Capítulo 137
Un Otoño Abundante (V)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
Corrección: Lord
Al final, terminamos la cosecha en un día. Al día siguiente, caminé por el pueblo. Se respiraba alegría por todas partes gracias a la abundante cosecha. Laura lo vio y esbozó una sonrisa de satisfacción.
- El pueblo está contento, así que eso también hace feliz a esta joven.
- A mí también me pasa lo mismo. Todo esto es parte de mi riqueza, después de todo.
Laura me miró con ojos muertos.
- ...Qué punto de vista tan sesgado. ¿Lo sabías? Su Señoría utiliza a veces palabras vulgares deliberadamente. La hipocresía recibe desprecio, pero fingir moderación es igual de deplorable. Esto oculta su sinceridad y crea excusas, después de todo.
- Ehem.
Torcí la boca torpemente. Últimamente, el número de ocasiones en las que Laura me criticaba había aumentado. El momento coincide exactamente con cuando empezaron esos días obscenos. La gente dice que las mujeres regañan menos cuando los hombres empiezan a trabajar más, pero ¿por qué era al revés con ella...?
- En cualquier caso, Su Señoría, ¿por qué no presta sus gólems a los granjeros?
Laura cambió de tema. ¡Qué chica tan rencorosa! A diferencia de Lapis, el reproche de Laura nunca duraba mucho. Solía hacer un comentario cortante antes de cambiar de tema por completo. Eso me impedía replicar.
- Se ha demostrado que los gólems muestran una eficiencia abrumadora cuando se trata de la agricultura. Si se los prestas a los granjeros, la cosecha debería aumentar también.
Me encogí de hombros.
- Por supuesto que son eficientes. Pero van en contra de la equidad.
- ¿Equidad?
- Sí. Piénsalo. Cierto granjero rico decide emplear mucho dinero en pedir prestado un gólem. La agricultura será entonces sorprendentemente más fácil.
Esto está muy bien, pero ¿qué pensarían los otros granjeros? “Nuestro señor da prioridad a la gente que tiene dinero. Si tienes dinero o no es el factor de discernimiento de nuestro señor...” Así es como se lo tomarán.
- Esto sería problemático. El poder de la unidad disminuirá si sólo tratas de buscar la eficiencia. Esto sería básicamente dividir al pueblo en grupos. Debilitar intencionalmente la fuerza total de tu tierra sólo para ganar un poco más de dinero no es algo que un monarca deba hacer.
Laura ladeó la cabeza.
- Mm. ¿Acaso la fuerza del señor no es la fuerza de su territorio? Son los campesinos ricos los que serán de gran ayuda a Su Señoría, no los pobres. ¿No sería más beneficioso para Su Señoría y para la región que estableciera una política que diera una ligera ventaja a esos granjeros ricos?
Eso era posible. Excluyendo a los republicanos, la gente de esta época creía que los dominios pertenecían a los señores. Laura parecía contemplar varias cosas relacionadas con ella, pero no le interesaban cosas como la sociedad y el republicanismo.
‘Aunque era alguien que se suponía que iba a convertirse en la canciller de una sociedad. Sabía que había una razón por la que el Reino de Bretaña cae en Dungeon Attack.’
Así que le di una respuesta.
- Bueno, todo es cuestión de eficiencia. En la sociedad, hay quienes gobiernan y quienes son gobernados. No debería haber muchos gobernantes en esta situación. Si una persona sigue a un gobernante y otra sigue a otro gobernante... entonces sólo parecerá que están unidos de cara al exterior. Sin embargo, en realidad habrá muchas sociedades diferentes.
Habrá una división en la opinión pública. Sólo puede haber un gobernante, un Señor Demonio Dantalian, en mi territorio.
- Digamos que los agricultores ricos son tratados mejor. Se me ocurren varias consecuencias inmediatas. Primero, la gente pensará que el dinero es la única forma de triunfar en la vida.
Cuando construyan embalses y murallas, tendrán que hacerlo todos juntos. Si invade una amenaza exterior, tendrán que ponerse todos codo con codo y arriesgar la vida juntos. “¿Por qué han de obtener más beneficios los ricos? La lealtad no es lo importante para nuestro señor. Tampoco es la dedicación. ¿No es el dinero lo más importante...?”
- Al final, la gente me será menos leal mientras intentan desesperadamente aumentar su propia riqueza. Laura, ¿lo entiendes? Esto sería crear 2 gobernantes en una tierra. Gobernantes conocidos como el Señor Demonio Dantalian y el “dinero”.
‘No se puede permitir que esto suceda. Si tienes mucho dinero o no debería ser un asunto personal. ¿Acumulaste mucho dinero? Felicitaciones. Disfrútalo. Pero eso no influirá en las decisiones que tome como tu gobernante. Porque tú eres sólo un ciudadano y yo soy el único monarca.’
- Quiero convertirme en el gobernante absoluto. Esto no significa que desee involucrarme en todo. Tengo que convertirme en una montaña a la que el pueblo no pueda asomarse. Esto hará que las cosas también sean convenientes para mí.
Laura estaba asombrada.
- Sin duda. La riqueza no es lo importante, sino lo leales que te sean y sólo eso.
- Básicamente soy la representación de este territorio. Estaría bien también describir esto como que ellos muestran lo dedicados que son a mi tierra en su conjunto.
- Mm.
Laura parecía haber deducido algo de estas palabras mientras se sumía en profundos pensamientos. Unas mujeres que trabajaban en el campo se fijaron en nosotros y nos saludaron con la mano. Yo les devolví el saludo con la mano derecha. Parecía que algo les excitaba, porque las ancianas empezaron a reírse de repente. No pude evitar sonreír al verlas. Una vez que seguimos el camino y nos acercamos lo suficiente al grupo de señoras, dejaron de balancear sus hoces y se dirigieron a nosotros.
- ¡Qué guapa está hoy, señorita Reina!
- ¡Ustedes 2 realmente parecen una pareja hecha en el cielo cada vez que los vemos juntos!
Laura parecía sorprendida mientras tartamudeaba.
- ¿R-Reina...? No es así.
- Tonterías. Eres la esposa de Su Señoría el Señor Demonio, ¿verdad? Entonces por supuesto que eres la reina.
Las otras mujeres estuvieron de acuerdo. La cara de Laura se puso roja. Agitó la mano frenéticamente mientras intentaba negarlo.
- ¿Esposa...? Esta joven es sólo, ¿cómo decirlo? No una esposa, sino una vasalla... no, ¿debería decir que soy la compañera de Su Señoría...? En cualquier caso, ¡no soy su esposa! ¡No estoy ni cerca de ser una reina!
- ¿Eeh? Siempre creímos que la señorita era la esposa del Joven Amo Señor Demonio.
Sus miradas se centraron en mí. Parecía que estaban esperando una explicación.
- ...
Laura también se inquietó mientras me miraba. Bajó la cabeza mientras me miraba furtivamente, pero se apresuró a apartar la mirada en cuanto nuestros ojos se encontraron.
‘¿Ah, sí?’
No tenía por qué leer su ventana de estado. Laura es una chica de 17 años con muchos sueños. Era una cínica del mundo con su particular visión de la muerte, pero convertirse en la esposa de alguien también debe significar mucho para Laura. Dejando a un lado si realmente éramos una pareja o no, a los demás les parecíamos una... Esto por sí solo bastaba para que Laura se sintiera tímida. ¿No se comportaba como una chica de su edad?
- Laura, mira aquí.
- ¿Perdón?
Ella giró la cabeza. Naturalmente rodeé su cintura con mi brazo derecho. Luego usé mi mano izquierda para sostener su nuca. Justo cuando una mirada perpleja apareció en la cara de Laura, la besé.
- ¿¡...Mmb!?
Los ojos de Laura se abrieron de par en par por la sorpresa del beso. Seguía haciendo sonidos como si quisiera gritar algo, pero era inútil. No le hice caso a su réplica mientras introducía mi lengua entre sus labios. Fue un beso profundo.
- ¡Oh querida, oh querida!
- ¡Kyaaa! ¡Querida!
Pude oír a las mujeres soltar un sonido de sorpresa. Era un sonido de sorpresa que también estaba lleno de placer. Ninguna de ellas me reprendió por ser vulgar. Todas aplaudieron mientras disfrutaban de la escena. Laura agitaba los brazos intentando resistirse. Sus ojos verdes se quejaban fervientemente, claramente avergonzada por hacer esto delante de los demás.
‘Lo siento chica, pero hago esto porque estamos delante de otros.’
Moví la lengua con más energía.
- Ubb, mm, ¿¡puah!?
Acariciar.
- ¡Uub, ubb, kb... uuuum, hua, hb, ub!
Chupa.
- ¡Huaa, Señor, uub! Hmmmm... ah, haa, uuh, ah, ¡hppuah!
Y entrelaza.
- ¡Uub, huub... mm, hnnnn... Señor, ah... n-ubbb, hmm, no, uuuuuh...!
Las rodillas de Laura cedieron mientras se desplomaba sobre mi pecho. Tenía la cara roja y respiraba con dificultad, como si la hubieran privado de oxígeno. Me giré para mirar a mí alrededor mientras sujetaba a Laura con un brazo.
- ...
- ...
Las mujeres ya no chillaban. Incluso las más mayores parecían avergonzadas con las mejillas enrojecidas. Todas evitaban mi mirada y se movían inquietas. Una de las jóvenes, que parecía una doncella, se tapaba la cara con las dos manos. Hablé con una sonrisa.
- Por naturaleza, es normal que un rey tenga 3 o 4 concubinas. Esta chica es mía. ¿Hay que decir algo más?
Las damas negaron con la cabeza mientras daban una respuesta apropiada. Debían de estar demasiado avergonzadas para quedarse aquí más tiempo, pues recogieron sus aperos de labranza y se marcharon a toda prisa. Habían dejado atrás su trabajo y salieron corriendo a pesar de que el sol aún no se había puesto. Mientras yo me reía de la inocencia de los granjeros, Laura murmuró en voz baja.
- S-Señor...
Se agarró a la zona del pecho de mi camisa y me miró con los ojos húmedos. Su aliento estaba caliente.
‘Oh, cielos, ¿la he molestado demasiado...? Parece que había encendido un interruptor.’
- ¿Quieres hacerlo?
- ...
La cabeza de Laura asintió exactamente 0,1 cm. Sonreí suavemente. Está en su periodo de florecimiento. No pretendo burlarme de ella por excitarse con un beso intenso. Después de todo, es culpa mía.
- Por favor, desnúdate.
- ¿Eh?
Laura puso los ojos muy abiertos.
- ¿Qué estás diciendo? Deberíamos ir a la casa y...
- Te estoy diciendo que te desnudes aquí.
Su rostro palideció.
- P-Pero estamos fuera...
- Ahora mismo.
Tiré de Laura ligeramente más cerca con una sonrisa brillante todavía en mi cara.
- Deseo penetrar a Laura aquí y ahora.
Laura empujó mi pecho, pero no había fuerza en sus brazos así que no hizo nada.
- ¡N-N-No! ¡Bestia! ¡Orco! ¡Perro de celo! C-Cómo puedes hacer algo así fuera... ¡No puedo creerte!
- Aah. Tú eras el que pedía hacerlo hace un segundo, ¿pero ahora te enfadas cuando estoy de acuerdo? Te contradices.
La abracé con más fuerza.
- ¡Si vas a actuar así, entonces incluso el generoso y amable yo me molestaré!
Ella estaba casi al borde de las lágrimas.
- H-Huaah. No debes, Señor... Si lo hace, ¿en qué se diferenciaría de tener relaciones sexuales con una bestia? Por favor, mantenga su dignidad como Señor Demonio.
- Sean humanos o demonios, todos somos originalmente animales. ¡No sería extraño tener relaciones sexuales como bestias!
- ¡Eso es absolutamente incorrecto...!
Mi determinación se mantuvo firme tanto si Laura se desesperaba como si no. Desnudé a Laura en ese mismo instante y se lo hice por detrás en medio del campo de trigo. Los tallos de trigo cubrían el suelo, así que no me dolían las rodillas. Me entusiasmé tanto por hacerlo al aire libre por primera vez que acabamos haciéndolo hasta que se puso el sol. Sólo diré que el resplandor del sol poniente que irradiaba la piel blanca y desnuda de Laura era increíblemente hermoso. Laura fue la que se calentó esta vez, así que tardamos una semana en calmarnos. Seguro que alguien nos vio, pero ¿a quién le importa? ¿No se siente mejor cuando alguien está mirando? Aunque nunca pronuncié estas palabras en voz alta.
* * *
Lapis vino a verme cuando todo el pueblo había terminado de cosechar. Esperaba que viniera por estas fechas, así que iba a darle una cálida bienvenida, pero para mi sorpresa, no vino con las manos vacías.
- ¿Qué es esto?
- Esto es tuyo.
Había literalmente una montaña del tesoro delante de mí. Joyeros, cofres llenos de monedas de Oro, y todo tipo de adornos y armas que parecían caras.
‘Querido Señor, ¿qué es todo esto?’
- Esto es exactamente 103.504 monedas de Oro.
- ...
Lapis me entregó un papel mientras me quedaba con la boca abierta. En él había escrita una lista de nombres que nunca antes había visto.
- ¿Qué es esto?
- Es una lista de las figuras clave del continente demoníaco que debes conocer.
El tono de Lapis sonaba como si simplemente estuviera comentando el buen tiempo.
- Sé que has estado pasando tu tiempo cómodamente. Consideré la posibilidad de que te aburrieras, así que creé trabajo para que hicieras.
‘¿Esta chica?’
- ¡Voy a descansar un poco más!
- Qué desafortunado. Recibí estas 100.000 monedas de Oro con el pretexto de dejar que se reúnan con usted, Señor Dantalian. Si no desea reunirse con ellos, entonces tenemos que devolver todo esto... ¿Debemos devolverlo todo?
Lapis pregunto con rostro impasible.
‘Una verdadera villana. Nunca he conocido a un oponente tan formidable como tú.’