Capítulo 41
Desde el Fin al Principio (I)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Cuando Su volvió a entrar a Ciudad Péndulo, ya había anochecido. Al no haber individuos vagabundos como en Asmo, este lugar seguía siendo relativamente tranquilo. Debido a la falta de iluminación la plaza estaba en completa oscuridad. Aparte de los equipos de patrulla de 3 hombres que de vez en cuando paseaban por allí, no había otros signos de vida humana. Ciudad Péndulo aplicaba una gestión de militarización, y como tal había un toque de queda nocturno fijo. Una vez llegada la noche, toda actividad se limitaba al interior de los edificios. Era una forma sencilla y eficaz de defenderse de los numerosos peligros que se escondían en la oscuridad del desierto.
Una confusa iluminación amarilla brillaba desde las ventanas abiertas, y el sonido de las risas recorría vagamente el aire. Si se ignoraban las ametralladoras que rodeaban el lugar y los tanques cuyos contornos fríos y duros ni siquiera la oscuridad podía ocultar, la Ciudad Péndulo de noche se parecía a un pequeño poblado, cálido y apacible de los tiempos pasados.
Su sólo se detuvo en el borde de la ciudad unos minutos antes de notar una brecha en la defensa. Entró en la ciudad una vez más. Sintió una sensación ligeramente diferente, un poco menos de frío y un poco más de duda y confusión. Sin embargo, esta duda fue suficiente para impedirle avanzar. Como cazador que trabajaba solo, Su no deseaba enemistarse con una gran compañía, una como la Compañía Roxland. Sin embargo, nada en este mundo era absoluto. Al completar misiones, Su a menudo era engañado, y las recompensas por las misiones parecían reducirse casi siempre. Esta era la queja de un cazador solitario en el desierto, así como la práctica habitual de los hábitats y las empresas. Los primeros años, lo que Su optó por hacer fue contenerse. Tras la contención vino la represalia. Si la deducción superaba el límite de lo que podía soportar, o si algunas personas tramaban para deshacerse de él, no importaba de qué tipo de hábitat o incluso de qué pequeña empresa se tratara, Su siempre elegía la represalia sin dudarlo. El alcance y la severidad de sus represalias dependían de una escala que descansaba en la mente de Su.
Lo que Li Gaolei dijo no estaba equivocado. La represalia de un lobo solitario en el desierto podría ser fatal a veces. Mientras tanto, la represalia de Su, siempre que quisiera, sería definitivamente fatal. Él entendía que el saqueo era la tendencia innata de una persona. Ser caritativo nunca le permitiría a uno preservar sus propios intereses; sólo el miedo podría hacer que uno contuviera la codicia de los corazones humanos.
Hubo innumerables ocasiones en las que Su se enfrentó a invitaciones de organizaciones a gran escala, sin faltar grupos que eran incluso mayores que la Compañía Roxland. Sin embargo, cada vez, optó por negarse. No era un tipo noble o virtuoso, ni tampoco persistente. Sin embargo, conocía la peculiaridad de su propio cuerpo. Como alguien que había trabajado anteriormente como cazador, conocía el precio al que podía venderse una nueva especie de mutación en una gran empresa. Aunque no sabía los precios que estas empresas estaban dispuestas a pagar para averiguar por qué una mutación en particular no le causaba a uno el colapso y en cambio hacía a esa persona más fuerte, al menos podía imaginárselo. El valor del cuerpo de Su superaba con creces las recompensas por todos los servicios que había prestado hasta el momento.
Como resultado, año tras año, Su vagaba solo por el desierto día tras día, aumentando rigurosamente su fuerza. Todos sus puntos evolutivos los obtuvo caminando entre la frontera de la vida y la muerte. Todas sus habilidades fueron refinadas durante el curso de la supervivencia. En cuanto a alguien que procedía de una gran empresa, como Li Gaolei, o alguien como Laiknar, de los Jinetes de Dragón Negro, lo más probable es que obtuvieran sus puntos de evolución de fórmulas de medicamentos. Estas habilidades se combinaban con un sistema de entrenamiento especializado para dominarlas. Todos sus pasos eran sencillos, mientras que Su podía necesitar luchar en solitario durante varios meses para obtener un solo punto de evolución o habilidad. Por eso los lobos solitarios en la naturaleza siempre serían más peligrosos que los perros de caza.
Mientras se desplazaba por la Ciudad Péndulo, no llevaba la ametralladora antiaérea. Casi no llevaba ni una sola pieza de metal encima. Con la protección de la oscuridad, así como los complejos alrededores de la ciudad, Su no necesitaba un arma, porque las armas en manos de sus enemigos podían ser tomadas como propias. En cambio, lo que necesitaba evitar eran los instrumentos de detección avanzados, como los detectores de metales.
Su se movió sigilosamente a través de la oscuridad y se dirigió lentamente hacia el cuartel general de la Compañía Roxland. No había ningún exceso de recursos o energía que pudiera ser utilizado para establecer una distracción, y como tal, por el número de centinelas y la forma en que se establecieron las líneas eléctricas, se podía discernir fácilmente dónde estaba el centro de Ciudad Péndulo. Bajo su Vista Infrarroja, nada que se ocultara en la oscuridad podía evitar su percepción.
Su observó la ruta de los centinelas y eligió un hueco en su cobertura. Entonces empezó a trepar por el lado del edificio del cuartel general. No se movió a lo largo de la tubería de desagüe y en su lugar siguió directamente la ventana hacia arriba. Mientras tomara puntos de apoyo en las salientes o marcos, el cuerpo de Su saldría disparado varios metros hacia arriba, lo que le permitiría elevarse hasta la ventana del piso siguiente. Había una ventana abierta en el noveno piso, así que Su entró silenciosamente en la habitación. Se paró frente al diagrama de la escalera de incendios pegado a la parte trasera de la puerta de la habitación por un momento antes de salir de la habitación.
Había cámaras de vigilancia por todas partes dentro del edificio del cuartel general, lo que hacía que cada paso que Su daba fuera extremadamente difícil. A veces, no tenía más remedio que arrastrarse por las paredes y el techo como una lagartija para evitar la vigilancia del sistema. El pasillo, aparentemente vacío, estaba lleno de rayos infrarrojos, pero para él, que tenía Visión Infrarroja, no suponía ningún problema.
La noche era extremadamente tranquila. Era ya el tercer día después de ser emboscados por el coche patrulla. Durante esos pacíficos 3 días, no ocurrió nada. Los miembros de la Compañía Roxland volvieron poco a poco a su vida normal. Aceptaron el rumor que circulaba recientemente de que un cazador extremadamente poderoso atacó la patrulla de su compañía para obtener la ametralladora antiaérea que era extremadamente difícil de conseguir en otros lugares. Los soldados que vivieron personalmente aquella noche juraron solemnemente que nunca habían visto a un tirador que pudiera utilizar una ametralladora antiaérea como un rifle de francotirador, pero el atacante de aquella noche era precisamente alguien que podía lograrlo.
Aunque el cielo ya estaba oscuro, la gente del interior del edificio del cuartel general estaba ocupada con su propio trabajo. El laboratorio estaba tan iluminado como de costumbre, con muchos investigadores trabajando rápidamente. El bar de la planta subterránea estaba cada vez más ocupado, y las personas que habían trabajado durante todo un día estaban listas para liberar la tensión y la fatiga acumuladas durante tanto tiempo.
En un rincón del bar, Li ocupaba una silla. Frente a ella había numerosas botellas vacías. Se quedó mirando la botella vacía que tenía delante. Sólo después de beber varios tragos seguidos se dio cuenta de que no quedaba nada en la copa. Cogió despreocupadamente una botella de vino y se la sirvió durante un buen rato antes de darse cuenta de que se trataba de una botella de vino vacía. Li no pudo aguantar más y cayó inconsciente encima de la mesa. Si fuera en otro lugar, el resultado de una joven desmayada por el alcohol sería obvio. Sin embargo, esto era el cuartel general, y el bar estaba lleno de hombres que tenían deseos pero no agallas. Nadie se atrevía a aprovecharse de ella. Li Gaolei entró en el bar a la misma hora que los 2 últimos días, y vio a Li completamente borracha. Li Gaolei se adelantó y la sacó del bar. El ascensor aún estaba en el piso más alto, así que no lo esperó. La habitación de Li estaba en el séptimo piso, así que decidió que tomar las escaleras de incendios era más rápido.
La habitación de Li era bastante grande, con el interior y el exterior divididos en cuatro partes. En su interior había todo tipo de instalaciones. Sin embargo, para ser la habitación de una mujer, el estilo era un poco aterrador. Aparte de unas pocas piezas de equipo de combate, dentro sólo había varios tipos de armas de fuego y espadas. Li Gaolei arrojó a la inconsciente Li encima de la cama y luego se tiró en el sofá antes de fumar en silencio. Se terminó el cigarrillo con rapidez. Salió de la habitación e incluso cerró la puerta con cuidado.
En el quinto piso, Fazir estaba de pie dentro del baño humeante mientras tarareaba una melodía. Tenía la cara cubierta de espuma y se afeitaba cuidadosamente la barba frente al espejo. Esto era algo que hacían todos los hombres en la antigüedad, pero ahora ya se había convertido en un signo de privilegio y lujo. Después de pasar cerca de 10 minutos, terminó por fin de arreglarse la barba. Se puso la bata y se dirigió al dormitorio. En cuanto entró en el dormitorio, todo el cuerpo de Fazir se puso rígido. Se rio amargamente, aflojó el cuello y dijo.
- ¿Quieres beber algo?
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