Capítulo 141
Una Oferta Irrechazable (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
- Nunca en toda la historia... ha habido Señores Demonio que hayan apuntado sus espadas al continente demoniaco.
El Archiduque Kakola se dio cuenta de que su voz estaba áspera. Se sirvió un poco de vino de la botella que estaba sobre la mesa de forma pausada para que pareciera que las palabras de Dantalian le interesaban
‘No entres en pánico.’
Se comportaba como si esta fuera una conversación que se toma con un poco de vino. Esta era la impresión que quería dar. El Archiduque estaba desesperado.
- ¿No se instalará el malestar en la raza demoniaca a causa de este acto sin precedentes? Por el contrario, esto puede provocar que el caos se extienda a la Alianza Creciente. El plan para llevar la estabilidad a la retaguardia de la Alianza Creciente puede acabar teniendo el efecto contrario.
- ¿Oh? Pareces bastante preocupado por la Alianza Creciente.
Dantalian comentó con sarcasmo. La expresión del Archiduque Kakola no cambió mientras inclinaba la cabeza cortésmente.
- Puede que este solo sea alguien humilde, pero sigo siendo miembro de la raza demoniaca.
- No importa si se vuelve algo caótico. Es por eso que derrotaremos al ejército humano completamente. El ejército de Su Alteza Baal aún está intacto. Es más que suficiente para conquistar al continente demoníaco.
‘Así es. El ejército de Baal es el más grande de todo el mundo. Baal es también el más venerado por la raza demoniaca. ¿Qué pasaría si atacara con un pretexto decente... por ejemplo, la estabilización del continente demoniaco?’
El Archiduque Kakola tomó un sorbo de su vino.
‘No podemos permitirlo. Perderemos sin lugar a dudas. Los demonios siempre se han quejado del modo en que gobernamos con puño de hierro. El continente demoníaco se llenaría de gente apoyando al Señor Demonio Baal. En primer lugar, los demonios son incapaces de oponerse a los Señores Demonio. Aunque se resistieran con todo lo que tienen, es dudoso que pudieran aguantar mucho tiempo. Como mucho, probablemente podrían aguantar 2 o 3 años. El continente demoníaco se unificará bajo los Señores Demonio.’
El Archiduque Kakola se puso aun más desesperado una vez que pensó en eso.
- Bueno, no te decepciones demasiado. Nosotros los Señores Demonio gobernaremos sobre los demonios. ¿No es un curso de acción natural? El continente demoniaco debería haber pertenecido siempre a los Señores Demonio. Simplemente lo dejamos bajo el cuidado de ustedes, los Archiduques temporalmente. Simplemente están devolviéndoselo a sus dueños originales. Si lo piensas así, no hay nada por lo que sentirse triste.
Dantalian rio agradablemente.
‘Cómo se atreve este ser tan débil. ¿Qué quiere decir con devolvérselo a su dueño original?’
La ira del Archiduque Kakola aumentó. El continente demoniaco no pertenece a nadie. No es más que una tierra desolada y estéril. Era difícil obtener siquiera 2 o 3 granos de trigo después de plantar una semilla y era imposible crear pozos por mucho que se cavara. Los demonios despreciaban su tierra natal y por eso se referían a ella como “infierno”. Los Señores Demonio habían abandonado esta tierra. Dejaron atrás esta tierra y se marcharon para ir a tierras más fértiles. Muchos demonios los siguieron. Los monstruos que actualmente se extienden por todo el continente son los descendientes de esos inmigrantes.
Por otro lado, estaban los que se quedaron. Hicieron lo que pudieron para acostumbrarse a este “infierno”. Era una supervivencia del más fuerte en la que el ganador se lo llevaba todo. Este engranaje cruel giró durante un tiempo insoportablemente largo que casi parecía una eternidad. Los Archiduques fueron los únicos que pudieron escapar de esta rueda dentada.
‘¿Ahora quieres recuperar el continente demoniaco? Originalmente era nuestro, así que es natural que queráis recuperarlo.’
El Archiduque Kakola gritó en su mente.
‘¡No bromees! ¿Cómo se atreve esa gente que malgasta vidas inútilmente en el continente humano por algo tan inútil como la Alianza Creciente a negar a los verdaderos dueños del continente demoníaco que han dedicado su carne y sus huesos a sobrevivir en esta tierra desolada? ¿El ejército de Baal? Bien. Vengan hacia nosotros. Con gusto caeré en la ruina. Pero sepan que tenemos un par de trucos bajo la manga. Los maldeciré a todos hasta el fin del mundo. Convertiré el mundo entero en un infierno...’
El Archiduque Kakola se preparó mentalmente para el peor de los escenarios, sin perder su actitud despreocupada. Sin embargo, había algo que tenía que confirmar antes de empezar a luchar desesperadamente. Y ese era el objetivo de Dantalian. La otra parte realmente tenía el poder de conquistar el continente demoniaco. También tenían una razón para hacerlo. A pesar de esto, en lugar de atacar inmediatamente, Dantalian vino aquí para hablar con él, un Archiduque del infierno. ¿Por qué? Lo mejor sería que la otra parte quisiera llegar a un acuerdo. En el peor de los casos, sólo habría venido a darle un ultimátum... Si era esto, el Archiduque no tendría más remedio que caer en la ruina o rendirse. Pero Dantalian no paraba de hablar.
- Oh cielos. Archiduque, el ambiente se ha vuelto demasiado rígido. Relájate.
- Jaja. Mis disculpas. No he podido evitar sorprenderme tras recibir una noticia tan inesperada.
- No sólo hay malas noticias para ustedes.
‘¿Esta es la parte principal?’
- ¿Qué quiere decir Su Alteza con eso?
- ¿No te lo había dicho ya? Como sabes muy bien, el ejército del Señor Demonio está dividido en múltiples facciones. Mientras que hay gente que cree que debemos mostrar a los residentes del continente demoníaco su lugar, hay quienes sólo desean dar una advertencia.
- ¡...!
El Archiduque Kakola se sintió un poco mejor. Ciertamente había Señores Demonio que favorecían considerablemente al continente demoniaco. Barbatos sería un buen ejemplo de ello. Casualmente, el hombre frente a él era el cercano ayudante de Barbatos.
‘¿Es eso? Así que fue así.’
El Archiduque comprendió al instante toda la historia. Los Señores Demonio de alto rango llegaron a una especie de alianza. La razón era sencilla: enfrentarse en secreto a los Archiduques que conspiraban para la derrota de la Alianza Creciente. Sin embargo, debió de haber mucho debate sobre cómo tratarían exactamente a esos criminales.
- ¿Cuál... es la opinión de Su Alteza?
- Nuestra opinión es más bien moderada.
Dantalian dijo “nuestra”. El Archiduque pudo darse cuenta de que esta palabra era diferente de la palabra mencionada anteriormente. En otras palabras, esta era la opinión de la Facción de las Llanuras. La opinión de Barbatos.
Dantalian sonrió. Sus ojos eran fríos.
- ¿No estaría bien siempre y cuando ustedes, los Archiduques, muestren pruebas de su absoluta lealtad a los Señores Demonio? Esto es lo que pienso. Creo que sabes lo que esto significa.
El Archiduque respondió inmediatamente.
- Rezo por el éxito de la Alianza Creciente y donaré 1.000.000 monedas de Oro. No sólo ahora, sino que me dedicaré siempre que se presente la oportunidad a ayudar. Si se trata de Su Alteza, entonces creo que sin duda manejará sabiamente 1.000.000 monedas de Oro.
El Archiduque Kakola se aseguró de enfatizar la enunciación de “Su Alteza”. “Dejaré 1.000.000 monedas de Oro sólo en tus manos. Puedes llevarte todo lo que quieras como intermediario. Yo no me involucraré.” Esto era lo que estaba insinuando. Dantalian mostró una vaga sonrisa. Levantó la botella y se humedeció los labios. El Archiduque Kakola se esforzó por comprender el significado del gesto de Dantalian. “¿Era suficiente? ¿O no era suficiente?” No podía ver el fondo del hombre que tenía delante.
- Sólo estás lleno de preocupaciones, Archiduque. No estamos aquí para extorsionarlos. No hay razón para que un vasallo prometa lealtad a su señor todos los días. ¿No es así?
‘Así pues, éste iba a ser el último soborno.’
El Archiduque Kakola se estrujó el cerebro rápidamente. Como era de esperar, los Señores Demonio de alto rango son sabios. Sabían que la eficacia de las amenazas disminuirá cuanto más se amontonen unas sobre otras. Ni siquiera los Archiduques del Infierno podrían escupir fácilmente una enorme suma como 1.000.000 monedas de Oro. El dinero que ofrecen se convertirá rápidamente en una carga increíble para ellos. Incluso si los Archiduques son obedientes en el exterior, poco a poco se llenarán de agravios. Ocurrirá una revuelta. Reventarán como una presa.
- ¿Estaría bien... decir que realmente están tratando de cooperar con nosotros?
Si realmente tuvieran la intención de masacrar a todos los Archiduques, entonces habrían seguido pidiendo dinero. Habrían hecho deliberadamente que los Archiduques pasaran su punto limite. Podrían haber invadido los muchos infiernos con el pretexto de reprimir a los rebeldes. En lugar de hacer eso, les pidió que le juraran lealtad una vez...
‘No se puede confiar en Dantalian. Tampoco se puede creer en Baal. Pero si es Barbatos...’
Si es el Señor Demonio que ha anhelado la dominación del continente humano toda su vida, sin duda ese Señor Demonio era digno de confianza. Debió de sentirse muy disgustada cuando los demás se debatían entre llevar la estabilidad a la retaguardia y castigar a los Archiduques. Finalmente obtuvieron una oportunidad para conquistar el continente humano. “No es el momento de pelear entre nosotros...” Si es el Señor Demonio Barbatos, entonces es muy probable que piense esto. Por lo tanto, envió a su ayudante, Dantalian.
- Añadiré 1.000.000 monedas de Oro adicionales.
Dantalian finalmente sonrió ampliamente.
- Excelente.
- Pero Su Alteza, 2.000.000 monedas de Oro es una suma bastante grande para este humilde ser.
- ¿Hm? No me digas que crees que sería una vergüenza entregar esa cantidad.
- Por supuesto que no. Sin embargo, si hay algo que este humilde ha aprendido a lo largo de sus 400 años de vida, es el hecho de que no hay nada malo en estar seguro de las cosas. Si Su Alteza está satisfecho por la lealtad de este humilde, entonces, si me atrevo a preguntar, ¿podría Su Alteza mostrar también alguna prueba?
- En otras palabras, una prueba de que estoy realmente del lado de Barbatos.
- ...Sí, Alteza.
El Archiduque ya había perdido la cuenta de las veces que un escalofrío le había recorrido la espalda hoy. El hombre que tenía delante iba directo al grano. Seguía viendo a través del Archiduque como si pudiera leerlo como un libro abierto. Rango 71, pero el verdadero consejero de la Facción de las Llanuras. ¿Es este el verdadero Dantalian?
- Bueno, está bien.
Dantalian aceptó. Luego sacó algo de su bolsillo y lo puso sobre la mesa. El Archiduque Kakola pudo ver que se trataba de un artefacto mágico.
- ¿Esto es?
- Es un artefacto al que se le ha aplicado el hechizo Memoria. Puedes confirmar si es falso o no. Probablemente conozcas algunos hechizos de verificación.
- Como ordene.
El Archiduque Kakola no era un mago; sin embargo, tenía muchos subordinados magos. Entre los anillos que llevaba en la mano derecha, sacó el artefacto que tenía en el dedo anular. El Archiduque murmuró el hechizo de activación. Una vez que lo hizo, una luz verde salió del anillo.
- ...
No hubo respuesta. No se encontraron rastros mágicos en el artefacto Memoria. El Archiduque no estaba seguro de qué tipo de grabación había en el artefacto, pero no debería pasar nada por creer en su autenticidad. El Archiduque Kakola terminó el hechizo de su anillo.
- Perdóneme, Alteza. Sin duda no ha sido manipulado.
Dantalian soltó una risita bromista.
- ¿Está seguro? El contenido de la grabación es bastante estimulante. Te recomiendo que lo confirmes de nuevo para que no te lleves sorpresas más adelante.
El Archiduque Kakola sonrió.
- Jaja. Su Alteza está picando la curiosidad de éste. Agradezco la sugerencia, pero esta es una herramienta que fue creada por uno de los pocos magos de Octavo Círculo en el continente demoniaco. No deseo hacer perder más tiempo a Su Alteza.
- Muy bien, entonces. Diviértete.
- Entendido.
El Archiduque activó el artefacto, el cual comenzó a vibrar. Dantalian habló justo antes de que la grabación empezara a sonar.
- No digas que no te lo advertí.
Un vídeo comenzó a reproducirse en la sala privada. El Archiduque Kakola se preparó mientras se preguntaba qué podría ser la grabación para que Dantalian le advirtiera tanto. Finalmente, el primer sonido salió del vídeo.
- ¡Ah, ahhh!
- ...
La expresión del Archiduque Kakola se descompuso sin querer. La compostura que fue capaz de mantener ante Dantalian todo este tiempo se rompió impotente en este único momento. Es natural.
- ¡Aahh! ¡Para! ¡No! ¡Por favor, aaah! ¡Para...!
- Cállate, sucia cerda. ¿Cuándo te he permitido decir palabras? Los cerdos deben hacer oink como todos los de su tipo.
La grabación contenía una escena de sexo. El Archiduque entró en pánico y se giró para mirar a Dantalian.
- Alteza, ¿qué es esto?
- Cállate.
El rostro de Dantalian parecía extremadamente frío. “No estoy bromeando, así que presta atención.” Esto era lo que decía su expresión. El Archiduque Kakola volvió rápidamente en sí.
‘Así es. Es imposible que Dantalian me ridiculice después de haber llegado tan lejos. Esta grabación debe contener algún tipo de significado. Pero, ¿qué era?’
Los gemidos del artefacto le molestaban, pero el Archiduque Kakola hizo todo lo posible por concentrarse en el vídeo.
- Oink... oink, ooink...
- Bien. ¡Eso es, sucia cerda! Eres la esclava de carne más baja y despreciable del mundo. ¿Lo entiendes, cerda? No eres más que un trozo de carne que ha nacido para revolcarse por el suelo.
El Archiduque Kakola se dio cuenta inmediatamente de algo chocante. En el vídeo aparecía la imagen de un hombre y una chica. La identidad del hombre era la persona que tenía delante, Dantalian. Actuaba como un tirano mientras reinaba sobre la chica. Lámeme los dedos de los pies, mastúrbate y llámate cerda. Siguió haciendo demandas irrazonables. Y la chica...
- De acuerdo. ¿Qué soy yo? Incluso tú, un cerdo con el agujero del culo abierto, deberías tener una boca apropiada. Intenta decirlo con esa lengua obscena tuya. ¿Qué soy yo para ti?
- Maestro... Dantalian es, ahhh, el amo de esta cerda, Barbatos.
Era el Señor Demonio de Rango 8 y el líder de la Facción de las Llanuras, Barbatos.