonó claramente desde el centro de la plaza. Las preliminares habían terminado y los concursantes que pasarían a la siguiente ronda habían sido elegidos. Lo peor de la competición era que tenían que masturbarse durante las preliminares, los encuentros principales y la final, es decir, un total de 3 veces. ¿Quién crearía una competición así? El Barón sonrió, pero habló con tono serio.
- Mis creencias han cambiado mucho desde que te conocí, Sacerdote Jean Bolle. Un sacerdote es capaz de dar esperanza al mundo sin la ayuda de su Dios.
Jean Bolle era mi nombre falso.
- Me estás alabando demasiado.
- No, eso no es cierto. Ya le has dado esperanza a cientos de personas. Yo incluido.
Lo más probable es que el hombre que tenía delante nunca descubriera, ni siquiera en el momento de su muerte, que Jean Bolle era en realidad un Señor Demonio y que él era el culpable del miedo y la desesperación que experimentaban cientos de miles de humanos. Esto lo hacía divertido.
- Además, también ha tomado bajo su protección a los supervivientes de una aldea que fue destruida por los goblins.
Se refería a Luke y Daisy.
- Sí. Tengo la intención de criarlos como mis hijos adoptivos.
- ¿Cómo tus hijos adoptivos?
El Barón se sorprendió de nuevo. A los aldeanos de tala y quema se les trataba peor que a los granjeros. Por otra parte, los sacerdotes ocupaban la cima de la pirámide de clases. Seguramente le sorprendió oír que una de las personas más nobles iba a acoger en su familia en la clase más baja.
- No, ¿no son aldeanos de tala y quema? Sería más que suficiente acogerlos como sirvientes, así que ¿hay alguna razón para que los adopte?
- Su Excelencia. Al igual que los asuntos de los dioses son asunto de los dioses, los asuntos de los humanos pertenecen únicamente a los humanos. Ya sea un sacerdote, un noble o un esclavo, los Dioses no conocen los límites que los humanos han trazado por su cuenta.
- ...
Otro silencio. Los ojos del Barón se volvieron sobrios. Su habitual rostro serio y severo de noble se reveló. Habló en voz baja.
- ¿Es ese el republicanismo que apoya a Su Alteza la Emperatriz Viuda?
- No. Lo más probable es que Su Alteza mantenga esta jerarquía de los nobles. Nosotros, los humanos, tendemos a no vivir como pensamos y simplemente pensamos como vivimos.
- ...Haré como si no hubiéramos tenido esta conversación hoy. Pasaste por alto mi comentario blasfemo de antes, después de todo.
‘Como pensaba, el Barón Bercy era un individuo respetuoso de la ley.’
- Si Su Excelencia no cree en Dios, entonces tampoco debe creer en los rangos. La gente dice que los rangos fueron establecidos por los Dioses, después de todo.
- ...
El Barón no respondió. Me di por satisfecho. Él era alguien que vivía su vida con seriedad.
‘Las semillas de la duda que yo había plantado en su cabeza crecerán gradualmente y florecerán un día... La Guerra Civil del Imperio Franco no terminará en 1 o 2 años. Podría continuar durante más de una década. Si el Barón Bercy participa como republicano en ese momento, entonces eso significaría que he tenido éxito. Esta tarea de sentar las bases para nobles sinceros como él era un deber que me había impuesto llevar a cabo durante este viaje. Por favor, empiece a dudar de sí mismo y de la nobleza.’
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