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lunes, 4 de marzo de 2024

DH - Capítulo 63

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Capítulo 63
Carta de Triunfo (III)
Traducción y edición: Sho Hazama
Corrección: Lord
No mentía. Esta cantidad de comida le bastaba para 2 o 3 días si no entablaba ningún combate intenso. Por supuesto, la porción más grande podría ser poco para Perséfone. Frente a esta mujer, él ni siquiera confiaba en su capacidad para absorber y utilizar los nutrientes. Encima de la bandeja había 2 cucharas. Lo que fue bastante inesperado fue que Perséfone no mostró ninguna disconformidad. Ella directamente levantó una cuchara y comenzó a comer del plato en sus manos. La comida llena de nutrientes era sólo comida llena de nutrientes. No importaba cómo se preparara, su sabor básico se mantendría. Aunque se trataba de un manjar poco común para Su, creía firmemente que a Perséfone, con tales habilidades culinarias, definitivamente no le interesaba este tipo de comida. Sin embargo, terminó tranquilamente este plato. Cuando Su comía, siempre lo hacía despacio, sin quejarse o desperdiciar el más mínimo trozo, ni mostrar ninguna expresión inusual. Sin embargo, comer del mismo plato que Perséfone hacía que, por alguna razón, su atención se desviara de la comida a su cuerpo. La picardía del lápiz que sujetaba su pelo soltaba otro hilo de cabello tras su más mínimo movimiento y caía sobre su rostro. Incluso hubo un momento en que las cabezas de ambos individuos chocaron. Se trataba de un suceso completamente ordinario, pero de gran importancia porque Su podía evitarlo por completo, aunque como su atención se había desviado hacia otras áreas, su velocidad de reacción disminuyó. Al terminar de desayunar, la atmósfera entre los 2 individuos parecía haber cambiado un poco. Perséfone recogió la bandeja y los utensilios antes de subir a lavarlos. Su recogió la almohada y las mantas que había en el suelo y la siguió escaleras arriba. Originalmente pertenecían a los dormitorios de arriba, y eran de gran calidad. Incluso después de tantos años, todavía se podían utilizar. Tras limpiar la sala de estar, ella regresó a la planta subterránea. Aquí abajo, la máquina primaria de circulación de agua ya había sido completamente abierta, con algunos componentes esparcidos por el suelo. Dentro de la máquina, los componentes del chip electrónico estaban parcialmente al descubierto. Parecía que antes del descanso en el que preparó el desayuno, ya había trabajado durante un rato. En el suelo había un nuevo documento, y encima 2 hojas de papel blanco. Encima del papel había un boceto de un componente. - Ven, ayúdame un poco. Perséfone se subió las mangas de la camisa y se acercó al estante de herramientas apoyado en la pared. Su asumió el papel de ayudante, entregándole herramientas y transportando componentes. Además, la escuchó mientras describía dónde residía el problema de este sistema de circulación de agua. El núcleo del sistema central de purificación de agua era el chip del ordenador. Afortunadamente, el chip informático seguía intacto. Después de haber estado olvidado durante tanto tiempo, algunos engranajes del sistema e incluso la parte doblada de la tubería sufrieron de corrosión, lo que provocó el fallo del sistema. Antes del desayuno, Perséfone ya había inspeccionado el sistema e incluso había encontrado los componentes y la tubería necesarios. También puso en marcha la fábrica de la base, y en ese momento estaba fundiendo el componente en una aleación que ella misma había asignado. El tiempo que tardó en terminar de desayunar fue suficiente para que terminara de fundirse. Ahora mismo, en el ordenador central de la base, Perséfone ya poseía el mismo nivel de autoridad que Su. Mientras tanto, ese anillo de metal ya descansaba en el dedo corazón de su mano derecha. Anoche, después de beber, ella se volvió como una niña pequeña que había visto su querido juguete y lo molestaba constantemente por la autoridad de la base. Después de pensar un rato, se quitó directamente el anillo del dedo y se lo entregó. En ese momento, se dio cuenta de que su expresión era un poco extraña, pero siguió actuando igual. Su ya no podía decir si lo que ella estaba haciendo era a propósito o no, ni entendía cuál era el significado detrás de sus acciones. Como tal, no pensó demasiado en ello. La maquinaria era un campo que podía ser extremadamente profundo y extenso, especialmente cuando se trataba de electrónica y tecnología de inteligencia artificial. Sólo con oír la explicación de Perséfone, le resultaba naturalmente imposible llegar a dominar un campo como éste, que requería más de 10 años de conocimientos. Sin embargo, su explicación lo simplificó hasta el punto de que era extremadamente fácil de entender, aunque seguía siendo minuciosa y detallada. Además, todo lo dijo con gran paciencia. Sin darse cuenta, Perséfone mostró su lado experto. Reparar este enorme sistema con sólo 2 personas era una tarea bastante difícil. Aunque Perséfone fuera todopoderosa, seguían empleando todo el día, y la mayor parte del tiempo se dedicaba a la fabricación de componentes. - ¿Por qué no vuelves conmigo? Detrás del torno multifuncional, Perséfone, que en ese momento estaba concentrada procesando piezas, pareció preguntar sin querer. Su estaba de pie a un lado, mirando de vez en cuando el plano que tenía en la mano o las piezas del torno. Era como si pudiera saber si los errores superaban la desviación permitida con sólo mirar las piezas. Al oír a Perséfone preguntar así, Su no utilizó la respuesta que había usado miles de veces y en su lugar dijo con un suspiro. - Ahhh.Yo maté a tu gente, y no quiero convertirme en un sujeto experimental. Perséfone dejó caer al suelo la tubería que había sido procesada con éxito y luego añadió otro trozo de materia prima. Sin levantar la cabeza, respondió. - Que hayas matado a alguien es un poco problemático, pero no es imposible deshacerse de él. Si además puedo prometerte que no te convertirás en un sujeto experimental, ¿volverías conmigo? Después de un día entero de trabajo intenso, a Perséfone también le habían aparecido pequeñas gotas de sudor en la cara. Los hombres trabajadores eran atractivos, y las mujeres trabajadoras también. Al ver a Perséfone trabajando sin parar, Su también dio una respuesta seria. - No iré. A los ojos de los Jinetes de Dragón Negro, los que están en el desierto no pueden considerarse personas. En cuanto a mí, pertenezco al desierto. Después de completar la parte final, Perséfone enderezó su cuerpo y arregló su pelo ligeramente desordenado. - El que murió bajo tu mando llamado Laiknar, ¿crees que es igual que yo? Su quiso decir “en realidad, sigo sin entenderte”, pero no dijo nada. En su lugar, recordó cuidadosamente todo lo que había sucedido después de conocerla, y como resultado, dijo. - No es lo mismo. - Entonces eso es todo. Perséfone llevó un montón de piezas procesadas y las puso en manos de Su. Ella misma llevó las partes restantes y subió las escaleras. Mientras caminaba, dijo. - Los Jinetes de Dragón Negro son en realidad una organización extremadamente flexible. La dirección que tome esta organización depende de las personas que la componen. Si sientes que la forma en que operamos no es correcta, puedes depender de tu propia fuerza para cambiarla. Su guardó silencio unos segundos antes de responder. - Una vez que un tren se pone en marcha, es extremadamente difícil cambiar su ruta. Yo sólo soy un don nadie y no puedo detener un tren que ya se ha puesto en marcha. - ¿No puedes detener un tren de mercancías? Sin embargo, ¿por qué me parece que te enfrentas de frente a ese tren? Los ojos verdes de Su revelaron una expresión tranquila. Se rio, sin encontrar su mirada ni responder a su pregunta. Sin embargo, Perséfone no iba a rendirse. Lo miró con una expresión que decía que no iba a rendirse antes de obtener una respuesta. Sin otra opción, sólo pudo responder. - Quiero vivir. Sin embargo, cuando me dejan sin elección, no le temo a la muerte. - ¿De verdad te has quedado sin elección? Su no respondió a esta pregunta. No era algo que ella tuviera que saber. Con las partes esenciales listas, una gran parte del trabajo ya estaba completado. A partir de aquí, sólo había que instalar las piezas. Media hora más tarde, Perséfone volvió a colocar la cubierta del sistema central de circulación de agua. La cubierta, que pesaba más de 100 kilos, bien podría haber sido aire en sus manos. Con su dedo grasiento y sucio, Perséfone abrió el interruptor eléctrico y el ruido de las máquinas llenó inmediatamente el lugar. El agua subterránea era succionada continuamente hacia el sistema central de circulación de agua. Unos minutos después, Perséfone giró la válvula de salida del agua. Con un sonido hua, ¡una poderosa columna de agua transparente brotó de inmediato! Perséfone soltó un grito de júbilo, y Su no pudo evitar sonreír también mientras recibía el agua con las manos. El agua estaba limpia, sin impurezas. Aunque había un poco de radiación que no podía evitarse, el agua debía alcanzar el grado 4 de pureza. Con el agua, también había vida. Los 2 estaban mirando el agua correr. No dijeron nada durante mucho tiempo. Su sintió que en el instante de ahora, revelaba una verdadera felicidad. Aunque ahora tenía agua, Perséfone no pidió extravagantemente una ducha y en su lugar se limitó a lavarse las manos y la cara. Luego sacó a Su de N958 y corrió hacia la cima de la montaña. Ya era bien entrada la noche, pero las nubes llenas de radiación que no mostraban signos de dispersarse se alejaban continuamente bajo los vientos. La oscuridad de la noche hacía difícil ver nada. A lo lejos, se podían ver los contornos de varios segmentos de carreteras rotas, como si fueran los esqueletos de enormes bestias fallecidas. Bajo los gritos de Perséfone, Su se sentó a su lado y contempló la oscuridad infinita. De repente soltó un largo suspiro y preguntó. - Ahhh. En tu opinión, ¿cuál es la situación de la mujer en esta época? Su pensó un momento y luego hablo. - Por lo que he visto, las mujeres son accesorios de los hombres. Si no poseen ninguna otra habilidad o dependen de uno, entonces tienen que usar sus propios cuerpos para intercambiarlos por comida y agua. Podrían ser consideradas propiedad al igual que las armas y las municiones. Si matan a su hombre, cambian de dueño. Aparte de esto, también son un medio de reproducción. - ¡Realmente no tienes pelos en la lengua! Ahh. Lo que has dicho es cierto. Esa es la realidad de este mundo, así como lo que la mayoría de la gente considera inevitablemente correcto, independientemente de si son hombres o mujeres. De hecho, yo no soy diferente. Mi posición actual en los Jinetes de Dragón Negro depende de mi propio poder, así como de la fuerza de mi familia. En los últimos años, he luchado continuamente una y otra vez, además de tener éxito cada vez. Sin embargo, esto no cambiará el hecho de que soy una mujer, una mujer sin la protección de un hombre. Si una mujer no tiene protección, entonces todos los hombres que la rodean se convertirían en lobos insaciables, ¡lobos que esperan el día en que ella caiga impotente para poder despedazarla! A partir de hoy, yo también saldré sin cesar a la batalla, y la batalla siempre contendrá la posibilidad de herirme o incluso de hacerme perder la fuerza para siempre. Cuando llegue ese momento, ese será mi fin. En la historia de los Jinetes de Dragón Negro, ha habido muchas mujeres destacadas. Estefanía, María la Sangrienta y Géminis eran nombres que los demás respetaban. Sin embargo, tras sufrir desafortunadas heridas en sus innumerables batallas y perder su gran fuerza de combate, todas estas mujeres sin protección se convirtieron tarde o temprano en juguetes de los hombres. En cuanto a su fuerza y respaldo anteriores, todo hombre que tuviera la posibilidad de meter sus dedos en ellas no dejaría pasar semejante oportunidad. Después de todo, jugar con una mujer que tenía una identidad es mucho más estimulante. Puede que haya un día en el futuro en el que yo también caiga en este estado. Será un poco diferente a ellas debido al respaldo de mi familia, así que no me convertiré en un juguete. Sin embargo, debido a mis lazos con mi familia, los que intentarán ponerme las manos encima serán las mismas grandes figuras de la familia, así como los que hacen negocios con ella.

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